domingo, 17 de noviembre de 2024

gerardo deniz / lámpara maravillosa










El alifrit está frito, nadie frota.
Por el ojo de la lámpara, bajo una marina peor,
atisba
y ve que éste va a ser otro hogar como es debido.
El señor corre al centro del departamento, se llena la boca de
     arena y la escupe por la ventana.
Es que está construyendo el nido.
El alifrit quisiera poner un toque de iniciativa -un mordente,
     digamos- en esta cadena siniestra de actos automáticos
     (dos tonos, un semitono, tres tonos, otro semitono):
un grano de pimienta -digamos- en el lecho ázimo.
Pero es inútil: nadie frota.

***
Gerardo Deniz (Madrid, 1934-Ciudad de México, 2014)

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