martes, 31 de mayo de 2022

fernanda martínez varela / de "salmos"









mientras te ayudo con la mudanza
comienza el frío

los misiles cruzan los días martes
a la hora de la siesta, te digo intentando
entablar conversación, sabrás que los aviones
no dejan rastro, examina la trayectoria
de aquel sobre tu hombro

el invierno crece en las raíces de los árboles
trepa mi cuerpo y llega a ti al chocar las manos

en tus maletas guardas climas peores
advierto por si las quieres abrir cuando me vaya
hay fríos que es mejor pasar solos, mejor es no
contagiar el desespero

los misiles no pararán, indicas
sólo faltan tres calles para tu casa
¿nos despedimos una calle antes por si temes
que confunda mi casa con la tuya, siendo las tres
de la mañana, el próximo martes?
pregunto y asientes mirando al cielo
que asumo es la hora del ejercicio
de los misiles contra corea

hay ataques químicos

la muchacha con la que duermes
fornicas, revientas como esos misiles
que caen sobre la casa de una familia coreana
mientras te ayudo con las maletas, paciente
del suceso de irnos despegando, dices
bota esto, compraré todo nuevo
en la siguiente temporada
el calor avecina lenguas
de fuego, ¿en qué
idioma podremos
querernos mañana?

~

cuidar un pensamiento enfermo
requiere te adviertas caminando
herida de ojos, apuntar que nalgas
suben y bajan por las pupilas, tamaño
grande, chorrea el pensamiento adjetivos
posesivos: la quería para mí, para el desborde
de mis manos, para el goce de mi lengua
entrando y saliendo con otros idiomas

cuidarlo requiere
dejar que el pensamiento te posea
arranque las ventanas de la infancia
y al momento de verlo saltar por una
decirle “tú, por qué no vienes aquí
tengo lo que piensas
que tengo: una mujer
u hombre, una granja
con animales u objetos
que penetran a animales
animales que gimen de amor
como puertas que rechinan
si les partes la mandíbula
a besos”

cuidar un pensamiento
enfermo, requiere no dormir
más de lo justo, que erecta amaneces
por la mañana no escuches canciones
de amor son los caminos que van
a un muro de cemento, mantén
tu cabeza lejos de esquinas
el vértice donde dos
piernas se unen
en un pantalón
ajustado

cuidar
un pensamiento
enfermo, requiere
tu atención por los detalles
evitar conglomerados, un choque
de costra en el talón, no permitir
acerque su mejilla la muchacha
que amable en tus ojos sostuvo
el pensamiento por el cuello
y lo besó, como si fueses tú
al que besara, y ella el dios
al que reclamas “ven, baja
tu cabeza a mis rodillas”

~

a ti no te han largado de lugares de acogida
por eso llegas fuerte y se te nota en la parada
se nota que te amaron tal cual eras cuando niño
que tuviste una pared para rayar tus convicciones
que entraste con pies llenos de barro al dormitorio
que comiste con las manos sin lavártelas de pelos
ni quitarte las hormigas, la mancha del mosquito
que aplastaste con la palma con curiosa alevosía

que dejaste de querer antes que el otro
no te quiera, se te nota

se te nota y lo digo con envidia yo que dudo
de saltar al parabrisa sin piruetas y en la calle
desolada porque juro que mi madre ni vendría
a buscarse el parecido en mi rostro aunque supiese
que lo he hecho por estarme entre sus brazos regresada
desvalida, es ahora que comprendes mi arrogancia
es ahora que comprendes por qué debo
mantenerme en la ridícula certeza
de que el mundo gira si yo giro.

***
Fernanda Martínez Varela (Santiago de Chile, 1991)

lunes, 30 de mayo de 2022

teófilo cid / tres poemas


Collage

*

Los pájaros bordean el ocaso
con su sombra abrigan el paisaje.
Pájaros de leche,
pájaros de rientes mordeduras
que salen de la aurora como besos aplastados por la noche.

Ellos saben que la sombra
los protege, los defiende, los encierra
en un huevo de esmeralda.
Incansables aletean
sobre el césped de virtud de las sonrisas
como júbilos filiales del hastío

Pájaros de enigmas en la piel
pájaros de labios como ojos
que desnudan a la sombra de su tedio

Los seres son más lentos que el cabello
se espacian se aíslan en sus rocas
y hay dedos que el amor aún no ha tejido,
cuerpos que se agravan al amar su libertad.

Mundo natal mundo de donde vienen
rincones infinitos a formar su horizonte,
vestidos como naipes en un sueño
de amor y libertad.

Todos los pájaros son sombras que vuelan
latidos de un mismo pulso
arrugas de una misma ondulación
Todos los pájaros son siempre las doce

Sus alas espejos destilan
y donde hay una imagen los cuerpos ya no duermen
los pájaros-espejos sorben la sed de los cuerpos
la sed que es un cielo avisado al desierto

Pero los hombres
tienen sed de pensar en las sombras
que vuelan

~

El amor y la razón

*

Las paredes
Que vierten los tubos negros
Encierran esta cláusula
Esta yerba de alambique
Sus ojos separados de la historia
Miran quemar los huesos
Las frutas
De las pestañas movedizas
De los hígados marítimos
Que sobre el cielo están
Como el paso de una cola.

Enciérrenme aquí estoy
Las luces faltan a mis brazos
Cuando muevo las escarchas
De las últimas condicionalidades
Y creo este apetito
Este liquen que no hiere los objetos.

Los mares forman este fondo
Esta farmacia donde los hombres entran
Este éxtasis extra
La penetración rehúsa el gesto
Los ojos son la única cabida
El único tiro al blanco
El manjar más ávido
Una aurora que cae al yeso
Como un ojo.

Este amor que va a la lucha
Como quien responde al grito
Te sirvo te sostengo
Te doy este amor sin gusto
De una feria
Que sale.

