domingo, 7 de diciembre de 2025

juan de la fuente umetsu / de "umetsu"










UNA LUZ no comprende a otra que ilumina a escondidas. Y, sin embargo, se refleja en ella, la sigue hasta que ha doblado la sombra del cerro y se ha internado en la soledad. Los gritos del bosque no la alcanzan. Ni la arena que salta al otro lado del mundo. Los ciruelos sienten algo distinto al florecer, como si su corazón se hubiera colmado de yerba y ahora no quedara espacio para sentir el olor de la tierra. Cuando comprendí esto, comprendí también la ausencia y me di cuenta de que la realidad era sólo el reflejo de tu mirada. Empecé a conversar con el paisaje. A medida que avanzaba, mis pasos dejaban preguntas para el camino.

~

«NO MORIR. No vivir. No sentir. Mientras camino por los surcos, percibo que ellos avanzan más allá de mí, pero que al mismo tiempo me acompañan. He vuelto o estoy cada vez más lejos. He renunciado al mundo o el mundo me ha expulsado de él. Tiembla en mis manos la tierra, donde crece el arroz, que nos traerá el amor. Bebo una copa de sake mientras camino. En casa aguarda mi hermano menor. Él es el único que me esperó. Mis padres murieron mientras yo viajaba. Sólo mi hermano recuerda que nací aquí, entre ciruelos, y que mi madre me llevó siempre con ella. La siento en cada paso que doy. Y mientras sigo caminando, me alejo más de algo que quizás está dentro de mí. Todos los días escribo en secreto este silencio. Y luego rompo las hojas de mi diario y las lanzo a las arenas. Los papeles rotos flotan como mariposas en el cielo y luego se elevan a través de las dunas hasta alcanzar la cima donde descansa mi apellido. Más tarde, volveré a casa y, al dormir, soñaré con esas mariposas, cuyas alas engendran palabras en su vuelo. Tal vez así, algún día pueda encontrar la manera correcta de pronunciar el mar. Y volver a mi historia, para nunca más partir».

***
Juan de la Fuente Umetsu (Lima, 1963) Umetsu. Lima: Fondo Asociación Peruano-Japonesa, 2024.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario