mediateca de poesía personal-universal del ayer y del mañana desde MMXVII/
sábado, 31 de marzo de 2018
adam zagajewski / dos poemas
Autorretrato
*
Entre ordenador, lápiz y máquina de escribir
se me pasa la mitad del día. Algún día se convertirá en medio siglo.
Vivo en ciudades ajenas y a veces converso
con gente ajena sobre cosas que me son ajenas.
Escucho mucha música: Bach, Mahler, Chopin, Shostakovich.
En la música encuentro la fuerza, la debilidad y el dolor, los tres elementos.
El cuarto no tiene nombre.
Leo a poetas vivos y muertos, aprendo de ellos
tenacidad, fe y orgullo. Intento comprender
a los grandes filósofos -la mayoría de las veces consigo
captar tan sólo jirones de sus valiosos pensamientos.
Me gusta dar largos paseos por las calles de París
y mirar a mis prójimos, animados por la envidia,
la ira o el deseo; observar la moneda de plata
que pasa de mano en mano y lentamente pierde
su forma redonda (se borra el perfil del emperador).
A mi lado crecen árboles que no expresan nada,
salvo su verde perfección indiferente.
Aves negras caminan por los campos
siempre esperando algo, pacientes como viudas españolas.
Ya no soy joven, mas sigue habiendo gente mayor que yo.
Me gusta el sueño profundo, cuando no estoy,
y correr en bici por caminos rurales, cuando álamos y casas
se difuminan como nubes con el buen tiempo.
A veces me dicen algo los cuadros en los museos
y la ironía se esfuma de repente.
Me encanta contemplar el rostro de mi mujer.
Cada semana, el domingo, llamo a mi padre.
Cada dos semanas me reúno con mis amigos,
de esta forma seguimos siendo fieles.
Mi país se liberó de un mal. Quisiera
que le siguiera aún otra liberación.
¿Puedo aportar algo para ello? No lo sé.
No soy hijo de la mar,
como escribió sobre sí mismo Antonio Machado,
sino del aire, la menta y el violonchelo,
y no todos los caminos del alto mundo
se cruzan con los senderos de la vida que, de momento,
a mí me pertenece.
~~~
Schopenhauer está llorando
*
Sí, se trata del mismo Schopenhauer (1788-1860),
el autor de “El mundo como voluntad y representación”,
descubridor de los progresos
de la naturaleza y la música de las esferas. Alguien lo llamará
después educador. No ha pasado nada,
porque nada pasa, sólo cierto
chiquillo, un mocoso, con un cierto parecido
con cierta mujer a la que conoció en su juventud,
la juventud no existe -le sonrió
sin necesidad-, siendo como es
un agente de la naturaleza.
Septiembre -es diferente-
ya no abre los corazones, sólo la tierra
despacio se endurece.
Vuelve a su casa, se encierra
con llave, delante de su criado.
Con cuánta suavidad
trabaja la cerradura, seguro que forma parte
de una conspiración. Está llorando.
El menudo cuerpo del gran filósofo,
séptimo continente, tiembla.
Su chaleco. Su cuello almidonado.
Sus amarillentas mejillas. Su redingote marrón.
Todas estas cosas prescindibles tiemblan,
como si sobre Frankfurt ya estuviesen cayendo
las bombas. Tiembla su soledad, densa,
delgada como un lienzo holandés.
***
Adam Zagajewski (Lvov, 1945)
Versiones de Elzbieta Bortkiewicz y Ángel Enrique Díaz-Pintado, respectivamente.
/
Autoportret
*
Między komputerem, ołówkiem i maszyną do pisania
schodzi mi pół dnia. Kiedyś zrobi się z tego pół wieku.
mieszkam w obcych miastach i niekiedy rozmawiam
z obcymi ludźmi o rzeczach, które są mi obce.
Dużo słucham muzyki: Bacha, Mahlera, Chopina, Szostakowicza.
W muzyce znajduję siłę, słabość i ból, trzy żywioły.
Czwarty nie ma imienia.
Czytam poetów, żywych i umarłych, uczę się od nich
wytrwałości, wiary i dumy. Próbuję zrozumieć
wielkich filozofów – najczęściej udaje mi się
uchwycić tylko strzępy ich drogocennych myśli.
Lubię chodzić na długie spacery paryskimi ulicami
i patrzeć na moich bliźnich, ożywionych zazdrością,
pożądaniem lub gniewem; obserwować srebrną monetę,
która przechodzi z dłoni do dłoni i powoli traci
swój okrągły kształt (zaciera się profil cesarza).
Tuż obok rosną drzewa, niewyrażające nic,
jeśli nie liczyć zielonej, obojętnej doskonałości.
Po polach kroczą czarne ptaki,
które wciąż na coś czekają, cierpliwe jak hiszpańskie wdowy.
Nie jestem już młody, ale wciąż są starsi ode mnie.
Lubię głęboki sen, kiedy mnie nie ma,
i szybką jazdę rowerem wiejską szosą, gdy topole i domy
rozpływają się jak cumulusy na pogodnym niebie.
Czasem przemawiają do mnie obrazy w muzeach
i nagle znika ironia.
Uwielbiam przyglądać się twarzy mojej żony.
Co tydzień, w niedzielę, telefonuję do ojca.
Co dwa tygodnie spotykam się z przyjaciółmi,
w ten sposób dochowujemy sobie wierności.
Mój kraj wyzwolił się od jednego zła. Chciałbym,
żeby za tym poszło jeszcze jedno wyzwolenie.
Czy mogę być w tym przydatny? Nie wiem.
Nie jestem wprawdzie dzieckiem morza,
jak napisał o sobie Antonio Machado,
ale dzieckiem powietrza, mięty i wiolonczeli,
i nie wszystkie drogi wysokiego świata
krzyżują się ze ścieżkami życia, które na razie,
należy do mnie.
~~~
Schopenhauer placze
*
Tak, to ten sam Schopenhauer (1788
–1860), autor Świata jako woli
i wyobrażenia, odkrywca podstępów
natury i muzyki sfer. Ktoś nazwie
go potem wychowawcą. Nic się nie zdarzyło,
bo nic się nie zdarza, tylko pewne
dziecko, bachor, nieco podobne do
pewnej kobiety, którą znał w młodości,
młodość nie istnieje, uśmiechnęło się
do niego niepotrzebnie, będąc zapewne
agentem natury.
Wrzesień, to obojętne,
nie otwiera już serc, tylko ziemia
powoli twardnieje.
Wraca do siebie, zamyka
się na klucz, przed służącym. Jak gładko
pracuje zamek, chyba bierze udział
w spisku. Płacze. Drobne ciało wielkiego
filozofa, siódmy kontynent, drży.
Jego kamizelka. Nakrochmalony kołnierzyk.
Żółte policzki. Brązowy redingot.
Wszystkie te zbędne rzeczy drżą,
jakby nad Frankfurtem już spadały
bomby. Drży jego samotność, gęsta,
cienka jak holenderskie płótno.
viernes, 30 de marzo de 2018
anne waldman / tres poemas
La monja gitana
*
a la manera de Lorca
Ella pretende que borda
flores de fantasía:
magnolias y
girasoles
flores de azafrán
y de luna
todo
hasta el final de los tiempos
En la cocina cercana
maduran
5 amarillas toronjas
–las 5 llagas de Cristo.
Ella no ríe
renuncia a su dolor
algo, fuera
a lo lejos –¡alto!–
¿dónde se fue su juventud
dónde su sexo?
¿Qué le recuerda qué?
La blanca blusa se suelta.
El corazón de hierba, especia,
azúcar
no se le quiebra.
Un dolor longitudinal retrocede
cada vez más hacia atrás
20 soles en lo alto se encienden
y se apagan, se encienden y se apagan
Ella vuelve la tensión a las
flores, una luz horizontal
juega un juego en
la celosía
magnolia
girasol
flores de azafrán
y de luna
se encienden y se apagan
y se encienden
se encienden
~~~
El corredor del bardo
*
Yo tenía mi ego y dos gramos de haschís
Me senté en un corredor
Me senté en un corredor de luz-fantasma
en un lugar luctuoso
en un corredor estrecho como un alhajero
un espacio corredor ciudad de noche
un corredor criatura
corredor de pirámide poder del sueño
Bien, yo tenía mi ego y dos gramos de hachís
me senté en un corredor tolteca
en un corredor de danza-shamánica-del-adiós
en un corredor de gran tormenta de polvo
en un corredor del plenum subatómico
en un corredor del Bardo
Yo tenía mi ego y el corazón herido
Me senté en el corredor del beduino iracundo
en un corredor con paisaje de villa miseria
Un corredor demonio cortándome el aliento
en un corredor marcado-por-una-guerra-atroz
Y bien, yo tenía mi ego y dos gramos de hachís
Me senté en un corredor de sol desvaído
en un corredor de dolor neurálgico
en un corredor de luz viva
corredor del Bardo poder del sueño
Yo tenía mi ego y el corazón anhelante
Me senté en un corredor campo de Buda
en un corredor prajna paramita
en un corredor del continuum-sin-fin-del-boddhisattva
en un corredor de mujer-alzándose-en-el-este
en un corredor de pirámide poder del sueño
Yo tenía mi ego y quería cantar
en un corredor jamás-dormí-de-esa-manera
en un corredor resoluto
en un corredor cetro-de-las-deidades
en un corredor trasciende-esta-pasión
en un corredor mantra-furioso
en un corredor desgastador-de-sílabas
en un corredor del Bardo rugir rugir RUGIR
~~~
Por qué medito
*
en respuesta a Allen Ginsberg
Medito porque estoy alada de asombro
Medito porque en los ochenta la escena poética estadounidense se volvió amarga
Medito porque Milarepa meditaba
Medito porque Padmasabhava enterró
el Bardo Thotrol en las Colinas de Gampo
con lo que aseguró la transmisión sin fin
que permitiera descubrir cuán liberadora es la muerte
Medito porque Yeshe Tsogyal se me apareció en un sueño
y me mostró su cérvix amplia como un mar
Medito porque las Dakinis danzan alrededor de mi frente
Medito porque los pensamientos siguen a los pensamientos
Medito en Puri porque en el templo hindú
no me dejarían
Medito en Bodnath bajo los 8 ojos de la gran estupa
Medito en Calcuta como si estuviera
en el reino de los Pretas
Me postro 1000 veces ante el descendiente
del árbol bajo el que se sentó a meditar el Buda
Me siento a meditar como una rana
en la granja de la poesía de Cherry Valley
Me siento a meditar en la puerta del cuarto de hospital
y le infundo nueva vida al ojo
dolorido de mi madre
Medito como un agente provocador
en el Expreso de Medio Oriente
Medito como una vaca
en las praderas del granjero Lang
Medito en el cuerpo de una madre que está dando de mamar
Medito para escandalizar
Me siento a meditar porque acostada
no lo soportaría
Me siento a meditar para poner a prueba viejos amigos y amores
Me siento a meditar porque la pasión me consume
Me siento porque soy una paranoica acelerada
Me siento porque he desertado las guerras de la poesía
Me siento para exiliarme de las tierras del Ego.
***
Anne Waldman (Millville, 1945) Poesía Beat. Buenos Aires: Buenos Aires Poetry, 2017.
Versiones de Mercedes Roffe
jueves, 29 de marzo de 2018
rupi kaur / dos poemas
¿pensabas que yo era una ciudad
lo bastante grande para fugarte un fin de semana?
soy el pueblo que la rodea
aquél del que nunca has escuchado
pero por el cual siempre viajas
aquí no hay luces de neón
ni rascacielos ni estatuas
pero hay un trueno
que hace temblar los puentes
no soy carne callejera soy jalea hecha en casa
tan espesa como para cortar lo más dulce que tus labios hayan tocado
no soy sirenas policiacas soy el crujir de una chimenea
yo podría incendiarte y tú no podrías arrancar los ojos de mí
porque me vería tan hermosa que te sonrojarías
no soy una habitación de hotel soy un hogar
no soy el whiskey que quieres
sino el agua que necesitas
no vengas con expectativas
no intentes hacer vacaciones en mí
~~~
siempre tendré miedo a no ser
suficientemente bella para ti
o de que si soy solo un poco bella
cambiaré lo que estoy
usando cinco veces antes de
verte preguntándome qué
jeans harán a mi cuerpo
más tentador para que lo desvistas
dime
hay algo que pueda hacer
para que pienses, ella
ella es tan magnífica que hace
a mi cuerpo olvidar que tiene rodillas
escríbelo en una carta y envíala
a todas las partes inseguras de mí
mis dedos desiguales mis delgadas piernas
solo tu voz me conduce a las lágrimas
tu voz diciéndome que soy hermosa
tu voz diciéndome que soy suficiente
***
Rupi Kaur (Panyab, 1992)
Versiones de Andrea Rivas
/
did you think i was a city
big enough for a weekend getaway
i am the town surrounding it
the one you've never heard of
but always pass through
there are no neon lights here
no skyscrapers or statues
but there is thunder
for i make bridges tremble
i am not street meat i am homemade jam
thick enough to cut the sweetest
thing your lips will touch
i am not police sirens
i am the crackle in a fireplace
i'd burn you and you still
couldn't take your eyes off me
cause i'd look so beautiful doing it
you'd blush
i am not a hotel room i am home
i am not the whiskey you want
i am the water you need
don't come here with expectations
and try to make a vacation out of me
~~~
i will always be scared i am
not beautiful enough for you
or if i am beautiful at all
i will change what i’m
wearing five times before i
see you wondering which pair of
jeans will make my body
more tempting to undress
tell me
is there anything i can do
to make you think, her
she is so striking she makes
my body forget it has knees
write it in a letter and address it
to all the insecure parts of me
my uneven fingers my thin legs
your voice alone drives me to tears
yours telling me i am beautiful
yours telling me i am enough
miércoles, 28 de marzo de 2018
jaroslav seifert / tres poemas
El barco en llamas
*
Emprendí el camino al anochecer.
El que busca
suele ser esperado.
Al que espera, le encuentran.
Fui dejando detrás pequeñas ciudades dormidas,
rincones tejidos de hiedra,
donde quedaba aún algo de la música
de primavera,
hasta que me atrapó la noche.
En su oscuridad estalló una llama.
Alguien gritó:
¡Arde el barco!
La lengua apasionada de la llama
rozaba la desnudez del agua
y los hombros de la joven
temblaban de placer.
Bajo las nerviosas ramas del sauce
que daba sombra a la fuente,
en cuyo fondo se oculta la tiniebla
cuando hay luz,
vi a una joven.
Empezaba a amanecer.
Ella intentaba bajar del brocal
un cubo mojado.
Tímidamente le pregunté
si había visto la llama.
Me miró con sorpresa,
volvió hacia atrás la cabeza
y un momento después, dudando, asintió.
~~~
Canción
*
Agita un pañuelo blanco
el que se despide.
Cada día acaba algo,
acaba algo muy hermoso.
La paloma mensajera bate el aire con las alas,
de vuelta a casa.
Con esperanza y sin esperanza
siempre volvemos a casa.
Sécate las lágrimas
y sonríe con los ojos llorosos,
cada día empieza algo,
empieza algo muy hermoso.
~~~
Ser poeta
*
La vida ya hace tiempo me enseñó
que la música y la poesía
son en este mundo lo más hermoso
que puede darnos
excepto el amor.
En una antigua crestomatia,
publicada aún en tiempos del viejo imperio Austrohúngaro,
en el año que murió Vrchlicky*
busqué el tratado que hablara
de poética y de los adornos poéticos.
Luego puse una rosa en un vacito,
encendí una vela
y empecé a escribir mis primeros poemas.
Inflámate, llama de las palabras, y arde
aunque acaso me quemes los dedos.
Una metáfora sorprendente
es más que un anillo de oro en la mano.
Pero ni siquiera la metodología de Puchmajer
me sirvió de nada.
En vano recogía las ideas
y con fuerza cerré los ojos
para poder oír el misterioso primer verso.
En la oscuridad, lugar de las palabras,
entreví una sonrisa de mujer
y en el viendo cabello ondeantes.
Era mi propio destino
tras el que corrí, tropezando a veces,
sin respirar,
toda mi vida.
***
Jaroslav Seifert (Praga, 1901-1986)Versiones de Clara Janés
/
Hořící loď
*
Na cestu vydal jsem se k večeru.
Kdo hledá,
Bývá očekáván.
Kdo čeká, je jen nalezen.
Míjel jsem spící městečka, zákoutí s břečťanem, kde zbylo trochu hudby ještě od jara, až mě zastihla noc.
V její tmě vyšlehl oheň.
Někdo vykřikl:
Hoří loď!
Vášnivý jazyk plamene dotýkal se nahoty vody a dívčí ramena chvěla se rozkoší.
Pod nervózními větvemi vrb zastiňujících studnu, na jejímž dně se schovává tma, když je světlo,
Zahlédl jsem dívku.
Počínalo svítat.
Pokoušela se snésti z roubení mokrý okov.
Nesměle jsem se zeptal, zda nespatřila plamen.
Podívala se překvapeně,
Odvrátila hlavu a po chvilce váhavě přikývla.
~~~
Píseň
*
Bílým šátkem mává,
kdo se loučí,
každého dne se něco končí,
něco překrásného se končí.
Poštovní holub křídly o vzduchbije,
vraceje se domů,
s nadějí i bez naděje
věčně se vracíme domů.
Setři si slzy
a usměj se uplakanýma očima,
každého dne se něco počíná,
něco překrásného se počíná.
~~~
Býti básníkem
*
Život už mě dávno naučil,
že hudba a poezie
jsou na světě to nejkrásnější,
co nám život může dát.
Kromě lásky ovšem.
Ve staré chrestomatii,
vydané ještě c. k. knihoskladem,
v roce, kdy zemřel Vrchlický,
vyhledal jsem pojednání o poetice
a básnických ozdobách.
Pak jsem si dal do sklenky růžičku,
rozžal svíčku
a počal psát své první verše.
Jen vyšlehni, plameni slov,
a hoř,
ať se třeba popálím prsty!
Překvapivá metafora je víc
než zlatý prsten na ruce.
Ale ani Puchmajerův Rýmovník
nebyl mi nic platný.
Marně jsem sbíral myšlenky
a křečovitě zavřel oči,
abych zaslechl zazračný první verš.
Ve tmě však místo slov
zahlédl jsem žensky úsměv a ve větru
rozevláté vlasy.
Byl to můj vlastní osud.
Za ním jsem klopýtal bez dechu
celý život
martes, 27 de marzo de 2018
alberto girri / tres poemas
Poema con un poema
*
Del emperador
que desvalido se adormece
en su jardín,
tiene algo este
anciano a quien súbitamente
el deseo,
huésped no invitado,
vuelve, persiste en sacudirlo.
También se amodorra,
y los dos son como gatos,
no les importa
sino sobrevivir;
pero en su precario retiro
el viejo no enhebra canciones,
y en lugar de ir entreviendo
ejércitos que incendian y destruyen
concita sobre él un retorno
en procesión de bellezas
ahora agrias,
cada cual mostrándole
la forma de un triángulo
allí donde hubo un sexo,
todas
semejantes
a las tardías flores
que en el imperial jardín
aguardan el invierno.
~~~
Primavera de sufies
*
El océano hablando,
en espumas, gotas,
disímiles instante a instante,
pero una sola agua,
y las lenguas
de pájaros, flores,
el halcón
al relatar sus paseos acompañado
de los cuervos,
el ruiseñor, alabanza
infinita de la rosa,
la paloma que pregunta
por el camino hacia el amado,
y la cigüeña, su piadosa
disposición: "Tuyo es el reino,
tuyas las loas a Dios",
y el vocear
de hojas, pétalos,
la violeta
en hondos azules, el narciso
de ojos lánguidos, tulipanes,
el enrulado jacinto.
Sí, lo múltiple,
en nombre
del que no tiene nombre,
múltiple y uno,
el que en eterna
soledad era oculto tesoro,
y procuró que lo conocieran
y creó el mundo.
Sí, nacidos de él
océanos, pájaros, flores,
y para que con lo que dicen
tejamos la tela que nos viste,
bebamos el producto
que destila lo que dicen.
~~~
Puertas adentro
*
Como Blake con el tigre,
en tu gato no atiendes
a uñas, lengua áspera,
poblados pelos largos,
estrías blancas,
c lo que provocas desde confusa
f hermandad, la pretensión
de que en su vigor está el tuyo,
y de acercarle
elusivos discursos, soliloquios
para un no favorable
ni adverso ánimo,
sin cooperar, sin airadamente
estirarse indicando que apenas
cerraste postigos, cortinas,
él ya captó,
tu agitar antipatías, infatuaciones,
prontuarios de la menuda hojarasca
que en la sagacidad animal
pudiera disolverse,
apremio
por alguien que se mantiene
atado a su especie,
alcanzar
el par donde apoyarte, tu correspondiente;
como Blake y el tigre,
Poe y el cuervo,
Basho y la rana,
recluyéndote a pedir
el benjgno, consolador ajuste
de tu aliento, fatigoso golpe, desazón,
y la prescindencia del libre, que no juzga.
***
Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991)
lunes, 26 de marzo de 2018
carlos mellado / mea culpa
Escribir poesías
es un defecto como cualquier otro
es
como tener espinillas
o furúnculos.
El poeta
es un animal delicado,
que,
como los del zoológico
debe tener un trato especial:
no se le debe privar de alcohol,
alabanzas,
ni sexo.
Mantenido en el lugar apropiado
es inofensivo como cualquier alimaña.
***
Carlos Mellado (Chile, 1934)
domingo, 25 de marzo de 2018
marcelo guajardo thomas / ejemplo de extrañamiento
Cualquiera de estos autos en la lenta procesión junto a la playa
sus luces bajo tu departamento que circunda, tomado del vértice hacia la grieta
flotando sobre los riscos, en la niebla, que de pronto escoge su gobierno.
El extraño anochecer de la luz en una ciudad futurista a punto de desplomarse
a unos kilómetros de la virgen negra en la gruta serpentearte. Advierte.
El zumbido que se extiende desde las dunas, al agujero de piedra
donde las langostas crecían al amparo del esmero y el vértigo.
De qué te extraña que los golpes vengan de las paredes
que este único ruido venga del tibio acantilado interior.
Qué desgano trabar la piedra que desciende hasta su desembocadura,
lijar otra vez los sentimientos. La exasperante redondez de la piedra de río
inservible al final de su viaje.
***
Marcelo Guajardo Thomas (Santiago de Chile, 1977)
sábado, 24 de marzo de 2018
olga acevedo / selección de himnos
Himno 1
*
1-Este es Maestro, el punto exacto de aquel vórtice herido, no olvido un solo detalle de ese dédalo inextricable, conservo aun la sangre seca entre los dedos y el amargo sabor de aquel llanto sin consuelo.
2-Confieso que antes vi aparecer y desaparecer tu rostro como una larga amatista fulgurante, pero no quise entender tu palabra.
3-Sin embargo, y aunque el aire iba llenándose de plúmulas heladas, yo crucé resueltamente, luchando entre la vida y la muerte hasta llegar a ese punto exacto.
4-Qué mar de lívidos fantasmas y qué silencio de alas muertas de muy adentro de las islas, de los ignotos cráteres polares, venían barcos livianísimos que pasaban a la deriva como alados témpanos solitarios, perdiéndose con extraños mensajes hacia los últimos resplandores de la vida.
5-Ataviada enteramente para esa muerte, mi corazón jugaba a los hechizos sin mirar nunca de qué lado vendría el cataclismo, con cuanta ingenuidad levantaba el ruedo de aquella grande ola contenida en su vértice!
6-He dicho que recuerdo hasta el menor detalle de aquel dédalo inextricable, no exagero en lo más mínimo si declaro sentir aun en la obscuridad el chasquido de su látigo odioso cayendo pesadamente sobre el alma y veo saltar mis lágrimas al suelo como una copiosa reventazón de estrellas.
7-Ah, que vértigo de cumbres y de abismos, qué locura de amor y de sacrificio a las puertas mismas de la muerte.
De pronto era la mies ahíta y una hoz de relámpagos de fuego caía fulminantemente hacia la noche.
8-Oigo nítidamente ahora aquella tu voz de monje ausente, azotado de músicas y estrellas, tu manto azul, mojado, como recién salido de la muerte y todo el tiempo mirándome...
9-Herido por mi pena, quería tal vez sujetar mi espanto, huyendo cada vez más despavoridamente entre túneles ciegos, colgándose hacia atmósferas, pobladas solamente de halos pálidos y secretos intentos.
10-Qué viento negro arreaba mis amarras? ¿Hacia que túmulo preciso enfilaban las brújulas? yo nunca supe nada y aunque estabas tú conmigo velando tiernamente al pie de mi desdicha, pasé no obstante inconteniblemente hacia adelante.
11- Aquello fue naturalmente, como un tajo de luz hasta más allá de mi sombra, todo se perdió en el vacío de improviso y yo quede como una pobre lumbre sola colgando hacia el infinito, desde entonces no pude ser la misma.
12-Alguien se reía de mi observándome atar y desatar violetas con una seriedad de muchos siglos, ¿para que serviría todo eso?
