martes, 9 de abril de 2024

óscar málaga / salmo a la gran madre guanyin













Solo deseo la felicidad de mis vecinos. El mundo es demasiado grande
Su brillo insoportable sobre mis parpados. Los faros de los autos
me señalan miles de destinos distintos. Implacables
como Xie Pei despertandome a las cinco de  la madrugada.
Aspiro a estar ahi donde siempre estoy estraviado
No me canso de mirar los arboles. Escucharlos crecer es mi deseo.
Subiendo al templo de San-Fen-Shan he llegado al cielo
Para eso basta la mano de Xie Pei y mil escalones
Y el aire es verde brillante, una luz invisible, miles de peonias en flor.
Aullo en la cima de esta montaña. Tan dulce es tu mano.
Tan dulce el vacio que vertiginoso se deja rozar por la luz del sol.
Diez mil turistas no comprenden mi esplendor. Yo no se lo que espero.
Y mis ojos observan detenidamente la lejania.
Desde dieciocho infiernos mil Budas me sonrien
No he nacido para pagar por mi felicidad. Ella pertenece a mis ojos
La ruta no existe. Nunca siento nostalgia. Esta montaña                                                                                             
soy yo trepando a mi corazon. La silueta del horizonte no es el horizonte.
Ninguna revelacion en ello. Este es el unico viaje.
Pero sucede que no hay regreso. Eso nos infunde cierta alegria.
Construimos un horno y nos entregamos a su fuego.

Qian shou GuanYin, Qian shou GuanYin
Y nos entregamos a su fuego.

Siempre vivimos en el mismo lugar pero con mas manos, mas ojos,
el alma como un campo inesperado de rosas humedas.
Unos labios tatuados en nuestra piel ardiendo: Todo
lo que conservaremos de esta deriva. Nadie comprende nada
No es necesario comprender. Comprender es una trampa
Todos los reinos han perecido pero el hombre sigue sonriendo
Como los mil brazos de Qian shou GuanYin señalando la ruta
Y el agua es siempre la misma que eterna fluye,
se agita, que en su quietud no implora un destino.
Multiples desacuerdos para ser cumplidos es lo que nos ofrece la vida.
Flor atrapada como un destello en la quietud de un rio oscuro.
En cada latido sin desfallecer mi rostro se fatiga.
No comprendo lo que escribo. He olvidado todo.
Nunca tuve sueños. Con ellos son imposibles los arboles,
subir mil escalones, aferrarme a tu mano y descubrir el cielo.
Mis vecinos tienen sueños y dioses.
Los mios se ahogan en los bares y erran bajo el sol sin buscar guarida.

Qian shou GuanYi, Qian shou GuanYin
Y erran bajo el sol sin buscar guarida

Cuando ries la montaña se ensombrece.
Quiero vivir sin saber nada.
Dejenme estos escalones, este cielo, esta mano
tan dulce que no soporta ninguna verdad.
Tan dulce que me ensombrece.
La boca del oceano es el universo que mis vecinos alimentan,
le ofrecen ese sudor y lagrimas que empaña sus noches frente al televisor,
y asi sacrifican este universo vivo
a esa boca ancha del oceano que en su  terror construyen                                                                                                                                                              
En sus pupilas ruge la muerte como un transeunte
asustado por la niebla de la ciudad.
Para ellos deseo una conversacion amable, una maceta llena de flores
y despues del amor un hijo con una hermosa cola de leon,
tan parecido a mi que pueda llamarle hermano.
Nada mas pido..Es necesario tener propositos claros.
Tan claros que podamos perdernos en ellos.
Que escuchemos la hierba humeda bajo nuestros pies.
Aparte de eso me gustaria descansar un poco.
Abandonar los bares y los parques y mirar silencioso el horizonte
Mirar silencioso el horizonte ha sido el deseo de toda mi vida.
Sin decir una palabra desaparecer en el viento
para volver a aparecer siempre en el vientre de mi madre.
Con la misma cola de leon, los mismos zapatos,
el mismo corazon sin brujula.

Qian shou GuanYin, Qian shou GuanYin
Y el mismo Corazon sin brujula.

El horizonte es un rio lejano.
Me inquieta esta colina tan escarpada.
Y de tu mano me acerco a todos los abismos.
Y escribo para quedar desnudo.
Para ser la brisa que humedece tu frente.
El borde del cielo que roza tus mejillas.
¿Arrasare este instante solo porque mis vecinos me miran desconfiados?
Quiero ir a la muerte con la alegria
que llego a una fiesta bajo el crepusculo.
No se si podre vivir de otro modo.
Mis pensamientos me complacen.    
Basta despertarme para saber que existo.
Imagino que alli hay una verdad sin el artificio de la razon.                 
Siempre me pregunto ¿porque debo de levantarme en las mañanas?
Y mi extrañeza crece como un huesped
asustado en una casa que desconoce.
Pero las aves revolotean en mi ventana,
el telefono suena, la radio se enciende.
Siento los ruidos que hacen mis vecinos.
El mundo se despierta muy temprano y yo quisiera seguir durmiendo
El movimiento nos acerca a la muerte igual que la quietud.
No tenemos otra eternidad.
Sucede que ya nos despedimos y tenemos que partir.

Qian shou GuanYin, Qian shou GuanYin
Y tenemos que partir.

Toda nuestra libertad es no poder evitar este gran desorden.
Ajenos a nosotros somos. No se si experimento simpatia por mi.
Por mis vecinos. La perspectiva se ensancha.
En todos nosotros ruge el terror.
Ya no hablare de mis vecinos. Todos estamos cansados.
Pero no apagare la luz.  Seguire escribiendo.
Demasiados esfuerzos para escapar a nuestro destino.
Y el guardian que me exige mis documentos en la puerta del templo
solo intenta convencerse que es util en este planeta.
Pero la muerte lo acecha igual que a mi;
como el amor, el aburrimiento, los ruidos callejeros.
Nada es necesario conquistar.
El verano es corto y nadie va a quedarse mucho tiempo.

Qian shou GuanYin, Qian shou GuanYin
Y nadie va a quedarse mucho tiempo.

Todo existe porque su gozo nos pertenece.
Compartimos el mismo desconcierto.
Y la hierba fresca de esta montaña tiene miles de destinos
Y su voz en el viento del otoño es mas poderoso
que nuestro mas desgarrado canto.
Somos dioses cansados, encadenados, divididos,
viviendo en  un planeta esplendoroso
Los otros dioses son los bosques, las montañas, los rios, el mar.
El mar es un dios azul sobre el que flota la tierra.
Que se repite, se imita, 
que no se cansa de ser igual a sus destinos.
No aspiro a convertirme en un planeta
Los planetas tienen la vida corta
Los hombres tambien. A pesar de mi cola de leon
a veces sucumbo a los sueños. El unico dios que me interesa es el mar.
Xie Pei tiene unas manos carnosas y calientes
La boca como una flor entrecerrada
alumbrada por el brillo de sus dientes
y no tiene edad porque cada mañana descubre el universo
Hemos subido solo mil escalones y hemos llegado al cielo
Y ahi estamos, sin temor, de la mano, sorprendidos,
navegando silenciosos
en el rio quieto de nuestra sombra                        
hundiendose
en el horizonte.

Qian shou GuanYin, Qian shou GuanYin
Y nos entregamos a su fuego.
                                                                                          Beijing, 1993.

***
Óscar Málaga (Lima, 1947)

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