Las pajas del pesebre,
Niño de Belén,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Lloráis entre las pajas
de frío que tenéis,
hermoso Niño mío,
y de calor también.
Dormid, Cordero santo;
mi vida, no lloréis;
que si os escucha el lobo,
vendrá por Vos, mi bien.
Dormid entre las pajas,
que aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven,
serán mañana espinas
en corona cruel.
Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer;
que aunque tan grandes deudas
en pajas las cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Dejad el tierno llanto,
divino Enmanuel,
que perlas entre pajas,
se pierden sin por qué.
No piense vuestra Madre
que ya Jerusalén
previene sus dolores
y llore con José;
que aunque pajas no sean
corona para rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Félix Lope de Vega (Madrid, 1562-1635)
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