martes, 20 de febrero de 2018

allen ginsberg / sutra del girasol










Yo caminé sobre los bancos del muelle de las bananas enlatadas y me senté bajo la
…..enorme sombra de una locomotora Southern Pacific¹ para mirar el ocaso
…..sobre los cerros de casas rodantes y llorar
Jack Kerouac se sentó a mi lado en un roto poste de hierro oxidado, compañero,
…..tuvimos los mismos pensamientos del alma, desierto y triste y ojitriste ,
…..rodeado por las gruñonas raíces de las raíces de acero de los árboles
…..de la maquinaria.
Sobre el río el agua aceitosa reflejaba el cielo rojo, el sol se hundió en la cumbre
…..de los últimos picos de Frisco², no había peces en esa corriente, no había
…..ermitaños en esos montes, sólo nosotros, con los ojos reumáticos
…..y pasando la pea como viejos holgazanes en la ribera, cansados y astutos.
Mira el Girasol, dijo él, había una sombra gris opaco grande como un hombre sentada
…..seca sobre un montón de aserrín antiguo-
-Me apresuré encantado- era mi primer girasol, memorias de Blake- mis visiones-
…..Harlem
e Infiernos de los ríos del Este, puentes rechinando los Grasientos Sandwiches
…..de Joe coches de bebés muertos , negros cauchos sin pedales olvidados
…..y sin cubierta, el poema de la lengua de tierra del río, condones & potes,
…………………………………………………………………………………..cuchillos
…..de acero, nada inoxidable, sólo el húmedo estiércol y los artefactos filosos
…..como una hojilla yéndose hacia el pasado-
y el Girasol gris se balanceaba contra el ocaso, crepitante desierto y polvoriento
…..con el tizne y el smog y el humo de las envejecidas locomotoras en su ojo-
corola de ofuscadores ganchos presionados hacia abajo y rotos como una corona
…..estropeada a golpes, semillas caídas desde su cara, boca de soleado aire
…..próximamente desdentada, los rayos del sol obliteraban sobre su peluda
…..cabeza como una seca telaraña hecha de alambres,
como brazos las hojas se pegaban fuera del tronco, gestos desde las raíces de aserrín,
…..rotas piezas de yeso caídas desde los negros brotes, una mosca muerta en
…..su oído,
¡Qué vieja aporreada Impía cosa eras, mi Girasol Oh mi alma, te amé entonces!
La mugre no era mugre de hombre sino la muerte y locomotoras humanas,
Todo ese vestido de polvo, ese velo de oscurecida piel de ferrocarril, ese humo por
…..mejilla, esa ojera de negra miseria, esa tiznada mano o falo o protuberancia
…..de artificial peor-que-el-sucio –industrial-moderno- toda esa civilización

…..manchando tu loca corona dorada-
y aquellos ofuscados pensamientos de muerte y ojos y extremos polvorientos
…..y carentes de amor marchitas raíces abajo, en el montón de arena y aserrín
…..que tenía por hogar recibos de dólares de goma, piel de maquinaria, los
…..intestinos y las tripas del carro que gime que tose, las vacías solitarias latas
…..con sus oxidadas lastimosas lenguas, qué más puedo nombrar,
las humeantes
…..cenizas de un habano los coños de carretillas y los lechosos senos de los
…..carros gastados culos fuera de sillas & esfínteres de dinamos- todo esto
enredado en tus raíces momificadas- y tú allí erguido ante mí en el ocaso, ¡toda
…..tu gloria en tu forma!
¡Una perfecta belleza de girasol! ¡una perfecta excelente adorable existencia de
…..girasol! ¡un dulce ojo hacia la nueva sofisticada luna, despertada viva y
…..excitada sujetando en el ocaso la brisa mensual del amanecer!
¿Cuántas moscas zumbaron alrededor de ti inocentes de tu mugre, mientras tú
…..maldecías los cielos del ferrocarril y tu alma de flor?
¡Pobre flor muerta! ¿cuándo olvidaste que eras una flor? ¿cuándo miraste tu piel
…..y decidiste que eras una impotente sucia vieja locomotora? ¿el fantasma de
…..una locomotora? ¿el espectro y la sombra de una loca y alguna vez poderosa
…..locomotora Americana?
¡Nunca fuiste una locomotora, Girasol, eras un girasol!
¡Y tú Locomotora, tú eres una locomotora, no me olvides!
Entonces yo arranqué el esquelético grueso girasol y la adherí a mi costado como un
…..cetro,
y envié mi sermón a mi alma , y al alma de Jack también, y a la de cualquiera que
…..escuche,
–…No somos nuestra mugrienta piel, no somos nuestras temerosas desiertas
…..polvorientas locomotoras carentes de imágenes, por dentro todos nosotros
…..somos hermosos girasoles dorados, estamos benditos por nuestra propia
…..semilla & nuestros dorados peludos desnudos consumados cuerpos
creciendo
…..dentro de locos negros formales girasoles en el ocaso, espiados por nuestros
…..ojos bajo la sombra de la loca visión de las locomotoras de la orilla del río
…..del ocaso del montañoso Frisco de las latas de estaño de la noche de la
sentada

