jueves, 31 de marzo de 2022

ladislao plasencki / dos poemas













El poeta

*

Ahora soy un barbado poeta habitante de una cueva en el desierto de
        Chicama.
¿Saben mis amigos que me he retirado del mundo?
Aquí tengo radio sextante cuaderno lápiz una lata de conserva
        algo de vino y mis favoritos:
                    James Joyce / César Vallejo.
¿Por qué he de extrañar el bullicio de autobuses la loca hostería el
        mercado de pulgas
                                                        donde siempre leo mis versos?
Si aquí lo tengo todo: flora fauna arena cielo.
Nada más para vivir atento a la bóveda celeste gritando palabras
verdes a los cuatro vientos.
Por ejemplo al cruce de un búho en la noche de luna aparecen
                    seres volátiles difusos.
Se ilumina de lila el ambiente y puedo hablar con ellos cosas ignotas
        del hombre el Cosmos.
Me dicen que vienen de Orión pero que antes estuvieron en
        Ganímedes donde tienen
                    su base en la Ciudad Cristal.
Cuando los extraños se van veo un lucero que se mueve en zigzag y
        desaparecen en la cruz del Yacana.
Al día siguiente escribo muchas carillas oyendo la música de
        Kitaro el Concierto Animal.
Luego subo a la duna mayor para disfrutar el infinito.

~

El ovni del desierto

*

Acampamos en las faldas del Chipotur con el sol manásico sobre
        nuestras frentes.

Rojo fuego en el ambiente violeta intenso cielo negro regado de
    miles de estrellas.

El claro de luna nos hace contemplar la Vía Láctea.

¿Cómo es que aquellos luceros se mueven en zigzag?

¿Acaso algo vigila nuestro mundo?

De pronto uno de ellos desciende incontenible / emite luces de
    colores suspendido en el aire.

Todos están alborozados el ovni ya está en tierra corremos
    gritamos: “¡Son los visitantes!”

Está entre nosotros Eduardo Paz: ha pedido calma a los muchachos /
    se acerca lentamente.

Un perfil plateado desciende de la nave luego tres más saludan con
    la mano en alto.

Nuestro guía les habla sin temor y les pide que se identifiquen / su
    voz es música ignota.

                    YO SOY ARTAARIS  YO FISOTRÓN

                    YO FERROCIEL   YO ECOOMBU

                    SOMOS DEL PLANETA APEX

                    NOS ENVÍA APU KON KAMAQ PADRE DE LOS DIOSES

                    GALÁCTICOS

                    VENIMOS EN MISIÓN DE PAZ

Compartimos largo rato con ellos subimos a su nave y nos sorprende
        con delirio la máquina del tiempo.
Qué terrible es el pasado qué fascinante es el futuro.

***
Ladislao Plasencki (Paiján, 1946) en Julio Barco (ed.), La galaxia de dos mundos. Lima: Cosmos, 2022.

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