jueves, 30 de noviembre de 2017

andrés anwandter / de música envasada








Una gama de grises

*

cuando chico
el teléfono

era cosa
de grandes

contestarlo
la rara

vez que sonara
algo

más bien
inconcebible

para un niño
en esos años

que mis hijos
imaginan

tal y como
se los cuento

en blanco y negro

~~~

Cite lo que cite en el fondo estoy citando a Garcilaso

*

lárgate lluvia
me digo

de una buena vez
riega las últimas

flores los pastos
resecos del parque

espanta los bichos
molestos

moja las hojas
donde escribo

y borronea
de este modo

los remordimientos
del final del verano

en lugar de simplemente llorar

~~~

Es pregunta

*

qué significa no volver
a verse más

un deseo meramente
cuya consecución

con ayuda de magia
de una complejidad

digamos media
por lo que leo en un manual

de sortilegios es posible
no volver a verse más

en persona en una foto
en el espejo del baño

empañado tras la ducha
una noche de verano

dibujarse con el dedo
la cara

en la memoria que se va
desmoronando con los años

una montaña cada vez
más pequeña

cuya cima te empeñas en vano
en alcanzar

~~~

Las imágenes no importan

*

en cualquier lenguaje
casa es casa

aunque signifique lo contrario
el más ínfimo lugar donde duermes

está situado en relación
a las estrellas más allá

de todo techo
la noche

gira contigo hacia el otro
lado la tierra amanece

ya se escuchan las micros rugir
a lo lejos en las orejas

desayuna la ciudad
de millán cuyo escudo

es flanqueado por un par de leones

***
Andrés Anwandter (Valdivia, 1974) Música envasada. Santiago de Chile: Pequeño Dios Editores, 2017.

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