~

El cuerpo fascinado

*

I

Los canales cerebrales
Que develan su almidón
Absorben una influencia inagotable
Como ricos de un terror imaginario

Poseídos por la férula de lámpara de mar
Los canales donde vagan sibilinas salamandras
Disueltas en un liquido concreto
Como rostros en olvido
Testimonios de jaeces olvidados
De enloquecidos números saltando las murallas
El silbido la pasión o la derrota

El paso de una cebra en el hastío
Motoriza los arroyos
Devuelve las imágenes al labio
Conduce sus pastores a un famoso mimetismo
Con el ángel de la dulce gelatina

En el cerebro de este líquido dormido
Donde pasan, tan desnudas como sábanas abiertas
Las miradas de los seres más alegres
Allí mismo yo he aprendido a divulgar la semejanza
Los ecos de unas lámparas glaciales
El conocimiento de una ebriedad completa

El brillo de una cebra
La química dorada de sus verdes cafetales
El rostro de una negra
En la apariencia que ondula hasta el exceso
El calor de un cuerpo
Pliegues fascinados
Puras jóvenes aladas
Dominan la paciencia del desierto

II

Si de cansar el rostro en una espera
Un sexo me separa de mí mismo
Si de salir no entro en el espacio
Me sirvo de mis propias costas ciegas
Para hacer un punto más en el abismo
Qué nube sin caudal dirijo ahora
Qué nube torturada por un célibe silencio
Me ata a lo que soy en la apariencia
Me inunda de controles
Me corta la mirada los alientos
Qué nube interesada por la boca
Me impide un loco salto hacia lo abierto

Acaso un solitario sol de naipe
Acaso un merecido sol de mierda
Acaso una sangría
Un bólido de gritos en el aire cabelludo
Todo eso puede ser lo que me ata
Al hombre y sus costumbre
 A esta luna pulmonar de sangre
A este mar que hilvana un grito en mi garganta

La soledad se extiende se convierte en pulso
Sus venas son los hombres
Yo digo que son mares sin veleros
Espejos sin ausencia
Donde hay un corazón cogido al vuelo

Las aves atraviesan el pelaje
Se fijan en los ojos como helechos
Son sombras de una pánica sonrisa
Las aves que transcurren como ondas
Como sienes
Como lenguas
Las aves son las siembras de una mano evaporada.

***
Teófilo Cid (Temuco, 1914-Santiago de Chile, 1964)

domingo, 29 de mayo de 2022

gösta ågren / tres poemas













Eso

*

Pienso la palabra nada. La nada
no es posible y no puede
ser pensada, pero tenemos palabras,
¡nuestro único poder! Con dioses
nos han protegido de la muerte;
con historias, de la vida.
Después llegó el hechizo
matemático de la ciencia,
pero pronto descubrimos
que la lógica no es libertad,
que ninguna ecuación llega
a esos espacios psíquicos
donde vivimos. Solo tenemos palabras
otra vez.

~

El secreto

*

En un campo sin años
se alzaron las espadas, fríos
rayos de acero contra
el enemigo, pero el movimiento

era lento y simbólico bajo
el suave mármol de la luna,
donde estatuas casi animadas
por su sueño

acariciaban al ser. Aquí,
en la tierra que limita
con la infancia y el cosmos,
tú estabas solo y eras universal

antes de que el pensamiento “yo”
hiciera de ti uno
de tantos.

~

O

*

El trabajo del escritor es
leer libros no escritos.
Inclinado como una señal
sobre la mesa, volcado
hacia adentro, consume la luz
y la sombra de su ser. Los días
discurren como imágenes
por una cámara sin
película, mientras abre
papel tras papel.
No escribe pensamientos;
va a tientas con las palabras.

Durante días sin horas
y por valles sin mapas
va buscando esos poemas
que los pensamientos
ocultan.

***
Gösta Ågren (Nykarleby, 1936-Finlandia, 2020)
Versiones de Renato Sandoval Bacigalupo

sábado, 28 de mayo de 2022

ida vitale / dos poemas









Estar solo

*

Un desventurado estar solo,
un venturoso al borde de uno mismo.
¿Qué menos? ¿Qué más sufres?
¿Qué rosa pides, sólo olor y rosa,
sólo tacto sutil, color y rosa,
sin ardua espina?

~

Cultura del palimpsesto

*

Todo aquí es palimpsesto,
pasión del palimpsesto:

a la deriva,
                        borrar lo poco hecho,
empezar de la nada,
afirmar la deriva,
mirarse entre la nada acrecentada,
velar lo venenoso,
matar lo saludable,
escribir delirantes historias para náufragos.

Cuidado:
no se pierde sin castigo el pasado,
no se pisa en el aire.

***
Ida Vitale (Montevideo, 1923)

viernes, 27 de mayo de 2022

biancamaria frabotta / tres poemas











La ausencia

*

En un oscuro amanecer de viento
volví a traer los muertos al mundo
soñando con los ojos cerrados
como debe ser.
La ausencia une y desune
acerca y separa de los vivos los resucitados.
De esta ficción sacrosanta
nos reíamos con gusto, admirable irrealidad.
Entenderán. Arriba alguien está esperando
una palabra. Otro milagro no conozco.
Entenderán. No puedo despertarme ahora.
Es un adiós sin mañana.
Unos minutos más
la realidad puede esperar.
Entenderán. Y no me creerán.

~

Desde el valle de los olivos una nieve marina

*

Desde el valle de los olivos una nieve marina
viste de blanco las bayas de la piracanta.
Podrías, apoyando la cabeza sobre la almohada,
oír el murmullo del alma que duerme
mientras ulula el sufrimiento de las plantas.
Podrías, huésped inquieta, del ripio guardar la salvia
que pierde en el viento, a veces, una hojita retorcida
acudir donde el romero implora un parapeto
el hibisco una tibieza que aquí no hay y un naranjo
asoma entre el jazmín del cielo y las espinas de Cristo.
Al tacto no más reconozco esa paz fraudulenta
que a la mañana se sacude la manta del sueño.

~

La perfección es terrible y estéril

*

La perfección es terrible y estéril
como el huevo de la impertérrita luna
las gélidas noches en que pare
la zorra roja del desierto marital.
Entonces lloverá con sol que entristece encendido en el borde
del horno Sylvia testaruda hija de Aurelia
Aurelia testaruda hija de Aurelia
la decrépita Europa te ha tendido una fea encerrona.
Pero llueve todavía sin sol Sylvia. ¿No ves que yo
                                    soy normal?
¿Qué no me ofrezco a nadie como víctima
                                     sacrificial?
Al gran final yo llegaré curada.

***
Biancamaria Frabotta (Roma, 1946-2022)
Versiones de Jorge Aulicino
Fotografía de Dino Ignani

/

L’assenza

*

In una buia alba di vento
ho rimesso al mondo i morti
sognando a occhi chiusi
come è giusto che sia.
L’assenza unisce e disunisce
avvicina e divide ai vivi i risorti.
Di questa sacrosanta finzione
Ridevamo di gusto, mirabile irreale.
Capirete. Dall’alto qualcuno attende
una parola. Altro miracolo non conosco.
Capirete. Non posso svegliarmi ora.
È un addio senza domani.
Ancora qualche minuto
La realtà può attendere.
Capirete. E non mi crederete.

~

Dalla valletta degli ulivi una neve marina 

*

Dalla valletta degli ulivi una neve marina 
veste di bianco le bacche della piracanta. 
Potessi poggiando la testa sul cuscino 
udire il mormorìo dell’anima che dorme 
quando sibila la sofferenza delle piante. 
Potessi, ospite impensierita, dal pietrisco salvare la salvia 
che perde al vento, talvolta, una fogliolina accartocciata 
accorrere dove il ramerino implora una sponda 
l’ibiscus un tepore che non è qui e un’arancia 
s’affaccia fra l’implombago e le spine di Cristo. 
Solo al tatto la riconosco quella pace truccata 
che al mattino si scuote dalla coperta dei sogni.

~

La perfezione è terribile e sterile

*

La perfezione è terribile e sterile
come l'uovo dell'imperterrita luna
le gelide notti in cui figlia
la volpe rossa del deserto maritale.
Allora pioverà con sole accora acceso sull'orlo
del forno Sylvia cocciuta figlia di Aurelia
Aurelia cocciuta figlia di Aurelia
la decrepita Europa vi ha teso un brutto tranello.
Ma piove anche senza sole Sylvia. Non vedi che io 
                                   sono normale?
Che mi offro a nessuno come vittima
                                   sacrificiale?
Al gran finale io ci arriverò guarita.

jueves, 26 de mayo de 2022

fernando namora / cuatro poemas











Balada de siempre

*

Espero tu llegada
tu llegada,
en día de luna llena.

Me asomo a la noche
a ver la luna a crecer, crecer...

Espero el momento de la llegada
con los cansancios y los ardores de todas las llegadas...

Rasgarás nubes de calles densas,
Encharcarás callejones de borrachos transformadores.
Saltarás riberos, mares, relieves...
- ¡Tu alma no muere
A los miedos y a las sombras! -

Pero...,
Mientras dejo la ventana abierta
Para que entres,
el mar,
ahí más allá,
siempre dubitativo,
dibuja interrogaciones en la arena mojada...

~

Un Secreto

*

Mi padre tenía sandalias de viento
sólo ahora lo sé.
Tenía sandalias de viento
y esto ni siquiera es una forma de decirlo
andaba a lo lejos los ojos huidos la expresión en
                                        [ninguna parte
con las milagrosas instantaneidades que nos hacen
                                        [estar en todos los sitios.

Andaba a lo lejos mi padre soñando errando vagabundeando
pero toda su ausencia era
el malogro del ser
sólo ahora lo sé.
Andaba a lo lejos o le sentíamos lejos
va a dar a lo mismo
y sin embargo le veíamos siempre
allí plantado de inmovilidad absorta
en el leño de roble rayado de negro
al que la carcoma le había comido el interior
como las orugas vacían las manzanas
extrañamente quieto mustio resignado
en su extraño vagabundear
los ojos aguados en una tristeza que hoy me duele
como un apelo perdido una valentía abortada.
Ausencia era tan de daño urdida tan de fracaso
                                        [teñida
ausencia era
altiva y desolada altiva y triste sobre todo triste
tristeza sí tristeza solemne e irremediada
sólo ahora lo sé.

A veces me parecía un águila que atraviesa los aires
surco azul
que nada distingue del azul donde fue surcado
y por eso ni es águila ni al menos
lo que de su vuelo resta para que
el sueño se haga real.
Mi padre era un hombre con las nostalgias
de lo que nunca había pasado y eso le minaba víscera a
                                        [víscera
como las tales orugas desmenuzan las manzanas
y entonces lo sé ahora calzaba las ágiles sandalias
milagrosamente ligeras sueltas imaginativas
yendo de azar en azar de astro en astro
eran de viento sus sandalias fabulosas
levándole a donde nadie más podría llegar.

Los demás no lo sabían ni yo lo sabía
sólo lo veíamos sentado en el leño viejo
rayado de negro como una estrella fosilizada
por eso todo era para él más irremediable y triste
lo sé ahora demasiado tarde
demasiado tarde es un dolor de remordimiento
que me consume víscera a víscera
como las tales orugas desmenuzan las manzanas.
Mas de cualquier manera existe un secreto
que ambos compartimos
celosamente avaramente indescifradamente
como los astutos conspiradores
que hacen de su secreto
un mágico tesoro inviolado.

Un secreto sencillo:
lo que sentiste padre
lo siento yo ahora por ambos
lo siento por ti
lo siento por mí.

Aunque por él seamos devorados.

~

Un Poema Que Se Perdió

*

Hoy el día es un día lluvioso y triste
amortajado
En esa monotonía enferma de los grandes días.

Hoy el día...
(la pluma se me ha caído de las manos)

Se ha acabado el poema en el papel.
aquí por dentro
Continúa...

¡Oh! ¡este encresparse de las almas en el silencio!

~

Por Todos los Caminos del Mundo

*

Mi poesía es así como una vida que vaguea
                                        por el mundo,

por todos los caminos del mundo,
desencontrados como los punteros de un reloj viejo,
que ahora tiene un mar de espuma, calmo, como la luna
                                        en un jardín nocturno,

ahora un desierto que el simún vino a modificar,
ahora el espejismo de estar cerca del oasis,
ahora los pies cansados, sin fuerzas para más allá.

Que nadie me pida ese andar seguro de quien sabe
                                        el rumbo y la hora de alcanzarlo,
la tranquilidad de quien tiene en la mano el profetizado
de que la tempestad no le sacudirá el palacio,
la dulzura de quien nada tiene que regatear,
el clamor de los que nacieron con la sangre crepitando.

En mi vida no siempre la brújula se atrae al mismo
norte.
Que nadie me pida nada. Nada.
Dejadme con mi día que no siempre es día,
con mi noche que no siempre es noche
como el alma quiere.

No me sé los caminos de memoria.

***
Fernando Namora (Condeixa-a-Nova, 1919-Lisboa, 1989)
Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

Balada de Sempre

*

Espero a tua vinda
a tua vinda,
em dia de lua cheia.

Debruço-me sobre a noite
a ver a lua a crescer, a crescer...

Espero o momento da chegada
com os cansaços e os ardores de todas as chegadas...

Rasgarás nuvens de ruas densas,
Alagarás vielas de bêbados transformadores.
Saltarás ribeiros, mares, relevos...
- A tua alma não morre
aos medos e às sombras!-

Mas...,
Enquanto deixo a janela aberta
para entrares,
o mar,
aí além,
sempre duvidoso,
desenha interrogações na areia molhada...

~

Um Segredo

*

Meu pai tinha sandálias de vento
só agora o sei.
Tinha sandálias de vento
e isto nem sequer é uma maneira de dizer
andava por longe os olhos fugidos a expressão em
                                        [nenhures
com as miraculosas instantaneidades que nos fazem
                                        [estar em todos os sítios.

Andava por longe meu pai sonhando errando vadiando
mas toda a sua ausência era
o malogro de o ser
só agora o sei.
Andava por longe ou sentíamo-lo longe
vem dar no mesmo
e no entanto víamo-lo sempre
ali plantado de imobilidade absorta
no cepo de carvalho raiado de negro
a que o caruncho comera o miolo
como as lagartas esvaziam as maçãs
estranhamente quieto murcho resignado
no seu estranho vadiar
os olhos aguados numa tristeza que hoje me dói
como um apelo perdido uma coragem abortada.
Ausência era tão de mágoa urdida tão de fracasso
                                        [tingida
ausência era
altiva e desolada altiva e triste sobretudo triste
tristeza sim tristeza solene e irremediada
só agora o sei.

Às vezes parecia-me uma águia que atravessa os ares
sulco azul
que nada distingue do azul onde foi sulcado
e por isso nem é águia nem ao menos
o que do seu voo resta para que
o sonho se faça real.
Meu pai era um homem com as nostalgias
do que nunca acontecera e isso minava-o víscera a
                                        [víscera
como as tais lagartas esfarelam as maçãs
e então sei-o agora calçava as ágeis sandálias
miraculosamente leves soltas imaginosas
indo de acaso em acaso de astro em astro
eram de vento as suas sandálias fabulosas
levando-o aonde mais ninguém poderia chegar.

Os outros não o sabiam nem eu o sabia
só o víamos sentado no cepo velho
raiado de negro como uma estrela fossilizada
por isso tudo era para ele mais irremediável e triste
sei-o agora tarde de mais
tarde de mais é uma dor de remorso
que me consome víscera a víscera
como as tais lagartas esfarelam as maçãs.
Mas de qualquer maneira existe um segredo
de que ambos partilhamos
ciosamente avaramente indecifradamente
como os astutos conspiradores
que fazem do seu segredo
um mágico tesouro inviolado.

Um segredo simples:
o que sentiste pai
sinto-o eu agora por ambos
sinto-o por ti
sinto-o por mim.

Ainda que por ele devorados.

~

Um Poema Que Se Perdeu

*

Hoje o dia é um dia chuvoso e triste
amortalhado
Naquela monotonia doente dos grandes dias.

Hoje o dia...
(a pena caiu-me das mãos)

Acabou-se o poema no papel.
Cá por dentro
Continua...

Oh! este marulhar das almas no silêncio!

~

Por Todos os Caminhos do Mundo

A minha poesia é assim como uma vida que vagueia
                                        pelo mundo,

por todos os caminhos do mundo,
desencontrados como os ponteiros de um relógio velho,
que ora tem um mar de espuma, calmo, como o luar
                                        num jardim nocturno,

ora um deserto que o simum veio modificar,
ora a miragem de se estar perto do oásis,
ora os pés cansados, sem forças para além.

Que ninguém me peça esse andar certo de quem sabe
                                        o rumo e a hora de o atingir,
a tranquilidade de quem tem na mão o profetizado
de que a tempestade não lhe abalará o palácio,
a doçura de quem nada tem a regatear,
o clamor dos que nasceram com o sangue a crepitar.

Na minha vida nem sempre a bússola se atrai ao mesmo
norte.
Que ninguém me peça nada. Nada.
Deixai-me com o meu dia que nem sempre é dia,
com a minha noite que nem sempre é noite
como a alma quer.

Não sei caminhos de cor.

miércoles, 25 de mayo de 2022

elizabeth jennings / dos poemas













Tributo

*

A veces el gran poema se inclina sobre la hoja
y el mundo entero parece cercano, una cosa simple
Luego todas las artes de la mente y la mano se involucran
para hacer a la sombra tangible. Oh, blanca
como el silencio es la hoja donde las palabras cantarán
y donde todas las sombras se volverán luz.

Después, nadie más es necesario.
El poema es tan suficiente que me une
al mundo que pareciera demasiado distante para ser tomado cuando
las imágenes no alcanzan y las palabras son discursos incoherentes:
En esos momentos la claridad aparece en vos,
tu mente retiene significados que mi mente puede alcanzar

¿Sos remoto entonces, cuando las palabras cobran sentido
con una fina arrogancia dentro del poema?
¿Guardarán ellas todo lo que está alrededor de mi corazón,
inclusive a vos, mi prueba de vida y medida?
No, para vos es ese lugar donde los poemas hallan espacio,
la alta y abundante sombra sobre mi hoja.

~

Una sola carne

*

Y ahora yacen separados, cada uno en su cama,
él con su libro, la luz que lo acompaña hasta
  el amanecer,
ella, como una niña, durmiendo con placidez,
  soñando su infancia;
y todos los hombres en otro sitio, atentos,
como si esperaran una revelación:
el libro no leído que él sostiene,
los estáticos ojos de ella bajo las sombras.
A la intemperie, como los desechos anegados de una
  pasión olvidada,
ambos se tienden lánguidos e impasibles.
  Difícilmente volverán a tocarse
y si lo hacen es apenas como una confesión
de sentimientos que ya no tienen, o que poseen
  en demasía.
La castidad los reclama, un porvenir
para el cual la totalidad de sus vidas fue sólo
  una preparación.
Extrañamente solos, aunque también extrañamente
  próximos,
el silencio es apenas una hebra
que sostienen sin tejer, y el tiempo,
liviano como una pluma, los acaricia con dulzura.
¿No lo han advertido?
Estoy hablando de mi padre y de mi madre,
cuyo fuego, ese que antaño me engendró, hoy yace enfriado.

***
Elizabeth Jennings (Boston, 1926-Oxford, 2001)
Versiones de Marina Kohon y Armando Roa Vial

/

Tribute 

*

Sometimes the tall poem leans across the page 
And the whole world seems near, a simple thing.
Then all the arts of mind and hand engage 
To make the shadow tangible. O white 
As silence is the page where words shall sing 
And all the shadows be drawn into light.

And no-one else is necessary then.
The poem is enough that joins me to 
The world that seems too far to grasp at when 
Images fail and words are gabbled speech:
At those times clarity appears in you, 
Your mind holds meanings that my mind can reach.

Are you remote, then, when words play their part 
With a fine arrogance within the poem?
Will the words keep all else outside my heart, 
Even you, my test of life and gauge?
No, for you are that place where poems find room, 
The tall abundant shadow on my page.

~

One Flesh

Lying apart now, each in a separate bed, 
He with a book, keeping the light on late, 
She like a girl dreaming of childhood, 
All men elsewhere - it is as if they wait 
Some new event: the book he holds unread, 
Her eyes fixed on the shadows overhead. 

Tossed up like flotsam from a former passion, 
How cool they lie. They hardly ever touch, 
Or if they do, it is like a confession 
Of having little feeling - or too much. 
Chastity faces them, a destination 
For which their whole lives were a preparation. 

