martes, 30 de noviembre de 2021

wang wei / parque del ciervo













La montaña
desierta. Nadie. Sólo ecos
lejanos
- parlamento
del viento en el follaje
profundo, donde irrumpe
la luz y se desliza sobre el fondo
de la sombra
tendida ya
sobre el verde-azul-negro
resplandor irisado
del musgo que, alumbrado,
palpita ya.

***
Wang Wei (Qixian, 699-Xi'an, 761)
Versión de Hugo Padeletti

/

空山不见人.
但闻人语响.
返景入深林.
复照青苔上.

lunes, 29 de noviembre de 2021

pedro favaron / cuatro poemas













6.

Mi patria legítima
no es ésta, formada
de piedra corrompida
y barro resentido;

este rincón estéril
gobernado por la envidia
y la codicia inflexible
revestida de elegancia.

Mi verdadero hogar

        de jardines verticales
        y cascadas eternas,

se despierta
en la perfecta oración
de los santos retirados

        en la intimidad vegetal
        de la verde médula
        y el canto.

Rústica sabiduría
de la corteza
del árbol aéreo
que se alza
sobre las estrellas…

        Quietud del corazón
        que se recuerda

        gota atemporal
        del luminoso mar.

~

13.

¿Qué puedo ofrecerte, flor de mayo, si nada poseo? No es mío el viento que mueve mi vida, ni el aire que me abraza, nutre y me permite. No es mío el suelo que recibe mis pasos, ni el aliento que hace prosperar mi huerta. No es mía la quebrada que me sustenta, ni el río que limpia mis tristezas y me renueva. No son mías las vicuñas que corren las pampas, ni el ichu que mastican las llamas, ni los árboles de sombra y ciencia. Si soy yo quien pertenece a las montañas, a la atmósfera, a la tierra. Y soy la hechura de su crianza, de su fiera ternura, de la templanza de los abismos; y de la rústica sabiduría del cactus amargo, que no precisa de mis cuidados. Soy yo quien a todo se debe, roca de la roca, fuego del fuego, hijo de las entrañas cálidas… ensalzando al Padre de los ciervos y de los cielos. ¿Qué puedo ofrecerte, más que mi aliento que no es mi aliento, mi palabra que no es mía, mi sangre y mi cuerpo? De Ti, océano a quien nadie adueña, viene mi sosiego. Y eres Tú quien canta y se regocija en mi pobre voz, que no cesa de alabarte; en mis palabras opacas que carecen del brillo suficiente para siquiera nombrar el más lejano de tus nombres. ¿Qué puedo ofrecerte, sino mi aliento que es Tu aliento, mi voz que es Tu voz? ¿Qué puedo darte que no sea Tuyo? No más que ofrendarTe cada respiro, cada pensamiento de mi corazón enamorado de Tu pureza indecible, de Tu piedad sin la que nada germina y fructifica.

~

27.

Yo soy el bosque. Hundo mis raíces en la tierra y bebo el aliento geológico que remonta las eras y las sustenta, desde sus principios. En mi boca cantan las aves de mil colores; los troncos secretean sus arcanos y susurra el rocío su procedencia. Cada uno de mis árboles sabe la ciencia perfecta: acompasar sus respiros con el pulso inadvertido del planeta.

Las savias recorren mis arterias vivificándome, impregnando mis olores con perfumes vegetales de sutil entendimiento. Mis huesos se endurecen con raíces y cortezas. Los cantos prolongados y secretos me elevan a lo innombrable. La liana amarga revela los misterios o los fecunda. Despierta el resplandor de media noche. ¡Bendita luz que regenera!

El tigre negro baja de montañas indescifrables o emerge de lagos sin nombre; su garra protege mis sueños. Mi palabra es un río que todo lo traga, lo ahoga, lo arrastra y lo renueva. No es mía mi voz, ni soy yo quien se afirma; sino que a través mío se sucede la voz agreste de los renacos, y el cauce nutrido que desciende silbando y preña el mundo, haciéndolo florecer.

Yo soy el bosque. Y en mi voz cantan los sabios antiguos; y brilla el conocimiento perfecto de los médicos de antaño. ¡Vengan los humildes a alimentarse! ¡Los pobres de espíritu! ¡Acérquense todos los cansados! En las sombras aromáticas hallarán brisa y alivio. Pues no toca mi suelo el sol de los opresores. Mi poema es nocturno y responde al aliento oculto, a la luz interior. Soy el oriente del oriente, la selva invisible, la fotosíntesis que diluye los pesares.

Yo revelo la hondura del instante múltiple y lo ilimitado del segundo que se expande. Desde la unidad de mi corona dorada y mis remedios, nace una copla que adormece a las fieras… Y da vida a los agonizantes. Mis aguas generosas son manantial de vida eterna, único alivio en la impermanencia.

A través mío corre un caudal luminoso de misericordia, capaz de consolar toda tristeza, de enmendar todo camino, de reponer todo desaliento. Y cada hoja mía, cada insecto, cada piedra y tallo, cada palmo de mí, no sabe otra cosa que alabar a la raíz inmaterial de la existencia.

Aquel que me preñó de amor.

~

65.

Es posible que Dios
sea vida en la intimidad
de sus infinitas criaturas.

Y que conocerse a uno mismo
sea contemplar a Dios
en el húmero íntimo

hasta que nada quede
de quien conoce y ha nacido
salvo lo increado del respiro.

Es posible que sea Dios
Aquel que solo por sí mismo
es gozado y conocido.

Y no siendo más que su latido
al fin ser nosotros mismos.

***
Pedro Favaron (Lima, 1979)

domingo, 28 de noviembre de 2021

ada trzeciakowska / dos poemas













Biosistema

*

            No te asomes
            a la ventana,
            que no hay nada en esta casa.
            Asómate a mi alma.
                        Miguel Hernández

Poeta,
asómate a mi alma pedías.
Mira. Allí, en el vértigo
espumoso
gira un rascacielos,
Manhattan mengua,
cual un tallo inofensivo.
Nacárea
desciendo
en el azul
pensante
-tu Solaris.

Que ardan de malva y violeta
mis púas de erizo oriental,
que rasquen tu tristeza coralina.
Ciega he de tocar y negar
tus fosas abismales.

La lengua siempre se hunde en la sal ajena.

Y yo revisto, revisto
a tientas,
tus nidos submarinos
con el musgo de mis bosques y humedales,

incapaz de penetrar pura
en tu biosistema.

~

Crisantemos azules

*

Me mira desde el lago
con sus ojos de pájaro.

Día tras día
        me sustrae
                  a mordiscos
como el lobo su luna de cumpleaños.

Su aterciopelado aliento
me confiere vista en profundidad:
los lirios huelen a tu madre,
el abrigo solar tiene forro de musgo,
el musgo está forrado con cuerpos de hormigas,
mientras a ti te siguen cayendo
crisantemos azules de la boca.

Me desasgo de la vida
entre escamas de la piel
-en tu boca llena de flores duerme
la centésima parte de mi pómulo
(me alegré de verte
como si hubieras regresado del frente,
y mientras estabas callando
con el humo y los gatos)-.

Me preocupa, amor mío, que
te impregnes de tierra como yo,
desde que entendí que el sol
vomitaba nubes rosas al amanecer.

***
Ada Trzeciakowska (Polonia, 1977)
Bilingüe por la autora 

/

Biosystemy

*

            Nie zaglądaj
            przez okno,
            bo nie ma nic w tym domu.
            Zajrzyj do duszy mojej.
                        Miguel Hernández 

Poeto,
chciałeś żebym zajrzała do twojej duszy.
Spójrz tylko!
Tam, w spienionym
zawrocie głowy
wiruje drapacz chmur,
Manthatan kurczy się,
jest jak bezbronne źdźbło trawy.
Perłowa
opadam
w myślący
twój błękit-
Solaris.

Niech spłoną malwami i fioletem
moje kolce wschodniego jeża,
niech podrapią twój smutek koralowy.
Ślepa muszę dotykać i wypierać
twoje dna i przepaście.

Język zawsze tonie w obcej soli.

A ja wyścielam, wyścielam
po omacku,
twoje podwodne gniazdo
mchem z moich lasów i bagien,

niezdolna by zagłębić się nieskażona
w twoją biosferę.

~

Niebieskie chryzantemy

*

Patrzy na mnie z jeziora
szklanymi oczyma ptaków.

Nie zabiera nagle,
po trochu
         się skrada,
                 wykrada mnie
jak wilk urodzinowy księżyc.

Aksamitny oddech
nadaje mi głębię widzenia:
irysy pachną twoją matką,
płaszcz słońca podszyty jest mchem,
a mech ciałami mrówek,
a tobie wciąż lecą z ust
niebieskie chryzantemy.

Gubię życie codziennie
płatkami skóry odchodzi,
-w twoich ustach pełnych kwiatów
śpi setna część policzka
(ucieszyłam się
jakbyś wracał z wojny
a ty tylko milczałeś
z kotami i dymem)-.

Martwię się, miły mój,
że przesiąkasz ziemią jak ja,
od kiedy zrozumiałam, że słońce
wymiotuje różowymi chmurami o świcie.

sábado, 27 de noviembre de 2021

john ashbery / 37 haikus













Sombras pasadas de moda colgando, tal dificultad en el amor demasiado pronto
Alguna u otra estrella se apagó, y tú, gracias por tu libro y tu año
Algo pasó en el garaje y se lo debo por el tráfico de sangre
Demasiado bajo para las ortigas, pero es exactamente la manera en que la gente piensa y siente
Y creo que habrá todavía más, aunque a la altura de la cintura
La noche ocurre cada vez más tenue con los trozos de luz más pequeños y cuadrados
Tienes obras de arte originales colgando en las paredes oh dije editar
Casi minaste el pincel que ahora coloco contra el campo de béisbol argumentando
Que el amor era un lugar circular y que seguirá ahí dentro de dos años
Y es un sueño que navega en una oscura cala desprotegida
Los piratas imitan las maneras de la gente común, yo mismo por ejemplo
Plantado una y otra vez, esa tierra te deja un gusto amargo
Un ancla azul, granos de arena en un cielo alto cosiendo
Él es un monstruo como todos, pero qué haces si eres un monstruo
Como él sintiendo que viene de lejos y luego va a su auto
La boda fue encantadora todos estaban contentos de estar en ella
Qué árboles, herramientas, por qué meditar sobre calcetines en el establecimiento
Ven al borde del granero la propiedad realmente comienza allí
En una torre más pequeña cerrada y apartada allí
Te sacas el pelo como un libro que es demasiado importante para leer ahora
Por qué las brujas persiguen a la bestia desde los ocho lados del país
Un lápiz sobre el cristal, ¡destrozado!  El agua corre por el desagüe
En invierno a veces se ven esas cosas y también en verano
Un niño debe bajar, debe estar de pie y durar
Demasiado tarde el último expreso pasa por el polvo de los jardines
Un chaleco—hay tanto que contar incluso en las habitaciones laterales
Dubitativo, se acumuló y pasó rápidamente sin abrirse
Hay algunos lugares apartados de los otros y están separados, nunca existen
Perdí mi ridículo acento sin adquirir otro
En Buffalo, Buffalo ella rezaba, las noches se pegan como las páginas de un libro viejo
Los sueños descienden como grullas en alas doradas y olvidadizas
¿Qué es el pasado, para qué sirve todo esto?  ¿Un bocadillo mental?
¿Dijiste que, al oír a la goleta en lo alto, nos volvimos hacia el dique?
En trapos y cristales, a veces con una pizca de sentido, una extraña dignidad
El niño debió saber que las partículas cayeron a través de la casa después que él
Con todo, nos tomamos nuestro tiempo, el mar volvió—no más piratas
Avanzo de a poco y sólo algunas veces tan lejos como el polo retorcido convertido en colores de sobra.

***
John Ashbery (Rochester, 1927-Nueva York, 2017)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

37 Haiku

*

Old-fashioned shadows hanging down, that difficulty in love too soon
Some star or other went out, and you, thank you for your book and year
Something happened in the garage and I owe it for the blood traffic
Too low for nettles but it is exactly the way people think and feel
And I think there’s going to be even more but waist-high
Night occurs dimmer each time with the pieces of light smaller and squarer
You have original artworks hanging on the walls oh I said edit
You nearly undermined the brush I now place against the ball field arguing
That love was a round place and will still be there two years from now
And it is a dream sailing in a dark unprotected cove
Pirates imitate the ways of ordinary people myself for instance
Planted over and over that land has a bitter aftertaste
A blue anchor grains of grit in a tall sky sewing
He is a monster like everyone else but what do you do if you’re a monster
Like him feeling him come from far away and then go down to his car
The wedding was enchanted everyone was glad to be in it
What trees, tools, why ponder socks on the premises
Come to the edge of the barn the property really begins there
In a smaller tower shuttered and put away there
You lay aside your hair like a book that is too important to read now
Why did witches pursue the beast from the eight sides of the country
A pencil on glass—shattered!  The water runs down the drain
In winter sometimes you see those things and also in summer
A child must go down it must stand and last
Too late the last express passes through the dust of gardens
A vest—there is so much to tell about even in the side rooms
Hesitantly, it built up and passed quickly without unlocking
There are some places kept from the others and are separate, they never exist
I lost my ridiculous accent without acquiring another
In Buffalo, Buffalo she was praying, the nights stick together like pages in an old book
The dreams descend like cranes on gilded, forgetful wings
What is the past, what is it all for?  A mental sandwich?
Did you say, hearing the schooner overhead, we turned back to the weir?
In rags and crystals, sometimes with a shred of sense, an odd dignity
The boy must have known the particles fell through the house after him
All in all we were taking our time, the sea returned—no more pirates
I inch and only sometimes as far as the twisted pole gone in spare colors.

viernes, 26 de noviembre de 2021

herta müller / dos poemas









Mamá sostiene la chimenea para 
una cabra de las nubes y 
papá la máquina de coser 
para un caballo y el otoño 
sólo corre sobre las montañas 
calientes y al revés

~

Las flores de los manzanos 
están hechas de cal y cuando
se sueltan
nieva de verdad
entonces se ve 
feo que el vecino silbe
se agarre los pocos pelos
y diga que la nieve de los labios 
puede aterrizar en el 
cajón plateado del corazón 
si es que está disponible

***
Herta Müller (Nițchidorf, 1953)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Mutter halt den Rauchfang für
eine Wolkenziege und
Vater die Nähmaschine für
ein Pferd und der Herbst läuft
einfach über die Hügel warm
und spiegelverkehrt

~

die Blütenpracht der Apfelbäume
ist aus Kalk gemacht wenn
sie abhebt schneit es
regelrecht dann sieht man
schlecht der Nachbar pfeift
greift sich ins schüttere Haar
und sagt Lippenschnee kann
einem Sofern vorhanden in der
silberblauen Kammer
des Herzens landen

jueves, 25 de noviembre de 2021

héctor hernández montecinos / tres poemas








Antes y después de la catástrofe, cucarachas y poesía


                Esto de la poesía
me tiene mordiéndome la lengua
ante la muerte
para que no me vaya con ella.
 
                Conozco cada uno de sus nervios
y los músculos que la sostienen sobre el mar
donde nadan las palabras
que son cada día más reales
aunque no tengan sombra
palabras que no beben agua
porque abren sus branquias para que les entre el cielo.
 
                Tanto a los poetas y a los muertos
la tierra les resulta transparente como este océano
que tiene una infinita espiritualidad
es decir un alma que si existiera
sus ojos serían el cuerpo entero.
 
                Las nubes posan su pie descomunal
en esta playa de Huanchaco
aquí es donde se enterrarán estos recuerdos muertos
que de la mano voy trayendo
para pensar en el día en que todo se acabe
y mis bolsillos terminen en la atmósfera.
 
                Al escribir voy envejeciendo mi infancia
y lo veo en cada libro
en que uno como gato sólo dibujará ratones
para que las cucarachas se rían y digan “no moriré”;
sí, es triste el hecho de que toda esta historia
terminará en esta hoja de papel
con este dolorcito en el pecho
si es que mi corazón no fuera del tamaño de mí.
 
                Nunca salir del infierno
esta es mi última esperanza
en la geografía hoy es domingo
y todo ha sido translúcido.
 
                Donde sea que me pille la noche
me iré a volar con ella
enterraré mis manos en su espalda
para ver con mis propios ojos
atascados en sus cuencas
que mis huesos tienen miles de años.
 
                Qué más quisiera yo que Dios se riera
y se olvidara de que todo esto se acabará
observo los meridianos y paralelos de la palma de mi mano
para pensar que entre nosotros
viven manadas de kilómetros
y entre ellos los suspiros extraviados
no correspondidos
que una noche de estas volverán como un grito ciego
para recordarme que mi cuerpo a cada momento
añora su pasado de cadáver.
 
                Espero que baje la marea
y pienso en la aurora boreal que fue aquella vez juntos
digo aurora boreal para no decir
que fue demasiado bello para que durara más que esa noche;
en cada lágrima van resumidas decenas de poemas
y la sal del mar las atrae
quizá por eso esté aquí ahora
¿manyas?
 
                En la noche el sol baja al mundo
y se esconde entre los hombres
que tendidos bajo las estrellas
se lo imaginan durmiendo detrás de las montañas
o en el fondo del mar
pero lo que no saben
es que el sol también es un cuerpo celeste solitario
porque no tiene un rostro a quien mentirle
las estrellas cotorrean toda la noche
y la luna les canta viejas melodías para que se duerman
yo al menos puedo escribir este poema
y esconderme en esta página en blanco
que sería como un agujero negro
si tuviera unas gafas negras
del tamaño del universo.
 
                Nunca había imaginado un fuego tan invisible
para que se acabase todo esto
incluso la infancia que me da vueltas en la cabeza
no está perdida sino desencontrada
por eso mis hijos serán mis antepasados
y mi semen el charco de tinta de mis días violentos.
 
                Creo que estos son los últimos versos de esta noche
y este abrazo a la distancia será el más fuerte de todos
recordando la vez que nos caímos del cielo
ojalá mi corazón tuviera párpados
para que más rato pudiera también soñar.
 
                Sólo porque no te veo
es que puedo escribir estas líneas
y siento profundamente
que en todos los puertos del mundo
habrá un silencio por ti esta noche
mañana sólo quedarán cucarachas y este poema.

~

A ustedes les hablo

*

a ustedes les hablo
poetas del futuro
niños niñas jóvenes vida
el mundo está hecho para que no sueñen
para que su presencia sea una sobra a lo largo de la lengua
y nada se prolongue desde sus corazones estrellados
pero ustedes existen
yo los conozco yo los he leído
librando una pelea anónima y planetaria
los he visto a ustedes
atravesando esta primera noche con un murmullo fresco
entre sus labios llenos de luz
a ustedes les hablo
que escriben en los cuadernos del colegio
que leen las ediciones más baratas y peor traducidas
y aun así los veo delirando sus infancias aporreadas
escribiendo con las líneas del horizonte
que se pierden en los croquis de un mundo que se viene de cabeza
contra todos nosotros
ustedes son estrellas que llenan de aire
las lejanías y los gestos que separan
los pedazos de ese cielo que nadie ganó
a ustedes les hablo
poetas niños niñas jóvenes vida
en ustedes estalla el futuro de la poesía frente a nuestras narices
los he podido ver
en vano trataría de congregarlos
porque ya están aquí invisiblemente en las calles
no los puedo llamar porque aun sin conocerse entre ustedes
están bordados por las mismas estrellas
y los mismos pájaros nacen desde sus gargantas limpias
ninguna moda los acompaña al escribir
y todos los enigmas les son azarosos
pero ustedes vencen el miedo y nuestro miedo
yo los conozco y los he leído
tienen la mitad de mi edad y sus frentes iluminan
la otra mitad de mi vida
sus voces las escucho en mis latidos
en estas mismas páginas hechas sólo para ustedes
traen los recuerdos de algo que se viene
de algo que se encontraron en un sueño
junto con ustedes vienen ríos y lámparas
llenas de nuevos perfumes que hipnotizarán la catástrofe
a ustedes
poetas niños niñas jóvenes vida
los quiero seguir oyendo sobre el mar nocturno
cerrar los ojos y sentir su viento en la cara
son más hermosos que cualquier visión
que pude haber tenido
mi libro sólo existe para imaginarme sus ojos sobre él
ahí ambos nos damos la mano
en este baile secreto a grandes voces
a ustedes
que verán lo que yo
alguna vez soñé ver

~

La desaparición del espacio

*

[1]

Ahora que estoy muerto puedo escribirlo todo
ahora que ya me fui de donde ustedes viven
puedo abrir los ojos para arrancármelos

pues aquí de nada me sirven
Lo que tendré que ver será con la visión de la muerte
que me ha dado la potestad

de poder escribir lo que se me ha permitido conocer
El mundo de los sueños es el de los muertos
Lo que para ustedes es dormir

para nosotros es salir a caminar sobre el Océano Loco
Lo que para ustedes es la ficción
para nosotros es el día a día y la noche a noche

Allá no saben que todo lo que uno escribe en vida
después de muerto se convertirá en el propio destino
El cielo y el infierno son capítulos y estrofas

que uno mismo escribió para sí sin saberlo
Lo que la mano la lengua y el ojo hicieron sobre el papel
aquí se hace sobre los árboles llenos de luz y de peces

Lo que la mano la lengua y el ojo hicieron con la tinta
aquí se hace con sangre sobre los cuerpos que no la poseen
Toda escritura es profética

pero solamente para quien la escribe
Toda escritura es para la muerte
un guion de lo que ella tendrá que hacer con uno

Lo que se ve es un engaño de luces y formas
para poder soportar la realidad y ocultar
lo verdadera que es la imaginación a ultranza

que es el único lugar donde se puede huir
de la tristeza y creer que la ternura
alguien la entenderá de una vez por todas

Esto es la muerte
ahora que estoy aquí lo sé con certeza
Todo sueño y todo libro son un adelanto

de lo que será esta nueva vida
donde lo que jamás existió existirá por siempre
donde lo que estaba escrito en esos millones de libros

de las millones de bibliotecas del mundo
es la soledad más absoluta y secreta
Escribo de premonición

como si alguna vez podría volver a vivir
y de llegar a ser así dejaría la escritura de lado
para que La Divina Revelación pudiera tener sentido

Todas las muertes son una sola
El fin de cada historia es el fin de todas las historias
pues este mundo es la historia de la muerte

es la muerte de mi historia
que soñé bajo tantas noches estrelladas
esperando la Aparición del Día

Este es el libro nacional de ellas
que sólo puedo escribir
porque he muerto
 

[2]

Hace un par de noches encontré mi cuerpo ensangrentado
mi cabeza estaba reventada con los golpes
y mis brazos y piernas aún humeaban

Se recuerda la última noche
porque en esa oscuridad
se siente que se está dentro de algo

que es más grande que la noche misma
A lo lejos todavía caían meteoros
y el humo no cesaba

Estaba tirado en el piso
que rugía un magnetismo incandescente
y me unía a él con la fatalidad de saber

que el movimiento ya no existe
Con la punta de los dedos podía sentir
las piedritas y la sangre

Intentaba pensar si en verdad estaba vivo
o si mi cerebro no estaba vaciándose
de todos los océanos que tenía guardados ahí dentro

El charco llegaba hasta la vereda
y comenzaba a entrar a las casas de los que allí vivían
pero todos estaban durmiendo

acumulando deseos para el día siguiente
olvidando lo maravilloso que es la renuncia
creyendo que todo lo visto ha sido lo vivido

Las nubes los libros y los árboles
cambian de color
cuando la tierra está ensangrentada

El frío se convierte en calidez
y el aire teñido de ese rojo único
se eleva cientos de kilómetros vistos desde arriba

Entonces los pulmones
se llenan de un hálito tibio
y uno deja de luchar

contra esas estrellas que lloran
porque todo el dolor es al mismo tiempo un placer
que indica que la tristeza pasará

como esos cometas allá arriba
cada vez más grandes
fundiéndose en una sola enorme luz

repleta de energía
y vibraciones más allá de la mente
Me dio miedo sentir mi cuerpo con esos espasmos

hasta que alguien o algo
me tomó abruptamente de los brazos
y esas manos eran las mías

venidas desde el futuro
La calle ya no estaba
ni la noche ni mi cuerpo

Todo poeta es póstumo
desde que publica
su primer libro
 

[3]

Ningún espejo me sirve
porque los espejos se muestran a sí mismos
Ningún río es tan lento

como para poder mirarme en la misma imagen
Nadie puede ver más que sus propios ojos
El retrato no existe

La rostridad son dos líneas paralelas
que se cruzan y rebotan como la luz
Ninguna ventana está más abierta

que el paisaje que contiene en su interior
Ninguna pintura está exenta
de los óleos de algún muerto

No hay ojos en esta palabra ojo
aunque ponga dos puntitos en ese par de o
Ninguna palabra te mirará

por más que la hayas escrito
Ningún libro te dirá de mí
más que las líneas de una mano

que ya te cortaste
Ningún sueño puede explicar
lo que dejas de hacer cuando duermes

porque los sueños son piedras
que cayeron sobre tu cabeza
y te salieron por la boca

Una lengua muerta se asomó
pero a nadie le importa
Ningún mar te devolverá tu infancia perdida

en esas playas que ya ni recuerdas
Ningún nombre será el mismo que el tuyo
y si lo es deberá ser alguien

que quiere huir de sí
Ningún hombre volverá a hacerte llorar
ni dará a luz tu sangre

Las palabras no se parecen a nada
de lo que hablan
tampoco las letras

ni los signos ortográficos
Ningún guion te dirá cuando respirar
Ninguna coma te hará callar

Ningún punto te detendrá
El único retrato posible
en este preciso momento para ti

son dos equis unidas por una larga línea
Dos incógnitas
unidas por una cuerda floja

por donde se puede caminar
con un espejito al revés en la mano
Incógnitas del cielo y de la tierra

Si toda vida es un río
toda muerte será un océano
y las nubes su resurrección
 

[4]

Todo poeta es póstumo
desde que decide consagrar al delirio
su mano su lengua y sus ojos

Todo poeta es póstumo
cuando en los signos ortográficos
puede ver las leyes físicas del universo

Todo poeta es póstumo
al acumular noches sin dormir
como si de libros vociferantes se trataran

Todo poeta es póstumo
pues la historia presiente
su propia destrucción

Todo poeta es póstumo
desde que sabe que su vida
es la suma de todas sus videncias

Todo poeta es póstumo
cuando se pierde en esa emergencia telúrica
que significa leer y ser leído

Todo poeta es póstumo
al darse cuenta que la noche duraría tan sólo minutos
sino fuera por las constelaciones

Todo poeta es póstumo
pues sólo una verdadera obra
creará nuevas formas de leer la poesía

Todo poeta es póstumo
desde que decide huir de su sangre
bajo la invisible bandera de la realidad

Todo poeta es póstumo
cuando escribe
con el terror a ser suicidado

Todo poeta es póstumo
al pensar en cuántos arcoíris tuvieron que existir
para que esta noche esté llena de alfabetos

Todo poeta es póstumo
pues hermoso
es el que destruye

Todo poeta es póstumo
desde que su país lo odia
tanto como lo odia él

Todo poeta es póstumo
cuando las polillas las mariposas y las luciérnagas
que hay en su cabeza lo tienen sin cuidado

Todo poeta es póstumo
al decidir
ser el primer extraterrestre nacional

Todo poeta es póstumo
pues su historia quedará
desparramada en páginas y órganos

Todo poeta es póstumo
desde que escribe sólo para que el castellano
se convierta en una lengua muerta


[5]

El Río de los Huesos
nace en la Montaña de la Iniciación
pasa por la Colina de la Sorpresa

y llega a los Mares de la Luna
que es una forma de decir
que la vida nace en la matriz

adquiere su conciencia
y llega hasta la muerte
Sin embargo

existen las nubes
que pasan silenciosas
plenas de gotas de rocío seminal

cargadas del verde soma
que llovizna sobre el estado vegetal
de la literatura

Es un ciclo perfecto y paralelo
Toda nube que se evapora del océano
es el triunfo de la resurrección

Allá arriba decenas de millones
de átomos han conseguido germinar
y van hacia el Jardín Codificado

donde cuatro ríos esperan
para renacer la semilla de plata
que es el libro que aún no se ha escrito

Las siete serpientes se aprestan
a devorarse a las nubes
y todo lo de celeste luz

Una fuerza que es dos es una
arcoíris y espejo
más negra que el blanco

Antes de todo libro
pero absolutamente
después de toda palabra

Bastarda y divina
sagrada y herida
interminable obra negra

Se habla en sueños cuando se camina
y cuando se vuela se escribe
Los árboles corren toda la noche

y de día descansan
para contemplar al Sol Negro
que ilumina los Siete Cielos Gramaticales

La flor de boca de dragón
no cesa de dar rugidos
que indican a las esporas

por donde avanzar
sin chocarse con las líneas imaginarias
que los pájaros olvidan de la ficción

Esto yo lo vi
el día después de haber muerto
y lo escribí en un sueño
 

[6]

Soñar es no servir a nadie más que a la muerte
escribir es estar pero lejos para poder sentir
la fascinación de la fatalidad

y no servir a nadie
Esa contradicción duró cuatro líneas
frases suaves y enfermas

llenas de deseo de venganza
emulando tonos
copiando puntuaciones

plagiándole con novedad
al primer lector que apareció
desprevenido y criminal

Se escribe para un libro sin autoría
que no tendrá tiempo para un yo colgando
ni para un corpus que se rebelará

Pues los ojos serán lenguas
y las lenguas serán manos
con un insomnio de doce sueños

En lo extraordinario del ordinario mundo
con una hoja de papel
se puede como nunca

estar cerca de la humanidad
pero es inmortal el que está solo
así comienza la ficción

Por eso no se escribe
se imagina en las noches sin dormir
y a lo sumo se toman anotaciones

al pie de un árbol que desaparece
Todo debe seguir moviéndose
nada más que basura es lo acumulable

La lección del autor
es asumir que todos los libros
son barquitos de papel

que se hunden cuando llegan
a verse en medio del mar de dudas
donde los remolinos

son signos de interrogación
y las corrientes estrofas y párrafos
que no volverán

La vida llega al límite
de agotar su vaivén
entonces se hace necesario

buscar papel y lápiz en el más allá
luego aprender a ver y abandonarse
a lo ruidoso que puede llegar a ser

el silencio de la pequeña mente
tan llena de lagunas y cordilleras
invisibles para los tontos

Sólo quiero decir
que la siguiente hoja no está en blanco
es el libro nacional de los muertos


[7]





































 

 

***
Héctor Hernández Montecinos (Santiago de Chile, 1979)

miércoles, 24 de noviembre de 2021

rossella di paolo / tres poemas











Balneario de invierno

*

Mar en desuso
abandonado en la playa
entre restos de barcas y pelícanos.
 
El malecón se pasea, antiguo,
del brazo con el viento
detrás de una lluvia de memoria desgarbada.
 
Hay un muelle desdentado
tumbado bajo las gaviotas
y este aire endurecido
con un tufo amargado de salitre.
 
Fantasmas que recurren a las bodegas
a apostar ojeras
genuinas
del más puro sueño de oriente.
 
Mar: habría que repintarte
       y lustrar tu superficie.
       (qué dirían de ti
        tus futuros inquilinos)

~

El sueño

*

El sueño encendió un pájaro
y hubo que raspar carbón de nuestros dedos
y llorar lejos.
 
El sueño vaga pensativo acariciándose las alas,
abrasado.
 
Sólo nosotros sabemos de su ojo glacial y su ceniza alta
e intacta como un beso.

~

Las altas distancias

*

Si yo escribo tu nombre en la arena
y tú escribes mi nombre en la arena
pero en otra playa
es que hemos descuidado las cosas
hemos dejado crecer el mar como hierba mala
y habrá que arrancarlo con cuidado
hasta allanar la arena de esa playa
donde puedas escribir mi nombre y rozar el dedo
que está escribiendo el tuyo despacito.

***
Rossella Di Paolo (Lima, 1960)

martes, 23 de noviembre de 2021

héctor figueroa / cinco poemas








Perpetuos del instante

*

Percibiendo la mirada sensible,
                    casi fotográfica, por ej:
de un William Carlos Williams
                    el que ajusta su lente para logosificar
                    cualquier objeto nimio en una lograda
                    intensificación de lo poético-,
se admira el sudor de su técnica,
la belleza de sus poemas objetivistas.
                                        Poeta-testigo
            de ojeada proyección lúcida
            como si no costara nada el escribir;
es entonces cuando uno cavila
y piensa en aquellos seres
de lograda percepción y tan sólo eso,
santiaguinos sujetos
hacia la Cordillera de los Andes
                    luego de una lluvia: arcoiris cruzando oblicuo
                    al fondo repentino de un límpido cielo azul,
miradores,
lectores abismados en algún poema,
perceptivos fiascos de una corteza extraña
a la espera, como en la calle

                    un alcohólico tembloroso, con ojos fijos
                    observa cómo se levanta la cortina del bar
                    a primeras horas de la mañana.


¡Mea culpa, mea culpa, mea gravísima culpa!


Todavía no poeta, no soy poeta; no hay poeta, pues de
eso no se sabe. Hasta ahora, pues, sólo sobrevivimos.
                                                        Macedonio Fernández

Reconocer no sé el canto de los pajaritos,
el aleteo en el cielo de una alondra o un zorzal.

Como un balde sin niño (que abandonado con su respectiva pala
yace a orillas de una playa anochecida y lunar)
quisiera concentrarme en un árbol, describirlo.

Se critica la falta de sensualidad del hablante en mis poemas.
Dicen que faltan bosques, plantas y flores
y mejor ni hablar del carísimo tema del amor.

No sé la diferencia que existe entre una cala o un gladiolo,
entre un nomeolvides y un ciprés, entre un boldo o un jazmín, etc, etc.
Las reconozco sólo como nombres, palabras que aparecen en poemas o novelas,
ecos, significantes sin imagen para mi ojo inmaduro. Por sobre todo
abunda la palabra seto en muchas novelas que he leído, ej:
"El señor Bloom avanzó junto a un seto sin ser observado...".
Falto de R.A.E o Moliner-diccionarios que sencillamente no tengo-
y pobre de idiolecto, hasta el día de hoy
siempre imaginé que el seto era una planta
sin saber que en realidad es un cercado hecho de palos o varas entretejidas.

Helecho es que pareciera que no sé describir otra cosa que no sea mi ombligo;
como si el centro del universo partiera de mi barriga cervecera
maréome con el canto etílico del yo-yo.
Lo peor de todo: tampoco sé contar chistes.

                Definitivamente, poco dado a la voluptuosidad
este hablante no describe sublimaciones interiores;
falto de trino, cojo de espíritu, sin fantasía
tampoco mitiga la miseria humana
transportándola momentáneamente hacia otro lugar.

~
 
Gorrión

*

a don Héctor Novoa, jazzman y mágico pedagogo de las matemáticas

Tiempos de conquista
gorrión fue traído a Chile por sacerdote español.
Gorrión cómese huevos de golondrina,
hizo desaparecer jilgueros
        (de bello canto pero más pequeños que él).
Como palomas,
gorrión se alimenta de cualquier cosa, ej:
cuando pasa camión de basura dejando restos en pavimento.

Extiende alas a gorrión:
encontrarás lleno de piojos su pecho-alas.

Gorriones abundísimos en Chile
por cables eléctricos de calle
o en limonero árbol patio de tu casa.
Gorrión canta mal ni siquiera canta
mejor no hablemos de trinar.

Dicen que gorriones no permiten mucho tiempo de cautiverio;
antes prefieren romperse cabeza contra jaula
        -toda sangre salpicada sobre alas
        violentamente heridas pero en vuelo-.


Casa natal

*
 
Mira nuestra juventud, qué alegría más triste y falsa. Jorge González

        Tarde o temprano, majareta o no
pero en retrovisor, hablarás de lo mismo:
de aquella casa grande del musaraña dueño de casa
(adolescente tardío con veintitantos),
donde fuera de consternación
primavera más invierno,
entre la basura de los rincones y el demonio
o solitario entre la multitud
como un ditirambo al presente, iba desplegándose la fiesta,
el carrete bello de la estupidez
con actores torpes y desquiciados, refractarios a un futuro
que los pillaría -solteros o en matrimonio- de la peor manera:
con trabajos mala paga
y ojos fijos a un horizonte con forma de televisor.

        Luego de la diáspora sanguínea
(padre calentón, hermanos responsables e independientes),
lo que importa aquí es el asunto
que lograste echar abajo, derrumbar completamente
la antigua casa de tus padres (que alguna vez fuera
el típico hogar de la familia chilena
que tanto cuesta levantar
para los de tu condición al menos).
Bajo plenaria decadencia del imperio
eternas, anodinas noches exprimiéndose como limón seco,
vieja casa, en que ahora sólo ruidos de fábrica.
Entre las habitaciones y los pasillos de ventanales rotos
vientos disolutos de fantástica inmediatez, una situación de carpe diem
como consciente a la tempestad, punto metal cero que sobrevendría.

        Y tú como único imbécil anfitrión
para ese variopinto zoológico, con todo tipo de aves y animales:
punkis vegetales, aspirantes a escritores,
mujeres despechadas, absurdos thrash;
cesantes, lesbianas y homosexuales,
todos amigos de un algo que jamás se concretó.

        Humo y jazz,
muchachas pálidas y melancólicas
entrando y saliendo
como rayos de luna en tu cuarto;
tristeza y locura, días inválidos,
jarana interminable a dos cuadras del Matadero.

~

"No me resolví nunca a abandonar la casa en el momento oportuno"

*

Actuar, en la inopia, vomitivo actuar, ser un pobre imbécil
y seguir enmascarado, en el trabajo o en el bar junto a los artistas.
pero por sobre todo en la casa de tu católica mami, lugar
donde mediocremente todavía sobrevives
y en que la tetera (lunes a domingo) como en las casas de campo
pasa hirviendo todo el día para ofrecer el té a las visitas.
Neurótico Peter Punk sin su Wendy o Campanita
no hay cosa más terrible para este enano que no vuela
que recibir el insincero bullicio de las visitas (Onetti)
y hacer caso a la pregunta de
"cómo estás, cómo te ha ido" y responder esto a sujetos y sujetas
a quienes no les importa un rábano ni la pregunta ni la respuesta,
pero por respeto a la que te sigue dando el techo tú respondes bien,
de mala gana pero hipócrita y civilmente, no tanto por ellos
sino por afecto a esa habitación que no te pertenece.
Las madres son las madres, las viejas son un siete;
el problema es su gente, a los que debes saludar.

Me han ofrecido arrendar una casa o departamento junto a otros,
mas no puedo, el estipendio no alcanza.
En todo caso, siempre será mejor, más intenso y emocionante
-cual Raskolnikof- asestar un golpe de hacha a tu progenitora
y no a un desconocido -letras negras, seguro titular en el Diario Popular-.
(Nota: Raskolnikof, como se sabe, no mató a su mami sino a su casera)
"Como cuando no tenemos una casa /como cuando no hemos
tenido nunca una casa... " (versos del poeta colombiano Rafael del Castillo. 1962 - ?).

Verde pera, kiwi podrido, sigamos con el lloriqueo:
aunque inválido económicamente, tan diferente no soy a cualquier otro
vulgar común y corriente chileno, de las comunas La Florida o Maipú,
por ej: me conformo con un bungalow,
casa de un piso rodeada de jardín,
pero tampoco le hago el quite -dentro de mis ambiciones- a cualquier cabañita
de esas que dejan botadas a su suerte, en el campo o en las playas de nuestro país.

Ya sea de teja, de zinc, de fibra o pizarreño,
la cuestión es que sueño con el techo propio, esto
aunque no me alcance el puntaje que exige el Serviu
y me sea imposible el ahorro
cuando no tengo señora ni hijos
ni mucho menos la tenacidad
para esto o cualquier cosa.

''En efecto, el vivir en casa de los padres es malo. Pero no sólo el encontrarse bajo el mismo techo, sino la vida misma, el dejarse caer dentro de este círculo de bondad, de amor; sí, no conoces la carta a mí padre, las sacudidas de la mosca en la tira de papel engomado."

                    Franz Kafka. Cartas a Milena
 
***
Héctor Figueroa (Santiago de Chile, 1969-2019)

lunes, 22 de noviembre de 2021

lenore kandel / dos poemas













Era del consentimiento

*

No puedo estar satisfecha hasta que no hable con ángeles
Requiero contemplar el ojo de dios
lanzar mi propio ser al cosmos como carnada para milagros
respirar aire y vomitar visiones
destrabar esa puerta que se mantiene abierta y entrar en la presencia
de eso que no puedo imaginar

Requiero respuestas para las cuales todavía no aprendí las preguntas

Exijo el acceso a la iluminación, la permutación dentro del milagro
la presencia de la intolerable luz

tal vez de la misma forma en que las orugas exigen sus alas lepidópteras
o los renacuajos exigen ser rana
o el hijo del hombre exige su salida
desde el cálido y seguro útero

~

Eros/poema

*

¡Alabado sea el joven Eros que se coge a todas las chicas!
Solo los dioses aman con tanta generosidad
compartiendo beatitud con todos
¡Alabado sea Eros! que ama solo la belleza
y la encuentra en todas partes
Eros, te he conocido a ti y a tus diosas pasajeras
envueltas en una nube de deseo de amor tan real como cualquier flor
que florece un día y luego se pierde con el viento
He visto tus ojos brillar con encanto
mientras elogiabas la dulce belleza de la Psique con tu amorosa lengua
y luego los he visto brillar con la misma alegría profunda
mientras otras tiernas mujeres yacían en tus manos
¡Alabado sea Eros! quien no puede acumular amor
pero lo derrocha libre como agua en un dorado tamiz
compartiendo su propia gracia suave y desvergonzada
con todos aquellos que dejen entrar su presencia
sin fe como las flores, voluble como la mariposa del viento
¡Alabado sea Eros, hijo de los dioses!
que ama solo la belleza            y la encuentra
en todas partes

***
Lenore Kandel (Nueva York, 1932-San Francisco, 2009)
Versiones de Camila Evia

/

Age of Consent

*

I cannot be satisfied until I speak with angels
I require to behold the eye of god
to cast my own being into the cosmos as bait for miracles
to breath air and spew visions
to unlock that door which stands already open and enter into the presence
of that which I cannot imagine

I require answers for which I have not yet learned the questions

I demand the access of enlightenment, the permutation into the miraculous
the presence of the unendurable light

perhaps in the same way that caterpillars demand their lepidoptera wings
or tadpoles demand their froghood
or the child of man demands his exit
from the safe warm womb

