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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

viernes, 21 de febrero de 2025

daniel borzutsky / poema #1022










No hay demasiado exceso
y lo que hay es apenas perceptible
aquellos en blanco desaparecen de nuestra visión
nadie lo nota hasta cuando
se ve una dramática disminución en la plusvalía

la guerra nace
y los que están en blanco desaparecen de otra vez
pero en realidad su desaparición es subjetiva
algunos no ven a nadie
mientras otros los ven a todos

para algunos el exterminio del cáncer
no es separable de la devastación de la ciudad
otros asocian la devastación
con un imparable flujo de derrames
mientras otros asocian la devastación
con caídas en las tasas de utilidades
y la apenas perceptible
           apariencia del cuerpo humano

fuera del brote de refugiados muertos
                                     un poema que respira

fuera del brote de soldados muertos
                                     un poema que respira

fuera del brote de la ciudad muerta
                                     un poema que respira

pero cuando desaparece la ciudad
                                     así también los poemas

y cuando desaparecen los poemas
                                     los muertos son asesinados

imagina un corazón cubierto de polvo
e imagina un poema que brota de él

imagina un corazón cubierto de polvo
e imagina a un niño que lo persigue

imagina una bala que mata a un niño
e imagina al soldado que lanza al niño al mar

el soldado besa la tierra y dice
no es mi culpa que la gente nazca y muera

el pastor grita los nombres de los niños a los feligreses

a cada nombre responden
muerto

***
Daniel Borzutsky (Pittsburgh, 1974)
Versión de Juan Carlos Villavicencio

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