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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

martes, 4 de diciembre de 2018

nicolás lópez-pérez / roma















Michaela, así como cuando viajábamos alrededor de la lluvia /
como luciérnagas hechas espirales por los cielos sobre Roma /
el diluvio ahí en frente, una posibilidad perpetua de quedarnos
quietos en medio de lo que ha sido y lo que no será / Somos el
presente, Michaela / nuestros cuerpos se escriben / en los muros
imperiales, en las construcciones pendientes de restauración
/ se hacen uno con la lluvia / entonces pasa que la lluvia es un
dios del que no sabemos mucho / es una frontera en medio de
las ciudades vueltas ruinas / sigue lloviendo, llueve que llueve
nos impregna la cara / renunciamos al pasado / estamos a medio
camino de la ciudad de Caracalla y la de Fritz Lang / la lluvia
anega tus temblores de tiempo / estamos llegando al Panteón /

Coliseo abajo, te mueves, bailas con el cielo / sigue lloviendo, por
los pechos de la luperca escurre ese cielo / Michaela palpa su silencio,
sus ojos color big bang se posan sobre una iglesia anegada por
las grietas /turistas pasan, ya dije que sigue lloviendo, aunque con
menos intensidad / los escombros alumbran, se ciernen sobre vistas
panorámicas color hoja de biblia / esos vejestorios, soñadores
de piedra, no nos creyeron cuando les hablamos de amor / ¿sabes
por qué? si nosotros les enseñamos cuando aún / no éramos Nicolás
ni Michaela, entonces ¿a dónde nos queda ir todavía, querida?/

ya no hay nada más que ver en Roma, pero insistes en que sí /
insistes en la revolución de las nubes y los astros, crees que hay
/ una distancia pendiente de olvidar en toda esta ciudad / desde
tus ojos a los míos / y yo, no sé, Michaela, no estoy seguro de
nada en este rizoma de calles / ya no llueve, y nosotros estamos
sentados en la gravilla del circo máximo / que hoy es solo una
ruina húmeda expurgada de sueños / Michaela recuerdas cuando
viajamos alrededor de la lluvia / y yo, no sé, hay recuerdos que
son escondites y otros que son este poema, ya no sé, ya no sé

recuerdo al sol, cuando salió yo lo mordí en el rostro\

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Roma

Todos los años comienzan con un calendario de Roma
con los meses pasa lo mismo, las estaciones bailan al
ritmo de golpes y puñaladas en los Campos Cataláunicos
donde conocimos que la guerra sí se puede empatar
Aunque Merobaudes cante a favor de Aecio, los vientos
soplan para vernos borrachos en una cuneta imperial
dudando de nuestra inmortalidad y viendo como el
amanecer se hace amo y señor de la ciudad eterna
Pienso si entre las ruinas existe la melancolía y confieso
que los autos pasando en la noche revelan a la humanidad
mucho más que noticiarios y redes sociales
Me dices—las estrellas son ejércitos que entierran el pasado
Tienes razón, y sigo bebiendo la grappa más barata del almacén\

***
Nicolás López-Pérez (Rancagua, 1990) Geografía de las geografías. Santiago de Chile: Ediciones Litost, 2018.

Fotografía en blanco y negro por Tilo Nurmi


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