lunes, 31 de marzo de 2025

martha kornblith / dos poemas













Si hubiéramos celebrado
el cumpleaños del poema,
si mi vida hubiera sido
como el hilo de una metáfora
y mis pretendientes aficionados
a vicios más erráticos.
Si el inicio hubiera sido
como estas mis nuevas costumbres.
Si toda mi primera vida
no hubiera caído en desuso, como hoy.
Quizás no conocería la diferencia.
Porque desear y apostar es lo mismo.

~

Me enamoré en diciembre
en el mediodía del lejano oeste americano
cuando, sin sospecharlo,
hilaba sueños a lo Virginia Woolf.
Si no hubiera sido por su prisa
de precoz hombre de negocios
que quería gerenciar hoteles con casinos
hubiéramos recorrido el Gran Canyon
el silencio de Nevada
pero el tiempo se disipó
como una burbuja de champagne.
He vuelto
y la ciudad es un almirante que regresa a su navío
sílabas que se deshacen
en un poniente de luces.

***
Martha Kornblith (Lima, 1959-Caracas, 1997) 
Fotografía de Guillermo de Yavorsky

domingo, 30 de marzo de 2025

pedro lemebel / carta a la dulce juventud









A ti, mi querida polilla de farol, mi carreteada zapatilla cesante. A la verde juventud universitaria, que escribe su testimonio con la llamarada de una molotov que tisa de rabia el cemento. A los encapuchados del Arcis, de la Chile, de tantas aulas tomadas en la justa demanda de querer estudiar sin trabas económicas, sin la monserga odiosa del crédito, del recargo, de la deuda y el pago. Como si no bastara con quemarte las pestañas dándole al estudio los mejores años de tu vida, para después titularte de neurótico vagoneta. Como si no bastara tu dedicación, tu sincera dedicación, cuando te humea el mate toda la noche, hasta la madrugada leyendo, dejando de lado ese carrete bacán que chispearía de pasión tu noche de fiesta. Tu gran noche, pendejo, donde chorrearían las cervezas y un aire mariguano pintaría de azul el vaho de la música. Como si no bastara con todas las negaciones que te dio la vida, cuando postulaste a esa universidad privada y el «tanto tienes, tanto vales» del mercado académico te dijo: «Tú no eres de aquí, Conchalí, —No te alcanza, Barrancas, —A otro carrusel, Pudahuel, — A La U. del Estado, Lo Prado.»

Así no más, mi bella chica artesa que ya se las vivió todas de un trago, y en ese salud el futuro se derramó de golpe. Vino el embarazo y la bronca de tu viejo preguntándote de quién era el crío. Y qué te ibas a acordar si esa noche en la disco todos los locos tenían la misma cara de fiebre. La única que no te dijo nada fue tu vieja, quien te brindó su apoyo, valioso, pero inútil a la hora de pagar quinientas lucas por el aborto. Y ahí está el niño ahora, y tú lo amas como a nadie, y qué culpa tiene él, y qué culpa tienes tú también de abandonar tus sueños de progreso, de realización profesional a cambio de este papel de niña-madre. Adiós, mi chiquilla, a ese porvenir, que tan temprano canceló tus ilusiones gota a gota con la urgencia parturienta. Y, al final, como tantas chicas de la población, te ves hojeando el diario, buscando pega en un topless, en los cafés para varones, o en las casas de masajes que abundan en la oferta laboral de la prostituída demanda. Y eso fue todo, allí se acabó el cuento de la dulce princesita descarriada.

A tantos pendejuelos rockeros, raperos, metaleros, hip-hoperos, que despliegan su estéti ca bastarda coloreando esta urbe infame con su melenada tornasol. A ellos, por su espectáculo de vida impertinente. Por sus desvíos, por sus tocatas donde el minuto bullanguero de eléctrico rocanroll, también equivale a un minuto de silencio. Por ese silencio, cuando llegas a tu casa, pateando piedras», «puteando piedras», porque lo único que te espera es la tele prendida cacareando su mentira oficial. Para ti, mi Johny Caucamán, mi Matías Quilaleo, mi Rodrigo Lafquén; bellos ejemplares de la raza mapuche que en Santiago rapean su guillatún-tecno. Por esa fiereza de indio punky, pelo tieso. Por su indomable juventud, que desde acá, apoyan con el corazón encendido las movilizaciones de Ralco, el Biobío, y putean en mapudungun chicano por sus hermanos presos.

Para usted, joven barrista, que escucha desconfiado el palabreo de esta prédica. Tal vez para reforzar la sospecha de su espíritu futbolero que se expresa clandestino en los códigos del graffiti, del espray en mano, de la letra puntuda narrando en las paredes la flecha anarca de su descontento. Quisiera prometerle que la ciudad sería una pizarra para usted solo, y que en sus paredes, usted podría expresar libre esa gramática lunfarda que lo apasiona. Quisiera decirle que nunca más la bota policial limpiará su mierda de «orden y patria» en sus nalgas rebeldes. Podría ofrecerle tantas cosas, tantas esperanzas que muchos guardamos con impotencia en el lado zurdo del amor. Pero usted sabe más que yo de las promesas incumplidas, del apaleo de la repre, y del canto frustrado de su esquina pastabasera, de su cancha de fútbol y las tardes tristes, ociosas, peloteando. Usted lo vivió, lo supo o le contaron lo que ocurrió en su paisito. Por eso, usted sabe mejor que nadie que el sermón monaguillo de la derecha fue y será para el Chile pobre un epitafio de tumba.

No le ofrezco el cielo, porque sé que los ángeles le aburren. Tampoco un carrete interminable, porque el bolsillo roto de la izquierda no da para tanto. Tal vez, en esta carta, podamos imaginar un sitio digno donde respirar libertad, justicia y oportunidades sin besarle el culo a nadie. Quizás, soñar otro país, donde el reclutamiento sea voluntario, y usted no se sienta menos patriota por negarse a empuñar la criminalidad de esas armas. Sería un bello país, ¿no cree? Un largo país, como un gran pañuelo de alba cordillera para enjugarle al ayer la impunidad de sus lágrimas. Un hermoso país, como una inmensa sábana de sexo tierno que también sirva para secarle a usted su sudor de mochilero patiperro. ¿Qué me dice? Nos embarcamos en el sueño.

***
Pedro Lemebel (Santiago de Chile, 1952-2015)

sábado, 29 de marzo de 2025

diego ramírez gajardo / 29 de marzo













No es que estemos felices
Es solo el estar conscientes
Que nos esperamos por tanto tiempo.
Sin embargo, cuando te cuento
Porque en marzo a unas calles del liceo
Te arrancan la furia con lágrimas en los ojos,
Cuando te cuento
Porque se paraliza la Universidad
El silencio
El trafico de mi vida
El trafico a tu zona sur,
Cuando te cuento
Que el Día del Joven Combatiente
Se Ilumina la historia de mi país en el amanecer
de los territorios bélicos a cuadras de tu casa
A media cuadra de tu cama
A un par de casas de tu evidencia de leche en las manos
Porque en marzo,
Cuando tú estabas recién ingresando cariños ilegales
En la ropa y las zapatillas nuevas
De ese señor adinerado que te cuidaba meses antes
De tenerte aquí adentro, conmigo,
En tus calles estaban contando otra historia.
Es cierto, que te asustabas
Que tiritabas de miedo por la llamarada y mi nombre
Te cuento del '85
De los hermanos Vergara Toledo
De la muerte
Del crimen
De la represión
Y la cruzada con sangre.
Te cuento de la lucha de ahora
De las nuevas luces de guerra
De todas las veces que es necesario,
Brian,
Que es absolutamente necesario
El símbolo
El fuego entre nosotros
Las noches del 29 de marzo
las formas curvadas de la cordillera
Reflejada en tus ojos
La estrella del MIR
El pedagógico
Las calles cercadas
Lo adherido
Los perdigones
La panadería de Las Rejas con 5 de abril.
El fusil SIG
La subametralladora UZI
El block 972-C.
El balazo
Los 18 años
Los cuerpos de ambos abandonados en la vía pública.
La iglesia de Jesús Obrero
La Villa Francia
Las barricadas
Tu cuerpo en llamas
Y el horror de encerrarnos por horas
Donde nadie pueda adivinar la furia de nuestros cuerpos

***
Diego Ramírez Gajardo (Antofagasta, 1982)

viernes, 28 de marzo de 2025

selva almada / principios de febrero










No.
El hermoso verano
no ha terminado aún.
Nos queda un mes para estarse en los patios
y descalzarnos
mientras charlamos
de esto y aquello
sin ton ni son.
Todavía habrá hombres de brazos tostados
en las calles
de la ciudad envuelta por la noche
brotada toda
como un lazo de amor.

No.
No me sostengas que no voy a caerme.
Sólo se caen las estrellas fugaces
y yo —te dije—
quiero permanecer.

Un hombre es bueno para una noche.
Cuando amanece es un reflejo dorado
sobre la cama donde se toma café.
Y es agradable el olor que deja.
Dura todo un día.
Pero no toda la vida.

Luego hay que descansar.
El libro de Kavafis y el de Pavese
sobre la mesa de luz.
Hay que aminorar la marcha.
Sentarse un rato a solas
en el sillón del patio.
Mujeres: tendríamos
que aprender de los gatos.
¡Cómo agradecen el tazón
que rebosa de leche!

Falta para el otoño.
Que nos encuentre intactas.
Sin habernos negado
a estas pasiones
que cada tanto
asaltan.

***
Selva Almada (Villa Elisa, 1973)

jueves, 27 de marzo de 2025

giovanna pollarolo / tres poemas









El primer viaje que hice contigo

*

fue de Tacna a la Boca del Río
un sábado de invierno por la mañana.
Compraste dos Inca Kolas y dos mixtos en el Italia
y yo saqué a escondidas dos toallas de mi casa.
Había apenas una tenue resolana
zurumbe,
acá llaman zurumbe a la neblina de mediodía que refresca y alivia
los calores del verano, te expliqué;
no era verdad, pero la palabra te gustó y me creíste
a pesar del invierno.
Te hablé de una playa llamada Pozo Redondo
que parecía de postal:
algún día levantaré ahí una casa para mi vejez, dije
y te fui indicando el camino.
Cuando llegamos empezó a brillar el sol
la playa también te pareció hermosa
como el sueño de la casa mirando al mar, en lo alto.
Ahí mismo, en la arena
junto a la inmensa roca que nos protegía del viento
hicimos el amor por primera vez.
El sol cegaba mis ojos, pero creo que fui feliz.
Anochecía cuando regresamos
y yo me senté muy cerca de ti, juntas nuestras manos.
Mirando la carretera, mirándonos
nos detuvimos varias veces
te gustaba el olor limpio del desierto
y el silencio y las estrellas y el cielo despejado.
Juramos que nos amaríamos siempre.

Tuve que detener el auto al costado de la carretera
lloré hasta cuando el sol me hizo saber que era mediodía
y el calor me agobiaba.
Entonces me soné la nariz
y el pañuelo se llenó de sangre.
Se me ha roto el corazón, pensé.

~

Todas piensan

*

que tengo suerte
les he contado que por las mañanas
despido a mi marido
desde la ventana, una sonrisa
nuestro hijo en mis brazos
voy todos los días al mercado
me adorno a media tarde 
mientras estreno en la puerta
la sonrisa de bienvenida.
Nunca espero en vano
nunca un suspiro, un miedo
pero a veces, de madrugada espío
el ir y venir de la gente, la calle
y él me llama
quiere que vuelva a la cama
¿no tienes frío?, susurra. Me besa.
Tengo suerte, yo sé,
pero estoy aburrida.

~

El principio

*

Esa navidad le regalé una almohada.
Una almohada no es más que eso: un regalo.
Pudo haber sido un libro
una corbata, un perfume, un reloj. Pero le regalé una almohada.
Esa navidad él me contó
que yo ya no estaba en sus sueños:
había visto muchas puertas y oscuros callejones.
También me advirtió de la inmensa pena
que le daba tener que decirme
sus infinitos deseos
de acariciar otro cuerpo
mirar otros ojos
la ilusión de esperar a alguien
y la ansiedad de no saber
las ganas
de besar, abrazar, tocar, cantar, lamer, sonreír, reír, silbar, bailar.
Y yo le regalé una almohada.

***
Giovanna Pollarolo (Tacna, 1952)

miércoles, 26 de marzo de 2025

derek walcott / dos poemas









Un pensamiento que tiembla...

*

Un pensamiento que tiembla, no mayor que un reyezuelo
herido, se hincha al pulso de mi alma redondeada,
punza mientras su arañazo señala semejante a un montón de porquería,
alas ovales sonando monótonamente como un corazón apanelado.
Me das pena, reyezuelo; más de la que tú das al gusano
He visto ese pico sin piedad golpeando suave al gusano
como una aguja de calcetar a la lana, el temblor que das
tragando ese flácido fideo, su meneo de consumación
semejante al de una semilla tragada por la raja de una tumba,
después tu guiño de rectitud ante la religión de un reyezuelo;
pero si murieses en mi mano, ese pico sería la aguja
en la que el mundo negro siguió girando en silencio,
tu música tan medida en surcos como lo era la de mi pluma.
Sigue picando en esta vena y verás lo que pasa:
las madejas rojas se partirán en dos como lo hace la calceta.
Se acanala en mi palma, como el latido, baqueteando para irse,
como si compartiera el conocimiento de un reyezuelo en otra parte,
más allá del mundo anillado en su ojo, estación y zona,
en el iris radial, la mirada fija, apuntada, apuntando.

~

El mar del verano, la carretera de asfalto caliente en declive...

*

El mar del verano, la carretera de asfalto caliente en declive, esta
                                                                        hierba, estas chozas que me hicieron,
jungla y cuchilla siembran hierba brillando tenuemente junto a la cuneta,
el filo del arte;
las cochinillas bullen en el bosque sagrado,
nada puede hacerlas salir con fuego, están en la sangre;
sus bocas rosas, como querubes, cantan de la lenta ciencia
del morir -todo cabezas, con, en cada oreja, un ala diáfana.
Arriba, en la Reserva Forestal, antes de que las ramas irrumpan en el mar,
miré por la ventana móvil y herbosa y pensé «pinos»
o coníferas de algún tipo. Pensé, deben de sufrir
en este calor tropical con su idea infantil de Rusia.
Entonces, de pronto, de sus troncos pudriéndose, signos perturbadores
de la fe que traicioné, o la fe que me traicionó-
mariposas amarillas alzándose en la carretera a Valencia
balbuciendo «sí« ante la resurrección: «sí, sí es nuestra respuesta»,
El Nunc Dimittis de su coro verdadero.
¿Dónde está mi libro de himnos de niño, los poemas ribeteados
con hoja de oro, el cielo que adoro sin fe en el cielo,
mientras el Verbo, apenado, se volvió hacia la poesía?
¡Ah, pan de vida que sólo el amor sabe leudar!
Ah, Joseph, aunque ningún hombre muera jamás en su propio país,
la hierba agradecida brotará espesa de su corazón.

***
Derek Walcott (Castries, 1930-Cap Estate, 2017)
Versiones de Vicente Araguas

martes, 25 de marzo de 2025

julio cortázar / dos poemas








Bolero

*

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

~

Poema

*

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

***
Julio Cortázar (Ixelles, 1914-París, 1984)

lunes, 24 de marzo de 2025

alexis romero / con respecto a anne carson










También es indispensable liberarse
De la rutina oculta en cada afecto
en tal caso mirarnos sin contiendas
 
no le temas a los huecos que ni la ciencia explica
sino al tiempo que perdimos y los creó

Rompiste las tazas y suspendieron el brindis
Obviedades sociales dicen los manuales

Debemos ser agradecidos
Ya nada estallará como un brote pandémico
Donde aún quede el filo de la inocencia

***
Alexis Romero (San Félix, 1966)

domingo, 23 de marzo de 2025

anise koltz / dos poemas








Escribir
es arrancar su secreto a las palabras
Tornarlas vulnerables
hasta el tormento supremo:
su abdicación

~

¿Quién soy yo?
Yo no soy yo
desciendo de millones de ancestros
que vegetan en mi sangre

Me instruyen
me entrenan a morir
respiro su aliento

Extraña a mis padres
mi sangre se ha cargado
de fantasmas
que dirigen mi destino
esperando
y desesperando de mí

***
Anise Koltz (Ciudad de Luxemburgo, 1928-2023)
Versiones de Evelio Miñano y José Holguera respectivamente

sábado, 22 de marzo de 2025

josé asunción silva / dos poemas












Realidad

*

Para M

En el dulce reposo de la tarde
Cuando al ponerse el sol en occidente
Su luz dorada, de la vida fuente,
Como una hoguera en los espacios arde,
O de la noche en el silencio umbrío
Cuando la luna con fulgor de plata
Alumbra a trechos el sonante río
Y en sus límpidas ondas se retrata,
Entre las sombras de la vida hay horas
En que la realidad que nos circuye
A detener el ímpetu no alcanza
De nuestra alma que a lo lejos huye
Y a la región de lo ideal se lanza…

Y entonces cuando pienso en tus amores
Nuestras dos vidas deslizarse veo
No cual la realidad que aja sus flores
Sino cual la ilusión de tu deseo.
No por las conveniencias separados,
Soñando tú conmigo, yo en tus sueños,
Sino juntos los dos en los collados
De la Arcadia risueños;
Asidos por las manos a lo lejos
Buscando el fin de la campiña amena
A los pálidos rayos de la luna.
O del ardiente sol a los reflejos,
Dejando transcurrir una por una
Las no contadas horas venturosas
Que no mancha la sombra de una pena
Libando amor y deshojando rosas
Del verdor y del musgo en lo sombrío
Ocultos en lo ignoto del boscaje
Radiante aún de gotas de rocío
De virgen fuerza y de vigor salvaje;
Sentados a la orilla del torrente
Tú escuchando los ecos del follaje
Yo acariciando -trémula la mano-
Tus rizos al caer sobre tu frente…

Otras veces trayendo a la memoria
Los fantasmas de un tiempo ya pasado
Junto con ellos cual sencilla historia
Los ideales de tu amor soñado.
Y es entonces un gótico castillo
De altivas torres de musgosas piedras
En cuyo muro gris crecen las hiedras
Teatro de nuestro amor santificado.

Y en reducida y perfumada estancia
Cuyos tapices abrillanta y dora
El fuego de la antigua chimenea,
Juntos los dos oímos a distancia
Diciéndonos protestas de ternura
La voz del agua que al perderse llora
Y el viento que en los árboles cimbrea
Entre el silencio de la noche oscura.

O en frágil barca en plácida mañana
De lago azul flotando en los cristales
Con la mirada errantes contemplamos
El cielo, la ribera, los juncales,
Y las nieblas que inciertas, vaporosas,
Van a perderse en la región lejana
Como se pierde la esperanza humana
O el postrimer aroma de las rosas.

Mas cuando el alma en sus ensueños flota,
La realidad asoma de improviso
No más resuena la encanta nota
Brotan espinas do la rosa brota,
Y en crüel se torna el paraíso.

Vuelvo a mirar… y pienso que nacimos
Para vivir por siempre separados,
Que no es una la senda que seguimos
Y que la lumbre que cercana vimos
Fue visión de tu amor y tus cuidados.

Y al comparar la realidad penosa
Con los paisajes de ideal que miro
En el fondo del alma lastimosa
Para tu dulce amor -niña piadosa-
Para tu dulce amor surge un suspiro.

~

¿Recuerdas?

*

¿Recuerdas? Tú no recuerdas
Aquellas tardes tranquilas
En que en la vereda angosta
Que conduce a tu casita
Plegaban a tu contacto
Sus hojas las sensitivas
Como al poder misterioso
Del amor tu alma de niña
En la oscuridad pasaban
Las luciérnagas cual chispas
Que bajo la yerba espesa
Nuestros dedos perseguían
¡Así también en las horas
De mis años de desdicha
Cruzaban por entre sombras
Mis esperanzas perdidas!…

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
La cruz de mayo que hicimos
Con violetas silvestres
Y con sonrosados lirios
Bajo el frondoso ramaje
De tu árbol favorito.
Como una lluvia de perlas
Sobre blanco raso níveo
Brillaba por los […]
En las hojas del rocío!
Y los pájaros cantores
Hicieron cerca sus nidos…
Después pasé una mañana
Y vi tu ramo marchito
Como mi pasión ardiente
Por tu infamia y tus desvíos.

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
Más de esa noche amorosa,
La lumbre de tus pupilas,
El aliento de tu boca
Entreabierta y perfumada
Como un botón de magnolia,
Los murmullos argentinos
Del agua bajo las frondas,
El brillo de las estrellas
Y las esencias ignotas
Que derramaron los genios
En las brisas cariñosas,
Quedaron como una huella
Que el tiempo aleve no borra
¡Ay! para toda la vida
¡Escritas en la memoria!

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
Pero yo, cuando levanta
El crepúsculo sombrío
Del fondo de las cañadas
Y las tristezas inmensas
De lo profundo del alma
Al pasado fugitivo
Tiendo la vista cansada
Y nuestra historia de amores
Hacia mí tiende las alas.
¡Cuando en las horas nocturnas
Cabe el esposo que te ama
Tu agitado pensamiento
Tenga segundos de calma
De aquella pasión extinta
¡Jamás te acuerdes, ingrata!

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
La tarde aquella en que juntos
Bajamos de la colina,
Tus grandes ojos oscuros
Se anegaban en los rayos
Sonrosados del crepúsculo
Y tu voz trémula y triste
Como un lejano murmullo
Me hablaba de los temores
De tu cuerpo moribundo!
Si hubieras entonces muerto
Cómo amara tu sepulcro
Ahora, cuando te veo
Feliz gozar de tus triunfos
Tan sólo asoma a mis labios
Una sonrisa de orgullo!

***
José Asunción Silva (Bogotá, 1865-1896)

viernes, 21 de marzo de 2025

maria-mercè marçal / dos poemas









Turbiamente te amo. Todo el poso
se removió. La copa como un mar
encrespado me arroja, a contrasangre,
restos de otros naufragios, maderos, altivez
de olvidados suicidios, alquitrán
enquistado en la ola, muerte y algas.
Yo no puedo romperla. Ni, sedienta,
vaciar de un trago todos sus embates
sin salpicar ni herirte, sin arrastrarte
conmigo a la escollera.

~

Yo soy la otra. Tú eres yo misma:
esa parte de mí que se me rebela,
que expulso lejos y que vuelve a mí
hecha deseo, canto y palabra.
Hecha deseo, canto y palabra
te miro. Yo soy tú misma.
No me reconozco: soy la otra.

***
Maria-Mercè Marçal (Ibars de Urgel, 1952-Barcelona, 1998)
Versiones de la autora

/

Tèrbolament t´estimo. Tot el pòsit
s´ha remogut. La copa com un mar
tempestejat m´aboca, a contrasang,
restes de vells naufragis, fustes, urc
de suicidis oblidats, quitrà
enquistat dins l´onada, algues, mort.
No sé trencar-la. Ni, assedegada,
buidar-ne tot l´embat en un sol glop
sense esquitxar-te ni ferir-te, sense
arrossegar-te a l´escullera amb mi.

~

 Jo soc l'altra. Tu ets jo mateixa:
aquella part de mi que se’m revolta,
que expulso lluny i em torna
feta desig, cant i paraula.
 Feta desig, cant i paraula
 et miro. Jo soc tu mateixa.
No em reconec: soc l’altra.

jueves, 20 de marzo de 2025

mario levrero / dos poemas









Naturaleza muerta

*

Acorralaron al rengo.

        Relucían

sobre paisajes otoñales
de parques y praderas
los fuegos de artificio
como artilugios refulgentes

        y soñaban

                    en su cueva el topo
                    en su relincho el caballo
                    en su sueño el pez
 
Era el día de la primavera.

                    Todos

 

Empujaban algo tesoneramente

                    cuesta arriba
                    cuesta abajo
y un rincón bajo el portal
a la izquierda del templo
más allá de las dunas
más acá de los rábanos
 
        y entre los limoneros,
sin piedad ni maldad ni caridad,
por esa pobre torpeza de los simples,
con esa simple torpeza de los pobres,
con esa torpe pobreza de los simples,

                    acorralaron al rengo
                    acorralaron al rengo
                    acorralaron al rengo

No intentó la más mínima defensa
no arguyó la más mínima disculpa
no le tembló
ni un músculo del alma
no dijo nada
quedó callado
como un horizonte
mirando la laguna
donde los patos
 
           danzaban y brincaban

como un coro de ángeles
desnudos desplumados
y la gaita
sonaba su lamento lejano
lamento de otras tierras
lamento de ciervo moribundo
 
            de niñez torcida
            de laberintos afilados por el tiempo
(Ah, las gaitas; aún hoy
Resuenan en mis oídos
con la insistencia de los nomeolvides
y de ciertos lagartos portuarios).
No dijo nada, el rengo.

            Dejó caer la noche

y entre los fuegos de artificio
declinantes por puro aburrimiento
se alejó rengueando
 
            como siempre el rengo

se alejó cojeando

            hasta casi contento

de que lo hubieran acorralado entre los limoneros:
eran treinta pelucas

            nada menos

las que llevaba en el bolsillo.

                        Y hasta me quedo corto.

~

Análisis del poema del rengo

*

el rengo simboliza la libido
los limoneros el vientre materno
las gaitas escocesas son la clara expresión
de la organización anal de la libido
las pelucas,
 
                    simple símbolos fálicos

el camello

                    viene a simbolizar los hospitales

 y el tesonero afán de las tortugas,

                                la no expresada angustia del tomillo.

Cuando el autor escribe “lunes”

                    quiere decir “socorro”

y cuando habla del tiempo

                    hace alusión a la lucha de clases.

Cuando coloca un punto final

                    quiere decir que terminó el poema.

***
Mario Levrero (Montevideo, 1940-2004)

miércoles, 19 de marzo de 2025

czeslaw milosz / cafetería










De aquella mesita en la cafetería
Donde en los mediodías de invierno brillaba un jardín de
 escarcha,
He quedado yo solo.
Podría entrar allí, si lo quisiera,
Y golpeando con los dedos en un vacío helado
Evocar las sombras.

Con incredulidad toco el mármol frío,
Con incredulidad toco mi propia mano:
Esto - es y yo soy en la historia que acontece,
Y ellos ya están cerrados por los siglos de los siglos
En su última palabra, en su última mirada.
Y lejanos como el emperador Valentiniano,
Como los jefes de los masagetas de quienes nada se sabe
Aunque apenas un año, dos o tres años pasaron.

Puedo ser todavía leñador en los bosques del norte lejano,
Puedo pronunciar un discurso desde la tribuna o rodar una
 película
Con métodos que ellos desconocían.
Puedo experimentar el sabor de frutas de las islas del
 océano
Y tener mi fotografía en el traje de la segunda mitad del
 siglo.
Y ellos ya para siempre como los bustos en chorreras y
 fraques
Del monstruoso Larousse.

Pero a veces, cuando el resplandor crepuscular colorea los
 techos de la calle pobre
Y fijo mi mirada en el cielo, veo allí, entre las nubes,
La mesita bamboleándose. El mesero da vueltas con la
 bandeja
Y ellos me miran soltando carcajadas.
Porque yo no sé todavía cómo se muere por la mano cruel
 del hombre.
Ellos saben, ellos bien lo saben.

***
Czesław Miłosz (Šeteniai, 1911-Cracovia, 2004)
Versión de Jan Zych

martes, 18 de marzo de 2025

t. s. eliot / el bautizo de los gatos








El bautismo de los gatos es un tema complejo,
no es un jueguito para un día feriado,
dirán que estoy más loco que un plumero
si les digo que un gato debe tener TRES NOMBRES DISTINTOS.

Primero está el nombre que la familia usa a diario,
como Augusto, Alonso, Jaime o Pedro
como Jonás o Víctor, Jorge o Guillermito,
todos sensatos nombres cotidianos.

Hay nombres fantasiosos, si piensan que suenan lindo,
algunos para damas, otros para caballeros,
como Platón, Eléctra, Démeter, Admeto;
sensatos nombres cotidianos, también ellos.

Pero yo digo que un gato necesita
un nombre muy particular,
un nombre peculiar
y más digno,
¿cómo podría, si no, mantener su cola perpendicular,
o extender sus bigotes o acrecentar su amor propio?

De nombres de este tipo puedo darles un quórum,
tales como Munkustrap, Coricopat o Quaxo,
tales como Bombalurina, o incluso Jellylorum,
nombres que jamás pertenecen más que a un gato.

Pero por encima y más allá, hay todavía un nombre más,
y es el nombre que jamás podrán adivinar;
que ninguna investigación humana puede hallar,
pero que EL GATO CONOCE y nunca habrá de confesar.

Cuando observen un gato en profunda meditación,
es siempre, les digo, por la misma razón:
su mente está ocupada en la absorta contemplación
del pensamiento, del pensamiento, del pensamiento de su nombre:
su inefable efable
efainefable
profundo e inescrutable Nombre singular.

***
T. S. Eliot (St. Louis, 1888-Londres, 1965)
Versión de J. Aulicino

/

The Naming of Cats

*

The Naming of Cats is a difficult matter,
     It isn’t just one of your holiday games;
You may think at first I’m as mad as a hatter
When I tell you, a cat must have THREE DIFFERENT NAMES.
First of all, there’s the name that the family use daily,
     Such as Peter, Augustus, Alonzo, or James,
Such as Victor or Jonathan, George or Bill Bailey—
     All of them sensible everyday names.
There are fancier names if you think they sound sweeter,
     Some for the gentlemen, some for the dames:
Such as Plato, Admetus, Electra, Demeter—
     But all of them sensible everyday names,
But I tell you, a cat needs a name that’s particular,
     A name that’s peculiar, and more dignified,
Else how can he keep up his tail perpendicular,
     Or spread out his whiskers, or cherish his pride?
Of names of this kind, I can give you a quorum,
     Such as Munkustrap, Quaxo, or Coricopat,
Such as Bombalurina, or else Jellylorum—
     Names that never belong to more than one cat.
But above and beyond there’s still one name left over,
     And that is the name that you never will guess;
The name that no human research can discover—
     But THE CAT HIMSELF KNOWS, and will never confess.
When you notice a cat in profound meditation,
     The reason, I tell you, is always the same:
His mind is engaged in a rapt contemplation
     Of the thought, of the thought, of the thought of his name:
          His ineffable effable
          Effanineffable
Deep and inscrutable singular name.

lunes, 17 de marzo de 2025

ana hatherly / en lo profundo













En el profundo azul
en el espejo de una delicada tristeza
que mis ojos reflejan:
me ves?
me ves como soy?
me ves como algo que se descubre
en la acrobacia de la imagen?

En la sensual tranquilidad de la palabra
el poeta intenta una orden arriesgada
y entra en la fábula y el reportaje

simula mentir
para alcanzar
la suprema verdad

***
Ana Hatherly (Oporto, 1929-Lisboa, 2015)
Versión de Myriam Rozenberg

/

No fundo

*

No fundo azul
no espelho de uma delicada tristeza
que os meus olhos reflectem:
vês-me?
vês-me como eu sou?
vês-me como algo que se descobre
na acrobacia da imagem?

Na sensual tranquilidade da palavra
o poeta tenta uma arriscada ordem
e entre a fábula e a reportagem

simula mentir
para atingir
a superior verdade

domingo, 16 de marzo de 2025

julia wong / dirty wong










Casi al anochecer, pateo mi propia sombra de hielo.
Salgo a guarecerme de mi última herejía
por el alambrado neón hispano,
California lingüística y fractura.
 
El reino de los habladores me circuncida como a una araña triste.
 
California es un continente: son depredadoras,
eructan el alimento robado al soberano,
herederas anglófonas de virtudes tridimensionales.
 
No han podido curar su melancolía medioeval. Allí,
proyectadas en otro imperio de Piedras santas,
rasgadas en su moneda bilingüe.
 
Nos buscamos. Lo presiento. Me conmueven.
 
Compartimos la misma duda,
la nueva tela que tejeremos, nos condenará al cáncer o
a la tristeza,
a la ambivalente soledad.
 
Ellas auscultan el porvenir en idiomas que yo ni me puedo imaginar,
japonés o árabe, por ejemplo.
Gálico.
 
En la penumbra es fácil desvestirse y succionar los finísimos hilos erectos.
 
Cada poro espera por algo, extraña jadeos, soplidos lejanos y manías copiadas de
absurdos jardines pornográficos:
amarás el vuelo arácnido, amarás a tus hermanos, cogerás con tus primos y desearás a tus tíos.
 
Este es un vergel fundado con la sangre de los chivos expiatorios.
 
Pienso que debí ir más seguido al cine en minifalda
y masturbarme con películas baratas.
 
Así no me asustaría,
con ninguna anécdota sobre los chinos del barrio
timbeando toda la noche,
gambling se dice en inglés.
 
Jugándose la vida.
Regresan a su casa con los bolsillos vaciados por el
placer de echar los dados al abismo:
Los que siempre ponen el ojo en la mujer equivocada.
Las que deseamos al hombre que nunca nos va a pertenecer.
 
Durante el juego dejan pasar en la tele
Terciopelo azul y Muholland drive,
podrían constituir una hecatombe en el neurocortex.
 
Sólo un marido alemán hubiera consentido en ir conmigo a la función de medianoche y mientras, Isabella Rosellini aguanta el llanto, él cambiaría de butaca y diría algo así:
—Mache es selber Kleine, ich gehe kurz eine rauchen…[1]
 
Me liberaría de la utopía de hombres latinoamericanos, de los santos Tupacs con sangre real, amantes de sus hordas y sus pueblos sumisos y devotos. Eso, me libraría de escribir una hagiografía de mi padre oriental. Eso, me liberaría de ver la saga completa de Matrix y ser la fan número nueve millones mil quinientos de Saint Keanu en Instagram.
 
Mi sombra y yo
nos pateamos mutuamente,
jugamos una suerte de gincana popular.
 
Trato de limpiar con alcohol mis turbios deseos,
mirada irónica sobre los dientes amarillos.
 
Los cigarros se deslizan de las bocas secas que contienen el apetito por el vecino y flirtean con lejanos perfiles en países aún más lejanos que la luna.
 
Todos han enfocado su atención en la película
y no en su propio deseo.
 
Afuera huele a anticuchos,
ese olor a vinagre y ají molido.
 
En la penumbra
he tomado una mano oscura
y le he suplicado
salir conmigo
a tomar aire fresco.

[1] Nota del editor (NE): Traducción del alemán: Hágalo usted mismo, pequeño, voy a fumar un momento…  

***
Julia Wong (Chepén, 1965-Lima, 2024)

sábado, 15 de marzo de 2025

julio barco / mordida por el cangrejo











                                            a Julia Wong

Te recuerdo Julia.
Recuerdo tu voz ronca y seria
Sin aires grandilocuentes.

La vez que llegaste a mi barrio
Y le hablaste de los campos de arroz de tu infancia
Al puñado de jóvenes de mi taller
Y cómo me contaste
Que casi te pierdes al bajar
En el Paradero Prialé
Mediante las combis
De Lima.

Julia, yo te dediqué un poema en
Semillas Cósmicas
Y tú me diste el prólogo
Como una rosa de marzo. 

Aún recuerdo en mi corazón
Tu poesía feroz 
De suicida, de pétalos adolescentes
Y de tu gélido sentir fuego
ardiendo en mil lenguajes.

Tus ojos tristes
Color chifa color Perú 
Made in calles de Chepén. La prosa
De tu soledad escrita en infinitos poemas
Que caían de tu mente  

Julia, ya es de nuevo verano
Y no podemos ir al Cerro San Cristóbal
Para sacarnos fotos 
feroces contra la ciudad de los reyes.

Julia, ya no me llegan tus mensajes al Instagram
Ya no escucho tu lamento.
El dolor de la metáfora
en la carne.
 
Todas las madrugadas son tristes en la ciudad.
Y tú lo sabías, Julia.

Van estos pétalos blancos
para ti china peruana nacida
en Chepén
mordida por un maldito cangrejo…

***
Julio Barco (Lima, 1991). Inédito.

viernes, 14 de marzo de 2025

mary oliver / singapur









En Singapur, en el aeropuerto,
una sombra fue retirada de mis ojos.
En el cuarto de baño de mujeres, una división estaba abierta.
Una mujer de rodillas lavaba el fondo
   de la taza blanca.

Una desagradable sensación en mi estómago
y toqué mi boleto en el bolsillo.

Un poema siempre debiera tener pájaros.
Un martín pescador, por ejemplo, con ojos audaces y alas relucientes.
Los ríos son placenteros, y por supuesto los árboles.
Una cascada, o si no es posible, una fuente
   que suba y baje.
Una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.

Cuando la mujer me vio no pude interpretar su gesto.
Su belleza y su bochorno se mezclaban, y ninguno de 
   los dos ganaba la batalla.   
Ella sonrió y yo sonreí. ¿Tiene algún sentido?
Todos necesitamos un trabajo.

Sí, una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.
Pero antes debemos mirarla ahí abajo mientras atiende su trabajo,
     lo que es en sí aburrido.
Con un trapo azul está lavando la parte superior de los ceniceros del aeropuerto, que son tan 
grandes como las tapas de los basureros.
Su pequeña mano voltea el metal, tallando y levantando.
No trabaja con lentitud, tampoco con rapidez, pero como un río.
Su cabello oscuro es como el ala de un pájaro.

No dudo ni un instante que ella ame su vida.
Y quiero que se levante de entre la costra y el agua sucia
   y vuele hacia el río.
Esto probablemente no ocurra.
Pero quizá sí.
Si el mundo fuera sólo dolor y lógica, ¿quién lo apreciaría?

Claro que no lo es.
Tampoco me refiero a algo milagroso, es sólo
la luz que emana de la vida. Me refiero 
a la forma en que ella dobla y desdobla el trapo azul,
a la forma en que sonrió para mí; me refiero
a la forma en que este poema está lleno de árboles y pájaros. 

***
Mary Oliver (Maple Heights, 1935-Hobe Sound, 2019)
Versión de Gabriela Cantú Westendarp

/

Singapore

*

In Singapore, in the airport,
a darkness was ripped from my eyes.
In the woman restroom, one compartment stood open.
A woman knelt there, washing something
in the white bowl.

Disgust argued in my stomach
and I felt, in my pocket, for my ticket.

A poem should always have birds in it.
Kingfishers, say, with their bold eyes and gaudy wings.
Rivers are pleasant, and of course trees.
A waterfall, or if that is not possible, a fountain
rising and falling.
A person wants to stand in a happy place, in a poem.

When the woman turned I could not answer her face.
Her beauty and her embarrassment struggled together, and
neither could win.
She smiled and smiled. What kind of nonsense is this?
Everybody needs a job.
Yes, a person wants to stand in a happy place, in a poem.
But first we must watch her as she stares down at her labor,
which is dull enough.
She is washing the tops of the airport ashtrays, as big as
hubcaps, with a blue rag.
Her small hands turn the metal, scrubbing and rinsing.
She does not work slowly, nor quickly, but like a river.
Her dark hair is like the wing of a bird.

I don´t doubt for a moment that she loves her life.
And I want her to rise up from the crust and the slop
and fly down to the river.
This probably won´t happen.
But maybe it will.
If the world were only pain and logic, who would want it?

Of course it isn’t.
Neither do I mean anything miraculous, but only
the light that can shine out of a life. I mean
the way she unfolded and refolded the blue cloth,
the way her smile was only for my sake; I mean
the way this poem is filled with trees, and birds.

jueves, 13 de marzo de 2025

opal palmer adisa / nombrar










I

insisto en que nombren 
a sus cómplices 
            los que conspiraron 
            para robarme el nombre 
el nombre que tengo no es
el nombre que mis antepasados 
me habrian puesto 
            el nombre que tengo 
            es el nombre de un ladron 
                    es el nombre que ellos me dieron
estoy decidida 
a recuperar mi nombre 
para limpiar mi nombre
para hacerme un nombre 
que no pueda ser secuestrado 
que no pueda ser vendido 
que no se pueda vender 

            yo he usado el nombre del violador 
            yo he usado el nombre del secuestrador 
            me identifico por el nombre del comprador 
            pero estos no son mis nombres 

el nombre de mi padre ha sido manchado 
el nombre de mi madre se toma en vano 
y si yo quiero hacerme un nombre 
debo saber mi nombre 
            no un código o un nombre de marca 
sino mi propio nombre 

                    a mi gente se le ha dado 
                            un mal nombre         un nombre que ha tratado 
de hacerlos desaparecer
un nombre de pobre para que 
                    no tengan un dólar a su nombre 
yo merezco un nombre que sea digno de mi historia 
        anhelo un nombre que que nombre mi viaje 
los peligros que he vencido 

            me niego a ser considerada sólo de nombre 
            busco un nombre de artista 
            exijo un nombre de vencedor
            insisto en que me conozcan 
por mi nombre me nombro a mí misma

por mucho tiempo he asumido su nombre

II

el usurpador siempre está soltando nombres 
irrumpiendo en mi casa
sacando a mis parientes masculinos 
gritando         abran en nombre de la ley 
disparando antes de gritar 
alto en nombre de la ley 

pero quien nombró ley a la ley 
            la ley tiene dos nombres 
            y yo la nombro injusta
me arrastran a la carcel 
dicen que mi nombre fue mencionado 
            en relacion con la libertad 
eso se refería a mi nombre
eso soy y doy a los nombres 
de mis compatriotas 

muchos son nombrados 
en relacion con 
este movimiento 
dicen que
doy         el nombre del explotador 
                mi seudónimo                         mi nombre artístico 
                mi nombre de verano              mi nombre cariñoso 
                alias                                         sobrenombres
                el nombre de mi comerciante  el nombre cristiano de mi comprador 
                el nombre de                            la familia del jefe
                el nombre comercial                del corredor de bolsa 
                el nombre de pila                     del juez
                el apellido                                del periodista 
y todos los grandes nombres de la historia

exigen saber mi apellido de soltera 
mi apellido     mi nombre 
                       cuál es tu nombre 
ellos martillean 
                        cuál es tu apellido 

yo no tengo un nombre
que puedas pronunciar 
yo digo incluso 
braceando por mí misma para el puñetazo 

tengo un nombre personal 
que es mi armadura 
me lo cantaron al nacer 
me lo susurraron en mis oidos 
cuando fui levantada al sol 
me dijeron siempre protege
            tu buen nombre

            mi nombre es el yo 
            mi nombre es la familia 
            mi nombre es la nación 
            mi nombre es el nombre 

me llamo a mí misma

***
Opal Palmer Adisa (Kingston, 1954)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Naming

*

I

i insist they name 
their accomplices 
        those who conspired 
        to rob me of my name 
the name i have is not
the name my ancestors 
would have named me 
        the name i have 
        is a thief ’s name 
                it is the name they gave me
and i am determined 
to retrieve my name 
to clear my name
to make a name for myself 
that cannot be abducted 
cannot be traded 
cannot be sold 

        i have gone by the rapist’s name 
        have used the kidnapper’s name 
        i am identified by the buyer’s name 
        but these are not my names 

my father’s name has been blemished 
my mother’s name is taken in vain 
and if i am to make a name for myself 
i must know my name 
        not a code name or a brand name 
but my own name 

                my people have been given 
                            a bad name         a name that has been trying 
                to make them disappear 
                a pauper’s name so 
                        they don’t have a dollar to their name 

i deserve a name that is worthy of my history 
        i crave a name that names my voyage 
the perils prevalied over

                i refuse to be considered in name only 
                i seek a performer’s name
                i demand an overcomer’s name 
                i insist on being well known 
by the name i name myself 

too long i‘ve assumed their name

II

the usurper is always dropping names 
barging into my house
hauling out my male relatives 
hollering             open up in the name of the law
shooting before calling out 
halt in the name of the law 

but who named the law the law 
        the law has two names 
        and i name one unjust
they drag me to the jail 
claim my name was mentioned 
        in connection with freedom 
that i was referred to by name 
that i am to give the names 
of my compatriots 

many are named 
in connection with 
this movement 
they say 
i give     the exploiter’s name 
                my pen name         my stage name 
                my summer name  my pet name 
                aliases aka             nicknames
                my trader’s name   my buyer’s christian name 
                the boss’s                family name 
                the stockbroker’s    trade name 
                the judge’s              forename
                the journalist’s       byname 
and all the great names in history 

they demand to know my maiden name 
my surname     my first name 
                                what is your name 
they hammer
                                what is your last name 

i don’t have a name
you can pronounce 
i say evenly 
bracing myself for the fist 

i have a personal name 
that is my armor 
it was sung to me at birth 
it was whispered in my ears 
when i was raised up to the sun 
i was told to always protect 
            my good name 
            
            my name is the self 
            my name is the family 
            my name is the nation 
            my name is the name 

i name myself

miércoles, 12 de marzo de 2025

lorenzo pataro / tres poemas











Pienso en los muertos del pueblo que ya nadie
recuerda. Las flores falsas que se marchitan, las flores secas,
la escarcha que escarba en las tumbas destapadas.
Lo que queda. Qué queda en una foto
de todo el orbe de una persona.
Una inscripción, una fecha, algún objeto.
Qué queda. Pienso en todos los difuntos
que no dejan rastro. Bendigo
sus nombres, percibo su sueño
como una aguja, mi noche
en el ojo de la suya.

~

Todavía vuelve el gavilán
el milano a plantar su grito en mi espalda
para recorrer el dolor como un dedo
que toca la herida y la repara

vuelve la época de los enamorados
y abre las voces de los tordos en la niebla

si tiras el pimpollo al cemento
la urraca lo roba y lo guarda

en el nido, descubre tu secreto
y toda plegaria deja de brillar

todavía vuelve el gavilán
el aguililla se precipita de lleno.

~

Estrella de grafito, te arrojo
entre las olas, leve combustión.
Luz primitiva, hazme hiena
hazme arado, perseguido
en la niebla. Luz-vientre.
Te arrojé en todos los poros
nacimiento ulterior, don de los naufragios,
trabajo de restauración, oro sabio.

***
Lorenzo Pataro (Castrovillari, 1998-Ponte di Legno, 2025)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Penso ai morti del paese a cui non pensa
più nessuno. Gli ingrigiti fiori finti, i fiori secchi,
il gelo che fa tana nelle tombe scoperchiate.
Quanto resta. Cosa resta in una foto
di tutto il mappamondo di un umano.
Una scritta, una data, qualche oggetto.
Cosa resta. Penso a tutti i trapassati
che non lasciano una scia. Benedico
i loro nomi, percepisco il loro sonno
come un ago, la mia notte
nella cruna della loro.

~

Ancora ritorna lo sparviero
il nibbio a piantare l’urlo nella schiena
a percorrere il dolore come un dito
che tocca la ferita e la ripara

la stagione degli amori ritorna
e spalanca i richiami dei tordi nella nebbia

se getti il germoglio sul cemento
lo ruba la gazza e lo conserva

nel nido poi scopre il tuo segreto
e smette di brillare ogni preghiera

ancora ritorna lo sparviero
la poiana caduta a capofitto.

~

Stella di grafite, ti ho gettato
tra le onde, lieve combustione.
Luce primitiva, fammi iena
fammi aratro, braccato
nella nebbia. Luce-grembo.
Ti ho gettato in tutti i pori
nascita ulteriore, dono dei relitti,
fatica del restauro, sapiente oro.