jueves, 15 de julio de 2021

omar lara / siete poemas













Jugada maestra

*

Ya ni te pido que descanses, pequeñísima
impostergable mujer mía.
Porque esta broma del amor, esta
jugada maestra de sentirnos necesarios
ha ganado terreno, nos ha solicitado sabiamente:
nos hemos vuelto locos.

Hemos resuelto que esto es el amor.
Sólo falta saber cómo lo utilizaremos
de qué buena manera para todos
y antes que sea demasiado tarde.

~

Miro esta tarde que perdí

*

Miro esta tarde que perdí
esta tarde limpia y brillante
no estoy en ella sin embargo.
Es que de pronto me llegó
su soplo antiguo, delirante.
Me vi corriendo sobre el pasto
entre las margaritas de Imperial
bajo álamos y eucaliptos.
Miro esta tarde que perdí,
robábamos frutas en las quintas
apedreábamos el aire
nos revolcábamos en el trigo.

Y era en tardes como ésta.

~

Toque de queda

*

Quédate
le dije
y
la toqué.

~

Asedio

*

Mira donde pones el ojo
cazador
lo que ahora no ves
ya nunca más existirá
lo que ahora no toques
enmohecerá
lo que ahora no sientas
te ha de herir algún día.

~

A veces en mi pueblo

*

En mi pueblo
sin luna
donde el amor florece
a tientas
de vez en cuando lírico
sensitivo
sonámbulo
me suele suceder
que te recuerdo.
Con un jueves a cuestas
-generalmente incierto-
hago girar
un viernes 
con tu nombre.
En mi pueblo
sin luna
me suele
suceder
que te recuerdo.

~

Sábado en Portocaliu

*

                            A Sola Sierra

La historia se detuvo en la puerta
De las ciudades de miseria
Bocas quemadas por el silencio
Cuerpos sitiados en el vacío
Polvo de huesos en el aire.

Hace frío en Portocaliu
Un frío de sábado solo
Los jóvenes desesperados
Bailan solos y desesperados
Una música desesperada.
Hace frío en Portocaliu.

Después de la lluvia las calles
Caminan al bosque sagrado
Adiós ángeles y milagros
Adiós relojes detenidos...

En los relojes detenidos
Están los signos de otros sueños
Las sombras irrecuperables.

La historia no deja pasar
El suave pelaje de los sueños
Los sueños no tienen destino
Son como un sábado en el aire.

La historia es todavía ajena
No sabe muertes ni abandonos
No sabe de lúgubres casas
Llenas de noches y quejidos.

Son muy extrañas esas cosas
Que a veces tomamos por ciertas
Y hay verdades aborrecibles
En el pozo de la memoria.

Son como vidrios empañados.

Pero alguien limpia los vidrios
Del mirador que da a tus ojos
Y atisbamos o quisiéramos.

Y la noche se mira en nosotros
Desvergonzadamente desnuda.

~

Imagen olmeca

*

Me gusta esa mujer
con las rodillas juntas
y los brazos cruzados
y los ojos cerrados
y la cabeza gacha
y la mollera cruda

Yo voy a esa mujer
con las rodillas juntas
y los brazos cruzados
y los ojos cerrados
y la cabeza gacha
y la mollera cruda
yo voy a esa mujer

¿Ha pensado en el sueño
de abrirnos las rodillas
de descruzar los brazos
de despertar los ojos
de elevar la cabeza
de ardernos la mollera?

Me gusta esa mujer

Yo voy a esa mujer
tiene un ala y yo tengo
la garra
yo sueño esa mujer
pareciera
que a veces
también ella
me sueña.

***
Omar Lara (Nohualhue, 1941-Concepción, 2021)
Selección de textos por Zenaida M. Suárez Mayor

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