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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

jueves, 30 de mayo de 2024

robert desnos / los grandes días del poeta













Los discípulos de la luz sólo inventaron tinieblas apenas opacas.
El río arrastra un diminuto cuerpo de mujer lo que es indicio de 
   un final próximo.
La viuda vestida con ropas nupciales se equivoca de séquito.
Todos llegaremos con atraso a nuestras tumbas.
Un navío de carne encalla en una playa pequeña. El timonel invita 
   a los pasajeros a callarse.
Las olas esperan impacientes. ¡Más Cerca de Ti oh Dios mío! 
El timonel invita a las olas a hablar. Éstas hablan.
La noche ocluye sus frascos con estrellas y hace fortuna con 
   la exportación.          
Se construyen grandes tableros para vender ruiseñores. Pero no 
   pueden satisfacer los deseos de la Reina de Siberia que quiere 
   un ruiseñor blanco.
Un comodoro inglés jura que no lo sorprenderán más  recolectando 
    salvia de noche entre los pies de las estatuas de sal.
A propósito de esto una pequeña salera con Cerebos se endereza 
   con dificultad sobre sus delgadas piernas.
Y derrama en mi plato todo lo que me queda por vivir.
Lo bastante para salar el océano Pacífico.
Pondréis en mi tumba un salvavidas.
Porque uno nunca sabe.
                                         C'est les bottes de sept lieues
                                         cette phrase "Je me vois" [1926]

***
Robert Desnos (París, 1900-Campo de concentración de Theresienstadt, 1945)
Versión de Aldo Pellegrini  

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Les grands jours de poète

*

Les disciples de la lumière n’ont jamais inventé que des ténèbres peu opaques.
La rivière roule un petit corps de femme et cela signifie que la fin est proche.
La veuve en habits de noces se trompe de convoi.
Nous arriverons tous en retard à notre tombeau.
Un navire de chair s’enlise sur une petite plage. Le timonier invite les passagers à se taire.
Les flots attendent impatiemment Plus Près de Toi ô mon Dieu!
Le timonier invite les flots à parler. Ils parlent.
La nuit cachette ses bouteilles avec des étoiles et fait fortune dans l’exportation.
De grands comptoirs se construisent pour vendre des rossignols. Mais
ils ne peuvent satisfaire les désirs de la Reine de Sibérie qui veut un rossignol blanc.
Un commodore anglais jure qu’on ne le prendra plus à cueillir la sauge
la nuit entre les pieds des statues de sel.
A ce propos une petite salière Cérébos se dresse avec difficulté sur ses
jambes fines. Elle verse dans mon assiette ce qu’il me reste à vivre.
De quoi saler l’Océan Pacifique.
Vous mettrez sur ma tombe une bouée de sauvetage.
Parce qu’on ne sait jamais.

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