***
Allen Ginsberg (Newark, 1926-Nueva York, 1997) Poesía Beat. Buenos Aires: Buenos Aires Poetry, 2017.
Versión de Alberto Quero

/

Sunflower Sutra

I walked on the banks of the tincan banana dock and sat down under the huge shade of a Southern Pacific locomotive to look at the sunset over the box house hills and cry.
Jack Kerouac sat beside me on a busted rusty iron pole, companion, we thought the same thoughts of the soul, bleak and blue and sad-eyed, surrounded by the gnarled steel roots of trees of machinery.
The oily water on the river mirrored the red sky, sun sank on top of final Frisco peaks, no fish in that stream, no hermit in those mounts, just ourselves rheumy-eyed and hung-over like old bums on the riverbank, tired and wily.
Look at the Sunflower, he said, there was a dead gray shadow against the sky, big as a man, sitting dry on top of a pile of ancient sawdust—
—I rushed up enchanted—it was my first sunflower, memories of Blake—my visions—Harlem
and Hells of the Eastern rivers, bridges clanking Joes Greasy Sandwiches, dead baby carriages, black treadless tires forgotten and unretreaded, the poem of the riverbank, condoms & pots, steel knives, nothing stainless, only the dank muck and the razor-sharp artifacts passing into the past—
and the gray Sunflower poised against the sunset, crackly bleak and dusty with the smut and smog and smoke of olden locomotives in its eye—
corolla of bleary spikes pushed down and broken like a battered crown, seeds fallen out of its face, soon-to-be-toothless mouth of sunny air, sunrays obliterated on its hairy head like a dried wire spiderweb,
leaves stuck out like arms out of the stem, gestures from the sawdust root, broke pieces of plaster fallen out of the black twigs, a dead fly in its ear,
Unholy battered old thing you were, my sunflower O my soul, I loved you then!
The grime was no man’s grime but death and human locomotives,
all that dress of dust, that veil of darkened railroad skin, that smog of cheek, that eyelid of black mis’ry, that sooty hand or phallus or protuberance of artificial worse-than-dirt—industrial—modern—all that civilization spotting your crazy golden crown—
and those blear thoughts of death and dusty loveless eyes and ends and withered roots below, in the home-pile of sand and sawdust, rubber dollar bills, skin of machinery, the guts and innards of the weeping coughing car, the empty lonely tincans with their rusty tongues alack, what more could I name, the smoked ashes of some cock cigar, the cunts of wheelbarrows and the milky breasts of cars, wornout asses out of chairs & sphincters of dynamos—all these
entangled in your mummied roots—and you there standing before me in the sunset, all your glory in your form!
A perfect beauty of a sunflower! a perfect excellent lovely sunflower existence! a sweet natural eye to the new hip moon, woke up alive and excited grasping in the sunset shadow sunrise golden monthly breeze!
How many flies buzzed round you innocent of your grime, while you cursed the heavens of the railroad and your flower soul?
Poor dead flower? when did you forget you were a flower? when did you look at your skin and decide you were an impotent dirty old locomotive? the ghost of a locomotive? the specter and shade of a once powerful mad American locomotive?
You were never no locomotive, Sunflower, you were a sunflower!   
And you Locomotive, you are a locomotive, forget me not!
So I grabbed up the skeleton thick sunflower and stuck it at my side like a scepter,
and deliver my sermon to my soul, and Jack’s soul too, and anyone who’ll listen,

—We’re not our skin of grime, we’re not dread bleak dusty imageless locomotives, we’re golden sunflowers inside, blessed by our own seed & hairy naked accomplishment-bodies growing into mad black formal sunflowers in the sunset, spied on by our own eyes under the shadow of the mad locomotive riverbank sunset Frisco hilly tincan evening sitdown vision.

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