Strangely apart, yet strangely close together, 
Silence between them like a thread to hold 
And not wind in. And time itself's a feather 
Touching them gently. Do they know they're old, 
These two who are my father and my mother 
Whose fire from which I came, has now grown cold?

martes, 24 de mayo de 2022

frank stanford / tres poemas













Planeando la desaparición de aquellos que se han ido

*

Pronto haré mi aparición
Aunque primero debo sacarme los anillos
Y espadas y dejar todo
Junto a las orillas lupinas del río prohibido
Contando los días que me quedan en esta tierra 
No usaré dedos

~

El sistema de cárceles de Arkansas

*

Es como un poema lírico
con siete temas básicos
primero el recogedor de algodón
arrastrando detrás de él un carro de testículos
un par de alicates que pueden rellenar
por una cruz en una pizca
luego está el estanque cálido
entre los muslos de la doncella
a continuación tenemos algunos amigos
tuyo y mío
quien estará con nosotros siempre
Pablo el artista
el pubis de la luna
Pablo el violonchelista
pantera de silencio
Pablo el poeta
el punto de no retorno
y en caso de emergencia
el séptimo y último tema
de este poema sistemático
es la forma sistemática
la muerte se desnuda delante de ti

~

Fe, dogma y herejía

*

Era domingo, antes de la cena.
Mis tíos escuchaban la ópera.
OZ y llevé a mi hermano
Y lo puso sobre la mesa.
Las mujeres comenzaron a gritar.
Mi hermano se levantó de su lado
Con sangre seca en sus manos,
Matamos a esos malditos hermanos Canale
¡Y nadie nos va a tocar!
Los hombres cerraron los ojos y bailaron.
Bebimos hasta la mañana
Cuando todo estaba en silencio.
Se secaron los ojos, nos despidieron y se fueron.

***
Frank Stanford (Richton, 1948-Fayetteville, 1978)
Versión de Nicolás López-Pérez
Fotografía de Fred Kuhlmann Jr.

/

Planning the Disappearance of Those Who Have Gone

*

Soon I will make my appearance
But first I must take off my rings
And swords and lay them out all
Along the lupine banks of the forbidden river
In reckoning the days I have
Left on this earth I will use
No fingers

~

The Arkansas Prison System

*

Is like a lyric poem
with seven basic themes
first the cottonpicker
dragging behind it a wagon of testicles
a pair of pliers which can fill in
for a cross in a pinch
then there is the warm pond
between the maiden’s thighs
next we have some friends
of yours and mine
who shall be with us always
Pablo the artist
the pubis of the moon
Pablo the cellist
panther of silence
Pablo the poet
the point of no return
and in case of emergency
the seventh and final theme
of this systematic poem
is the systematic way
death undresses in front of you

~

Faith, Dogma, and Heresy

*

It was Sunday, before dinner.
My uncles were listening to the opera.
O.Z. and I carried my brother in
And laid him on the table.
The women started screaming.
My brother raised up on his side
With dried blood on his hands,
We killed those goddamn Canale brothers
And nobody is ever going to touch us!
The men shut their eyes and danced.
We drank until morning
When everything was quiet.
They wiped their eyes, kissed us goodbye and left.

lunes, 23 de mayo de 2022

blanca varela / tres poemas













Historia

*

puedes contarme cualquier cosa
creer no es importante
lo que importa es que al aire mueva tus labios
o que tus labios muevan el aire
que fabules tu historia tu cuerpo
a toda hora sin tregua
como una llama que a nada se parece
sino a una llama

~

Casa de cuervos

*

porque te alimenté con esta realidad
mal cocida
por tantas y tan pobres flores del mal
por este absurdo vuelo a ras de pantano
ego te absolvo de mí
laberinto hijo mío

no es tuya la culpa
ni mía
pobre pequeño mío
del que hice este impecable retrato
forzando la oscuridad del día
párpados de miel
y la mejilla constelada
cerrada a cualquier roce
y la hermosísima distancia
de tu cuerpo
tu náusea es mía
la heredaste como heredan los peces
la asfixia
y el color de tus ojos
es también el color de mi ceguera
bajo el que sombras tejen
sombras y tentaciones
y es mía también la huella
de tu talón estrecho
de arcángel
apenas pasado en la entreabierta ventana
y nuestra
para siempre
la música extranjera
de los cielos batientes
ahora leoncillo
encarnación de mi amor
juegas con mis huesos
y te ocultas entre tu belleza
ciego sordo irredento
casi saciado y libre
con tu sangre que ya no deja lugar
para nada ni nadie

aquí me tienes como siempre
dispuesta a la sorpresa
de tus pasos
a todas las primaveras que inventas
y destruyes
a tenderme -nada infinita-
sobre el mundo
hierba ceniza peste fuego
a lo que quieras por una mirada tuya
que ilumine mis restos
porque así es este amor
que nada comprende
y nada puede
bebes el filtro y te duermes
en ese abismo lleno de ti
música que no ves
colores dichos
largamente explicados al silencio
mezclados como se mezclan los sueños
hasta ese torpe gris
que es despertar
en la gran palma de dios
calva vacía sin extremos
y allí te encuentras
sola y perdida en tu alma
sin más obstáculo que tu cuerpo
sin más puerta que tu cuerpo
así este amor
uno solo y el mismo
con tantos nombres
que a ninguno responde
y tú mirándome
como si no me conocieras
marchándote
como se va la luz del mundo
sin promesas
y otra vez este prado
este prado de negro fuego abandonado
otra vez esta casa vacía
que es mi cuerpo
a donde no has de volver

~

La muerte se escribe sola

*

la muerte se escribe sola
una raya negra es una raya blanca
el sol es un agujero en el cielo
la plenitud del ojo
fatigado cabrío
aprender a ver en el doblez
entresaca espulga trilla
estrella casa alga
madre madera mar
se escriben solos
en el hollín de la almohada

trozo de pan en el zaguán
abre la puerta
baja la escalera
el corazón se deshoja
la pobre niña sigue encerrada
en la torre de granizo
el oro el violeta el azul
enrejados
no se borran
no se borran
no se borran

***
Blanca Varela (Lima, 1926-2009)

domingo, 22 de mayo de 2022

alekséi petróvich tsvetkov / no es el viento










somos niños todos guardamos cama
rapados al cero en las sienes venitas azules
me han dado un libro y leo acerca de estepas
y bosques que no he visto en la vida
liusia que duerme a mi izquierda recuerda que iba
al parvulario pero el sentido de sus recuerdos es confuso
aunque lo describe todo son imágenes oscuras
no puedo imaginarme ningún parvulario
estamos enfermos pero nada sabemos de ello
porque estuvimos enfermos desde que nacimos
muchos adultos son buenos nos dan de comer
los adultos están para dar de comer a los niños

después de la siesta nos ponen inyecciones
viene el importante jefe de sección con mascarilla
a la derecha huele mal resulta que a kolia
le han salido llagas y le están vendando
kolia cuando podía caminar presumía y se pavoneaba
vio un escarabajo y un caballo dice tan grande
como un elefante pero después de la operación volvió
escayolado y como liusia y yo calla no molesta
en el libro hablan de un partisano aseguran
que lo abatió una bala fascista el libro se parece
a la verdad la cosa buena es que mueren
los adultos mientras los niños no saben más que vivir acostados

el día en que murió stalin nos llevaron a bañarnos
lloran pero aún así nos lavan día de baño en la sala
lusia en el catre como pollo en el plato
nunca llevó ni trenza ni vestido
mientras estamos tumbados cerca uno del otro desnudos
nos enjabonan y la enfermera verka
canta que no es el viento el que dobla la rama que levanten
el brazo los que no han olvidado el sabor del viento en la lengua
recuerdo que jugábamos con erizos de goma
por qué justamente con erizos ese día
lo guardo en la memoria por lo de stalin y nosotros acostados
llenos de jabón los hijos del edén en el día del pecado original

