mediateca de poesía personal-universal del ayer y del mañana desde MMXVII/
domingo, 31 de diciembre de 2017
d. h. lawrence / dos poemas
Vispera de año nuevo
*
Ahora, solo hay dos cosas:
La ahuecada gran noche oscura
y el destello del fuego.
Este destello del fuego, el núcleo
y nosotros, dos pepitas maduras
que están cautivas en conserva.
Escucha como los anillos de la oscuridad
circulan alrededor de nuestro fuego.
Despréndete de las cosas.
¡Sus hombros, su garganta magullada!
¡Sus pechos, su desnudez!
¡Este abrigo de fuego!
Como la oscuridad parpadea y moja
Como los fuegos artificiales caen y saltan
de tus pies a tus labios.
~~~
Noche de año nuevo
*
Ahora eres mía, esta noche por fin lo digo;
Eres una paloma que he comprado para el sacrificio,
Y esta noche te mato.
¡Aquí en mis brazos, mi sacrificio desnudo!
Muerte, ¿me oyes ? En mis brazos traigo
mi oferta, comprada a buen precio.
Ella es una paloma plateada que vale más que todo lo que tengo.
Ahora la ofrezco al antiguo e inexorable Dios,
quién no me conoce
¡Mira, es una paloma maravillosa, sin mancha ni mancha!
Sacrifico todo en ella, la última del mundo,
orgullo, fuerza, la totalidad.
Todos, ¡todos en el altar! Y la muerte descendiendo
como un halcón Dios ha tomado a la víctima;
he ganado mi renombre.
***
D. H. Lawrence (Eastwood, 1885-Vence, 1930)
Versiones de Nicolás López-Pérez
/
New Year’s Eve
There are only two things now,
The great black night scooped out
And this fire-glow.
This fire-glow, the core,
And we the two ripe pips
That are held in store.
Listen, the darkness rings
As it circulates round our fire.
Take off your things.
Your shoulders, your bruised throat!
Your breasts, your nakedness!
This fiery coat!
As the darkness flickers and dips,
As the firelight falls and leaps
From your feet to your lips!
~~~
New Year’s Night
Now you are mine, to-night at last I say it;
You’re a dove I have bought for sacrifice,
And to-night I slay it.
Here in my arms my naked sacrifice!
Death, do you hear, in my arms I am bringing
My offering, bought at great price.
She’s a silvery dove worth more than all I’ve got.
Now I offer her up to the ancient, inexorable God,
Who knows me not.
Look, she’s a wonderful dove, without blemish or spot!
I sacrifice all in her, my last of the world,
Pride, strength, all the lot.
All, all on the altar! And death swooping down
Like a falcon. ’Tis God has taken the victim;
I have won my renown.
sábado, 30 de diciembre de 2017
alfred tennyson / la muerte del año viejo
Hasta las rodillas yace la nieve invernal
y los vientos invernales suspiran cansados.
Mientras tañe la campana de la iglesia,
triste y lenta, pisa suave y habla bajo
Para el año viejo yace moribunda
Año viejo no debes morir;
vienes a nosotros tan fácilmente,
viviste con nosotros de manera constante,
Año viejo no debes morir.
Él todavía descansa, no se mueve:
Él no verá el amanecer del día.
Él no tiene otra vida arriba.
Él me dio un amigo y un verdadero amor de verdad
Y el Año Nuevo se los llevará.
Año viejo no debes ir.
Mientras has estado con nosotros,
La alegría que has visto con nosotros,
Año viejo no debes ir.
Él frotó sus defensas hasta el borde;
Un año alegre que ya no veremos.
Pero a pesar de que sus ojos se están oscureciendo,
Y aunque sus enemigos hablan mal de él,
Él era un amigo para mí.
Año viejo, no morirás.
Hemos reímos y llorado contigo,
Tengo la mitad de la cabeza para morir contigo,
Año viejo, si es que debes morir.
Estaba lleno de chistes y bromas.
Aunque toda su alegría juguetona se acabó.
Para verlo morir a través de las sobras.
Su hijo y heredero corre a toda prisa,
Pero él estará muerto antes.
Cada uno por su cuenta.
La noche es constelada y fría, mi amigo,
Y el año nuevo alegre y audaz, amigo mío,
Viene a tomar lo suyo.
¡Qué duro respira! sobre la nieve
Oí justo ahora el gallo cantando.
Las sombras parpadean de aquí para allá:
El grillo chirría: la luz se va extinguiendo.
Son casi las doce en punto.
Dar la mano, antes de morir.
Año viejo, nos apenamos mucho por ti:
¿Qué es lo que podemos hacer por ti?
Habla antes de morir.
Su rostro está cada vez más afilado y delgado.
¡Una pérdida! nuestro amigo se fue,
Ciérrale los ojos, átale el mentón,
Aléjate del cadáver y déjalo entrar.
Está parado ahí, solo.
y aguardando la puerta.
Hay un nuevo pie en el piso, mi amigo,
Y una nueva cara en la puerta, mi amigo,
Una nueva cara en la puerta.
Alfred Tennyson (Somersby, 1809-Lurgashall, 1892)
Versión de Nicolás López-Pérez
/
The Death of the Old Year
Full knee-deep lies the winter snow,
And the winter winds are wearily sighing:
Toll ye the church bell sad and slow,
And tread softly and speak low,
For the old year lies a-dying.
Old year you must not die;
You came to us so readily,
You lived with us so steadily,
Old year you shall not die.
He lieth still: he doth not move:
He will not see the dawn of day.
He hath no other life above.
He gave me a friend and a true truelove
And the New-year will take 'em away.
Old year you must not go;
So long you have been with us,
Such joy as you have seen with us,
Old year, you shall not go.
He froth'd his bumpers to the brim;
A jollier year we shall not see.
But tho' his eyes are waxing dim,
And tho' his foes speak ill of him,
He was a friend to me.
Old year, you shall not die;
We did so laugh and cry with you,
I've half a mind to die with you,
Old year, if you must die.
He was full of joke and jest,
But all his merry quips are o'er.
To see him die across the waste
His son and heir doth ride post-haste,
But he'll be dead before.
Every one for his own.
The night is starry and cold, my friend,
And the New-year blithe and bold, my friend,
Comes up to take his own.
How hard he breathes! over the snow
I heard just now the crowing cock.
The shadows flicker to and fro:
The cricket chirps: the light burns low:
'Tis nearly twelve o'clock.
Shake hands, before you die.
Old year, we'll dearly rue for you:
What is it we can do for you?
Speak out before you die.
His face is growing sharp and thin.
Alack! our friend is gone,
Close up his eyes: tie up his chin:
Step from the corpse, and let him in
That standeth there alone,
And waiteth at the door.
There's a new foot on the floor, my friend,
And a new face at the door, my friend,
A new face at the door.
viernes, 29 de diciembre de 2017
javier bello / la jaula de las hojas de té
En esto me pasé todo el verano, viendo llover sus rostros con olor
a humedad.
De vez en cuando todavía me sumerjo en sus ojos.
Los huesos son minerales, puedo ver.
Esto es lo que esperaba.
No la carta de la mentira,
no las patas del león,
no los agujeros sin calma,
sino estos enseres que nacen de sus rodillas,
huecos y plumas, un pájaro dado vuelta al revés
que sirve para adivinar y cantar alabanzas,
los animales delgados del jardín, los tallos finos
de la premonición.
Esto es lo que veo y lo que puedo decir,
entro en una cabeza y provengo de todas.
Sus miradas no me ven, yo los veo por dentro.
Esta es mi jaula, soy el buceador de personas
y no puedo evitar tener piedad de toda esta selva de sangre,
de todas las redes de pesca que atrapan mariposas de lluvia.
Es la hora del té, y sé que ese sol es el hambre.
Intento ver las cosas y dibujarlas en mí,
estoy adentro de todos estos muebles callados,
de todas estas armaduras que tienen un nombre
y palpitan para decir que son nada.
Mientras sujeto el hilo que alimenta la mitad del cerebro
y el aerolito solo de la culpa, inútilmente unidos
la vena seria de voz ronca cecea y balancea
la otra mitad del cerebro que se ahoga,
la otra mitad que se hunde y no conozco
y no quiero tener.
Cuando hay naufragio adivinar la forma del cuerpo es difícil,
sostenerla en la mano peor.
Mejor aceptar la desnudez que este hilo que se adultera tantas
veces como le es posible, articular una fuerza distinta a la de la
materia sobre la misma materia
y verla aparecer con constancia,
hacer pesar la luz, pero no derramarla.
El límite es el uso callado de esa filtración en el aire,
una grieta en las listas de desaparecidos,
una última pequeña quebrazón en las tinieblas.
No hay que llorar por estas personas fijas ni por aquellas que
encarnan,
no conocen la lluvia, dicen, pero yo sé que mienten
y arañan una mano que hay detrás del sol.
Ya no sirve hacer ruidos en esta oscuridad
si la tierra es negra en todas partes
y alimenta con muerte a los muertos
y a los vivos con la tierra de una sola flor.
Es la hora del té, éste es un discurso para que yo hable a la hora
del té.
Pido permiso para pasar y sentarme en sus huesos
y pulsar lentamente la espiral hasta que vibren sus miedos
y huyan las palomas de lo concreto para no competir
con la abstracción redonda de los mamíferos muertos
que se incendian a orillas de la beatitud.
Conozco el peso de todo lo que hay como de aquello que aquí no
se encuentra,
presencia y ausencia dibujan por igual la elipse de mis dominios,
toda su intrépida aritmética,
y no celebraré el atardecer con otro alimento que no sea la
tristeza.
Es difícil hablar cuando ellos caminan hacia ninguna parte,
la loza quebrada es más sonora que el mar
si confundo los elementos con tanta perfección
en cada oficina de la lluvia.
Yo hablo en la oscuridad como aquél que fue esclavo,
mis dominios son tristes, el viento entra a silbar a las salas,
en las manos ellos se reparten monedas
que sólo mi alma puede devorar.
Esta vez me sumerjo como un ídolo grave
allí donde las piedras se despojan del vuelo
y animadas por la pura costumbre de su imán
dejan caer los pájaros al plato.
Hay que escuchar más hondo, hay que escuchar,
estos ruidos se van quebrando de a poco.
Si agito el hilo y se quema con la velocidad que crece la mentira
del ojo cae una luz que me espera,
pues yo soy sólo un vaho brillante que se acerca a nombrarme,
un puñado de polvo que sostiene la seda con que se prueban las
decapitaciones.
Es la hora del té y los comensales se aduermen acodados al
borde de la mesa.
Pido permiso para pasar.
***
Javier Bello (Concepción, 1972)
jueves, 28 de diciembre de 2017
cristina campo / los imperdonables (extracto)
II
Pero es cierto, la temen
más que a la muerte, la belleza es temida
más que la muerte, más que lo que temen
a la muerte.
William Carlos Williams
Perfección, belleza. ¿Qué significan? Entre las definiciones, una es posible. Es un carácter aristocrático, más aún, es en sí la suprema aristocracia. De la naturaleza, de la especie, de la idea. También en la naturaleza es cultura. El porte erecto, delicado de la muchacha de la Costa de Oro es obra de siglos de natación, de tinajas de arcilla equilibradas sobre la cabeza, de danzas y cantos de iniciación más complicados que el gregoriano más puro. Si faltara uno solo de los tres elementos –piedad, libre juego, artes femeninas–, la perfección no ceñiría aquellos miembros con su velo casto e imperioso. A través de milenios, por decirlo así, el árbol del paraíso expresó al ave-lira; las manos enlazadas por largo tiempo se convirtieron al fin en arcos góticos.
Hoy que todo eso es ultrajado y destruido, irrecuperable y sin embargo siempre presente, como la espina envenenada bajo la uña, el hombre ha tenido que convertirlo en objeto de horror sagrado. Todo recuerdo del tiempo celeste sea apartado, sepultado en el huerto del alfarero. Sea, sobre todo, negado. Ya que se sabe que la perfección es, ante todo, esto, que se ha perdido: el saber durar, la inmovilidad. El hombre sumido en meditación, la mujer en el umbral, el monje genuflexo, el prolongado silencio del rey. O el animal en acecho o dedicado a industrias delicadas. El hombre ha echado fuera de sí este aéreo y terrible peso: silencio, espera, duración. Y aquí está viviendo su paranoico terror de “sentimiento y precisión, humildad, concentración, gusto”. ¿Cómo exigir, por otra parte, el valor del grito desgarrador: “Belleza, alejáte de mí, te temo, tu recuerdo me lacera, maldita seas”? Como el grito de Eva expulsada, todo esto reclama velos, la oscuridad de la selva. Y he aquí los atentados indirectos a los servidores de lo irrecuperable: gracia, ligereza, ironía, sentidos finos, ojo firme y exigente. O, para usar términos teológicos: claridad, sutileza, agilidad, impasibilidad.
Imperdonable, dado el estado de cosas, es sobre todo el poeta. Una augusta, modesta vejez protege a la poetisa de que hemos hablado; pero aun así no hace mucho se habló de ella, y no sin garbo por lo demás, como de una monja medieval que bordara casullas memorables, anhelando más los colores de las propias sedas que las efigies de los rostros santos, como si una efigie pudiera inspirar veneración si una atención casi maniática no escogiera los materiales con los cuales responder a la visión. Pero hoy los grandes poetas han muerto todos, o son viejísimos.
Y ni siquiera la muerte es ya un salvoconducto. Se corre el peligro del suicidio editorial y se lo obtiene, para que los ensayos de Gottfried Benn, esa grandiosa elegía sobre el Hombre Cuaternario, se propongan al público con delirante cautela: no se lo tome en serio, no lo considere nadie sino como un fenómeno, un signo de nuestros tiempos. Superfluo es decir que ningún crítico se ha reído.
Imperdonable Benn, y no por cierto en su sayal ceniciento de pecador político (sin embargo, no es digno tampoco recordar cuánta mala política fue perdonada siempre en nombre de la mala escritura), sino en su estola purpúrea de confesor de la forma: el autor de algunos poemas sólo posibles por la maestría del más alto maestro de lengua alemana, desde hace muchos años, pues, en resumidas cuentas, de eso se trata. Imperdonable Benn, que afirma que el poeta no ha de ser el historiador del propio tiempo, sino el precursor hasta el punto de hallarse milenios a espaldas de aquel tiempo, el antecesor hasta el punto de poder profetizar los más remotos siglos venideros. Testimonio sólo de aquello que perdura inmóvilmente: una retama, una muerte, una estrella, una mata de serbo. Benn ofrece la prueba de ello casi sin quererlo, en poema de dos estrofas “escritas al menos con un cuarto de siglo de por medio”. Tanto una estrofa como la otra comienzan con idéntico acorde, se abren en progresiones diversas, refluyen en círculos a su manantial; lo cual es sólo posible gracias a la totalidad y permanencia de un mismo espíritu conmovido. Es el pequeño poema, de belleza tan mortal, que comienza con las palabras “Welle der Nacht” y se halla en la colección de las Statische Gedichte:
Welle der Nacht-, Meerwidder und Delphine
mit Hyacinthos leichtbewegter Last,
die Lorbeerrosen und die Travertine
wehn um den leerer istrischen Palast,
Welle der Nacht-, zwei Muscheln miterkoren,
die Fluten strömen sie, die Felsen her,
dann Diadem und Purpur mitverloren,>
die weisse Perle rollt zurück ins Meer.
También nosotros hemos tenido nuestro escritor procesado por refinamiento, culpable de lesa majestad de la masa: el príncipe de Lampedusa. Inactual. Oh, difícilmente podía serlo más, con su titánica ironía, su prodigiosa indiferencia hacia los falsos problemas, la desplegada felicidad de su ritmo: algo semejante a una de aquellas arias ilustres y negligentes que los caballeros de otra época silbaban al encaminarse al duelo; pues el libro del príncipe de Lampedusa no es sino que un duelo a muerte entre la belleza y la muerte y, entre otras cosas, su muerte. Imperdonable Lampedusa, escarnecedor de oscuridades ideológicas y de empaques sentimentales, de todo lo insoportable, atávico, nacional, del “tomarse en serio”. Afrentosamente erudito. Atento, sin siquiera un parpadeo, a las únicas realidades destinadas al poeta: la gloria y el estrago de la criatura perfecta, la definitiva ironía del polvo. Un baile, una estrella, una muerte, una mata de serbo.
Cristina Campo (Bolonia, 1923-Roma, 1977) La nuez de oro y otros ensayos de Cristina Campo. Buenos Aires: Selecciones de Amadeo Mandarino, 2006.
Versión de Ernesto Montequín
Imagen: fotografía de la autora intervenida por Nina Luna
Fuente
miércoles, 27 de diciembre de 2017
juan tomás ávila laurel / tres poemas
El Sudán de negros fuertes
*
El Sudán de negros fuertes
fue visitado por ladrones
porque la cosecha de Colombia se perdía.
El negro tendió su mano
y los saludó, dientes negros,
pero no era eso lo que querían.
“No se perderá-dijeron-
lo que tanto costó
al capitán de tierras extrañas,
queremos manos para las uvas”.
(La obstinación de Colón no fue en vano)
Desataron sus cadenas
y llenaron sus barcos
(la historia ya dirá
sobre partos abortados
y mozos arrojados
al abrazo de voraces tiburones)
Hoy, Namibia llora en la ONU
porque una tos de Harlem,
tierra de negros,
no sale a la calle
por la indecencia de un negro frente al escaparate
deseando ajenos bienes.
Una bala segó el verbo del pastor valiente
porque tuvo un sueño.
La historia sigue su curso.
~~~
La muerte asusta al mundo
*
La muerte asusta al mundo
desde el año de la piedra primera,
pero lo que me asusta
de la muerte, de mi muerte,
no es la pérdida de lo que he sido
sino el dolor de no saber
lo que seré,
tras la vida con los míos.
Y saber que mi miedo
no es nada
frente al llanto
de la despedida
al lado de la caja larga
esperando la arena y la cal
para el adorno eterno.
Oigo truenos lejanos de una lluvia futura
y mi alma se transporta
en busca del creador de las tormentas.
La lluvia tronada
es un ensayo de mi muerte.
~~~
Átila arrasó campos
*
Atila arrasó campos
que pisoteó Kublai Khan,
jefe sobre caballos de Asia
para el festín de sangre
de China y Mongolia
en la carrera armamentista.
Corea llora por su hambre
comprando bombas para guerras futuras
al otro lado de la frontera falsa.
Indira quiere su lenteja
para la guerra de Cachemira
con campos alambrados y trigos minados.
¡Guerra de cacerolas vacías
y vientres huecos!
¿No salta a la vista
que la Europa vende hasta la dioxina?
Una sartén flota sobre el Ganges
arrastrando la gula
de millones de hastiados
por el hambre sagrada
de la vaca diosa;
en el aire, una bala
rompe el saco de la vergüenza
rusa y descubre el hambre
de ortodoxos miles.
¡Guerra de cacerolas vacías
y vientres huecos!
¿No salta a la vista
que Europa vende hasta
la coca cola enferma?
***
Juan Tomás Ávila Laurel (Malabo, 1966)
martes, 26 de diciembre de 2017
rodrigo lira / angustioso caso de soltería
No las damas, amor, no gentilezas
De caballeros canto enamorados
Ni las muestras, regalos y ternezas
De amoroso afectos y cuidados.
Alonso de Ercilla, La Araucana, Canto I,
Madrid, 1569.
Juan Esteban Pons Ferrer (el individuo representado en la foto de la izquierda)
historiador y arqueólogo (anda por donde nadie lo llama, desenterrando karmas,
............. chismes y pasados)
ingeniero de futuros utopizantes (dispone de varios para compartir)
rara especie de pájaro parlante de gayo a rayas (muy rayado)
parecido a los que tenían en La Isla de Pala, según narra San Aldous Huxley
...............(ayuda -a veces, al menos- a concienciar situaciones, a darse cuenta)
nacido el 26 de diciembre de 1949 a las 11:30 A.M.
hastiado y harto -y harto- de experimentarse a sí mismo como
...............huna hentidad hincompleta
considerando
...............-el cierre de la agencia matrimonial "L´Amour"
...............-los sucesos que son del dominio del público -y los que no lo son-
...............-el aumento de la radioactividad en la biósfera
......................de los gases propelentes en la ionósfera
......................de los precios y tarifas y
...............-la situación en general y
.......................en particular la suya de el
ha decidido hacer aparecer a la luz pública el siguiente
..................... P O E M A A N U N C I O
que por falta de fondos no es posible incluir en alguna edición dominical
del diario EL MERCURIO de Santiago de Chile en los avisos económicos
clasificados "Ocupaciones Ofrecen", sección Nº 90: Asesoras del Hogar,
Mozos y Agencias Ofrecen (hasta hace algunos años, Domésticas, Mozos y Agencias)
dos puntos, comillas
.....................CON SUMA URGENCIA
.....................para todo servicio
.....................se necesita
.....................niña de mano
.......................................o de dedo
.................... o de uña -de uñas limpias, de ser posible-,
.....................de labios de senos de nalgas de muslos de pantorrillas
.................... y otros-as, niña de mano de pie o sentada
.................... en posición supina o de cúbito dorsal,
.................... boca arriba o boca abajo o -preferentemente- a horcajadas.
En otras palabras
.....................Un buen bello verdadero bípedo implume
.................... -e imberbe: de sexo femenino- tricerebrado
Id est (es un decir) una mujer que disponga de tres cerebros:
-uno para ideas y pensamientos: abstracciones / lemas / e imágenes /
-otro para emociones: intuiciones / afectos / y pasiones y
-otro cerebro para acciones y movimientos
posibles de entrar a funcionar en forma armónica y no-contradictoria
a la tricerebrada del caso, la chica niña tipa perica paloma galla o mujer
.......... a garota menina ragazza o donna -mobile, pelo al vento
.......... una fille or une femme femenina: con rasgos actualizados
......... .o latentes de geisha
...........a girl or a woman oder eine Fraulein,
preferiblemente in her twenties : entre los veinte y los treinta,
una Hija del Hombre: hermana, más que hija, del Hijo del Hombre,
o hija de un hombre con ojos de cristal y papel sellado en la piel...
(mirad, niñitas: lo mismo que cantaban los jaivitas...)
hija de su madre
hoja en blanco o escrita
ojos abiertos o cerrados o en blanco: cada cosa a su tiempo;
hija de quien sea, no importa demasiado en qué hilera de la pirámide social,
a qué altura estaban los ladrillos con que la construyeron
ni sus coloridos o matices o distribuición de melanina, su estatura
o altura, tonelaje, desplazamiento o medidas (1).
No se exige referencias, recomendaciones, experiencia previa, fe de bautismo,
............... certificados de antecedentes, nacimiento, buena conducta
............... u honorabilidad, prueba de aptitud académica,
............... licencia de educación media o para conducir,
................ni título ni grado alguno.
......................... However. Ph. D.s are encouraged to apply.
Se ofrece: ... Buen sueldo
................... pan y cebolla
................... techo y abrigo
................... tiempo y paciencia
................... alma corazón y vida
................... disposición a contraer matrimonio ( * ) y de llapa
................... a) el acceso a un raro computador
....................... ex-uberante y con-ex-céntrico, atiborrado de information,
....................... programado no se sabe por ahora por Quién y (ni) para qué,
....................... y que, a pesar de muuuuuuuuuchas cosas, mal que bien o bien que mal,
....................... funciona.
.....................b) un cuerno de unicornio
.........................en el cual se enrolla la fértil y señalada provincia
........................ de un largo y angosto corset de soledad,
........................ un reto su resto difícil de aceptar o de asumir: un cacho,
........................ un cuerno lleno hasta el borde y hasta rebosante de
................................. semen, sudor y lágrimas
........................ -tal vez quede, todavía, un resto de sangre-
............................. lleno también con gritos
............................. y susurros y sollozos y
......................... ....ronroneos y ocasionales
............................ .entusiasmos esporádicos, y con algunas
............................. gotitas o cristales de paz que,
............................. como las cepas del yogurt,
............................. pueden cultivarse en un medio adecuado.
............................. De "amor" me temo que no
..............................(a esa palabrita le han corrido demasiada mano)
....................... c) una boca y sus correspondientes bordes e interiores
....................... d) un par de ojos con sus parpados y sus correspondientes
............................apéndices pilosos
....................... e) un par de manos con un pulgar oponente y otros cuatro dedos
............................(cada una), mas un conjunto de líneas difíciles de describir
............................por escrito.
.........................f) un par de bien conformadas orejas y otro de fosas nasales.
.........................g) un pecho suficientemente peludo
........................ h) una cabellera subdesarrollada; una calva en vías de desarrollo...
........................ .i) una barba (optativa); posibilidades de bigotes, peras,
............................ patillas, chuletas, etcétera.
........................ y) vello corporal de diversos matices de color y de texturas varias.
........................ z) un cuerpo en aceptable estado, con las capacidades de ver y mirar,
............................. oir y escuchar, palpar y tocar, oler, gustar y saborear,
............................. tomar el peso, beber y percibir alteraciones en la temperatura.
..............................humedad, presión atmosférica y posición relativa a la atracción
..............................gravitacional,
todo con poco uso.
En el hipotético ... pero no imposible ... caso,
en el evento de que la lectura deste poemaanuncio repercutiera en alguna interesada,
ésta podría escribir -a mano o a máquina- o mandar un cassete u otro medio
asking for further and additional info ( ** ) al nombre mencionado supra
.......... -al comienzo- a la dirección
.......... Grecia 907
.......... Departamento 22
.......... Ñuñoa
.......... Santiago
mandando, si le es posible, foto reciente o autoretrato visual o verbal
-escrito y/o hablado- ánimo, consejos, datos o buenos deseos, regalos, donativos,
becas o subsidios, fruta
............................. al autor de este poemaanuncio o donde le parezca
adecuado mandarlo.
____________________________________________
(1) Todo eso, de importar ..., importa, por supuesto, pero no hay preferencias a priori, ni prioridades.
( * ) "disposición a contraer matrimonio / siempre que la señora sepa mover las caderas", Parra Nicanor, Consultorio Sentimental.
( ** ) solicitando información adicional o mayores detalles. English spoken accepabily and should ... though not necessarily .. be spoken by the applyer.
***
Rodrigo Lira (Santiago de Chile, 1949-1981) Proyecto de Obras Completas. Santiago de Chile: Universitaria, 1981.
lunes, 25 de diciembre de 2017
gabriela mistral / noel indio
A Gilda Péndola
Madre sin aguinaldo
ni grande ni menuda,
soñando a medianoche,
doy mi niño desnudo.
En aire de los Andes
y en el rastrojo crudo,
mi único don voy dando
a mi niño desnudo.
No hay viento de la Puna
que silbe tan agudo,
como silba llamándote
el tu niño desnudo.
Mi Dios ve toda carne,
y a mi Señor ayudo
dándole en noche santa
a mi niño desnudo.
***
Gabriela Mistral (Vicuña, 1889-Nueva York, 1957)
domingo, 24 de diciembre de 2017
enrique lihn / navidad
¿Tendremos el valor de reunirnos esta noche
padres y herrnanos, la novia que no tiene a donde ir, el vecino
cordial?
Y el buen amigo de la infancia —qué sería de ella sin él—
¿encontrará esta noche
el buen camino entre su corazón y el nuestro?
El cardo ha destronado a los niños que fuimos y fantasmas perdidos
en el reino del cardo
buscamos una calle en el desierto, la calle de la infancia,
el buen camino entre el polvo y nosotros,
nuestras lágrimas en los charcos de agua pantanosa.
***
Enrique Lihn (Santiago de Chile, 1929-1988) La pieza oscura. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1963.
Fotografía: Pintura de Enrique Lihn en el Refugio López Velarde (Sociedad de Escritores de Chile)
Fotografía: Pintura de Enrique Lihn en el Refugio López Velarde (Sociedad de Escritores de Chile)
sábado, 23 de diciembre de 2017
juvencio valle / dos poemas
Destino
*
Emoción sin raíz y sin espiga
que hincha el corazón de los botones
y desangra en aromas.
Pestañita de lumbre de mis antros
por donde va mi tosca melodía
y revienta en estrellas mi palabra.
Pecado que desgrana su lujuria...
¡con mis manos de barro lo recojo
y me parecen rosas sus espinas!
Polen de luz dormido sobre el alma,
¡Viene ebria la abeja de la vida
y aparecen los besos como estambres!
~~~
El cantarte ha constituido mi oficio verdadero
*
Hace ya tanto tiempo que te describo
y tanto que te canto en terrenal y divino;
he sido para ti como un músico empecinado,
he tocado tus arpas, y medallas y titulos
te he prendido a lo ancho de la solapa.
Al evocarte creces más que el humo
y eres como una iglesia de muchas torres;
tañen en mi memoria tus altos campanarios,
a tu arrimo se captan músicas gregorianas.
De entre mis viejos amores sólo tú tienes
para mi sed ardiente un incentivo mágico.
Te supuse un gigante de turbulenta barba,
un monarca poseedor de incontables tesoros
o el guardador celoso de un real paraiso.
A través de los años siempre significaste
el absoluto dueño que barajó a mi vista
una sorprendente mitología para mi uso.
Y Pan con su peligrosa flauta incendiaria
poblando tus galerías de líricos rumores,
y en pos y remolino las múltiples deidades,
peplos y cascos juntos, virgenes y faunos:
en una ardiente simbiosis de dientes y uvas,
el germinal estremecimiento de la tierra.
Y es que a tu irresistible privilegio,
loco desmesurado, agregué el sueño propio:
aproximé mis lindes, sumé mi ínfima rama
a tus gigantes árboles.
Unido a tu resaca
no supe ser yo mismo, delimitar mi paso;
de tanto irme contigo perdí mi señorío
y como quien padece frio y busca el fuego
me sumé a tus hogueras para quemarme.
***
Juvencio Valle (Nueva Imperial, 1900-Santiago de Chile, 1999)
viernes, 22 de diciembre de 2017
rafael alberti / cinco poemas
A galopar
*
Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan,
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo
caballo de espuma
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
~~~
Cúbreme, amor, el cielo de la boca
*
Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.
Alóquemelo, amor, su sal, aloca
Tu lancinante aguda flor suprema,
Doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.
¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,
para mirar cómo tu fino cuello
se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva!
~~~
La niña rosa, sentada
*
La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
abierto, un atlas.
¡Cómo la miraba yo
viajar, desde mi balcón!
Su dedo, blanco velero,
desde las islas Canarias
iba a morir al mar Negro.
¡Cómo la miraba yo
morir, desde mi balcón!.
La niña, rosa sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.
Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.
~~~
Metamorfosis del clavel
*
Al alba, se asombró el gallo.
El eco le devolvía
voz de muchacho.
Se halló signos varoniles,
el gallo.
Se asombró el gallo.
Ojos de amor y pelea,
saltó a un naranjo.
Del naranjo, a un limonar;
de los limones a un patio;
del patio, saltó a una alcoba,
el gallo.
La mujer que allí dormía
le abrazó.
Se asombró el gallo.
~~~
Te digo adiós, amor, y no estoy triste
*
Te digo adiós, amor, y no estoy triste.
Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado,
un solo beso lento y prolongado
que se truncó en dolor cuando partiste.
No supiste entender, no comprendiste
que era un amor final, desesperado,
ni intentaste arrancarme de tu lado
cuando con duro corazón me heriste.
Lloré tanto aquel día que no quiero
pensar que el mismo sufrimiento espero
cada vez que en tu vida reaparece
ese amor que al negarlo te ilumina.
Tu luz es él cuando mi luz decrece,
tu solo amor cuando mi amor declina.
***
Rafael Alberti (Cádiz, 1902-1999)
Fuente
jueves, 21 de diciembre de 2017
angel cruchaga santa maría / el canto de la ciudad
Soy la ciudad maldita que la lujuria doma.
Destrúyeme, Señor, bajo tu mano fuerte.
Quémame con tu fuego como antaño a Sodoma.
Solo puede lavarme la ola de la muerte.
A mi vienen los hombres cansados y mezquinos
con su resto de luz y su áspera impureza.
Se estrellan en mis muros los náufragos destinos.
¡No hay júbilo que pueda engañar mi tristeza!
Sé de la muerte gris que trepa por los muros
como larga culebra de amargas contorsiones.
Se destilan en mi los momentos obscuros:
Soy un antro infamante que acaricia ilusiones.
En mi juega el destino como en una taberna;
la gloria y el amor florecen en los dados.
Yo soy sobre el abismo como una playa eterna
donde canta la voz agria de los pecados.
En mi danza procaz Salomé se desliza
y exalta su lujuria los sentidos obscuros.
Los corazones son ánforas de ceniza
que destruye la muerte entre sus dedos puros.
Evoco a Babilonia vetusta y armoniosa
que no escuchó a Daniel, dormida en su pecado.
Me reclino en la luz trémula cual la esposa
que sabe que la muerte en sigilo ha llegado.
Señor: tú que pudiste alzar de los escombros
sepulcrales a Lázaro, envuélveme en tu fuego,
quiero mirar la gracia que fluye de tus hombros
como se eleva el día en el alma de un ciego.
Toda la ambigüedad de la tierra poseo,
claridad y miseria; jazmines y serpientes;
y la llama de seda que brota del deseo
canta en mi con la voz de todos los orientes.
Soy la ciudad maldita donde el juglar levanta
sobre la muerte el cuerpo lacerado y siniestro.
Con mi sollozo haría podrirse la garganta.
¡Soy una cruz enorme y en mí mueres, Maestro!
Encima de las torres donde tiembla tu veste
las almas de los niños juegan y su alegría
es un círculo de oro en el aire celeste.
¡Oh niños en la tarde, redentores del día!
Soy la ciudad maldita que ante Luzbel se humilla.
El infierno acaricia mis alas de vampiro.
Tengo los ojos turbios y la frente amarilla.
¡Qué nos queme, Señor, la llama de un suspiro!
