viernes, 9 de febrero de 2018

benjamín villalobos baranda / las noches que son mis noches (extracto)









1

los militares que bailan con mi hermana
gritarán de alegría cuando una de sus balas
llegue a mi corazón
porque me habrán visto
oh pecador
putear a las estatuas de chile
que me descueran y me miran feo
porque saben que si estuvieran vivas
yo les escupiría en la cara
para ver como esa parte de mí
cae por sus bigotes
entra por su lengua
y sale por el ano con sus pulmones en mis manos

yo que sólo enfrenté la derrota de mis noches
no sabría si reírme
o llorar mi muerte
si quedarme en silencio
o pagarle a estas putas
para que se rían conmigo
y todo esto sea más triste

porque de pura pena
volviendo a mi casa
bailé con todas las que encontraba
y las descubría en su juego de ser militares
con sus caras rojas
tetas grandes
y ropita de camuflaje
para que no se les notara la vergüenza

esa ropita yo se las sacaría
-A los militares para que los maten más rápido y
-A ellas para amarlas aunque sean militares

yo les silbo a todas                                                    esperáme tal como lo hiciste

borracho y con rock and roll                                     en medio de la fiesta

montado en la bici                                                    bajo los mismos focos que te
                                                                                  alumbraron por primera vez


cantando puteadas                                                    que ya vuelvo a buscarte

les silbo a todas                                                        para siempre


2

la ciudad desaparece cuando aparecen los recuerdos
y podemos inventarlos
para que nunca sean nuestros
y si no los inventamos
te los compro
o te los cambio
o te los vendo
porque soy la industria
yo pecador
de este país sin industrias

yo cambio amor por palabras
aunque salga perdiendo
porque soy la industria, mi amor,
y siempre salgo perdiendo

a ti no te comprará nadie que no sea yo
porque yo soy la industria de tu corazón
y estas palabras no las comprará nadie sólo tú
porque son para la primera que me quiso un poco

entonces échele el rush a sus labios
péinese su chasquilla
deje de mirarme así
Y póngase ese short cortito que tanto me gusta
ese por el que se le asoman los labios de la vagina, échele
ruch a esos también, wachita rica, que tengo ganas de rom-
perle esas prendas minúsculas a mordiscos y hacerla recagar
en la baquedano que es la plaza más grande del mundo vien-
do como las estrellas se mueven van y vienen de nosotros
mientras regamos el pasto con el jugo que emerge de tu sexo
a raíz de mi sexo en tu sexo que es el sabor nuestro capaz de
alimentar la tierra

                    y los pacos a un costado nos ven con envidia
                    y la gente cruza las calles amaestrada con el semáforo
                    Y los pazos de zebra / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / rojo
/ / / / / / / / / / / / / / / / / / / /  amarillo / / / / / / / / / / / / / / / / / / /
/ / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / verde

se hacen los que no nos miran por la vergüenza de querer
sumarse a esta fiesta que es la orgía del mestizaje con cariño
ellos que prefieren celebrar en sus casas a los muertos que
nadie sabe con exactitud qué fue lo que hicieron por este
país que ya pocos honores se merece salvo el de celebrarnos
a nosotros los vivos con el amor de nuestros cuerpos en las
plazas que debieron ser nuestras

3

la ciudad habla por sí sola
la destrucción siempre puede ser un error
el sol sale cuando quiere
y nadie se quiere ir
se despiden para siempre
se quedan olvidados
alguien sigue bailando
y yo que no tengo ni para la sopaipa por la chucha
ni para un cariñito
ni para unas palabritas de amor
no se puede ser feliz sin ser pura
Y una de esas se acostará conmigo
y cuando sea mía por un rato
veremos si la propiedad cumple con la promesa de la alegría

pero la noche pasa los recuerdos
pasan and here comes the sun tra la la la
y parece que ninguna me gusta tanto
o yo ya no le gusto a ninguna
y no sé que es peor

todos nos tapamos la cara con las manos
las estatuas de chile me descueran

ya no está esa que me hacía reír

ya no hay nadie esperando por mí

***
Benjamín Villalobos Baranda (Santiago de Chile, 1991) Halo: 19 poetas chilenos nacidos en los 90 (Hernández Montecinos, Héctor (comp.)) Santiago de Chile: J. C. Saez Editor, 2014.

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