miércoles, 26 de noviembre de 2025

don cellini / dos poemas










Poema completo,
envuelvo metáforas

en hoja de plata, adjetivos
en niebla azul, verbos en

fuego blanco, los dejo
debajo de un roble.

Mañana vuelvo a doblar
y formar un poema nuevo

que envuelvo en seda,
y vello de cardo. La belleza

debe ser protegida
en tiempos de sequía

**


sentado o parado
caminando o esperando

ya no soy
quien era antes

hoy llevo agua
para los muertos

baile caprichoso
sombra efímera

de tus alas
después de tantos años

***
Don Cellini (Crestline, 1949)
Versiones al español por el propio autor

/

Poem complete,
I wrap metaphors

in silver foil, adjectives
in blue mist, verbs in

white fire, leave them
beneath an oak.

Tomorrow I refold
and shape a new poem,

which I wrap in silk,
and down of thistle. Beauty

must be protected
in times of drought.

**

sitting or standing
walking or waiting

I am no longer
who I was before

today I carry water
for the dead

capricious dance
ephemeral shadow

of your wings
after all these years

martes, 25 de noviembre de 2025

héctor hernández montecinos / un poema










La voz
la lengua viva que repasa mis oídos
es un cuerpo que escucha sus fisuras más internas
en la piel
que es la que resuena al tocar las palabras con el lápiz
las que producen un sonido
que en el papel se imprime
por lo que habría que leer como ciegos
 
crearle un mundo a mi dolor
porque con eso lo convierto en escritura
rodear a la herida de ficciones
para que también se ficcionalice
que la herida de mi yo
se contraponga al no yo y a todas las no heridas
y llegue de rebote a alguna verdad
como la de poder encontrarme con mi doble
 
imagino el miedo
cuando tengan que enfrentarse el autor y su homónimo
insertos en la obra
mientras ésta se rebela y rechaza a uno de los dos
convirtiéndolo en una ilusión que se deshace
ni dios ni el hombre ni el autor han muerto
sino que se han escondido en su propia creación
para permanecer fuera de sí
y poder existir para siempre

***
Héctor Hernández Montecinos (Santiago de Chile, 1979)
Fotografía de Nicolás López-Pérez

lunes, 24 de noviembre de 2025

adam zagajewski / dos poemas













Oda a la suavidad

*

Los amaneceres son ciegos como gatitos.
Las uñas crecen confiadamente, aún
saben qué tocarán. Suaves
son los sueños y la ternura como niebla
suspendida sobre nosotros, igual que la campana de Segismundo
antes que el frío la abrazase.

~

Tierra del Fuego

*

Tú, que ves nuestras casas por la noche
y las finas paredes de nuestras conciencias,
tú, que oyes el zumbido de las máquinas
de coser de nuestras conversaciones,
sálvame, arráncame de este sueño,
de esta amnesia.

¿Por qué es la infancia, ¡oh, tesoros de aluminio,
oh, susurro de plomo, amenazante y bello,
la única fuente, la única añoranza!?
La vejez, posterior a la edad madura, ¿por qué
es un camino inacabable,
amarillo como si fuera el Sáhara?

Sabes muy bien que algunos días
incluso el deseo se vuelve seco,
y los labios al rezar se endurecen.

A veces la moneda del sol se vuelve mate
y la vida empequeñece hasta tal punto
que podría caber
en los guantes azules de una gitana 
que predice el pasado
de hasta siete generaciones.
 
Y es entonces cuando en un pueblo
del sur un charlatán
decide destruirte, a ti,
y a mí y a sí mismo.

Tú, que ves el blanco de nuestros ojos,
tú, que te escondes igual que un pinzón
en los serbales,
y en las cálidas medias de las nubes
como un halcón,
abre las repletas cajas de cantos,
abre la sangre que late en las aortas
de animales y piedras,
enciende las farolas en los negros jardines.
 
Innombrable, invisible, silencioso,
libérame de la anestesia,
llévame a la Tierra del Fuego,
llévame allí, donde los ríos
fluyen verticalmente, verticalmente fluyen
ríos horizontales.

***
Adam Zagajewski (Lvov, 1945-Cracovia, 2021)
Versiones de Elzbieta Bortkiewicz y Xavier Farrè respectivamente
Fotografía de Joyce van Belkom

domingo, 23 de noviembre de 2025

philippe soupault / hacia la noche













Es tarde
en la sombra y en el viento
un grito asciende con la noche
No espero a nadie
a nadie
ni siquiera a un recuerdo
Hace ya tiempo que pasó la hora
pero ese grito que lleva el viento
y empuja hacia adelante
viene de un lugar que está más allá
por encima del sueño
No espero a nadie
pero aquí está la noche
coronada por el fuego
de los ojos de todos los muertos
silenciosos
Y todo lo que debía desaparecer
todo lo perdido
hay que volver a encontrarlo
por encima del sueño
hacia la noche.

***
Philippe Soupault (Chaville, 1897-París, 1990)
Versión de Aldo Pellegrini

sábado, 22 de noviembre de 2025

nuala ní dhomhnaill / dos poemas









Vínculo

*

Si pongo mi mano sobre el refugio sagrado,
si levanto un puente sobre el río,
todo el trabajo de los artistas
se habrá venido abajo con la mañana.

Por la noche llega una barca río arriba
y a bordo una mujer de pie.
Una vela enciende sus ojos y en las manos
lleva dos remos.

Saca una baraja de cartas,
‘¿Jugamos a las prendas?’ pregunta
Jugamos y me gana una y otra vez
He aquí su triple amonestación:

No comerás dos veces en la misma casa
no dormirás dos noches bajo el mismo techo,
no amarás dos veces en la misma cama
hasta que la encuentre. Le pregunto dónde vive,

‘Si fuera oeste te diría este’ dice, ‘si fuera este entonces oeste’.
Se aleja en medio de rayos y centellas
dejándome encallada en la orilla.
Dos velas encendidas me acompañan.

Y dos remos. 

~

Hogar

*

Aquí os presento, más o menos, mi hogar,
el hogar que llena de gozo mi corazón.
En la sala de estar, se encuentra mi hermana Aoife
en cuclillas va juntando peniques
que se cayeron detrás del sofá y del piano,
los últimos legajos de la fortuna que despilfarró,
ella dice que el motivo de que se fuera tan rápido
es que aquello que atropas de espaldas al diablo
lo pierdes de nuevo bajo su barriga, qué le vamos a hacer.

En el baño está mi tío Donal
sumergido como un submarino en la bañera.
Se cree que con la cabeza bajo el agua
nunca nos daremos cuenta de que está ahí.
Me llevo bien con él, conozco toda la historia,
la razón por la que tiene miedo de las habladurías.
Cuando paso doy tres golpes en la puerta,
señal de ‘Todo despejado’.

En el salón, no hay fuego en la chimenea.
Toda la habitación está tomada por un gran árbol.
Sus raíces se extienden desde debajo de la uña del pie de mi hermano,
las ramas crecen atravesando el tejado y las vigas.
Dicen que es una maldición que le echó cierta muchacha
al forzarla él con sus manazas una vez,
hace siglos, en los cincuenta.
No deja de tomarse aspirinas para el dolor.

En el dormitorio principal, detrás de la cama de matrimonio,
hay un ropero grande con la puerta verde.
Detrás de él se encuentran dos niños medio tontos
que nunca salen, así haga sol o caigan chuzos.
Los guardan ahí dentro, como a los Bebés Peludos
que vivían arriba en Tralee.
Ninguno de nosotros sabe con certeza quién es la madre;
todos nosotros nos avergonzamos de que hayan nacido.

Abajo en el sótano encontrareis al bardo,
un primo carnal que siempre estuvo de los nervios.
No hacía más que arrancarse por ripios poéticos,
Y nos hubiera dejado sordos de no haberle amordazado.
Le pusimos la chaqueta de fuerza –
está hecho una furia demoníaca, en fin.
Cuando le da, se levanta y sube con nosotros
cualquiera diría que está viendo una cosa con cuernos arrastrando
una cadena.

En la habitación secreta que veis al final de las escaleras
hay una vieja que está siempre maldiciendo.
Nadie le hace ni caso, especialmente
cuando dice a gritos que es Caitlín Ní hUallachain.
Hablé con ella una vez cuando aún no estaba demasiado tocada
y me dijo que su verdadero nombre era Grace Poole.
No tengo la más remota idea de lo que estaba hablando
y si la tuviera, tampoco me atrevería a musitar su nombre en Irlanda.

Fuera en el tejado, habitante de un viejo baúl de embalaje,
está un viejo que se esconde de la multitud.
Tienes que cruzar el puente de tablillas para llegar a él
y no le gusta la gente que le viene con preguntas.
Dicen las malas lenguas que vive la vida alegre
con un harem de casi trescientas amantes.
Dicen las malas lenguas que mató a mi madre.
Dicen las malas lenguas que es mi abuelo. 

***
Nuala Ní Dhomhnaill (Lancashire, 1952)
Versiones de Mia Smyth y Rosana Herrero Martín

viernes, 21 de noviembre de 2025

rodrigo lira / grecia 907, 1975













De repente
no voy a aguantar más y emitiré un alarido
un alarido largo de varias horas
previamente —habrá que tomar precauciones—
habré electrificado mi balcón
cerrado la puerta con llave
(se me olvidaba que he de instalar una reja
en la ventana del baño)
sembrado mis paredes con amuletos fabricados
en noches de viernes a sábado
de tal manera que los tanques
queden atascados a varios cientos de metros de distancia
los pilotos de los jocker panthers
no puedan controlar sus lúpings y se estrellen
justamente encima de los camiones de soldados
que justamente habrán chocado con los tanques
que estarán atascados en el asfalto
que empezará a derretirse
a los pocos minutos
del alarido que emitiré cuando
no aguante más.

De repente
no voy a aguantar más:
ya no bastará con las pajas mías de cada noche
con los pitos nuestros de cada día
y cuando ya no basten los opiáceos
los sicofármacos
los tranquilizantes mayores o menores
las botellas de vino cerveza pisco o agua mineral.

Previamente
me habré mesado los cabellos y las barbas
las cejas, las axilas, los vellos pubianos
me habré dado largos baños de tina y extensas duchas
y cuando todo eso ya no baste
emitiré un largo y potente alarido.

Entonces
las ventanas del edificio Diego Portales
estallarán en varios miles de pedazos
llorarán las guaguas las monjas las doncellas y los ancianos
los profesores deberán suspender las clases
los teléfonos comunicarán con números equivocados
pero no importará porque nadie podrá hablar por teléfono:
mi alarido impedirá que se escuche
lo que tenga que decir la gente que llame desde Mendoza
desde Arica San Vicente de Taguatagua o desde las Antípodas
preguntando qué pasa
qué es ese zumbido extraño
que parece provenir desde Santiago de Chile
Y la gente que pasa por la calle Ahumada
tendrá que correr a refugiarse en los agujeros del Metro
Y los niños que cantan en las micros
cantarán más fuerte que nunca
quizá si por primera vez con alegría
al ver que las ventanas
primero se trizan
las trizaduras se extienden por las carrocerías de hojalata
y el techo cae sobre los pasajeros
sin causarles daño alguno y permitiéndoles respirar
pues mi alarido hará que el smog se disipe
es decir se concentre en las oficinas públicas
por donde entrará a través de las ventanas rotas
haciendo que todos los burócratas se vean compelidos
a elegir: o se asfixian
o saltan al vacío, pues
los ascensores se habrán atascado
y las cajas de las escaleras
actuarán como cajas de resonancia
al igual que las cajas de fósforos
al igual que las cajetillas de cigarrillos
al igual que los cajones de los escritorios
al igual que los ataúdes
despertando a los que hayan sido enterrados
por error del médico o por malas intenciones
haciendo que se sumen a mi alarido
mientras los perros aúllan y los jóvenes
huyen a las montañas
sin saber que mi alarido puede hacer brotar un volcán
en cualquiera de ellas
aunque probablemente el volcán brotará
en el Cerro San Cristóbal
haciendo que la estatua de la Virgen
salga disparada como un cohete
que se perderá majestuosamente entre las nubes
causando gran desconcierto entre los ángeles de la guarda
que habrán quedado cesantes a causa de las catástrofes
que se han anticipado
sólo en parte, pues serán innumerables
pues debe entenderse que los efectos de mi alarido serán multiplicados
en tanto que todos los locos se sumarán al alarido y tendré cómplices
provistos de algodón en abundancia para taparse las orejas y que harán
sonar todas las sirenas de incendio de la ciudad o por lo menos la mayor
parte mientras los repartidores de helado y gas licuado hacen sonar
sus balones y cencerros compulsivamente, al igual que los sacristanes
las campanillas y los bedeles de escuela las campanas, creyendo que ha
llegado el apocalipsis que alucinó Ioannis en Patmos y la Semana de la
Primavera, respectivamente, pues me olvidaba advertir que el alarido ese
será en primavera, ya que el Invierno que estamos viviendo está bastante
helado y tengo la garganta
pa-la-cagá.

***
Rodrigo Lira (Santiago de Chile, 1949-1981)

jueves, 20 de noviembre de 2025

emmy hennings / un sueño













Estamos acostados sobre un lago profundo
Y no sabemos nada del mal y la pena.
Nos sostenemos abrazados
Y hay nenúfares alrededor.
No ansiamos, deseamos ni queremos nada más.
No tenemos ninguna necesidad.
Querido, pero algo me falta,
Un deseo, todavía lo tengo:
el anhelo del anhelo.

***
Emmy Hennings (Flensburgo, 1885, Sorengo, 1948) 
Versión de Silvana Franzetti

/

Ein Traum

*

Wir liegen in einem tiefen See
Und wissen nichts von Leid und Weh.
Wir halten uns umfangen
Und Wasserrosen rings umher.
Wir streben und wünschen und wollen nichts mehr.
Wir haben kein Verlangen.
Geliebter, etwas fehlt mir doch,
Einen Wunsch, den hab ich noch:
Die Sehnsucht nach der Sehnsucht.