***
Alekséi Petróvich Tsvetkov (Stanislav, 1947), La hora de Rusia. Poesía contemporánea. Madrid: Visor, 2011.
Versión de Eva Crego

sábado, 21 de mayo de 2022

vizma belševica / ser las raíces













Ser las raíces. En el subsuelo al que jamás
desciende un rayo. Donde la luz nunca echa un vistazo.
Una rama sin pájaro. Una rama sin hojas.
La fuente de un manantial en la más fina red de fibra
que no debe romperse. El duro trabajo de las raíces.
Sin respiro. (Hasta el sueño de invierno sólo es aparente.)
Almacenar. Alimentar. Saciar. Ser un vínculo mudo
entre el amargo final y la vida. Negado por su propio ser
y tullido para permitir que la flor blanca
celebre el sol,
el poder de la revelación de la belleza.
Ser las raíces. Y no envidiar la flor.

***
Vizma Belševica (Riga, 1931-2005)
Traducción del letón al inglés de Mara Rozitis
Versión del inglés al español, Jonio González

/

To be the Roots

*

   To be the roots. In subsoil where never a ray
 Descends. Where light never glances.
 A birdless bough. A leafless branch.
 A spring head in the finest web of thread
 That must not break. The hard labor of roots
 Without respite. (Even winter's sleep is only apparent.)
 To store. To feed. To quench. To be a mute link
 Between the bitter end and life. By self denied
 And crippled to allow the white flower
 The celebration of the sun,
 The power of beauty's revealment.
 To be the roots. And not to envy the flower. 

viernes, 20 de mayo de 2022

david rosenmann-taub / cuatro poemas













Preludio

*

Después, después el viento entre dos cimas,
y el hermano alacrán que se encabrita,
y las mareas rojas sobre el día.
Voraz volcán: el nimbo pasaremos.
El buitre morirá: laxo castigo.
Después, después el grito entre dos víboras.
Después la noche que no conocemos
y extendido en lo nunca un solo cuerpo
callado como luz. Después el viento.

~

Pagano

*

                            I

Mas otras voces hablan a otras voces.
Mas otros ríos bañan a otros hombres.
Y yo estoy lejos, sumamente lejos.

Ulula el huracán entre los montes.
Grita el torrente con revueltos bronces.
Y yo en lo lejos permanezco ajeno.

Páramo de otros nombres, otros nombres.
Otra febril majada, otro deshoje.
Sobre mi lejanía el aguacero

                    vierte sus cuencas como viejos odres.
                                    Allá en los corredores
de la lejana casa mía se oye
la panoja de trínos de otro entonces,
                    y entre los cobertores
de mi huesa, rumores de otros dioses.

                            II

Para mí todo el año es otoño:
¿Cuándo, dioses, empieza el invierno?
¿Es otrora la nueva jornada?
Al raer, desvelado, las eras,
he gustado los mismos sabores
que aprendí en las escuelas del sueño.
Para mí todo el día es crepúsculo:
¿Cuando, dioses, empieza la noche?

                            III

Penetré entre los dioses: ese no era mi sitio.
En el arduo retiro, desde los miradores
alocados de espacio, tranquilos de blancura,
derroté mis efigies. Los límites sin límites
pestañearon, sufrieron, se pararon. Los ví
como muros erguidos sobre mis torreones.

~

El manantial

*

¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú? ¿Quién eres al alba,
a la noche, a la tarde? ¿No es el amor tu imagen?
Yo crecía, y crecías tú. ¡A nosotros crecíamos!
Tomamos los racimos. ¿No es el amor mi imagen?

Dolías en el llano de las cosas que rompen.
En las cosas que abaten yo dolía. ¿Y tu imagen?
El agua, entre las aguas, horadaba y subía.
¡Oh qué sed de esa agua! ¡Nuestra sed! ¿Y mi imagen?

En derredor la vida, para que así se cumpla
la forja de la aurora repentina. ¡El encuentro!
Mas no lo repentino. ¡Los únicos caudales!

Imagen contra imagen, hacía imagen. ¡Lo nuestro!
Esto que ahora esplende. ¡El amor! ¡El amor!
¡Esto que nos destina rebeliones de imágenes!

~

El día

*

Doce de junio.

Hablé. Nosotros lo comprenderíamos.
¿Iba la noche a retener tu entrega?
Por la ventana el mar que nos separa.
Seremos uno interminablemente.

Ahora estás conmigo. Qué seguro,
qué distinto es el ser: en su coraje
me alcanzas. ¡Para siempre! Los poderes,
indolentes, ajenos, conocidos.

Hablé. Nosotros lo comprenderíamos.
¿Iba la noche a retener tu entrega?
Por la red el erial que nos separa.
Desnudos, absolutos, luminosos.

Esa boca aquí, cerca, nuestra, mía,
nuestra, tuya: si tuya, mía, mía:
lo feroz: arrecife de transcursos:
que yo, por ti, soy yo, todas tus veces.

Hablé. Nosotros lo comprenderíamos.
¿Iba la noche a retener tu entrega?
Por lo ayer el farol que nos separa.
En torbellino, frágiles, amándonos.

Ahora estoy contigo. Realidad,
ahora puedes afrontar el mar:
en la eficacia, el mar, con resistencia,
se levanta hacia el sol. Tú estás conmigo.

Ventana. Red. Lo ayer. ¿Qué nos separa?
Seremos uno, interminablemente
desnudos, absolutos, luminosos,
en torbellino, frágiles, amándonos.

***
David Rosenmann-Taub (Santiago de Chile, 1927)

jueves, 19 de mayo de 2022

miroslav holub / dos poemas













Cementerio judío de Olšany,
tumba de Kafka, abril, soleado 

*

Bajo los sicomoros indagan
algunas palabras vertidas de la lengua.
Abandono próximo
y por ende pétreo.

Un hombre viejo en la puerta
con aspecto de Gregorio Samsa,
que no se metamorfoseó,
entrecierra los ojos a esa
luz desnuda
y a cualquier pregunta responde:

Perdone, yo no sé,
no soy de Praga.

~

Breve reflexión sobre una anciana con carrito

*

Dados una anciana y un carrito,
es decir, el sistema de una anciana A y un carrito C,

el sistema se mueve del umbral U a la esquina E,
de la esquina E a la piedra P, de la piedra P
al bosque B, del bosque B al horizonte H.

El horizonte H lugar es donde termina la visión
y empieza la memoria.

Sin embargo el sistema se mueve
a velocidad constante v,
por una vía constante,
por un mundo constante y
por un destino constante,
reanudando su impulso y su sentido
por sí mismo.

Es un sistema relativamente independiente,
en los parajes de horizonte a horizonte,
siempre una anciana con carrito.

Y así se forma de una vez para siempre
aquella unidad geodésica,
unidad de la peregrinación de ida y vuelta,
unidad del otoño,
unidad del pan nuestro de cada día,
unidad del viento y del bajo cielo,
unidad del hogar en la distancia,
unidad así como nosotros perdonamos,
unidad del anochecer,
unidad de las huellas y el polvo,
unidad de la vida cumplida amén.

***
Miroslav Holub (Plzeň, 1923-Praga, 1998)
Versiones de Carlos Cid Abasolo y Šárka Grauová

miércoles, 18 de mayo de 2022

kathleen fraser / poema preguntándose si estoy embarazada













¿Eres tú? ¿Estás ahí 
ladrón que no puedo ver 
                            bebiendo energía
                            dejándome jadear
                            por un poco de oxígeno. 
Un nuevo misterio que se desliza por mi brazo izquierdo
pegándose a la cortina.
                                            Incontrolable.
Ojos maravillados, llenos de polen
jugo del tallo, pétalos alistándose para abrir, 
para fijarse en una ventana blanca
o en un patio vacío. 
Los dedos, frescos. Y el cráneo 
                                    una arquitectura limpia
                                    con
                                    puertas que oscilan abiertas... 
¿es tu carita? 
¿eres tú?

***
Kathleen Fraser (Tulsa, 1935-Emeryville, 2019)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Poem wondering if I'm pregnant

*

Is it you? Are you there
thief I can't see 
                            drinking energy
                            leaving me gasping
                            for oxygen.
New mystery floating up my left arm,
clinging to the curtain.
                                            Uncontrollable.
Eyes on stalks, full of pollen
stem juice, petals making ready to unfold,
to be set in white window,
or an empty courtyard.
Fingers fresh. And cranium
                                    a clean architecture
                                    with
                                    doors that swing open...
is it your small face?
is it you?

martes, 17 de mayo de 2022

sylvia plath / amapolas en julio









Amapolitas, llamitas de infierno
¿acaso no hacen daño?

Arden con intermitencia. No puedo tocarlas.
Pongo mis manos en el fuego. Nada se incendia

Y me agota mirarte
Llameando, con un rojo gastado y brillante como la piel de una boca.

Una boca recién ensangrentada
¡pequeños contornos en sangre!

Hay vapores que no puedo tocar
¿dónde están tus opiáceos, tus nauseabundas cápsulas? 

¡Podría sangrar o dormir!
¡Si mi boca se casase con una herida así!

O tus licores se filtran en mí, en esta cápsula de vidrio
apagándose y aquietándose.

Pero sin color. Descoloridamente.

***
Sylvia Plath (Boston, 1932-Londres, 1963) 
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Poppies In July

*

Little poppies, little hell flames,
Do you do no harm?

You flicker.  I cannot touch you.
I put my hands among the flames.  Nothing burns

And it exhausts me to watch you
Flickering like that, wrinkly and clear red, like the skin of a mouth.

A mouth just bloodied.
Little bloody skirts!

There are fumes I cannot touch.
Where are your opiates, your nauseous capsules?

If I could bleed, or sleep! -
If my mouth could marry a hurt like that!

Or your liquors seep to me, in this glass capsule,
Dulling and stilling.

But colorless.  Colorless.

lunes, 16 de mayo de 2022

pedro antonio gonzález / de "asteroides"













I

Los muertos son ya quimeras.
espectros mudos, pasivos,
y entre tanto muchos vivos
son bandidos y rameras.

Ten, pues, los ojos abiertos.
Sube armado tu agria falda:
¡los que marchan a tu espalda
son los vivos, no los muertos!

 ~

XII

¡Oh Cosmos gigante que el ámbito pueblas
de soles y mundos que incuban tus nieblas!

Los ínclitos sabios la Vida interrogan
cuando ellos a solas contigo dialogan.

Dialogan contigo porque ellos son Reyes
cuyo astro de Oriente son todas tus Leyes.

¡Son todas tus Leyes la Estrella que marca
el vasto sendero de tu ínclita barca!

~

XV

Tu talle en mis sueños se yergue y se cimbra.
Tu voz en mis sueños se argenta y se timbra.

Tú alegras de nuevo mi lira de plata
que el cántico alado de nuevo desata.

De allá del Oriente venía una Musa
flotando en un rayo del alba difusa.

Hundióse mi lira, cuando ella no vino
allá en el silencio de allá del camino.

Por ti, solamente, como antes de ahora.
de nuevo mi lira saluda la aurora.

Quién sabe si acaso también tú te alejas 
y en otro silencio sumida la dejas.

¡En otro silencio que sea de muerte,
de modo que nadie después la despierte!

~

XIX

Sacerdote que manchas con los ojos
clavados en la tierra, donde pisas:
en la tierra que hartaste de despojos;
¡en la tierra que ahogaste de cenizas!

Parece que temieras que su seno
te devolviera el eco de tus pasos
en alas del estrépito de un trueno
cuyo rayo te hiciera mil pedazos.

Cuando tu mano trémula bendice
parece que sintieras en ti mismo
¡que Dios desde la altura te maldice
y que ríe Satán desde el abismo!

~

XXVII

¡Cuántas veces, cuántas veces
ya el acíbar de la vida
no ha colmado mi medida
con las heces de sus heces!

¡Me da ya remordimiento
ser siempre mañana y tarde,
sólo un ludibrio cobarde
al torpe compás del viento!

¡Es muy triste la batalla
que a mí me impone la suerte!
¡Yo sostengo un duelo a muerte
hasta contra la canalla!

¡Detesto y odio la vida!
Envidio al que a un tiempo mismo
sobre el puente del abismo
¡es asesino y suicida!

~

XXIX

Apoyo la cabeza en mi antebrazo
y de homérico júbilo me inundo.
Veo, al fin, en las heces de mi vaso
como un náufrago ruin flotar el mundo

¡El mundo es ya un cadáver! Él se escombra
dejando el rastro funeral del miasma.
No es ya más que el sarcasmo de una sombra,
no es ya más que la sombra de un fantasma.

¡El mundo es ya un cadáver! Puesto, entonces,
que yo no cupe en él, ni él en mi cupo,
y él siempre a traición me hundió sus bronces,
¡Justo es que yo lo escupa, y yo lo escupo!

~

XXX

A veces lloramos. A veces reímos.
Y así de año en año tejemos tas horas.
Y así viviremos en tanto morimos,
quizá si tras pocas o muchas auroras.

Mas cuando arribemos al último día
podrá por lo menos al fin consolarnos
que es ya nuestra débil, postrer agonía
¡lo más que la muerte tendrá que arrancarnos!

~

XXXII

Embriaga mis extáticos sentidos
la ardiente ondulación que se levanta,
al compás de tus rítmicos latidos
debajo de tu mórbida garganta.

Tras los encajes de la gasa leve
que tus senos de virgen medio encubre,
yo entreveo dos copos de la nieve
que torna en manantial el sol de octubre.

~

XXXIX

Siento que mi pupila ya se apaga
bajo una sombra misteriosa y vaga.

Quizás cuando la luna se alce incierta
yo esté ya lejos de la luz que vierta

Quizás cuando la noche ya se vaya
ni un rastro haya de mi sobre la playa.

Parece que mi espíritu sintiera
las recónditas voces de otra esfera.

No se quien de este mundo al fin me llama
de este mundo que no amo y que no me ama.

~

XL

¡Poeta!—sé tu cruel melancolía.
Sé que no hay otra que con ella alterne.
Se que ella en torno tuyo, noche y día,
como un fatal crepúsculo se cierne.

¡Poeta!—¡Mira la explosión del campo!
—De cada lago, como fresca nube,
de cada otero, como ardiente lampo,
el vasto hosanna de la Tierra sube!

En derredor de ti todo se mueve.
En derredor de ti trabaja todo.
¡Es la obra del Sol sobre la nieve,
la hirviente espuma que fecunda el lodo!

Todo estremece el aire que tú absorbes.
Todo en él su equilibrio por fin halla.
¡Es la obra de Dios sobre los Orbes,
la inmensa Vida que en lo inmenso estalla!

Sé que alzaste a una virgen himnos sacros.
¡Sé que encontraste que la virgen era,
rotos ya sus falaces simulacros.
solamente una cínica ramera!

¡Una ramera imbécil que hizo alarde,
ante la santidad de tu cariño,
de la ruin puñalada que cobarde
clavó en tu hermoso corazón de niño!

¡Pero también yo sé que tu alma olvida
que si se hunde en el fango alguna estrella,
ella ya para Dios está perdida,
y que Dios pasa por encima de ella!

***
Pedro Antonio González (Coipue, 1863-Santiago de Chile, 1903) Sus mejores poemas. Santiago de Chile: Nascimiento, 1926.

domingo, 15 de mayo de 2022

eugenio montejo / tres poemas













Tiempo transfigurado

*

                                    A Antonio Ramos Rosa

La casa donde mi padre va a nacer
no está concluida,
le falta una pared que no han hecho mis manos.

Sus pasos que ahora me buscan por la tierra
vienen hacia esta calle.
No logro oírlos, todavía no me alcanzan.

Detrás de aquella puerta se oyen ecos
y voces que a leguas reconozco,
pero son dichas por los retratos.

El rostro que no se ve en ningún espejo
porque tarda en nacer o ya no existe,
puede ser de cualquiera de nosotros,
—a todos se parece.

En esa tumba no están mis huesos
sino los del bisnieto Zacarías,
que usaba bastón y seudónimo.
Mis restos ya se perdieron.

Este poema fue escrito en otro siglo,
por mí, por otro, no recuerdo,
alguna noche junto a un cabo de vela.
El tiempo dio cuenta de la llama
y entre mis manos quedó a oscuras
sin haberlo leído.
Cuando vuelva a alumbrar ya estaré ausente.

~

La Tierra giró para acercarnos

*

La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.

~

Para mi 80º aniversario

*

El año ochenta de mi vida está tan lejos
como la hora en que nací.
A la distancia se borran sus relojes,
pero esta noche abro la casa a mis amigos,
quiero que vengan todos
para que a mi lado lo celebren.

Sólo mis biógrafos pueden ser exactos
con lupas tenebrosas.
Y aunque su astucia mañana me corrija,
doblo mi edad sobre su horóscopo
y me anticipo al sol futuro.
Es lo mejor: los dioses son avaros,
no sé cuánto me quede.

En esta noche de pronto me envejezco,
tal vez sobre mis sienes no ha nevado,
soy de un país sin nieve.
La vida entre mis huesos rodó tanto
que no pesa,
la edad me hizo liviano,
me fui poblando de vacío
sin llegar a ser sabio,
—son pocos años mis ochenta.

Sólo las lupas de mis biógrafos
restituirán las cifras de los días
hasta fijar la cantidad de sombra
en sus cuadrantes de ceniza.

El año ochenta ya es un límite impreciso
en que me veo y no me veo,
se halla tan lejos de esta hora,
es tan incierto,
que aunque ningún amigo falte
tal vez yo entonces sea el ausente.
Pero alguien (puedo jurar que estoy mirándolo)
me hará memoria alzando alguna copa
a pesar del silencio, la soledad, la muerte.
Y en ese instante seré él,
y su creencia acerca de la vida
es mi creencia;
aunque no haya nacido todavía
y lo separen de mi casa
leguas de mar y polvaredas de camino,
sé que no faltará a mi aniversario,
lo he invitado a mi fiesta.

***
Eugenio Montejo (Caracas, 1938-Valencia, 2008)

sábado, 14 de mayo de 2022

ryszard kapuscinski / tres poemas













Están sentados...

*

Están sentados
el uno frente al otro

ella piensa
qué maravilloso es él

beben

al otro lado de la ventana está oscuro
la noche rodea la ciudad
ocupa las calles
ahuyenta a los transeúntes

de repente
él busca en su interior
saca un sapo

ella mira
no puede creerlo

saca cucarachas
un puñado
pulpos pólipos
arañas
salen solos
reptan

se apresura
porque todavía
queda mucho

las apestosas zapatillas de un vagabundo
el saco podrido de una mendiga
enanos repugnantes
vampiros
brujas

la mesa a la que están sentados
(con una botella vacía como naturaleza muerta)
toma vida y se mueve

el sapo croa
las cucarachas culebrean
las arañas rebosan de veneno

entre tóxicos efluvios
él da vueltas
balbucea

con las fuerzas que le restan
da tumbos hasta la calle

desaparece
arrastrando los pies

~

Nuestros muertos...

*

Nuestros muertos

qué poco les importa ya nada
son fríos
indiferentes
no hacen preguntas

se mantienen apartados
siempre en el mismo lugar

callan

~

Es allí...

*

es allí-
dijo una voz
miré a mi alrededor
no veo nada -respondí
creo que quiso decir
escucha la voz que hay en tu interior
no la silencies
con tus propias palabras

***
Ryszard Kapuscinski (Pinsk, 1932-Varsovia, 2007)
Versiones de Abel A. Murcia Soriano