domingo, 6 de junio de 2021

carlos drummond de andrade / de "sentimiento del mundo"









Sentimiento del mundo

*

Apenas tengo dos manos
y el sentimiento del mundo,
pero estoy lleno de esclavos,
mis recuerdos se escurren
y el cuerpo cede
a la confluencia del amor.

Cuando me levante, el cielo
estará muerto y saqueado,
yo mismo estaré muerto,
mi deseo estará muerto, 
muerto el pantano sin acordes.

Los camaradas no dijeron
que había una guerra
y que era necesario
traer fuego y alimento.
Me siento disperso
anterior a las fronteras
humildemente les pido
que me perdonéis.

Cuando los cuerpos pasen
yo me quedaré solo
deshebrando la memoria
del campanero, de la viuda, del microscopista
que vivían en la barraca
y no fueron encontrados
al amanecer

ese amanecer
más noche que la noche.

~

Poema de la necesidad

*

Es necesario casar a João
es necesario aguantar a Antônio
es necesario odiar a Melquíades
es necesario reemplazarlos a todos.

Es necesario salvar al país,
es necesario creer en Dios,
es necesario pagar las deudas,
es necesario comprar una radio,
es necesario olvidar a fulana.

Es necesario estudiar volapük
es necesario estar siempre ebrio,
es necesario leer a Baudelaire,
es necesario recoger las flores
a las que rezan los bellos autores.

Es necesario vivir con los hombres,
es necesario no asesinarlos,
es necesario tener las manos pálidas
y anunciar EL FIN DEL MUNDO.

~

Congreso Internacional de Miedo

*

Por el momento no cantaremos al amor,
que se ha refugiado más abajo del subsuelo.
Cantaremos el miedo, que esteriliza los abrazos,
no cantaremos al odio porque no existe,
sólo hay miedo, nuestro padre y nuestro compañero,
el gran temor de los sertones*, de los mares, de los desiertos,
el miedo de los soldados, el miedo de las madres, el miedo de las iglesias,
cantaremos el miedo de los dictadores, el miedo de los demócratas,
cantaremos el miedo a la muerte y el miedo al después de la muerte,
entonces moriremos de miedo
y en nuestras tumbas crecerán flores amarillas y temibles.

N. del T. Sertón (castellanización de "Sertão") hace referencia a una región geográfica semiárida del nordeste brasileño.

~

Recuerdo del Mundo Antiguo

*

Clara paseaba por el jardín con los niños.
El cielo era verde sobre el pasto,
el agua era dorada bajo los puentes,
otros elementos eran azules, rosas, naranjas
la guardia civil sonreía, pasaban bicicletas,
la niña pisó la hierba para atrapar un pájaro,
el mundo entero, Alemania, China, todo era
tranquilo alrededor de Clara.

Los niños miraban para el cielo: nada estaba prohibido.
La boca, la nariz, los ojos estaban abiertos. No había peligro.
Los peligros que Clara temía eran la gripe, el calor, los insectos.
Clara tenía miedo de perder el tranvía de las 11,
esperaba cartas que con dificultad llegaban
no siempre podía usar un vestido nuevo. Pero ella paseaba
[por el jardín, ¡¡¡por la mañana!!!
En aquel tiempo, ¡¡¡había jardines, había mañanas!!!

~

Niño llorando en la noche

*

En la noche lenta y cálida, sin ruido, un niño llora.
El grito tras la pared, la luz tras la ventana
se pierden en la sombra de los pasos acallados, de las voces exhaustas.
Y, sin embargo, se oye hasta el estruendo de la gota del remedio 
que cae en la cuchara.

Un niño llora en la noche, detrás de la pared, detrás de la calle,
lejos llora un niño, tal vez en otra ciudad,
tal vez en otro mundo.

Y veo a la mano que levanta la cuchara, mientras la otra sujeta la cabeza
y veo el hilo aceitoso corriendo por el mentón del niño
goteando por la calle, goteando por la ciudad (apenas un hilo).
Y no hay nadie más en el mundo que ese niño llorando.

~

Los hombros sostienen el mundo

*

Llega un momento en que ya no dices: "Dios mío".
Un tiempo de purificación absoluta.
Un tiempo en que ya no se dice: "mi amor".
Porque el amor se ha vuelto inútil.
Y los ojos no lloran.
Y las manos sólo tejen la obra gruesa.
Y el corazón está seco.

En vano las mujeres llaman a la puerta, no abrirás.
Estás solo, la luz se apagó,
pero en la sombra tus ojos relucen enormes.
Todos están seguros, ya no saben sufrir.
Y no esperas nada de tus amigos.

La vejez tiene poca importancia, ¿qué es la vejez?
Tus hombros soportan el mundo
y no pesa más que la mano de un niño.
Guerras, hambrunas, peleas en los edificios
sólo demuestran que la vida continúa
y no todos son libres aún.
Algunos, encontrando el espectáculo bárbaro
preferirían (los sensibles) morir.
Llegó el momento en que no tiene sentido morir.
Llegó el momento en que la vida es una orden.
Sólo la vida, sin mistificaciones.

~

Privilegio en la playa

*

En esta terraza mediocremente cómoda,
bebemos cerveza y miramos al mar.
Sabemos que no nos pasará nada.

El edificio es sólido y el mundo también.

Sabemos que cada edificio alberga mil cuerpos
trabajando en mil espacios iguales.
A veces, unos pocos se suben cansados al ascensor
y vienen aquí arriba para respirar la brisa del océano,
que es un privilegio de los edificios.

El mundo está realmente hecho de hormigón armado.

Ciertamente, si hubiera un crucero loco,
anclado en la bahía frente a la ciudad,
la vida sería incierta... improbable...
Pero en las aguas tranquilas sólo hay marineros fieles.
¡Qué cordial es el escuadrón!

