miércoles, 5 de septiembre de 2018

allen ginsberg / dos poemas














Cosas que no haré (nostalgias)
*

Nunca fui a Bulgaria, aunque tuve un folletín y una invitación
Lo mismo con Albania, el año pasado me invitaron personalmente los estafadores de la lotería o
los alcohólicos en rehabilitación
o los poetas iluminados de la tierra antigua de las Puertas del Hades
Tampoco visité Lhasa ni viví en el hogar de Hilton ni en la casa familiar de Ngawang Gelek ni
subiré fatigado al Potala
Nunca más regresaré a Kashi “la ciudad del mundo más antigua, habitada sin interrupción”, ni
me bañaré en el Ganges ni me sentaré otra vez en Manikarnika ghat con Peter, ni visitar a Lord Jagganath en Puri otra vez, nunca volveré a Birbhum ni tomaré notas, historias de Khaki Baba
O escuchar música en festivales de música en Madras con Philip
O regresar para beber Chai con el viejo Sunil y los jóvenes poetas del café
Atar mi cabeza en un adoquín en la guarida del opio en el Barrio Chino, pasar por el Hotel Moslem, su
azotea en Tinsmith Street, la tierra ardiendo de Choudui Chowh Nimtallah, tampoco fumar marihuana en Hugli
Ni en los callejones de la Fez de Achmed, nunca más beberé té de menta en el Soco Chico ni
visitaré a Paul B. en Tánger
Ni veré a la esfinge al atardecer o al amanecer en el desierto, alba y ocaso en el desierto
antiguo colapsando Beirut, Babilonia y Ur tristemente bombardeadas, los misterios horribles de Siria, de todo el desierto de Arabia y Saudí, el pueblo animado de Yemen,
Ni el viejo Afganistán tribal de opio, el clima tibetano de Beluchistán
No volveré a ver Shanghái ni las cavernas de Dunhuang
No volveré a subir los tres pisos por la escalera de la calle 12 E,
Tampoco iré a la Argentina literaria, ni acompañaré a Glass a São Paulo, ni viviré un mes en un
departamento, en las playas de Río y los chicos de las favelas, en el gran Carnaval de Bahía
No más ensoñaciones en Bali, demasiado lejos el festival de Adelaida para conseguir baquetas nuevas
No veré las nuevas periferias de Yakarta, los bosques misteriosos de Borneo ni sus hombres y mujeres pintados
No más Sunset Boulevard ni Melrose Avenue ni Oz en Ocean Way
Ni el primo viejo Danny Leegant, tampoco los recuerdos de la tía Edith en Santa Mónica
No más veranos cariñosos con amantes, enseñando a Blake en Naropa,
Esloganes de la escritura de la mente, nuevas poéticas modernas estadounidenses, Williams Kerouac
Reznikoff Rakosi Corso Creeley Orlovsky
o cualquier visita a las tumbas de B'nai Israel de Buba, de la tía Rose, de Harry Meltzer y de la tía
Clara, del padre Louis
No lo haré si no es en una urna de cenizas

30 de marzo de 1997, AM

 ~~~

¿Qué harías si lo perdieras?

dijo Rinpoche Chögyam Trungpa Tulku en el vestíbulo de mármol del departamento
mirando a mi cajita negra llena de arte, “mejor prepárate para la muerte”…
El armonio, eso es la bufanda de Peter,
la campana de Krishna y el pararrayos de lata Phil Whalen escogido en
Japón
una copia deshilachada de Blake con anotaciones de acordes, los libros negros de City Lights,
las baquetas de aborígenes australianos, el incienso de templo verde, los metales preciosos tibetanos
los chinchines—
una pierna rota una semana más tarde, recordatorio suficiente: yace en la cama y después de unos días de dolor
empezó a llorar
sin razón, pensando un poco en el rabino Schacter, un poco en el papá Louis, un poco
en todo lo que debe ser abandonado,
la nieve abandonada,
un perro vacío ladra después que los perros han desaparecido
las comidas comidas pasan a través del cuerpo para alimentar tomates y choclo,
El pote de madera de Haití, demasiado grande para mi ensalada,
Enseñanzas, Tantras, Hagadá, Zohar, Revelaciones, poesías, Koans
olvidados con el mundo nevado, olvidados
con generaciones de carámbanos estrellándose contra barrancos blancos por la berma,
Dharmakaya olvidó, Nirmanakaya metido en el ataúd, Sambhogakaya eclipsado a
la luz de las velas apagada por el gato juguetón—
Adiós a mis propios tesoros, cuerpos consagrados al pezón,
viejas almas adorando al ojo de las flores o cráneo panorámico auditivo imaginario—
Adiós viejos calcetines lavados una y otra vez, boxers azules, calzoncillos largos bajo cero,
botas negras nuevas hasta la cadera para ventisqueros cerca del buzón de la granja,
adiós a mi pieza llena de libros, todas las sabidurías que nunca estudié, nunca leí de un lado al otro
a todo Campion, a Creeley, a Anacreonte, a Blake,
digo adiós a las frazadas, naranjas, bañadas con rombos, de lana de oveja del Himalaya mexicano
traídas de los días de Almora con Lama Govinda, y Peter, duro y terco, tratando de comer
pollo a medio cocer.
Pinturas en la pared, Maitreya, Sakyamuni y Padmasambhava, el Dr. Samedi con
polainas haitianas y whisky de caña,
Bhaktivedanta Swami en el escritorio mirando tristemente a Krishna en mi desesperada
autoconciencia
Un ático lleno de juguetes, un escritorio lleno de cheques viejos, archivos de la Policía de NY
y la C.I.A. traficando heroína,
Los archivos sobre el ridente Leary, los archivos de la Policía Estatal, los archivos sobre los
ecosistemas se desvanecieron y cuadernos sin transcribir, bronceados, cientos de pequeños poemas y prosa de mi mano
entrevistas en el periódico, archivos ensamblados, papelería inútil que me rodea
imperfectamente cronológica, jocosamente tardía en la eternidad, reflejo de las Ciudades
o estudios de calles particulares y boudoirs
adiós a los libros de poesía, no tengo que llevarte más en una cadena para
Deux Magots como una langosta roja
a través de París, Moscú, Praga, Milán, Nueva York, Calcuta, Bangkok, la sagrada Benarés,
Claro, Rishikesh y Brindaban podían tu prana, levantarte por sobre el techo
del mundo—
mi propio aliento ahora más lento, esperando y mirando en silencio
Abajo, armonios, músicas, trapos y blues, himnos de Blake hechos en casa,
mantras para levantar el cráneo de los Estados Unidos,
adiós acorde de C, acorde de F, acorde de G, adiós a todos los acordes de “La casa del
Sol naciente”
Adiós casa de campo, apartamento de ciudad, basura del metro Empire State, Museo de
Arte Moderno donde paseé por la pubertad deslumbrado por los sistemas solares del cerebro crudo de Van Gogh, pegados en azul grueso celestial tal—
Adiós Naomi, adiós, viejo y dolorido poeta Louis, adiós Paterson
al 69 entre Joe Bozzo y Harry Haines que resistió la infancia y
envenenó el aire sobre el valle de Passaic,
adiós a Broadway, dale mis saludos a las grandes caídas y a los chicos pensando marihuana
maravillados al escuchar el rugido silencioso del discurso de Godfather Williams
Adiós a los viejos poetas de Century que enseñaron el ojo fijo y la lengua afilada de Pound
con el corazón silencioso de Mouni a Tom Veitch llorando en Stinson Beach,
adiós a mis hermanos que escriben poesía y tocan el violín, a mis sobrinos que soplan
la tuba y la viola, silban la  flauta o sonríen y cantan en ritmo azul,
adiós a las sombras de la vida muerta que se ama, cuerpos llorosos cuerpos rotos envejeciendo
cuerpos convertidos en muñecos de cera o cenizas
Adiós a América esperas que reces por tu ternura, tu IBM 135-35
campo de batalla electrónico automatizado, iglú, diente de dragón blanco, combustible de bombardero aéreo sobre Indochina
Adiós cielo, adiós Nirvana, adiós triste adiós, adiós a todos los ángeles y
arcángeles, devas y devakis, Bodhisattvas, Budas, anillos de Serafines,
Constelaciones de almas elegidas que lloran cantando en los dorados escalones Bhumi,
adiós Trono Alto, Lugar Central Alto, Aleluya Luz más allá de la Luz, una
ola de la mano a Thee Golden Rose Central,
Om Ah Hu? A La La Ho Sophia, Soham Tara Ma, Om Phat Svaha
Padmasambhava Marpa Mila's Gampopa Karmapa Trungpaye!
Namastaji Brahma, Ave atque vale Eros, Júpiter, Zeus, Apolo, Surya, Indra
Bom Bom! Shivaye! ¡Ram Nam Satyahey! Om Ganipatti, Om Saraswati Hrih
Sowha! ¡Ardinarishvara Radha Harekrishna se alegra para siempre!
¡Ninguno queda en pie! No quedan lágrimas por los ojos, ni ojos para llorar, ni boca para
cantar, no hay canción para el que escucha, ni más palabras para mente alguna.

Cherry Valley, 1° de febrero de 1973


***
Allen Ginsberg (Newark, 1926-Nueva York, 1997)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/


Things I’ll Not Do (Nostalgias)

*

Never go to Bulgaria, had a booklet & invitation
Same Albania, invited last year, privately by Lottery scammers or recovering
alcoholics,
Or enlightened poets of the antique land of Hades Gates
Nor visit Lhasa live in Hilton or Ngawang Gelek’s household & weary ascend
Potala
Nor ever return to Kashi “oldest continuously habited city in world” bathe in
Ganges & sit again at Manikarnika ghat with Peter, visit Lord Jagganath again
in Puri, never back to Birbhum take notes tales of Khaki Baba
Or hear music festivals in Madras with Philip
Or return to have Chai with older Sunil & the young coffeeshop poets,
Tie my head on a block in the Chinatown opium den, pass by Moslem Hotel, its
rooftop Tinsmith Street Choudui Chowh Nimtallah Burning ground nor smoke
ganja on the Hooghly
Nor the alleyways of Achmed’s Fez, nevermore drink mint tea at Soco Chico, visit
Paul B. in Tangiers
Or see the Sphinx in Desert at Sunrise or sunset, morn & dusk in the desert
Ancient collapsed Beirut, sad bombed Babylon & Ur of old, Syria’s grim mysteries
all Araby & Saudi Deserts, Yemen’s sprightly folk,
Old opium tribal Afghanistan, Tibet-Templed Beluchistan
See Shanghai again, nor caves of Dunhuang
Nor climb E. 12th Street’s stairway 3 flights again,
Nor go to literary Argentina, accompany Glass to Sao Paolo & live a month in a
flat Rio’s beaches & favella boys, Bahia’s great Carnival
Nor more daydream of Bali, too far Adelaide’s festival to get new song sticks
Not see the new slums of Jakarta, mysterious Borneo forests & painted men &
women
No more Sunset Boulevard, Melrose Avenue, Oz on Ocean Way
Old cousin Danny Leegant, memories of Aunt Edith in Santa Monica
No more sweet summers with lovers, teaching Blake at Naropa,
Mind Writing Slogans, new modern American Poetics, Williams Kerouac
Reznikoff Rakosi Corso Creeley Orlovsky
Any visits to B’nai Israel graves of Buba, Aunt Rose, Harry Meltzer and Aunt
Clara, Father Louis
Not myself except in an urn of ashes
March 30, 1997, A.M.

~~~

“What would you do if you lost it?”

*

said Rinpoche Chögyam Trungpa Tulku in the marble glittering apartment lobby
looking at my black hand-box full of Art, “Better prepare for Death” …
The harmonium that’s Peter’s
the scarf that’s Krishna’s the bell and brass lightningbolt Phil Whalen selected in
Japan
a tattered copy of Blake, with chord notations, black books from City Lights,
Australian Aborigine song sticks, green temple incense, Tibetan preciousmetal
finger cymbals—
A broken leg a week later enough reminder, lay in bed and after few days’ pain
began to weep
no reason, thinking a little of Rabbi Schacter, a little of father Louis, a little
of everything that must be abandoned,
snow abandoned,
empty dog barks after the dogs have disappeared
meals eaten passed thru the body to nourish tomatoes and corn,
The wooden bowl from Haiti too huge for my salad,
Teachings, Tantras, Haggadahs, Zohar, Revelations, poetries, Koans
forgotten with the snowy world, forgotten
with generations of icicles crashing to white gullies by roadside,
Dharmakaya forgot, Nirmanakaya shoved in coffin, Sambhogakaya eclipsed in
candle-light snuffed by the playful cat—
Goodbye my own treasures, bodies adored to the nipple,
old souls worshipped flower-eye or imaginary auditory panoramic skull—
goodbye old socks washed over & over, blue boxer shorts, subzero longies,
new Ball Boots black hiplength for snowdrifts near the farm mailbox,
goodbye to my room full of books, all wisdoms I never studied, all the Campion,
Creeley, Anacreon Blake I never read through,
blankets farewell, orange diamonded trunked from Mexico Himalayan sheepwool
lugged down from Almora days with Lama Govinda and Peter trying to eat
tough stubborn halfcooked chicken.
Paintings on wall, Maitreya, Sakyamuni & Padmasambhava, Dr. Samedi with
Haitian spats & cane whiskey,
Bhaktivedanta Swami at desk staring sad eye Krishna at my hopeless
selfconsciousness,
Attic full of toys, desk full of old checks, files on NY police & C.I.A. peddling
Heroin,
Files on laughing Leary, files on Police State, files on ecosystems all faded &
brown, notebooks untranscribed, hundreds of little poems & prose my own
hand,
newspaper interviews, assemblaged archives, useless paperworks surrounding me
imperfectly chronologic, humorous later in eternity, reflective of Cities’
particular streets studios and boudoirs—
goodbye poetry books, I don’t have to take you along anymore on a chain to
Deux Magots like a red lobster
thru Paris, Moscow, Prague, Milan, New York, Calcutta, Bangkok, holy Benares,
yea Rishikesh & Brindaban may yr prana lift ye over the roof
of the world—
my own breath slower now, silent waiting & watching—
Downstairs pump-organs, musics, rags and blues, home made Blake hymns,
mantras to raise the skull of America,
goodbye C chord, F chord, G chord, goodbye all the chords of The House of the
Rising Sun
Goodbye farmhouse, city apartment, garbage subways Empire State, Museum of
Modern Art where I wandered thru puberty dazzled by Van Gogh’s raw-brained
star-systems pasted on blue thick skyey Suchness—
Goodbye again Naomi, goodbye old painful legged poet Louis, goodbye Paterson
the 69 between Joe Bozzo & Harry Haines that out-lasted childhood &
poisoned the air o’er Passaic Valley,
goodbye Broadway, give my regards to the great falls & boys staring marijuana’d
in wonder hearing the quiet roar of Godfather Williams’ speech
Goodbye old poets of Century that taught fixed eye & sharp tongue from Pound
with silent Mouni heart to Tom Veitch weeping in Stinson Beach,
goodbye to my brothers who write poetry & play fiddle, my nephews who blow
tuba & stroke bass viol, whistle flute or smile & sing in blue rhythm,
goodbye shades of dead living loves, bodies weeping bodies broken bodies aging,
bodies turned to wax doll or cinder
Goodbye America you hope you prayer you tenderness, you IBM 135–35
Electronic Automated Battlefield Igloo White Dragon-tooth Fuel-Air Bomb over
Indochina
Goodbye Heaven, farewell Nirvana, sad Paradise adieu, adios all angels and
archangels, devas & devakis, Bodhisattvas, Buddhas, rings of Seraphim,
Constellations of elect souls weeping singing in the golden Bhumi Rungs,
goodbye High Throne, High Central Place, Alleluiah Light beyond Light, a
wave of the hand to Thee Central Golden Rose,
Om Ah Hu? A La La Ho Sophia, Soham Tara Ma, Om Phat Svaha
Padmasambhava Marpa Mila's Gampopa Karmapa Trungpaye!
Namastaji Brahma, Ave atque vale Eros, Jupiter, Zeus, Apollo, Surya, Indra
Bom Bom! Shivaye! Ram Nam Satyahey! Om Ganipatti, Om Saraswati Hrih
Sowha! Ardinarishvara Radha Harekrishna faretheewell forevermore!
None left standing! No tears left for eyes, no eyes for weeping, no mouth for
singing, no song for the hearer, no more words for any mind.

Cherry Valley, February 1, 1973

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