13-Pero como todavía había un nudo entre las manos y una pesada ajorca en los tobillos, yo defendía mi secreto.
14-Largo tiempo estuve entre la vida y la muerte, girando vertiginosamente en un solo circulo restallando entre látigos y lágrimas, a espada limpia con los centinelas.
¿Que se proponía el destino?
~~~
Himno 2
*
1-Grande oleaje, a la hora de los musgos, apaga tú también los faros delirantes.
2-Retira de mí esos símbolos con que me acoges y devoras en silencio.
3- A los densos naufragios del espanto, sigue el carro de llamas con que me arrollas y me escudas.
4-He ahí las cálidas vertientes, los largos sueños abismados, su amapola nocturna, suspensa como un centinela.
5-Algo cae en los vidrios de la angustia y un ala rota se deshace por sus aguas.
6-Yo camino en el aire, con las manos tendidas al silencio como una sonámbula.
7- Con que hechizo me llamas? ¿Con qué cábalas me resucitas y me alumbras?.
8- Ay, es la hora del tiempo sin retorno, cuando todo perece y se desliza por las piedras como un agua callada.
9-Viajo desde remotos tiempos, en un vértigo amarrada a sus brújulas quemantes, adentro de su imán, su volcánico anhelo, fijo en mi como una mirada.
10- y ya no sé sino su nombre poderoso, su arcoiris atando mi soledad de cabo a cabo, toda entera en su signo.
11-Ay, y ahora donde moras, qué ciñes o desciñes? Te veo entre mis bosques silenciosos como un minero avasallante, desafiando alturas y raíces, tenso el oído fino sobre el temblor inaccesible, buceando.
12- Del lado de los ríos tormentosos, vienen las pálidas columnas deshojándose.
13- Altas, sin embargo, sus voces resurgidas, desandan las secretas estaciones con su cauda de símbolos y música.
14- Mas ay, no lo intentes
15-Sientes cantar a la que sueña, sentada en lo alto de su sombra, su esperanza entre los mástiles como la estrella hacia la noche?
16-Sientes rodar, venas abajo, sus suaves cauces desprendidos, vertiéndose a los fuegos caudalosos como corolas?
17-Oh batalla de amor siempre ganada, su regocijo entra en mi soledad como el primer abanderado para establecer su poderío y renovar sus medallas.
18- A menudo es la que llora sin consuelo, su vestido flota entre los túneles ocultos como el de ánima en pena, y su sollozo nutre los pechos amanecidos de la noche, detenida en su duelo, vastamente.
19-No detengas a la que vaga, sueño adentro, y canta, atada aún a su destino, entre los árboles de la noche.
20-Oh, apaguemos las altas luces, que ahí viene, en silencio…
~~~
Himno 3
*
1-Va cerrando sus párpados la noche y el naufragio viene despeñándose como un río, tormentoso y sin fin…
2- Débil pájaro herido, el alma corre azotándome contra las piedras en su propio oleaje turbulento.
3-.Y su esperanza estéril sigue por entre los dédalos siniestros impelida a madrigueras y trampas.
4- Qué de congojas mutiladas y qué lágrimas de sangre tras las vanas imágenes, el estruendo no logra apagar el desafío, ni ahogar la lengua pavorosa.
5-Alguien va echando los candados en el silencio y camina en puntillas por los portales húmedos.
6- Y siempre es la misma sombra que conspira y acecha, la que cae como un paño mortuorio sobre los débiles pasos.
7-Ay que mundo alucinante, en qué vértigo de tóxicos se sucumbe, tras qué vanos espejismos se muere?
8-Pobre ánima en pena, ahíta y acosada en sus fiebres, harta ya de nauseabunda y larga muerte, en descubierto y desvalida en sus tinieblas, oh llanto de ángel caído, hijo prodigo, golpead no obstante en la ancha puerta.
9- Cómo retumba el alto oleaje, las grandes mareas se ciñen y levantan en terrible imprecación y desafío.
10- Ay esas manos heladas anillándose como serpientes hasta el último latido, mientras la danza macabra sigue.
11- Y su despavorida contorsión duele como una vergüenza, los negros esqueletos cimbran sus cenizas impúdicas, tan dignas de lastima y socorro..
12-Pareciera todo perdido porque todo tiende hacia abismos y zonas pétreas, todo es vértigo y fatiga, y la angustia crece con velocidad hacia la más profunda muerte.
13-Oh, puede venir ya la noche pavorosa, la jauría acecha en los recodos, y los lobos en grandes manadas aúllan como nunca antes en las distancias.
14-Y más lejos, entre los altos muros, los magos negros apresuran sus alquimias infernales, imprecaciones estallan en la atmósfera sorprendida, siempre en pos de su pretenciosa y absurda muerte.
15-Ay, por qué mundo alucinante, en qué vértigo de tóxicos se sucumbe, tras que vanos espejismos se muere?
***
Olga Acevedo (Santiago de Chile, 1895-1970)
viernes, 23 de marzo de 2018
yaxkin melchy / ¿qué hace un poeta?
Explicar el cielo con su canto
con el canto que nace de su sangre
movimiento eterno
su sangre que es la sangre de los ríos
sus ideas en la mente
sin una falsa creación
siendo él la creación misma
tocando la luz de las hojas
Las estrellas caben en la palma de su mano
como él en la palma de la mano de su hermano
su amigo, su compañero,
su amante
Su palabra es para despejar
el humo moderno
que se aferra a permanecer
en los corazones
El canto del poeta sopla
levanta el polvo
agita los mares
con su calma moviente
hace que las piedras rían
que los pájaros alegren
sus cantos, canta juntando ríos
como niños que comen de los mismos frutos
Teje con su poesía
algo luminoso y bello
que en un segundo se difumina
cubre con un rocío solar
las mañanas del mundo
del nuevo mundo
Se escabulle
de la resplandeciente belleza
de los padres literarios
deja colgada del perchero
la capa de la fascinación
va desnudo, sin ropa
con el canto de sus cabellos
que han caído por el camino
en la almohada
en el piso del baño
en la tierra del vecindario
en el manantial a donde asomó la cabeza
lo mismo que la universidad
en donde se la pasa discutiendo
con gente demasiado obtusa
la misma universidad
en donde estudia por la tarde
la claridad del espejo de las palabras
(claridad que encuentra tan profunda como esquiva)
Pierde los cabellos mientras lee
mientras canta
mientras se detiene a escuchar
mientras enseña sobre la vida a sus hermanos
mientras va perdiendo estos sentidos
y los ojos y las orejas y los otros ojos
que aún guardan un espacio de soberbia
y las uñas y la piel
y los huesos
Dejó atrás la envidia por la creación
pero su alma continúa, ya limpia,
por la eternidad.
Entonces vuelve a nacer otro poeta:
—En donde vivió el antiguo maestro
ahora hay un árbol.
San José, Pucallpa, julio del 2016
***
Yaxkin Melchy (Ciudad de México, 1985) Hatun Mayu. Lima: Hanan Harawi Editores, 2016.
jueves, 22 de marzo de 2018
seamus heaney / casa de verano
I
¿Era el viento de los vertederos
o algo en el calor
que nos seguía los pasos, con el verano agriándose,
y un nido pestilente incubando en algún lugar?
¿De quién era la culpa?, me preguntaba, inquisidor
del aire poseído.
Para de pronto descubrir,
al levantar la estera
que había larvas, moviéndose-
e hirviendo, hirviendo, hirviendo.
II
Mientras arreglo la puerta, con mis brazos
repletos de cereza silvestre y rododendro,
a través de la entrada escucho su perdido
gimotear, que, carraspeando, tintinea
mi nombre, una y otra vez.
Oh amor, he aquí la culpa.
Las flores sueltas entre nosotros
se reúnen, componen
una especie de altar del mes de mayo.
Estos capullos francos y caídos
se tiñen pronto del color de un dulce bálsamo.
Asiste. Unge la herida.
III
Oh atendimos nuestras heridas con corrección
bajo la dulzura hogareña
y yacemos como si la superficie fría de una hoja
nos hubiese dejado sin aliento.
Postulo más y más
curas gruesas, como ahora
cuando te doblas en la ducha
el agua vive cayendo por la pila bautismal de tus pechos.
IV
Con un definitivo
impulso nada musical
largos granos empiezan
a abrirse y se separan
hacia adelante
y de nuevo agotamos
el blanco, pateado
camino al corazón.
V
Mis hijos lloran la calurosa noche extranjera.
Caminamos por el suelo, mi boca podrida se desahoga
contigo y yacemos rígidos hasta que el alba
acude a la almohada, y al maíz, y la viña
que sostiene su plena carga hacia la luz.
Las rocas de ayer cantaban cuando las golpeábamos
estalactitas en las viejas cuevas, goteando oscuridad -
nuestras llamadas de amor pequeñas como un diapasón.
***
Seamus Heaney (Condado de Derry, 1939-Dublín, 2013)
Versión de Vicente Forés y Jenaro Talens
/
Summer Home
*
I
Was it wind off the dumps
or something in heat
dogging us, the summer gone sour,
a fouled nest incubating somewhere?
Whose fault, I wondered, inquisitor
of the possessed air.
To realize suddenly,
whip off the mat
that was larval, moving
and scald, scald, scald.
II
Bushing the door, my arms full
of wild cherry and rhododendron,
I hear her small lost weeping
through the hall, that bells and hoarsens
on my name, my name.
O love, here is the blame.
The loosened flowers between us
gather in, compose
for a May alter of sorts.
These frank and falling blooms
soon taint to a sweet chrism.
Attend. Anoint the wound.
III
O we tended our wound all right
under the homely sheet
and lay as if the cold flat of a blade
had winded us.
More and more I postulate
thick healings, like now
as you bend in the shower
water lives down the tilting stoups of your breasts.
IV
With a final
unmusical drive
long grains begin
to open and split
ahead and once more
we sap
the white, trodden
path to the heart.
V
My children weep out the hot foreign night.
We walk the floor, my foul mouth takes it out
On you and we lie stiff till dawn
Attends the pillow, and the maize, and vine
That holds its filling burden to the light.
Yesterday rocks sang when we tapped
Stalactites in the cave’s old, dripping dark
Our love calls tiny as a tuning fork.
miércoles, 21 de marzo de 2018
mayra oyuela / poema para nunca ser leído después de una única noche
Ya en esta ingravidez
obligada
a atarme una y otra vez los zapatos,
sólo para desperdiciar ese segundo de verdad
en tus ojos de almendra,
Me dirás que la lluvia no existe
que estos dos años de no ir al cine
son un cuento, un pretexto barato
para no hacer el amor con un desconocido.
Me dirás que llegué tarde,
¡como siempre!
tarde para la cena
tarde para la velada con tus amigos imaginarios,
tarde para redactarte la carta de amor cuando te conocí
y la que debí escribir horas después,
la madrugada en que te marchaste así como abril,
ardiendo en el pecado de recordarte:
desnudo y a media luz en mis brazos.
-Debí ser menos austera-
Romperme la blusa azul con su caída libre
para dejarte ver mi pecho efervescente de deseo
-Debí ser la excepción –
permitirte destruir con cada uno de tus dientes
todo el desdén de mis palabras de amor suspicaz.
Debí golpearte la frente
yo tu idea absoluta,
¡Que insensata!
Fingir con más ganas que no importaba que te fueras,
que olvidaras mis formas de desnudarme en silencio,
con miedo de planeta a medió descubrir,
y entonces comer de tu ritmo,
replicando mi sombra en tus parpados
Alzada a tu estatura
ser amada dilapidadamente
como siempre lo espere.
***
Mayra Oyuela (Tegucigalpa, 1982)
martes, 20 de marzo de 2018
martín gubbins / de fuentes del derecho
Caso de emergencia
*
Encender las luces bajas
Quitarse los lentes de sol
No utilizar el celular
No detenerse salvo en caso de emergencia
Si se incendia el vehículo
Apagar el motor
Dejar puesta la llave
Abandonarlo
Si se incendia otro vehículo
Mantener distancia prudente
Si se puede continuar el viaje
Por favor hacerlo
No detenerse salvo en caso de emergencia
Encender las luces bajas
Apagar el motor
Por favor hacerlo
Si la circulación se ha detenido
Seguir las instrucciones del personal
De la autopista o Carabineros
En caso de evacuación acercarse
A una salida de emergencia
Ayudar a otras personas
Acceder a zonas seguras
Estar atento a los mensajes
De radio y altoparlantes
Pedir auxilio en la estación
Más cercana
Si se puede continuar el viaje
Por favor hacerlo
~~~
Declaración universal
*
Todos los seres humanos nacen
Dotados como están
De razón y conciencia
Toda persona tiene
No se hará distinción alguna
Todo individuo tiene derecho a
Nadie estará sometido a
Nadie será sometido a
Todos tienen derecho al
Todos los seres humanos son
Derecho a
Todos son
Sin distinción
Todos tienen
Toda persona tiene derecho a
Nadie podrá
Toda persona tiene derecho a
Toda persona
Nadie será
Nadie será objeto de
Toda persona tiene
Y a
Este derecho no podrá ser
A nadie se le
Los hombres y las mujeres
Sólo mediante
La familia es el
Toda persona tiene derecho a
Nadie será
Todo individuo tiene derecho a
Toda persona
Nadie podrá
Toda persona tiene
La voluntad del pueblo
Toda persona es
Toda persona
Toda persona trabaja
Tiene derecho a
Toda persona
Derecho tiene
Toda persona
En el ejercicio de sus derechos
Estos derechos
Tampoco podrán
Toda persona nada
En la presente
Declaración universal
~~~
La pista de un consumidor
*
Qué
Hago con las
Cosas que
Compro en el
Supermercado
Qué
Hago con
Los vales en vez
Qué
Hago con las
Historias que
Leo en los diarios
Qué es lo que en
Tiendo de las
Noticias e informes
Qué
Hago con los
Lugares que veo
Los
Movimientos que hago
Las
Personas que conozco
Los
Tragos que tomo
Las
Cosas que fumo
Qué
Hago con ellas
Qué en
Tiendo de ellas
Qué
Puedo hacer
Qué
Puedo decir
De los
Recorridos de buses
Qué es lo que en
Tiendo de los
Avisos que veo
Qué
Debo hacer
Qué
Debo decir
Qué
Veo en vez
Dónde
Puedo ir
Cómo
Podría ir
Qué
Hago
Qué es lo que en
Tiendo de mí al tomar las
Ofertas que me hacen
Las
Promociones que encuentro
Qué
Hago con ellas
Me las
Como
Las
Uso
Me las
Pongo
Las
Detesto
Las
Requiero
Me las
Trago
Las
Añoro
Las
Escucho
Las
Congelo
Las
Persigo
Las
Requiebro
Las
Observo
Las
Boto al basurero después de que las
Gasto
Las
Vomito
Me las
Meto
Las
Tomo y las
Apropio
Las
Descarto y las
Desecho
Voy andando por ahí
Trampeando con ellas
Truqueando
Engañando
Persistentemente
Mordisqueando
Mordiendo
Trotando
Haciendo creer que ellas
Pasan
Soy una rata
Soy un ratón
Tengo orejas largas
Y ojos mentirosos
Mi boca es tan larga
También mi cola
Me carga mi
Cara también
Mi ho
Cico filudo
Lo
Vi tantas veces
Yo
Correteo
Yo
Que escurro
Lo odiaré como lo he hecho
Soy una rata
Soy un ratón
Me escondo en mi co
Vacha
Debo callar la
Boca
Me tengo que en
Cerrar
***
Martín Gubbins (Santiago de Chile, 1971) Fuentes del Derecho. Santiago de Chile: Ediciones Tácitas, 2010.lunes, 19 de marzo de 2018
jáchym topol / la mañana, siempre
Mi héroe, aquel hombre
yo maté a una rata, a un hombre, sí, en otros tiempos,
en otro sitio, estaba tumbado, en la arena de un desierto, en la playa,
con una mujer desnuda.
El hombre se ríe
y luego, alguien le perdonará,
puede,
habíamos perdido mucho más ¿y D. acaso está aquí?
¿Ahora?
Se le ha ocurrido por la mañana y pensaba en el juicio.
En ese, abierta la sesión, sin parar, desde el primer segundo,
desde la primera célula, desde el amanecer de la Tierra,
puede que sí, se dijo a sí mismo y observaba el espejo
cuando se afeitaba con la maquinilla vieja,
con cuchillas oxidadas,
llenas de mierda.
***
Jáchym Topol (Praga, 1962)
Versión de David Matuška Olzín
/
Ráno, pořád
Muj hrdina ten chlapík
já zabil krysu zabil člověka no jo v jiný době
jinde ležel v písku mořský poště pláže
s nahou ženou.
Chlapík se směje
a pak mu někdo odpustí
možná
přišli jsme o víc a je vůbec ten B. tady?