Podemos beber nuestra cerveza con honor.

***
Carlos Drummond de Andrade (Itabira, 1902-Río de Janeiro, 1987) Sentimiento do mundo. São Paulo: Companhia das Letras, 2012.
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Sentimiento do mundo

*

Tenho apenas duas mãos
e o sentimento do mundo,
mas estou cheio de escravos,
minhas lembranças escorrem
e o corpo transige
na confluência do amor.

Quando me levantar, o céu
estará morto e saqueado,
eu mesmo estarei morto,
morto meu desejo, morto
o pântano sem acordes.

Os camaradas não disseram
que havia uma guerra
e era necessário
trazer fogo e alimento.
Sinto-me disperso,
anterior a fronteiras,
humildemente vos peço
que me perdoeis.

Quando os corpos passarem,
eu ficarei sozinho
desfiando a recordação
do sineiro, da viúva e do microcopista
que habitavam a barraca
e não foram encontrados
ao amanhecer

esse amanhecer
mais noite que a noite.

~

Poema da Necessidade

*

É preciso casar João,
é preciso suportar Antônio,
é preciso odiar Melquíades
é preciso substituir nós todos.

É preciso salvar o país,
é preciso crer em Deus,
é preciso pagar as dívidas,
é preciso comprar um rádio,
é preciso esquecer fulana.

É preciso estudar volapuque,
é preciso estar sempre bêbado,
é preciso ler Baudelaire,
é preciso colher as flores
de que rezam velhos autores.

É preciso viver com os homens
é preciso não assassiná-los,
é preciso ter mãos pálidas
e anunciar O FIM DO MUNDO.

~

Congresso Internacional do Medo

*

Provisoriamente não cantaremos o amor,
que se refugiou mais abaixo dos subterrâneos.
Cantaremos o medo, que esteriliza os abraços,
não cantaremos o ódio porque esse não existe,
existe apenas o medo, nosso pai e nosso companheiro,
o medo grande dos sertões, dos mares, dos desertos,
o medo dos soldados, o medo das mães, o medo das igrejas,
cantaremos o medo dos ditadores, o medo dos democratas,
cantaremos o medo da morte e o medo de depois da morte,
depois morreremos de medo
e sobre nossos túmulos nascerão flores amarelas e medrosas.

~

Lembrança do Mundo Antigo

*

Clara passeava no jardim com as crianças.
O céu era verde sobre o gramado,
a água era dourada sob as pontes,
outros elementos eram azuis, róseos, alaranjados,
o guarda-civil sorria, passavam bicicletas,
a menina pisou a relva para pegar um pássaro,
o mundo inteiro, a Alemanha, a China, tudo era
tranqüilo em redor de Clara.

As crianças olhavam para o céu: não era proibido.
A boca, o nariz, os olhos estavam abertos. Não havia perigo.
Os perigos que Clara temia eram a gripe, o calor, os insetos.
Clara tinha medo de perder o bonde das 11 horas,
esperava cartas que custavam a chegar,
nem sempre podia usar vestido novo. Mas passeava
[no jardim, pela manhã!!!
Havia jardins, havia manhãs naquele tempo!!!

~

Menino chorando na noite

*

Na noite lenta e morna, morta noite sem ruído, um menino chora.
O choro atrás da parede, a luz atrás da vidraça
perdem-se na sombra dos passos abafados, das vozes extenuadas.
E no entanto se ouve até o rumor da gota de remédio caindo na colher.

Um menino chora na noite, atrás da parede, atrás da rua,
longe um menino chora, em outra cidade talvez,
talvez em outro mundo.

E vejo a mão que levanta a colher, enquanto a outra sustenta a cabeça
e vejo o fio oleoso que escorre pelo queixo do menino,
escorre pela rua, escorre pela cidade (um fio apenas).
E não há ninguém mais no mundo a não ser esse menino chorando.

~

Os Ombros Suportam o Mundo

*

Chega um tempo em que não se diz mais: meu Deus.
Tempo de absoluta depuração.
Tempo em que não se diz mais: meu amor.
Porque o amor resultou inútil.
E os olhos não choram.
E as mãos tecem apenas o rude trabalho.
E o coração está seco.

Em vão mulheres batem à porta, não abrirás.
Ficaste sozinho, a luz apagou-se,
mas na sombra teus olhos resplandecem enormes.
És todo certeza, já não sabes sofrer.
E nada esperas de teus amigos.

Pouco importa venha a velhice, que é a velhice?
Teus ombros suportam o mundo
e ele não pesa mais que a mão de uma criança.
As guerras, as fomes, as discussões dentro dos edifícios
provam apenas que a vida prossegue
e nem todos se libertaram ainda.
Alguns, achando bárbaro o espetáculo
prefeririam (os delicados) morrer.
Chegou um tempo em que não adianta morrer.
Chegou um tempo em que a vida é uma ordem.
A vida apenas, sem mistificação.

~

Privilêgio do mar

*

Nesse terraço mediocremente confortável,
bebemos cerveja e olhamos o mar.
Sabemos que nada nos acontecerá.

O edifício é sólido e o mundo também.

Sabemos que cada edifício abriga mil corpos
labutando em mil compartimentos iguais.
Às vezes, alguns se inserem fatigados no elevador
e vêm cá em cima respirar a brisa do oceano,
o que é privilégio dos edifícios.

O mundo é mesmo de cimento armado.

Certamente, se houvesse um cruzador louco,
fundeado na baía em frente à cidade,
a vida seria incerta… improvável…
Mas nas águas tranquilas só há marinheiros fiéis.
Como a esquadra é cordial!

Podemos beber honradamente nossa cerveja.

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