***
Ángel Cruchaga Santa María (Santiago de Chile, 1893-1964) Job. Santiago de Chile: Editorial Grimm & Kern, 1922.
miércoles, 20 de diciembre de 2017
tudor arghezi / esponsales
¿Quieres ser tu mi tierra
con sembrados, con viñas, con estanques,
con bosques, con arroyos y animales salvajes?
Las vacas traerán sus ubres llenas
y mugirán en nuestra puerta
adornada de acacias y de flores azules.
Las comadrejas jugarán en el patio
con lechones y patos,
con polluelos de seda, sin dañarlos.
Cantarán uno a uno los granos de maíz
y espantarán las nubes de mosquitos.
Los altos arces frente a nuestra terraza
mientras el gallo canta moverán sus follajes.
Traeremos grandes cestas de flores
y con ramas de mimbre
entre ambos tejeremos nuestro nido.
Y con la lana en vellones
formaremos la cuna de los gatos.
¿Quieres ser mi jardín,
de esbeltas hierbas y de terciopelo?
***
Tudor Arghezi (Bucarest, 1880-1967) 44 poetas rumanos traducidos por Pablo Neruda. Buenos Aires: Losada, 1967.
Versión de Pablo Neruda
/
Logodnă
Vrei tu să fii pământul meu
Cu semănături, cu vii, cu heleşteu?
Cu pădure, cu izvoare, cu jivini?
Vacile ne vor aduce ugerii plini
Şi vor mugi la poarta noastră
De salcâmi cu floare albastră.
Nevăstuicile se vor juca în ogradă
Cu purceii şi raţele, grămadă.
Puii de borangic
Vor număra meiul cu bobul mic
Şi vor fugări ţânţarii.
În faţa prispei vor tremura arţarii
Pestriţi şi va cânta cocoşul.
Vom aduce florile cu coşul.
Din nuiele de răchită
Vom face împreună zestre împletită.
Şi din lâna oilor,
Culcuşuri pisoilor.
Vrei tu să fii grădina mea,
De iarbă-mare şi de catifea?
martes, 19 de diciembre de 2017
isabel gómez / esquina del dolor
Pon tu cabeza sobre el mundo
miremos hacia abajo
ahora que el miedo es hermoso
y de buena gana
dejaría de contar estrellas en el vacío
Los números calzan plenamente con la historia
sólo las calles asumen nuestras sombras
como un mero recuerdo
Por años fuimos invirtiendo la risa
hasta desaparecer
La culpa envejeció las palabras que guardábamos
Somos inocentes
de tanta nostalgia golpeándonos el rostro.
La esquina del dolor nos sobrevive
el ojo de cierra
No hay llanto que no sepa regresar
Aquí todos nos quedamos inconclusos
El tiempo salta el muro
y es lenta la neblina de los cuerpos
La escritura atraviesa otra vez
el hueco de la noche
La esquina del dolor
La esquina del hombre me sostiene
Fragmenta la memoria
se echa al final de mi rostro
y se abandona
como un animal de espaldas al mundo
***
Isabel Gómez (Curicó, 1959)
lunes, 18 de diciembre de 2017
arthur rimbaud / el barco ebrio
Cuando yo descendía por Ríos impasibles,
Dejaron de guiarme mis buenos sirgadores:
Chillones Pieles Rojas, como a blancos sensibles,
Los habían saetado en postes de colores.
Poco me preocuparon esas tripulaciones;
Una vez terminadas sus crueles bataholas,
Yo, transporte de trigo flamenco o de algodones
Ingleses, a mi gusto proseguí por las olas.
Corrí en el chapoteo de fuertes marejadas,
Aún más imperturbable que cerebros de infantes,
Y las mismas Penínsulas desamarradas
No soportaron nunca vaivenes más triunfantes.
La tempestad bendijo mi despertar marino.
Más liviano que un corcho, sobre el agua agitada
Diez noches he bailado en revuelto destino
Sin recordar los faros de estúpida mirada.
Grata como a los niños la manzana jugosa
Penetró el agua verde en mi casco de pino
Y, arrastrando el arpeo y el timón, presurosa
Lavó manchas y vómitos azulosos de vino.
¡Me bañé, desde entonces, en el vasto poema
Del mar, del mar infuso de astros y lactescente,
Donde en azules verdes, a veces, la suprema
Sombra de algún ahogado se hunde, pálidamente;
Donde tiñendo, raudos, los fondos azulinos,
delirios, ritmos lentos bajo el diurno fulgor,
Más vastos que las liras y más fuertes que finos
Alcoholes se fermentan las pecas del amor!
Yo conozco los cielos que estallan, sé las lomas
Acuosas, las resacas, las trombas; sé la tarde,
Toda el alba exaltada cual pueblo de palomas,
Y he visto lo que el hombre sospecha en vano alarde.
He visto el sol manchado de místicos horrores
Iluminando larga coagulación violeta,
De dramas muy antiguos al parecer actores,
Contemplé los oleajes de lontananza inquieta.
He soñado con besos en ojos de los mares,
He soñado la noche verde con resplandores
Níveos, el fluir de savias, los bruscos despertares
Azules y amarillos de fósforos cantores.
Mes tras mes he seguido, igual que a vaquerías,
Histéricas, las olas en su asalto pujante,
Sin pensar que en su marcha fulgente las Marías
Llevasen del hocico al Océano jadeante.
¿Sabéis?, he descubierto increíbles Floridas:
Los ojos de panteras son flores entre humanas
Epidermis, los iris se tienden como bridas,
Bajo el cielo marino, a glaucas caravanas.
¡He visto fermentando los pantanos enormes,
Cestas en cuyos juncos se pudre un Leviatán;
En medio de las calmas cataclismos informes,
Lejanas cataratas que a los abismos van!
¡Cielos de brasa, heleros, oleaje nacarado,
Restos de encalladuras en los golfos brumosos
Donde el pie de los árboles de ramaje enroscado
Ruedan grandes serpientes de aromas tenebrosos!
¡Oh yo hubiese mostrado a un niño esas doradas
De la gran ola azul, esos peces cantantes!
Yo florecí de espumas al partir de las radas
Y, en vientos inefables, tuve alas por instantes.
Mártir, algunas veces, de zonas fatigosas,
El mar cuyo sollozo suavizaba mi arfada,
Me aplicaba sus flores de amarillas ventosas
Y quedaba como una mujer arrodillada.
Península que mece en sus bordes querellas
De aves estrepitosas con ojuelos dorados,
Fui a pique; entre mis cuerdas, sumidos tras mis huellas,
A dormir descendían, de espalda, los ahogados...
¡Y yo, barco enredado entre las cabelleras
Profundas, en el éter sin pájaros perdido,
Yo, esqueleto embriagado que hanseáticas veleras
Nunca hubiesen pescado, con desdeñoso olvido.
Yo que flotaba loco, con los flancos cubiertos
De lúnulas eléctricas e hipocampos crinudos,
Cuando cálidos Julios volcaban los abiertos
Cielos ultramarinos en ardientes embudos,
Yo que trémulo oía el mugir encelado
De Behemots y de Malstroms, retumbantes tifones,
Perenne navegante de un azul serenado,
Como añoro la Europa de viejos malecones!
Yo vi los archipiélagos siderales, las islas
Con sus cielos abiertos a todo bogador:
¿Es allí donde duermes, allí donde te aíslas
Áureo millón de pájaros, oh futuro Vigor?
Sí, ya he llorado mucho. Las albas son dolientes.
Atroz es toda luna, triste la luz solar.
Ya el amor me ha colmado de torpezas fervientes.
¡Oh, que mi quilla estalle! ¡Oh, que me arrastre el mar!
Yo deseo de Europa la oscura lagunita
Donde, al caer la tarde que se muere olorosa,
Suelta un niño en cuclillas, con tristeza infinita,
Un barquichuelo frágil como una mariposa.
¡Ya no es posible, oh baño de olas, como antes
Adelantarse a otros transportes de algodones,
Ni cruzar el orgullo de enseñas tremolantes,
Ni nadar bajo el duro mirar de los pontones!
Arthur Rimbaud (Charleville, 1854-Marsella, 1891)
Versión de Ángel José Battistesa
/
Le bateau ivre
Comme je descendais des Fleuves impassibles,
Je ne me sentis plus guidé par les haleurs :
Des Peaux-Rouges criards les avaient pris pour cibles,
Les ayant cloués nus aux poteaux de couleurs.
J'étais insoucieux de tous les équipages,
Porteur de blés flamands ou de cotons anglais.
Quand avec mes haleurs ont fini ces tapages,
Les Fleuves m'ont laissé descendre où je voulais.
Dans les clapotements furieux des marées,
Moi, l'autre hiver, plus sourd que les cerveaux d'enfants,
Je courus ! Et les Péninsules démarrées
N'ont pas subi tohu-bohus plus triomphants.