Teď? Napadlo ho ráno a myslel na soud.
Na ten co zasedá nepřetržitě od první vteřiny
od první buňky od rána Země
asi jo řekl si a sledoval zrcadlo
když se holil tim starým večně
špínou a rzí zarasným
strojkem s žiletkama.
domingo, 18 de marzo de 2018
felipe ruíz / un poema una canción
sube a nacer conmigo hermano...
es un poema. es una canción.
es un poema
es una canción
poema!
canción!
me repetía la hippie mientras tarareaba:
no volverás desde...
una canción de Los Jaivas –decía-
del disco chileno más aplaudido en el mundo
un poema –decía yo- del poeta aplaudido en el mundo
yo vengo a hablar...
-un pobre huérfano
-pero lleno de mujeres
otro pobre huérfano que andaba buscando a su mami
en sus amantes
como yo?
sí, como tú
como yo en ti?
como tú en mí?
dejamos que el gato muerto maullara
a través de la cinta magnética
como los ojos de la hippie
como las piernas de la hippie
como los porros de la hippie
y nos quedamos pegados
mírame desde el fondo de las sombras...
qué busco entre esas piernas de hippie india?
una más para hacerme la América
un pacha mama?
***
Felipe Ruíz (Coronel, 1979)
sábado, 17 de marzo de 2018
kateřina rudčenková / escombros
Comenzó con la esquizofrenia.
Una luz oblicua los despertaba cada día.
La casa se estremecía
con el estruendo de los tranvías.
Ya desde pequeños.
Nos vamos acomodando, hora tras hora.
Aquí, en esta escombrera, vivía con mi hermano.
En este lugar nos despabilaba el ruido.
Se erguía acá el árbol de navidad
y al lado, en la cocina, vivía la abuela.
Resonaban aquí los pasos,
el tintineo de los cubiertos,
el agua al correr, la risa,
el peine posado ante el espejo.
Solías tener el pelo largo.
Que de los escombros rescatarás libros,
fotos, cartas y joyas.
Que ahí encontrarás tus manos de niña,
tu cabeza, tu sueño y tu miedo.
A qué nos aferramos.
A la ruina, como siempre.
A qué volvemos.
A las paredes.
El polvo ya no hace ningún mal,
no lo limpies ya más.
***
Kateřina Rudčenková (Praga, 1976)
Versión de Patricia Gonzalo de Jesús/
Sutiny
*
Začalo to schizofrenií.
Šikmé světlo je denně budilo.
Dům se otřásal duněním tramvají.
Už odmala.
Zabydlujeme se, hodinu po hodině.
Zde v této haldě jsme žili s bratrem.
Tady nás budil hluk.
Stál tu vánoční strom
a vedle v kuchyni žila babička.
Zněly tu kroky,
cinkání příborů, puštěná voda, smích,
hřeben pokládaný před zrcadlo.
Mívala jsi dlouhé vlasy.
Že budeš ze sutin vytahovat knihy, fotky,
dopisy a šperky.
Že tam najdeš své dětské ruce, svou hlavu,
svůj spánek a strach.
K čemu se upínáme.
Ke zmaru jako vždy.
K čemu se vracíme.
Do zdí.
Prach už tomu neublíží,
už ho neutírej.
viernes, 16 de marzo de 2018
serguéi yesenin / dos poemas
Otoño
*
a R. V. Ivanov
Silencioso, en la espesura del enebro, en la pendiente,
el otoño, yegua rojiza, rasca las crines.
Sobre el manto fluvial de las orillas
se oye el resonar azul de sus herraduras.
El viento asceta con su cauteloso paso
aplasta las hojas en las salientes del camino.
Y en el arbusto de serval besa
las llagas rojas del Cristo invisible.
~~~
La confesión del granuja
*
No todos saben cantar,
no todos pueden ser manzana
y rodar a los pies de los demás.
Esta es la suprema confesión
que puede hacer un granuja.
Ando intencionalmente despeinado
con la cabeza como una lámpara a petróleo.
Me gusta iluminar entre tinieblas
el deshojado otoño de vuestras almas.
Me gusta cuando las piedras de los insultos
vuelan hacia mí, como el granizo de una eructante tempestad.
Entonces sólo oprimo con más fuerzas
la pompa oscilante de mis cabellos.
Con cuánto cariño recuerdo
el estanque invadido por la hierba y el ronco tañido del aliso,
y que en algún lugar viven mi padre y mi madre,
a quienes todos mis versos no les importan un comino,
pero que me aman como al campo y a su propia sangre,
como a la llovizna que en primavera mulle los brotes.
Ellos les clavarían a ustedes sus horquetas
por cada injuria que lanzan sobre mí.
¡Pobres, pobres campesinos!
Seguramente ya están feos y viejos
y aún temen a Dios y las ánimas del pantano.
¡Oh, si pudieran entender
que su hijo
es el mejor poeta de Rusia!
¿Acaso sus corazones no se helaban
cuando sus pies desnudos tocaban los charcos del otoño?
Ahora anda con sombrero de copa
y zapatos de charol.
Pero vive en él, con ímpetus de antaño,
el mismo aldeano travieso.
Desde lejos saluda con reverencias
a las vacas pintadas en los letreros de las carnicerías,
y cuando se cruza con los coches de la plaza
recuerda el olor del estiércol en los campos natales
y está dispuesto a levantar la cola de cada caballo
como la cola de un traje de novia.
Amo mi patria.
¡Amo inmensamente a mi patria!
Aunque exista en ella la tristeza y la herrumbre de los sauces.
Me gustan los hocicos fangosos de los cerdos
y las voces estridentes de los sapos en el silencio nocturno.
Estoy enfermo de recuerdos de infancia.
Sueño con la humedad y la niebla de las tardes de abril.
Como queriendo entibiarse
nuestro arce se encuclilló ante la fogata del ocaso.
¡Cuántos huevos robé de los nidos de las comadrejas
trepando de rama en rama!
¿Será el mismo con su cima verde?
¿Será como antes tan dura su corteza?
¿Y tú, mi querido,
mi fiel perro overo?
La vejez te ha puesto gruñón y ciego
y vagas por el patio arrastrando tu cola caída,
tu olfato ya no distingue el establo de la casa.
Cuán queridas me son aquellas travesuras
cuando hurtaba pan a mi madre
y lo mordíamos por turno
sin sentir asco uno del otro.
Soy el mismo de antes
y mi corazón es el mismo.
Los ojos florecen en el rostro como azulíes en el centeno,
y al extender las esteras doradas de mis versos
quisiera decirles mis palabras más tiernas.
¡Buenas noches!
¡Buenas noches a todos!
La guadaña de la aurora ha enmudecido
sobre la hierba del crepúsculo...
Siento unas ganas enormes
de mear la luna desde la ventana.
¡Luz azul! ¡Es tan azul la luz!
En este azul ni siquiera morir importa.
¡Qué me importa parecer un cínico
con un farol colgando del trasero!
Mi viejo, buen y derrengado Pegaso,
¿acaso necesito de tu trote apacible?
He llegado como un amo severo
a cantar y glorificar las ratas.
Mi cabezota, como agosto,
vierte el vino burbujeante de los cabellos.
Quiero ser el velero amarillo
que va hacia el país adonde todos navegamos.
***
Serguéi Yesenin (Konstantínovo, 1895-Leningrado, 1925)
Versiones de Gabriel Barra y Jorge Teillier y Natalia Litvinova respectivamente.
/
Осень
*
Р. В. Иванову
Тихо в чаще можжевеля по обрыву.
Осень — рыжая кобыла — чешет гриву.
Над речным покровом берегов
Слышен синий лязг ее подков.
Схимник-ветер шагом осторожным
Мнет листву по выступам дорожным
И целует на рябиновом кусту
Язвы красные незримому Христу.
~~~
Исповедь хулигана
*
Не каждый умеет петь,
Не каждому дано яблоком
Падать к чужим ногам.
Сие есть самая великая исповедь,
Которой исповедуется хулиган.
Я нарочно иду нечесаным,
С головой, как керосиновая лампа, на плечах.
Ваших душ безлиственную осень
Мне нравится в потемках освещать.
Мне нравится, когда каменья брани
Летят в меня, как град рыгающей грозы,
Я только крепче жму тогда руками
Моих волос качнувшийся пузырь.
Так хорошо тогда мне вспоминать
Заросший пруд и хриплый звон ольхи,
Что где-то у меня живут отец и мать,
Которым наплевать на все мои стихи,
Которым дорог я, как поле и как плоть,
Как дождик, что весной взрыхляет зеленя.
Они бы вилами пришли вас заколоть
За каждый крик ваш, брошенный в меня.
Бедные, бедные крестьяне!
Вы, наверно, стали некрасивыми,
Так же боитесь бога и болотных недр.
О, если б вы понимали,
Что сын ваш в России
Самый лучший поэт!
Вы ль за жизнь его сердцем не индевели,
Когда босые ноги он в лужах осенних макал?
А теперь он ходит в цилиндре
И лакированных башмаках.
Но живёт в нём задор прежней вправки
Деревенского озорника.
Каждой корове с вывески мясной лавки
Он кланяется издалека.
И, встречаясь с извозчиками на площади,
Вспоминая запах навоза с родных полей,
Он готов нести хвост каждой лошади,
Как венчального платья шлейф.
Я люблю родину.
Я очень люблю родину!
Хоть есть в ней грусти ивовая ржавь.
Приятны мне свиней испачканные морды
И в тишине ночной звенящий голос жаб.
Я нежно болен вспоминаньем детства,
Апрельских вечеров мне снится хмарь и сырь.
Как будто бы на корточки погреться
Присел наш клен перед костром зари.
О, сколько я на нем яиц из гнезд вороньих,
Карабкаясь по сучьям, воровал!
Все тот же ль он теперь, с верхушкою зеленой?
По-прежнему ль крепка его кора?
А ты, любимый,
Верный пегий пес?!
От старости ты стал визглив и слеп
И бродишь по двору, влача обвисший хвост,
Забыв чутьем, где двери и где хлев.
О, как мне дороги все те проказы,
Когда, у матери стянув краюху хлеба,
Кусали мы с тобой ее по разу,
Ни капельки друг другом не погребав.
Я все такой же.
Сердцем я все такой же.
Как васильки во ржи, цветут в лице глаза.
Стеля стихов злаченые рогожи,
Мне хочется вам нежное сказать.
Спокойной ночи!
Всем вам спокойной ночи!
Отзвенела по траве сумерек зари коса...
Мне сегодня хочется очень
Из окошка луну............
Синий свет, свет такой синий!
В эту синь даже умереть не жаль.
Ну так что ж, что кажусь я циником,
Прицепившим к заднице фонарь!
Старый, добрый, заезженный Пегас,
Мне ль нужна твоя мягкая рысь?
Я пришел, как суровый мастер,
Воспеть и прославить крыс.
Башка моя, словно август,
Льется бурливых волос вином.
Я хочу быть желтым парусом
В ту страну, куда мы плывём.
jueves, 15 de marzo de 2018
jorge fondebrider / cross country
I. Bristol
Dormidos, en taxi, temprano, nos fuimos
de Cardiff a Bristol,
72 km para viajar al norte.
Pero por el mal tiempo, se suspendió el avión.
Cansados, molestos, corrimos,
llegamos al andén,
vamos al norte en tren,
viajamos desde Bristol,
ciudad de iglesias bombardeadas
y casi nada más esa mañana de ansiedad.
Llevamos las ganas de llegar y tres valijas.
Llevamos los bostezos de una noche mal dormida.
Miramos por el vidrio. Richard lee.
Marina dice que el campo se termina en una huerta.
Detrás de la ventana vemos cielo, nubes negras,
los prados bien peinados y prolijos,
y el orden aparente de Inglaterra
después de su violencia soterrada, aunque latente,
expuesta en muchas guerras..
II. Birmingham
En los años sesenta, para la música, fue tan importante como Liverpool:
Spencer Davis Group, Traffic, The Move son prueba suficiente.
Mercedes Álvarez un día me contó que vivió aquí:
una ciudad industrial, siempre muy gris, muy castigada.
Pero charlábamos de algo con Richard y Marina y no presté atención.
Puede vivir sin mí, les dije. Qué cosa, preguntaron.
La ciudad puede vivir sin mí.
III. Sheffield
Sheffield está en el sur de Yorkshire.
Se llama Sheffield por el río Sheaf, que la cruza y que no vi porque dormía.
Lo sé por la foto de Marina.
Roncabas –dijo ella.
Roncaba.
IV. Leeds
En el 616 o 626, el reino de Elmet fue invadido por Northumbria.
Loidis entonces ya fue Ledes, que fue Leeds,
que en los siglos XVII y XVIII la lana volvió próspera.
De lo demás, sé poco. Lo importante
es que, el 14 de febrero de 1970,
allí los Who grabaron un concierto.
Se lo digo a Marina que vive en otro mundo
y con otras referencias. No me entiende. Richard, sí.
Dice “los Who”,
y el tren, como el tiempo, avanza inexorable.
V. York
Ebocarum era un fuerte en la provincia romana de Britania.
Más tarde llegó a ser una ciudad amurallada
que un día de otro siglo ya fue York, en el norte de Yorkshire,
y quedó en manos de los anglos, de los vikings,
de Erico I de Noruega, echado por Eadred, el rey de los ingleses.
Después vino otro rey, pensaba yo apoyado contra el vidrio
mientras el tren avanza.
Digamos que una cosa es creer en las virtudes de la guerra,
llenarse la boca con la guerra
y otra cosa muy distinta es sentir olor a carne chamuscada,
ver gente sin cabeza,
tener hambre,
tener miedo
saberse responsable de la guerra.
VI. Durham
Aquí vivió Ric Caddel, con quien cambiamos cartas y no nos conocimos
nunca porque un día se murió. Tengo sus libros.
Pronuncian “Duran”, muy rápido y cortito,
y rápido y cortito pasa el tren por la ciudad.
VII. Newcastle
Bajamos en Newcastle. Todo un día.
La cruza el río Tyne de la canción.
Adriano estuvo aquí con su muralla
para impedir que los pictos se instalaran. Se instalaron,
de todas formas, poco a poco. Como Bill.
Bill Herbert es de Dundee y esa noche
nos presenta en la lectura de la universidad.
Histrión y buen poeta, le creemos.
Uno siempre debería creerle a un buen poeta,
sabiendo de antemano que no importa
que diga o que no diga la verdad.
VIII. Lindisfarne
Con marea baja se llega caminando.
Con marea alta es una isla en la costa de Northumberland.
Aidan, que era monje, le puso un monasterio,
donde estuvo San Cuthbert,
San Eadfrith,
San Eadberht,
todos santos de nombres imposibles de siglos imposibles.
Después hubo los vikings, los normandos, los ingleses,
nosotros que pasamos con el tren.
IX. Berwick-upon-Tweed
Bryneich fue Beornice, fue Bernicia
que finalmente llegó a Berwick,
el pueblo o la granja de cebada según el traductor.
La cruza el río Tweed que bordea la frontera entre Inlaterra y Escocia.
Cuatrocientos años de peleas, de ser de unos y otros
para volverse un día la ciudad más al norte de Inglaterra y para siempre.Por la ventana
vimos Berwick-upon-Tweed como una exhalación,
sus muros medievales,
la noche que caía,
el fin del viaje.
***
Jorge Fondebrider (Buenos Aires, 1956)
Poemas publicados en el N° 100 (junio de 2017) del Periódico de Poesía, editado por la Universidad Autónoma de México.
Fotografía en Otra iglesia es imposible
miércoles, 14 de marzo de 2018
marina tsvetáyeva / tres poemas
¡Conozco la verdad! ¡Todas las verdades anteriores – fuera!
En este mundo no debería luchar el hombre contra el hombre.
Miren: la tarde, miren: viene la noche.
¿Qué desean ustedes – poetas, líderes, amantes?
El viento desciende, la tierra se cubre de rocío,
pronto, en el cielo, se helará el torbellino estelar
y bajo la tierra descansarán
los que en la tierra no dejaban dormir a otros.
~~~
Algún ancestro mío fue – violinista,
además jinete y ladrón.
¿Por eso me comporto como una callejera
y mi pelo huele a viento?
¿Acaso no es él, moreno, quien roba
con mi mano – los damascos,
el cabello rizado y la nariz aguileña,
culpable de mi destino impetuoso?
Detrás del arado espiaba a los trabajadores
mientras masticaba escaramujo.
Era un mal compañero, – ¡pero un amante
valiente y cariñoso!
Aficionado a la flauta, la luna y los collares,
y a las jóvenes del pueblo…
Me parece que mi antepasado de ojos amarillos
también era un cobarde.
Por una moneda le vendió su alma al diablo –
no pasaba a medianoche por el cementerio.
Andaba con un cuchillo
escondido en la bota.
Una vez se apareció en la esquina,
saltó como un gato flexible…
Comprendí que mi ancestro
¡no se dedicaba al violín!
~~~
No puede navegar un barco para siempre,
tampoco el ruiseñor cantar.
Tantas veces quise vivir
¡y tantas morir!
Cansada de este juego,
como del bingo en la infancia,
me apartaré,
feliz de no creer
que existe un mundo mejor que éste.
***
Marina Tsvetáyeva (Moscú, 1892-Yelábuga, 1941) Noche mía, rival mía. Buenos Aires: Editorial Llantén, 2017.
Versiones de Natalia Litvinova
martes, 13 de marzo de 2018
westonia murray / tres poemas
Los poetas de Australia deseaban
Mi adolescencia Mi desenvoltura
Pero despreciaron mis textos
En Escocia dejé de escribir
Y en Canadá me sepulté bajo la nieve
El matrimonio Y el ardor furtivo de Jacqueline
Volví a escribir en la Patagonia
Hice un pacto con el viento
Que apagó de una sola ráfaga
Las luces de la fama
Y humedeció mis poemas
~~~
Atesoré la sangre
De mi primera menstruación
Yo era también eso
La emoción de no tener miedo
De lo que la domina a una
Me sedujo desde entonces
Vi a mi madre con otros ojos
Su pelo Su piel de mujer malaya
Alguna vez tuve en mi boca
Sus pechos
~~~
Mucho antes de ser trovadora
De mi amores Mucho antes
De haber dejado de enamorarme
En secreto Me propuse
Conocer la temperatura
Que moviera mi cuerpo
En pos de otros
***
Westonia Murray (Townsville, 1938) Biografía en los saquitos de té. Buenos Aires: Editorial Llantén, 2017.
Versiones de Tom Maver
lunes, 12 de marzo de 2018
alfredo veiravé / cinco poemas
Rainy Taxi
*
Llueve sobre las mujeres solitarias
cometas de plantas hechizadas
vienen corriendo entre los
gigantes gemidos
delirios fúnebres
bocas pintadas en forma de corazón
y al mismo tiempo
no sé por qué —alegres, empapadas—
con un paraguas negro
y unos guantes deliciosamente muertos las manos adentro
sus uñas violetas sus espaldas comidas por los caracoles.
¿Desde qué antiguo esplendor viene este taxi
bajo la lluvia
en la desnudez de las dos mujeres solitarias?
Podría decir que van para un museo
si no fuera que naufragan constantemente en los círculos
[del Dante.
~~~
Mi casa es una parte del universo
*
Los que la vieron dicen que la tierra
es una esfera en el espacio, un planeta
más bien pequeño
del tamaño del dedo pulgar de los astronautas.
Yo no lo dudo porque he visto las fotografías
y porque ahora estoy a casi medio planeta de mi casa.
Lo mejor de todo esto es que en ese pulgar
también mi casa es una parte del universo.
Cómo no serlo si en el patio del fondo
hay un filodendro de gigantes hojas y también gusanos bajo
la tierra
aptos para la pesca, y ahora que me acuerdo
el olor de los helechos contra la pared
la cara de Delfina o Federico entre los árboles
y aquel canario que se nos voló de noche.
~~~
Poema
*
Claudia Cardinale ave de grandes plumajes y sus pechos
como torres me despierta temprano
se pasea por el hueco que dejamos los dos entre medio
y pone en la vitrola discos de Gardel o Joan Baez
me lee —es un decir— los últimos poemas ya borracho
alucinatorio Dylan Thomas A propósito escribe mal su
apellido y de
pronto un golpe de amigos lejanos me sube por las
[piernas
pido un mate y la veo pasearse desnuda entre
los huecos del tango
“las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo,
[¿viste?”
y me digo con alegría hoy no iría para nada al empleo
si no estuviera realmente
piantao piantao como ella me dice pero Claudia Cardinale
[me
consuela me
arregla el pelo con ternura italiana
me cuenta con sus dedos larguísimos y sus uñas violetas
las seis o siete arrugas horizontales de
la frente (casa de los gusanos en la morera
templo del dios del trópico
escritura de puertas cerradas
el lugar donde los pensamientos eróticos se
[sientan
en cuclillas mariposa que imagina rápidamente
[el golfo estrecho
de Magallanes de tu cintura la magia
[de esos pantalones
ajustados)
después se mete en el pecho
(departamento horizontal en pleno campo con
vistas
a las
vacaciones anuales a los días sin nada y sin nadie
la máquina del mundo que pusiste a andar adentro
de mí, gramaticalmente correcto)
y me dice con tranquilidad no exenta de ironía
(la inocencia como estado ahistórico)
que no tengo la obligación de escribir poesía de
[compromiso
o canciones de protesta que
nuestro amor es puro
y que nada nos salvará
cuando ella se haya ido cuando yo detenga los dedos
[sobre
los broches de su corpiño Inútilmente me dejo arrastrar
por las dudas y después me siento a escribirle este poema
que le dirá “buen día Claudia” “tomemos juntos el
desayuno” No sé por qué la historia contemporánea
[de América
Latina no consigna estos detalles feroces
pero lo que sé
muy bien es que Claudia y yo nos amamos como dos
[buzos
bajo el mar como dos caracoles bajo la playa
como dos turistas en Venecia como dos espinas de la
corona
de Cristo en un relicario como dos
sombras revolucionarias de espaldas en la tierra.
~~~
Reportajes sobre la realidad
*
Al ver caer las flores rosadas del lapacho sobre las
[imágenes
de este árbol que anuncia en sus cielos la actividad de la
mirada sentimental, el elogio simple de un espectáculo
[que
no es sintáctico, cualquier novelista diría que ellas (las
[flores)
son personajes delicados, seres emergentes de voces que
[descubren
la realidad de los objetos, en este caso hermosos para la
[escritura
de las estaciones del año, el recuerdo guardado en el
[pecho de sus criaturas
inventadas. El poeta que transgrede los géneros literarios
cerraría los ojos y en sus frases respondería con otros
[resultados
a la ansiedad de sus lecturas compartidas en un reportaje
circular: ¿qué es lo que veo, qué es lo que quiero ver,
[qué es lo que
no puedo ver de estas flores del lapacho sobre
la alfombra rosada de la vereda, que aquí se ha formado
[hoy como
una metáfora de la vida o de la muerte?
La idea simple de una alfombra tejida de rosadas flores
[volátiles
es una antimonia de la realidad, una respuesta posible al
[cuestionario,
una metáfora de la imaginación o de la inteligencia,
[quizás,
simplemente, un homenaje al amor distante de quien las
[mira:
—El significado de un poema sólo puede ser otro poema,
[pero ¿cómo
diferencia usted a la poesía de estas flores del lapacho?
—Es muy simple, porque el poema tiene el aspecto
[geométrico
de la poesía.
—¿Y cómo la reconoce?
—A primera vista, por el sonido mental de ese momento,
[y además
porque la poesía nos enriquece la realidad, como el
[lapacho.
~~~
Los lapachos han vuelto a florecer
*
Los lapachos han vuelto a florecer en este mes de agosto
como si fueran el eje de la historia, y la explosión de
sus flores rosadas un movimiento circular de suaves
[rotaciones
¿qué
piensan dentro de sus ramas (aparentemente
imperturbables) sobre
lo que pasó este otoño en los mares del sur bajo un
manto
[de
neblinas?
Pero de pronto los lapachos florecieron y luego dejaron
[caer
sus flores en el sueño de esa llovizna sin noticias,
y los albatros quedaron sepultados en las Islas.
Y los padres nos quedamos mirando en el aeropuerto
cómo nuestros hijos subían a los aviones de transporte
con armas y cascos y mochilas y fuertes
borceguíes para el frío del sur abajo del planeta que se
iba cantando la marcha de San Lorenzo pero a él no lo
[podíamos distinguir
cuál era desde la terraza porque
ya no era nuestro hijo sino un soldado que iba hacia la
[guerra
y a mí se me cruzaron todas las palabras
rotas
tartamudas
y todavía siento que en aquella madrugada
cuando los aviones se perdieron en el cielo a las seis de la
[mañana
supe que ya podía escribir rabiosamente
la palabra cibilización con be larga, por lo menos.
Y como si nada hubiera ocurrido, en agosto los lapachos
[han vuelto a florecer
sobre nuestros corazones con armas de papel “igual que
[sobrevivientes
que vuelven de la guerra”.
***
Alfredo Veiravé (Gualeguay, 1928-Resistencia, 1991)
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