~

Eros/Poem

*

Praise be to young Eros who fucks all the girls!
Only the gods love with such generosity
sharing beatitude with all
Praise be to Eros! who loves only beauty
and finds it everywhere
Eros I have met you and your passing goddesses
wrapped in a haze of lovelust as true as any flower
that blooms its day and then is lost across the wind
I have seen your eyes lambent with delight
as you praised sweet Psyche’s beauty with your loving tongue
and then have seen them sparkle with that same deep joy
as other tender ladies lay between your hands
Praise be to Eros! who can hoard no love
but spends it free as water in a golden sieve
sharing his own soft wanton grace
with all who let his presence enter in
faithless as flowers, fickle as the wind-borne butterfly
Praise be to Eros, child of the gods!
who loves only beauty             and find it
everywhere

domingo, 21 de noviembre de 2021

marcel duchamp / dos poemas













Física de equipaje

*

Física de equipaje:
Calcular la diferencia entre los volúmenes de aire desplazados por una camisa limpia (planchada y  doblada) y la misma camisa sucia.
Transformador destinado a utilizar las pequeñas energías desperdiciadas tales como:
el exceso de presión sobre un timbre eléctrico.
la exhalación del humo de tabaco.
el crecimiento de cabellos, pelos y uñas.
la caída de la orina y de los excrementos.
los movimientos de miedo, asombro, fastidio, cólera.
la risa.
la caída de las lágrimas.
los ademanes demostrativos de manos y pies, los tics,
las miradas duras.
los brazos que se dejan caer.
el desperezarse, el bostezo, el estornudo.
el esputo ordinario y el sanguinolento.
los vómitos.
la eyaculación.
los cabellos rebeldes, la espiga.
el ruido al sonarse, el ronquido.
el desvanecimiento.
el silbido, el canto.
los suspiros, etc. 

~

Rrose Sélavy encuentra que un incesticida debe acostarse con la madre antes de matarla; las chinches son de rigor.

Pregunta de higiene Íntima:
¿Es necesario poner la medula de la espada en el pelo de la amada?

Entre nuestros artículos de quincallería perezosa recomendamos un grifo por el que el agua deja de correr cuando no se la escucha más.

La moda práctica, creación de Rrose Sélavy:
Vestido oblongo, dibujado exclusivamente para damas afectadas de hipo.

Cinema anémico.

Aguzar el oído (forma de tortura).

Tomar un centímetro cúbico de humo de tabaco y pintar sus superficies exteriores e interior de un color hidrófugo.

***
Marcel Duchamp (Blainville-Crevon, 1887-Neuilly-sur-Seine, 1968)
Versiones de Aldo Pellegrini

sábado, 20 de noviembre de 2021

yolanda pantin / dos poemas













Escribir

*

No hay ninguna
pretensión
en este intento,

si antes era así,
ahora

viene y queda
el gesto

igual a

cuando niña
dibujaba

por placer
y no dormía
hasta pintar

lo que pensaba

y era un mundo
que se hizo
con los años

garabato,
torcedura.

~

Solo veía una carreta polvorienta

como el calor me sofocaba dije basta
y me senté de cara a la ventana
para refrescar mi cabeza que tiritaba
al igual que una onza de gelatina
Con el hilo del sudor
hice un collar
para apretarme el cuello
además
las noches eran tristes
y rojas
tanto
que me dediqué a soñar con lo ojos abiertos
Sólo veía una carretera polvorienta
Eran noches nostálgicas
Te dije ahógame
y como no había cuerda
y el hilo en el cuello era invisible
juraste amor eterno
me hiciste una escena de celos

Luego lloramos en voz baja
para no despertar a los niños

***
Yolanda Pantin (Caracas, 1954)

viernes, 19 de noviembre de 2021

luis chamizo / el nacimiento













I

    Bruñeron los recios nubarrones pardos
la luz del sol que se agachó en un cerro,
y las altas copas de los árboles
de un color de naranja se tiñeron.

A bocanadas el aire nos traía
    los ruidos de allá lejos
y el toque de oración de las campanas
    de la iglesia del pueblo.

Íbamos ambos juntos, en la burra,
    por el camino nuevo;
    mi mujer, muy malita,
    suspirando y gimiendo.

    Bandadas de gorriones montesinos
volaban, chirriando, por el cielo,
y volaban para el sol, que en los canchales
daba destellos de espejuelos.

    Los grillos y las ranas
    cantaban a lo lejos,
y cantaban también los petirrojos
    sobre las jaras y los brezos;
y, rodando, rodando, de las sierras
llegaba el dolondón de los cencerros.

    ¡Qué tarde más bonita!
    ¡Qué anochecer más bueno!
    ¡Qué tarde más alegre
    si fuéramos contentos!...
—No puede ser más —me dijo—, vete, vete
    con la burra al pueblo,
y vuélvete deprisa con la abuela,
    la comadre o el médico —.

    Y bajó de la burra poco a poco,
se arrellanó en el suelo,
juntó las manos y miró hacia arriba,
a los bruñidos nubarrones recios.

    ¡Dime, dejarla sola,
dejarla yo a ella sola como un perro,
    en medio de la dehesa,
    a una legua del pueblo...
    eso no! Desde la rama
    de arriba de un almendro,
    con sus ojos redondos
    me miraba un mochuelo;
un mochuelo con ojos vidriados
como los ojos de los muertos...
¡No tengo fuerzas para dejarla sola;
pero yo de qué sirvo si me quedo!

La burra, que roía los tomillos
    floridos del lindero,
careaba las moscas con el rabo;
    y dejaba el careo,
levantaba el hocico, me miraba
    y seguía royendo.

    ¡Qué pensará la burra
si es que tienen las burras pensamientos!

Me fui junto a mi Juana,
    me hinqué de rodillas en el suelo,
hice por recordar las oraciones
    que me enseñaron cuando pequeño.
    No tenía paciencia
    para hacer memoria de los rezos...
¡Quién podrá socorrerla si me voy!
¡Quién va a por la comadre si me quedo!

    Aturdido del todo volví los ojos
a los ojos redondos del mochuelo;
    y aquellos ojos verdes,
    tan grandes, tan abiertos,
que otras veces a mí me dieron risa,
    ahora me daban miedo.
    ¿¡Qué mirarán tan fijos
    los ojos del mochuelo!?

    No cantaban las ranas,
los grillos no cantaban a lo lejos,
las bocanadas del aire se aplacaron,
se asomaron la luna y el lucero,
no llegaba, rodando, de las sierras
    el dolondón de los cencerros...
¡Daba tanta quietud, mucha congoja!
¡Daba yo no sé qué tanto silencio!

    Me arrimé más a ella:
    le abrasaba el aliento,
    le temblaban las manos,
tiritaba su cuerpo...
y a la luz de la luna eran sus ojos
    más grandes y más negros.

Yo sentí que los míos chorreaban
    lagrimones de fuego.
    Uno cayó rodando,
    y, prendido en un pelo,
    en medio de su frente
    se quedó reluciendo.
    ¡Qué bonita y qué buena,
    quién pudiera ser médico!

    Señor: tú que lo sabes
    lo mucho que la quiero.
Tú que sabes que estamos bien casados,

    Señor, tú que eres bueno;
tú que haces que broten las simientes
    que echamos en el suelo;
tú que haces que granen las espigas,
    cuando llega su tiempo;
tú que haces que paran las ovejas,
    sin comadres ni médicos...
¿por qué, Señor, se va a morir mi Juana,
    con lo que yo la quiero,
    siendo yo tan honrado
    y siendo tú tan bueno?...

¡Ay! qué noche más larga
de tanto sufrimiento:
¡qué cosas pasarían
que decirlas no puedo!
Hizo Dios un milagro;
¡no podía por menos!

II

Todito lleno de tierra
    le levanté del suelo;
le miré muy despacio, muy despacio,
    con un poquito de respeto.
    Era un hijo, ¡mi hijo!,
hijo de ambos, hijo nuestro...
    Ella me lo pedía
con los brazos abiertos.
¡Qué bonita que estaba
llorando y sonriendo!

Venía clareando;
    se oían a lo lejos
    las risotadas de los pastores
    y el dolondón de los cencerros.
Besé a la madre y le quité a mi hijo;
    salí con él corriendo,
y en un regato de agua clara
    le lavé todo su cuerpo.
    Me sentí más honrado,
    más cristiano, más bueno,
bautizando a mi hijo como el cura
bautiza a los muchachos en el pueblo.

Tiene que ser campesino,
    tiene que ser de los nuestros,
que por algo nació bajo una encina
    del caminito nuevo.

    Dicen que el nacimiento es una cosa
que miran los señores en el pueblo:
    pues para mí que mi hijo
    lo tiene mejor que ellos,
que Dios hizo en persona con mi Juana
    de comadre y de médico.

    Así que nació besó la tierra,
que, agradecida, se pegó a su cuerpo;
y fue la misma luna
    quien le pagó aquel beso...
    ¡Qué saben de estas cosas
    los señores aquellos!
Dos salimos del chozo;
    tres volvimos al pueblo.
Hizo Dios un milagro en el camino:
    ¡no podía por menos!

***
Luis Chamizo (Guareña, 1894–Madrid, 1945) 
Versión de Raquel Madrigal Martínez

/

La nacencia

*

I

    Bruñó los recios nubarrones pardos
la lus del sol que s'agachó en un cerro,
y las artas cogollas de los árboles
d'un coló de naranja se tiñeron.

A bocanás el aire nos traía
    los ruíos d'allá lejos
y el toque d'oración de las campanas
    de l'iglesia del pueblo.

Íbamos dambos juntos, en la burra,
    por el camino nuevo;
    mi mujé, mu malita,
    suspirando y gimiendo.

    Bandás de gorrïatos montesinos
volaban, chirrïando, por el cielo,
y volaban pal sol, qu'en los canchales
daba relumbres d'espejuelos.

    Los grillos y las ranas
    cantaban a lo lejos,
    y cantaban tamién los colorines
    sobre las jaras y los brezos;
y, roändo, roändo, de las sierras
    llegaba el dolondón de los cencerros.

    ¡Qué tarde más bonita!
    ¡Qu'anochecer más güeno!
    ¡Qué tarde más alegre
    si juéramos contentos!...
—No pué ser más —me ijo—, vaite, vaite
    con la burra pal pueblo,
y güérvete de prisa con l'agüela,
    la comadre o el méico.

    Y bajó de la burra poco a poco,
s'arrellanó en el suelo,
juntó las manos y miró p'arriba,
pa los bruñíos nubarrones recios.

    ¡Dirme, dejagla sola,
dejagla yo a ella sola com'un perro,
    en metá de la jesa,
    una legua del pueblo...
    eso no! De la rama
    d'arriba d'un guapero,
con sus ojos reondos
    me miraba un mochuelo;
un mochuelo con ojos vedriaos
como los ojos de los muertos...
¡No tengo juerzas pa dejagla sola;
pero yo de qué sirvo si me queo!

La burra, que roía los tomillos
    floridos del lindero,
careaba las moscas con el rabo;
    y dejaba el careo,
levantaba el jocico, me miraba
    y seguía royendo.

    ¡Qué pensará la burra
si es que tienen las burras pensamientos!

Me jui junt'a mi Juana,
    me jinqué de röillas en el suelo,
jice po recordá las oraciones
    que m'enseñaron cuando nuevo.
    No tenía pacencia
    p'hacé memoria de los rezos...

¡Quién podrá socorregla si me voy!
¡Quién va po la comadre si me queo!
    Aturdío del tó gorví los ojos
pa los ojos reondos del mochuelo;
    y aquellos ojos verdes,
    tan grandes, tan abiertos,
qu'otras veces a mí me dieron risa,
    hora me daban mieo.
    ¿¡Qué mirarán tan fijos
    los ojos del mochuelo!?

    No cantaban las ranas,
los grillos no cantaban a lo lejos,
las bocanás del aire s'aplacaron,
s'asomaron la luna y el lucero,
no llegaba, roando, de las sierras
    el dolondón de los cencerros...
¡Daba tanta quietú, mucha congoja!
¡Daba yo no sé qué tanto silencio...!

    M'arrimé más pa ella:
    l'abrasaba el aliento,
    le temblaban las manos,
tiritaba su cuerpo...
y a la lus de la luna eran sus ojos
    más grandes y más negros.

Yo sentí que los míos chorreaban
    lagrimones de fuego.
    Uno cayó roando,
    y, prendió d'un pelo,
    en metá de su frente
    se queó reluciendo.
    ¡Qué bonita y qué güeña,
    quién pudiera ser méico!

Señó: tú que lo sabes
    lo mucho que la quiero.
Tú que sabes qu'estamos bien casaos,
    Señó, tú qu'eres güeno;
tú que jaces que broten las simientes
    qu'echamos en el suelo;
tú que jaces que granen las espigas,
    cuando llega su tiempo;
tú que jaces que paran las ovejas,
    sin comadres ni méicos...
¿por qué, Señó, se va morí mi Juana,
    con lo que yo la quiero,
    siendo yo tan honrao
    y siendo tú tan güeno?...

    ¡Ay! qué noche más larga
de tanto sufrimiento:
¡qué cosas pasarían
que decilas no pueo!
Jizo Dios un milagro;
¡no podía por menos!

II

Toíto lleno de tierra
    le levanté del suelo;
le miré mu despacio, mu despacio,
    con una miaja de respeto.
    Era un hijo, ¡mi hijo!,
hijo de dambos, hijo nuestro...
    Ella me le pedía
con los brazos abiertos.
¡Qué bonita qu'estaba
llorando y sonriendo!

Venía clareando;
    s'oían a lo lejos
    las risotás de los pastores
    y el dolondón de los cencerros.

Besé a la madre y le quité mi hijo;
    salí con él corriendo,
y en un regacho d'agua clara
    le lavé tó su cuerpo.
    Me sentí más honrao,
    más cristiano, más güeno,
bautizando a mi hijo como el cura
bautiza los muchachos en el pueblo.

Tié que ser campusino,
    tié que ser de los nuestros,
que por algo nació baj'una encina
    del caminito nuevo.

    Icen que la nacencia es una cosa
que miran los señores en el pueblo:
    pos pa mí que mi hijo
    la tié mejor que ellos,
que Dios jizo en presona con mi Juana
    de comadre y de méico.

    Asina que nació besó la tierra,
que, agraecía, se pegó a su cuerpo;
    y jue la mesma luna
    quien le pagó aquel beso...
    ¡Qué saben d'estas cosas
los señores aquellos!
Dos salimos del chozo;
    tres golvimos al pueblo.
Jizo Dios un milagro en el camino:
    ¡no podía por menos!