La tempête a béni mes éveils maritimes.
Plus léger qu'un bouchon j'ai dansé sur les flots
Qu'on appelle rouleurs éternels de victimes,
Dix nuits, sans regretter l'oeil niais des falots !
Plus douce qu'aux enfants la chair des pommes sûres,
L'eau verte pénétra ma coque de sapin
Et des taches de vins bleus et des vomissures
Me lava, dispersant gouvernail et grappin.
Et dès lors, je me suis baigné dans le Poème
De la Mer, infusé d'astres, et lactescent,
Dévorant les azurs verts ; où, flottaison blême
Et ravie, un noyé pensif parfois descend ;
Où, teignant tout à coup les bleuités, délires
Et rhythmes lents sous les rutilements du jour,
Plus fortes que l'alcool, plus vastes que nos lyres,
Fermentent les rousseurs amères de l'amour !
Je sais les cieux crevant en éclairs, et les trombes
Et les ressacs et les courants : je sais le soir,
L'Aube exaltée ainsi qu'un peuple de colombes,
Et j'ai vu quelquefois ce que l'homme a cru voir !
J'ai vu le soleil bas, taché d'horreurs mystiques,
Illuminant de longs figements violets,
Pareils à des acteurs de drames très antiques
Les flots roulant au loin leurs frissons de volets !
J'ai rêvé la nuit verte aux neiges éblouies,
Baiser montant aux yeux des mers avec lenteurs,
La circulation des sèves inouïes,
Et l'éveil jaune et bleu des phosphores chanteurs !
J'ai suivi, des mois pleins, pareille aux vacheries
Hystériques, la houle à l'assaut des récifs,
Sans songer que les pieds lumineux des Maries
Pussent forcer le mufle aux Océans poussifs !
J'ai heurté, savez-vous, d'incroyables Florides
Mêlant aux fleurs des yeux de panthères à peaux
D'hommes ! Des arcs-en-ciel tendus comme des brides
Sous l'horizon des mers, à de glauques troupeaux !
J'ai vu fermenter les marais énormes, nasses
Où pourrit dans les joncs tout un Léviathan !
Des écroulements d'eaux au milieu des bonaces,
Et les lointains vers les gouffres cataractant !
Glaciers, soleils d'argent, flots nacreux, cieux de braises !
Échouages hideux au fond des golfes bruns
Où les serpents géants dévorés des punaises
Choient, des arbres tordus, avec de noirs parfums !
J'aurais voulu montrer aux enfants ces dorades
Du flot bleu, ces poissons d'or, ces poissons chantants.
- Des écumes de fleurs ont bercé mes dérades
Et d'ineffables vents m'ont ailé par instants.
Parfois, martyr lassé des pôles et des zones,
La mer dont le sanglot faisait mon roulis doux
Montait vers moi ses fleurs d'ombre aux ventouses jaunes
Et je restais, ainsi qu'une femme à genoux...
Presque île, ballottant sur mes bords les querelles
Et les fientes d'oiseaux clabaudeurs aux yeux blonds.
Et je voguais, lorsqu'à travers mes liens frêles
Des noyés descendaient dormir, à reculons !
Or moi, bateau perdu sous les cheveux des anses,
Jeté par l'ouragan dans l'éther sans oiseau,
Moi dont les Monitors et les voiliers des Hanses
N'auraient pas repêché la carcasse ivre d'eau ;
Libre, fumant, monté de brumes violettes,
Moi qui trouais le ciel rougeoyant comme un mur
Qui porte, confiture exquise aux bons poètes,
Des lichens de soleil et des morves d'azur ;
Qui courais, taché de lunules électriques,
Planche folle, escorté des hippocampes noirs,
Quand les juillets faisaient crouler à coups de triques
Les cieux ultramarins aux ardents entonnoirs ;
Moi qui tremblais, sentant geindre à cinquante lieues
Le rut des Béhémots et les Maelstroms épais,
Fileur éternel des immobilités bleues,
Je regrette l'Europe aux anciens parapets !
J'ai vu des archipels sidéraux ! et des îles
Dont les cieux délirants sont ouverts au vogueur :
- Est-ce en ces nuits sans fonds que tu dors et t'exiles,
Million d'oiseaux d'or, ô future Vigueur ?
Mais, vrai, j'ai trop pleuré ! Les Aubes sont navrantes.
Toute lune est atroce et tout soleil amer :
L'âcre amour m'a gonflé de torpeurs enivrantes.
Ô que ma quille éclate ! Ô que j'aille à la mer !
Si je désire une eau d'Europe, c'est la flache
Noire et froide où vers le crépuscule embaumé
Un enfant accroupi plein de tristesse, lâche
Un bateau frêle comme un papillon de mai.
Je ne puis plus, baigné de vos langueurs, ô lames,
Enlever leur sillage aux porteurs de cotons,
Ni traverser l'orgueil des drapeaux et des flammes,
Ni nager sous les yeux horribles des pontons.
domingo, 17 de diciembre de 2017
ósip mandelshtám / solominka
1
Cuando no dormís, Solominka, en tu inmenso cuarto
y esperas insomne, que grave y alto,
con tranquila pesadez —que puede ser triste—
sobre tus intuitivos ojos descienda el techo.
Pajita sonora, Solominka seca,
bebiste toda la muerte y te hiciste más tierna,
te quebraste dulce pajita inerte,
no, Salomé, no, sino una brizna de paja.
En las horas del insomnio los objetos cobran peso
parece que son menos - así es el silencio -
Tiritan en el espejo las almohadas, con blancura,
y en el remolino circular se refleja la cama.
No, no es Solominka de solemne satén,
en la inmensa habitación, sobre el negro Nevá.
Doce meses cantan sobre la hora fatal
y en el aire se diluye el hielo pálido azul.
Diciembre deja fluir su hálito
como el pesado Nevá por la habitación.
No, no es Solominka, sino Ligeia, una muerte lenta –
les enseñé palabras sagradas.
2
Les enseñé palabras sagradas:
Lenore, Solominka, Ligeia, Serafita.
En la inmensa habitación, el pesado Nevá
y la sangre azul que brota del granito.
El diciembre brilla sobre el Nevá.
Doce meses cantan sobre la hora fatal.
No, no es Solominka de solemne satén
quien recibe una lenta y moribunda quietud.
En mi sangre vive la Ligeia de diciembre,
cuyo amor bendito duerme en el sarcófago
y esa Solominka puede ser Salomé,
que muerta de pena no volverá.
***
Osip Mandelshtám (Varsovia, 1891-Gulag, 1939)
Versión de Natalia Litvinova
/
Соломинка
1.
Когда, соломинка, не спишь в огромной спальне/ И ждёшь, бессонная, чтоб, важен и высок,/ Спокойной тяжестью — что может быть печальней —/ На веки чуткие спустился потолок,// Соломка звонкая, соломинка сухая,/ Всю смерть ты выпила и сделалась нежней,/ Сломалась милая соломка неживая,/ Не Саломея, нет, соломинка скорей!// В часы бессонницы предметы тяжелее,/ Как будто меньше их — такая тишина!/ Мерцают в зеркале подушки, чуть белея,/ И в круглом омуте кровать отражена.// Нет, не соломинка в торжественном атласе,/В огромной комнате над чёрною Невой,/ Двенадцать месяцев поют о смертном часе,/ Струится в воздухе лёд бледно-голубой.// Декабрь торжественный струит свое дыханье,/ Как будто в комнате тяжелая Нева./ Нет, не соломинка — Лигейя, умиранье, —/ Я научился вам, блаженные слова.
2.
Я научился вам, блаженные слова:/ Ленор, Соломинка, Лигейя, Серафита./ В огромной комнате тяжелая Нева,/ И голубая кровь струится из гранита.// Декабрь торжественный сияет над Невой./ Двенадцать месяцев поют о смертном часе./ Нет, не соломинка в торжественном атласе/ Вкушает медленный томительный покой.// В моей крови живёт декабрьская Лигейя,/ Чья в саркофаге спит блаженная любовь./ А та, соломинка — быть может, Саломея,/ Убита жалостью и не вернется вновь!
sábado, 16 de diciembre de 2017
elvira hernández / cuatro poemas
Fuente Neptuno
*
Te tomo la palabra. ¡Bah! ¡Qué haces aquí! Esto es peor que cruzar la Avenida Cardenal Caro. O que Escilas y Caribdis en seco. No se respira el salobre mar sino amoníaco puro. Amén del monóxido y el hollín por mil. Es el Novus Orbis vomitado: Ngechén en la Cruz y en la picana. Es la noche bajo el tridente, dando tumbos por las escalinatas, por la Escala Única sin un peso en los bolsillos. Pronto aparecerán tus pescados de acá, la corte milagrosa para el Mirón del Cerro. Los príncipes del peñascazo se quedarán en las laderas salivando un pito. Las reinas de la noche pasarán derecho al fornicatorio. Los caminos yacen atestados y el cerro se mueve como un pulpo. Los reyes del sablazo establecen pronto sus capitales. Los vampiros tienen puestos sus guantes de gasa. El Mohicano encendió su fogata y yo he lanzado mis cupidos a más no poder. Es mi única transacción la que se pierde en el aire, un chorro sin destino. Mojo la cara en tus aguas y no logro quitarme la sarna de maldito. Nunca tuve proposiciones que hacerle a la vida.
~~~
U
*
........si me permite don Díaz Loyola, soy la mujer
que tuvo que Inventar la pincelada china y el cocimiento
de Don Diego de la Noche y Orizonte, más otras fritangas
...................................................hace mil años
duermo con pupilas desveladas y mi traje es de noche:
un encaje de hormigas y estreptococos brillantes
los traros me sobrevuelan con valses antediluvianos:
..............................¡es raro! creen que soy cosmopolita
todavía recuerdo que en una copita de orina vi "Retrato
de un Desconocido" y el lago Pirehueico
..........................................................................que yo sepa
no he abandonado la componedura de huesos y cuerpo:
soy fisiatra titulada en la quebrada del tiempo y
me acompañan en mis paseos mentales un gato abisinio y
mi camahueto
el arte de los cuchillos invisibles tiene más pólvora
que los calendarios
¡ah! si pudiera poner un telegrama al futuro y notificarlo
de su filosofía
........................mi actual dirección es Av. la Higuera s/n
................................................comuna de Pudahuel
~~~
Restos
*
¿Encontraremos los pelos de la vergüenza
las escamas óseas de una verdad agrietada
la vértebra de nuestra historia?
¿Estará en algún lugar del territorio
la mano de la justicia o solo seremos pasto
y gente que escobilla sus trajes?
¿Algo de valientes plaquetas quedará
en la sangre fresca —algunas palabras—
o solo seremos pala de sepultureros?
Los niños corren en busca del Tesoro Escondido
de su Pasado
¿Los detendremos?
Sí.
Los arrojaron al mar
Y no cayeron al mar
Cayeron sobre nosotros
~~~
Deporte nacional
*
Cada cuatro años estamos en las urnas
Es decir, en la cancha
En el espejismo: donde se ven los gallos
O, donde no se ve nadie.
Cada cuatro años
La preparación es insuficiente.
No habrá marca alguna
Que nos entusiasme.
Cada cuatro años
El team completo candidateado
Nos horada los ojos
Con olímpico desprecio.
***
Elvira Hernández (Lebú, 1951) Los trabajos y los días. Santiago de Chile: Lumen, 2016.
viernes, 15 de diciembre de 2017
vladimir mayakovski / ¡escuchen!
¡Escuchen!
Si encienden las estrellas,
¿significa que alguien lo necesita?
¿Significa que alguien desea que existan?
¿Significa que alguien llama perlas a estos diminutos escupitajos?
Luchando
en la ventisca de polvo del mediodía,
irrumpe donde está dios,
teme haber llegado tarde,
llora,
besa su mano nudosa,
implora
¡para que necesariamente haya una estrella!
Jura
¡no poder soportar la tortura de vivir sin estrellas!
Y después
camina alarmado
aunque aparenta calma.
Le dice a alguien:
"¿Ahora te sientes bien?
¿¡No es cierto!?
¡Escuchen!
Si encienden
las estrellas,
¿significa que alguien lo necesita?
¿¡Significa que es indispensable,
que cada tarde
sobre los tejados
brille al menos una estrella?!
***
Vladimir Mayakovski (Baghdati, 1893-Moscú, 1930)
Versión de Natalia Litvinova
/
Послушайте!
Послушайте!
Ведь, если звезды зажигают —
значит — это кому-нибудь нужно?
Значит — кто-то хочет, чтобы они были?
Значит — кто-то называет эти плево́чки жемчужиной?
И, надрываясь
в метелях полуденной пыли,
врывается к Богу,
боится, что опоздал,
плачет,
целует ему жилистую руку,
просит —
чтоб обязательно была звезда! —
клянется —
не перенесет эту беззвездную муку!
А после
ходит тревожный,
но спокойный наружно.
Говорит кому-то:
"Ведь теперь тебе ничего?
Не страшно?
Да?!"
Послушайте!
Ведь, если звезды
зажигают —
значит — это кому-нибудь нужно?
Значит — это необходимо,
чтобы каждый вечер
над крышами
загоралась хоть одна звезда?!
jueves, 14 de diciembre de 2017
alejandra basualto / dos poemas
El Ángel
*
El inconsciente es un árbol lleno de pájaros muertos
que se echan a volar cuando uno menos lo espera
Óscar Hahn
Toma de mi leche dijo el ángel
y yo, que no sabía dónde estaba
lo miré
y lo seguí mirando
con la perplejidad de los recién nacidos.
Era una noche negra y escondida,
nadie nos podía ver,
solo cabía la disculpa de venir de lejos
sin resuello
remontando río arriba hasta el amanecer.
El ángel me miró y yo no supe
si sonreír o llorar
y me quedé ahí, desbocada,
como quien no tiene horizontes a la vista,
ni bordes, ni caminos, ni siquiera,
el destello de algún amanecer en perspectiva.
Soy yo, dijo el ángel, ¿no me reconoces?
y perdida en la locura,
no pude responder, solo miraba
su larga cabellera rubia,
ahí sus ojos,
los ojos de aquel que hace ya mucho
voltearon mis sentidos, dieron rumbos a mi sangre,
percibieron que mi toda yo
estaba dispuesta.
Y entonces comprendí
que era un fantasma del pasado
una voz huera que intruseaba
en el temido recordar de los ancianos
sola sombra de los huesos porvenir.
~~~
Pájaros
*
El cielo está sangrando pájaros.
Muchos pájaros de un raro color,
desmadejados,
las alas yertas,
los picos deshechos.
Sólo soplos grises
cayendo desde lejos.
Pájaros de dónde.
Tal vez despojos de ciertos ángeles
caídos de la secreta casa.
Cientos de pájaros
con el grito roto en la garganta
y los ojos vueltos
Todos serán sombras.
Para que los olvidemos.
***
Alejandra Basualto (Rancagua, 1944)
Fuente
miércoles, 13 de diciembre de 2017
yannis ritsos / dos poemas
27 de octubre de 1948
*
Acá las espinas son muchas—
espinas café, amarillas espinas
en la extensión de los días, hasta dentro del sueño.
Cuando las noches pasan por la alambrada
dejan pequeños jirones de sus faldas.
Las palabras que alguna vez se presentaron en toda su belleza
perdieron color igual que el suéter de un viejo en un baúl
o un atardecer apagado tras el vidrio.
Los hombres caminan con sus manos en los bolsillos
a veces gesticulan como si espantasen una mosca
que vuelve al mismo sitio una y otra vez
al borde de un vaso vacío o más adentro
hacia un lugar indeterminado y persistente
como la negación de ellos a reconocerlo.
~~~
13 de noviembre
*
El viento vuelve a ocupar su lugar original
los árboles recobran su antigua figura
no más madera de cama, de percha, de armario,
no más el cuenco de madera sobre la mesa redonda del pueblerino
o cucharón de palo que reparte la comida,
sino el árbol con sus ramas y su sombra
en las nubes y en el aire que desvisten el paisaje de colores,
que cubren de una desnudez libre de olvido y memoria
casas, panes, hombres y trabajos.
Las cosas son más simples de lo que pensábamos
tanto que a veces nos sorprendemos; nos detenemos
miramos y reímos exactamente ahí donde antes apretamos las uñas contra las manos.
Esto sucedió lento, poco a poco. Sin darnos cuenta.
Puede que mañana las primeras formas vuelvan. Nada es seguro.
Pero tal vez de todo esto quede un profundo apretón de la mano
dos ojos que miraron otros ojos sin ninguna duda
un encendedor que prendió cinco cigarros sin preferencia
y el número cinco no era uno, dos, tres, cuatro, cinco,
sino solo un número—el cinco.
Ciertamente estas cosas no alcanzan a convertirse en poema
y las arrojo en este papel como a una piedra inútil sobre las piedras
que quizás algún día ayudarán a construir una casa.
Esta noche en que creo en todo, nadie creerá en mí.
Mi lámpara brilla con desconfianza. También Panayiotis.
***
Yannis Ritsos (Monemvasia, 1909-Atenas, 1990) Diarios de Exilio. Santiago de Chile: Cuadro de Tiza Ediciones, 2015.
Versiones de Natalia Figueroa
martes, 12 de diciembre de 2017
jiří orten / ¿sabe una cosa?
Oh ¿sabe una cosa? Es agradable estar enfermo,
lejos en algún sitio descansa la escuela
y tantos libritos queridos en la almohada,
que no da tiempo a leer antes de morir,
la amiga fiebre está un momento en casa,
ha venido sólo por un rato,
nos golpea el corazón, nos ruboriza la cara,
y asusta a mamá, pero sólo un poco,
como para que se lleve las manos a la cabeza,
luego viene el doctor, para mirar,
dónde está metida, dónde se ha escondido,
tal vez en la garganta, o sólo en la lengua,
sonríe, la encuentra y dirá,
que he soñado con un muerto
y que estaba vivo, que no estaba muerto, ¡no lo estaba!
***
Jiří Orten (Kutná Hora, 1919-Praga, 1941)
Versión de Clara Janés
lunes, 11 de diciembre de 2017
juan cameron / tres poemas
1492
*
Lejanos signos en el horizonte
luces a día claro otros ruidos
ajenos al tambor al agua al viento
Colores no de sangre no de fiesta
No habrá fuerza capaz con nuestro orden
ni piedra ni madera que supere
nuestra comunión nuestro discurso
Señales son de humo o simplemente
fenómenos que anuncian tempestades.
~~~
Barrio norte
*
El otoño se duerme con la siesta
Buenos Aires oculta su lamento
Lejos urge la tierra sus lugares
Está en la oscura pieza de la infancia
recolectando ropas de colores
En la calle ya muere la inocencia
mueren las flores muere todo
Buenos Aires se duerme y nos duerme en sus brazos.
~~~
Cecilia
*
De muchos cigarrillos de innumerables vinos
de algún exilio olvidado funambulesco
en la vitrina curricular voy obteniendo
santos derechos santos o sagrados
Sanguíneo vitalicio solidario
encallecer las manos la materia
corte de caña en esta izquierda
la consagrada silla del jurado
Fúnebre receptivo traslaticio
líneas a lo Pound en las mejillas
la muerte policial nocturnamente
(suicidio honoris causa)
De muchos cigarrillos
De innumerables vinos
Y tú
silenciosa.
***
Juan Cameron (Valparaíso, 1947) Perro de Circo. Santiago de Chile: Pequeño Dios Editores,
domingo, 10 de diciembre de 2017
tarás shevchenko / testamento
Cuando muera, enterradme
en una tumba alta,
en medio de la estepa
de mi adorada Ucrania.
¡Así yo podré ver los campos anchurosos,
el Dnipró, sus represas agitadas,
y podré oír también
cómo braman sus aguas!
Y cuando el río arrastre atravesando Ucrania
hasta la mar azul
tanta sangre adversaria,
entonces dejaré los campos y los montes
y volaré hacia Dios
a alzarle mi plegaria,
pero hasta que ello llegue
de Dios no sabré nada ...
¡A mí, enterradme, mas de pie vosotros,
las cadenas que os atan quebrantad,
y con la impura sangre derramada
la Libertad sagrada salpicad!
¡Y ya en familia inmensa,
familia libre y nueva,
no olvidéis recordarme
con una palabra buena!
***
Tarás Shevchenko (Moryntsi, 1814-San Petersburgo, 1861)
Versión de Ángel J. Battistessa
/
Заповіт
Як умру, то поховайте
Мене на могилі,
Серед степу широкого,
На Вкраїні милій,
Щоб лани широкополі,
І Дніпро, і кручі
Було видно, було чути,
Як реве ревучий.
Як понесе з України
У синєє море
Кров ворожу... отойді я
І лани, і гори —
Все покину і полину
До самого бога
Молитися... а до того
Я не знаю бога.
Поховайте та вставайте,
Кайдани порвіте
І вражою злою кров'ю
Волю окропіте.
І мене в сем'ї великій,
В сем'ї вольній, новій,
Не забудьте пом'янути
Незлим тихим словом.
sábado, 9 de diciembre de 2017
francisco véjar / dos poemas
Lo que olvidé decir antes de partir
*
Soy el doble que alguien ve en la multitud
a la hora del vértigo: peso y cielos desfallecientes.
Pero cualquier cosa es motivo de alborozo;
un payaso, un organillero, el crujido de una hoja
cuando nos preguntamos para qué esperar tanto
si las nubes caen como fuegos artificiales
y yo, pantalones de pana y chaqueta de cuero,
en los bolsillos llevo un libro y una petaca
y sueño hundir mis suelas en la arena de la playa
tal si fuera el parque en donde ahora camino
entre el murmullo de un sinfín de personas
cuando Santiago se despoja de sus máscaras.
Cualquier cosa debería contentarnos;
el vapor de una taza de café,
los círculos imaginarios que haces volar en el aire,
una postal llegada desde Europa.
Este parque se parece a una ciudad cautivante
como si sus desperdicios se esfumaran ante tu mirada.
En tanto, dejas correr ríos sobre la mesa de algún restaurante.
Hay algo subterráneo en Santiago,
rostros inimaginables, muchachas rapadas, ciegos;
seres que como nosotros creen alejarse por un instante
del frío, del miedo y de la muerte.
~~~
Quiero hablar de ti
*
A lo lejos, luces que se alimentan de nuestras vidas.
Es necesario despercudirse, escapar
a los absurdos designios de la muerte, buscarse
en otros destinos, y arengar locuaz ante el espejo.
Mas hay árboles de noche, casas apenas iluminadas
por constelaciones lejanas al tedioso Santiago.
Despierto bajo un cielo color té y vino blanco.
Y tú, centinela de una magia perfectamente factible,
fiel y única amiga, escorpión del día real,
nacida en la primavera de Santiago
prolongas este viaje de vuelta a lo nuestro
***
Francisco Véjar (Viña del Mar, 1967) País Insomnio. Santiago de Chile: Pequeño Dios, 2015.
viernes, 8 de diciembre de 2017
natalia litvinova / cinco poemas
Tus ojos se han vuelto mi cenicero
*
Días y noches te he escrito, la primera frase era:
no existe Rusia, París no existe,
besarte es besar una pared en blanco.
Miro este cuerpo tan mío,
cuántos lo han amado,
inviernos prematuros festejaron en mi viente.
Al margen de esta hoja se escribe mi vida,
leo el testamento de Kafka
como única carta de amor.
Pronto en París caerá nieve,
en Rusia también, otra nieve
y los que me han amado
intentarán volver a mí por la fuerza.
Querido, tus ojos se han vuelto mi cenicero.
El testamento de Kafka es lo único que me queda
mientras regresan tranquilos
los que me quieren santa y desnuda.
~~~
Carta cobarde
*
Por dónde pasa la valentía, cuál es su curso
¿Cómo es el carácter del cuidado, cuáles son sus gestos?
¿Es como la música o como quien la toca?
¿Es valiente aquel que elige callar, el que lo dice todo?
Me pregunté por qué dejaste de escribirme.
Imaginé que desde tu silencio me pedías silencio.
Como a los niños, como a los perros,
como a los que se portan mal.
~~~
Prípiat
*
Te empujaría lejos, hacia un paisaje limpio,
hasta el recuerdo del gusano que mi abuela
partió en dos con una pala
y las mitades siguieron vivas,
hacia el lugar secreto donde unas hormigas
escondían sus huevos y otras se los comían,
o al establo de las gallinas y de los cerdo,s
cuando quise alimentar a uno,
intentó arrancarme la mano.
O mejor al bosque, donde hay flores, hongos,
radiación y casi no hay recuerdos.
~~~
La decadencia
*
Lo recuerdo muy bien. Corría el año 89.
No muy lejos cayó un muro. Cambiaron
las modas y las muecas.
Solo los monumentos tardaron en desaparecer.
Los que no podían escribir, escribieron.
Los que conseguían leche en el mercado negro,
tuvieron más hijos.
Todo se llenó de fe desesperada.
~~~
Gómel
*
Mi abuelo se afeitaba y temblaba
frente al televisor.
Mi padre se perdía en el campo
hasta transformarse en un punto en la nieve.
Regresaba con una sonrisa mística en el rostro.
En verano frutillas en sus manos
y frambuesas en primavera.
La sonrisa de mi padre traía frutos maravillosos.
El abuelo temblaba cada día más,
su cabeza recaía como mandolina
y se erguía como un piano.
Un día mi padre regresó con manzanas
y mi abuelo dio con la clave del silencio.
***
Natalia Litvinova (Gómel, 1986) Siguiente Vitalidad. Santiago de Chile: Libros Tadeys, 2015.
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