mediateca de poesía personal-universal del ayer y del mañana desde MMXVII/
sábado, 5 de septiembre de 2020
katherine mansfield / tres poemas
Por qué el amor es ciego
*
El niño Cupido, cansado del día invernal,
sollozaba clamando cielos claros, abiertos,
hasta que ¡niño tonto! perdió los ojos de tanto llorar ---
y las violetas nacieron.
~
Cuando fui pájaro
*
Trepé al árbol de karaka
hasta un nido todo hecho de hojas
pero suaves como plumas,
empecé una canción que siguió cantándose sola
y no tenía palabras pero al final se ponía triste.
Había margaritas en la hierba bajo el árbol.
Les dije, sólo para provocarlas:
"Voy a arrancarles la cabeza de un mordisco
para darles de comer a mis hijitos".
Pero no creyeron que yo fuera un pájaro
siguieron bien abiertas.
El cielo era como un nido azul con plumas blancas
y el sol era la madre pájaro que lo mantenía caliente.
Eso decía mi canción: aunque no tenía palabras.
Hermano Pequeño apareció empujando
su carretilla en el sendero,
transformé mi vestido en alas y me quedé muy quieta,
cuando estuvo cerca gorjée: "Mío-mío".
Por un momento se deconcertó...
después dijo: "Uf, no eres un pájaro, te veo las piernas".
Pero las margaritas no tenían importancia,
Hermano Pequeño no tenía importancia:
yo me sentía un pájaro, ni más ni menos.
~
El abismo
*
Un abismo de silencio nos separa
Yo estoy de un lado del abismo -tú del otro-
No puedo verte ni oírte -pero sé que estás allí-
Suelo llamarte por tu nombre infantil
y finjo que el eco de mi grito es tu voz.
Cómo podemos franquear el abismo -nunca hablándonos, tocándonos-
antes pensaba que podíamos llenarlo con nuestras lágrimas,
ahora quiero destrozarlo con nuestra risa
***
Katherine Mansfield (Wellington, 1888-Fontainebleau, 1923)
Versiones de Mirta Rosenberg y Daniel Samoilovich
/
Why love is blind
*
The Cupid child tired of the winter day
Wept and lamented for the skies of blue
Till, foolish child! He cried his eyes away-
And violets grew.
~
When I was a Bird
*
I climbed up the karaka tree
Into a nest all made of leaves
But soft as feathers.
I made up a song that went on singing all by itself
And hadn't any words, but got sad at the end.
There were daisies in the grass under the tree.
I said just to try them :
“I'll bite off your heads and give them to my little children to eat.”
But they didn't believe I was a bird;
They stayed quite open.
The sky was like a blue nest with white feathers
And the sun was the mother bird keeping it warm.
That's what my song said : though it hadn't any words.
Little Brother came up the path, wheeling his barrow.
I made my dress into wings and kept very quiet.
Then when he was quite near I said : “Sweet, sweet !”
For a moment he looked quite startled;
Then he said : “Pooh, you're not a bird; I can see your legs.”
But the daisies didn't really matter,
And Little Brother didn't really matter;
I felt just like a bird.
~
The Gulf
*
A Gulf of silence separates us from each other.
I stand at one side of the gulf – you at the other.
I cannot see you or hear you – yet know that you are there –
Often I call you by your childish name
And pretend that the echo to my crying is your voice.
How can we bridge the gulf – never by speech or touch
Once I thought we might fill it quite up with tears
Now I want to shatter it with our laughter.
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