He vuelto a la calle ahondada de esperas
rezando ausencias que ya no serán más.
Calle poblada de voces humildes,
¡cuán cerca la hora en que él me querrá!
Sobre la tierra sumisa de ocasos,
pasaste a mi lado como un madrigal.
Toda la dicha se estuvo en mis ojos,
y fue leve cansancio la emoción de tu voz.
Calle: mi verso pronto irá hacia ti
honrado de emociones, como un abrazo
que anticipa olvido y soledades.
~
En el camino hay un silencio de palabra imposible
La tarde reza en ermita de fuego
Sobre el despoblado
hacen penitencia las sombras
Las estrellas columpian la escalera
por donde bajarán los ángeles a la tierra
Mi vida se desangra gota a gota.
La tarde es una sola lágrima clara
Cada sombra es un latido que nos besa
Cerca, más cerca
el corazón de la noche.
El silencio doblega los instantes
Cada hoja es una palabra más
que dice la primavera este año
Para perpetuar la emoción
cerró la noche la palabra que nacía.
***
Norah Lange (Buenos Aires, 1905-1972)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario