Anuncio

El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

martes, 1 de julio de 2025

sandro penna / dos poemas













¡Qué intenso es el rumor del alba!
Hecho de cosas más que de personas.
A veces lo precede un silbido breve,
una voz que alegre desafía al día.
Pero después en la ciudad todo está sometido.
Y mi estrella es aquella estrella pálida
mi lenta muerte sin desesperar.

[Una strana gioia di vivere, 1949-1955]

~

Me pierdo en el barrio popular
tanto más animado si se acerca la noche.
Estoy entre los hombres de mí tan
lejanos: ante mis ojos, maravillosos
hombres; vivos y claros, no valores
marcados. Y todos iguales y desconocidos y nuevos.

En una equina oscura tomo el lugar
que me dejó un trabajador que corrió
(justo a tiempo) al autobús que huía.
No he visto su rostro pero sus modos
ligeros los tengo ahora en mi corazón. Y me queda
(de él anónimo, a mi de la vida
tomado) en esa esquina oscura un honesto
olor suyo de animal, como el mío.

***
Sandro Penna (Perugia, 1906-Roma, 1977)
Versiones de Roberto Raschella y Jorge Aulicino respectivamente

/

Come è forte il rumore dell’alba!
Fatto di cose più che di persone.
Lo precede talvolta un fischio breve,
una voce que lieta sfida il giorno.
Ma poi nella cittá tutto è sommerso.
E la mia stella è quella stella scialba
mia lenta morte senza disperazione.

~

Mi perdo nel quartiere popolare
tanto animato se la sera è prossima.
Sono fra gli uomini de me così
lontani: agli occhi miei meravigliosi
uomini; vivi e chiari, non valori
segnati. E tutti uguali e ignoti e nuovi.

In un angolo buio prendo il posto
che mi ha lasciato un operaio accorso
(appena in tempo) all'autobus fuggente.
Io non gli ho visto il viso ma i suoi modi
svelti ho nel cuore adesso. E mi rimane
(di lui anonimo, a me dalla vita
preso) in quell'angolo buio un suo onesto
odore de animale, come il mio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario