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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

lunes, 4 de abril de 2022

czeslaw milosz / dos poemas











A la naturaleza

*

Me apasionabas, Naturaleza, hasta que comprendí quién eras.
Se entristeció mi corazón de jovenzuelo, de luto se vistió el sol.
Me desprendí de mis atlas y herbarios, recuerdos de la ilusión.
Hice mi filósofo a Schopenhauer,
El caminante con la mirada fija en el río de las existencias de un solo día,
Las que nacen y mueren sin conciencia.
Solamente él, el hombre, concibe, se compadece,
sometido y no sometido a la ley de piedra.
Conciencia del hombre a pesar de ti, Naturaleza.
Desde entonces iba a reflexionar en ello durante toda mi vida.
¿Y quién me reprochará el antropocentrismo en los países de religión antropocéntrica
O igual de antropocéntrica falta de fe?
William Blake tenía razón al fundir en uno lo humano y lo divino.
Para nada sirven vuestras oraciones al gato, al árbol y a la constelación de las Pléyadas
O a las selvas vírgenes, como en mi ecológico sueño.

~

Deseo

*

Compañera íntima de mi gran batalla,
¡Tú, cuyo cuerpo delicado con un rayo rosa
Penetra en mis ojos! Con la luz ceñida
Sobre la desesperación terrenal y terrenal sombra.

Compañera íntima del desfile sangriento
Por el país del fuego y guerra, aire y hambre,
¡Que no los venzan a nuestros corazones los gritos de nadie!

Para que, en un joven verano sumergidos hasta las rodillas,
Podamos decir, bebiendo el resplandor del cielo como de una jarra:
Escucha, la humanidad está viva, nuestra alegría también.

(1944)

***
Czeslaw Milosz (Šeteniai, 1911-Cracovia, 2004)
Versiones de Ada Trzeciakowska

/

Do natury

*

Kochałem się w Tobie, Naturo, aż zrozumiałem kim jesteś.
Zasmuciło się moje serce podrostka, kirem oblekło się słońce.
Wyrzuciłem moje atlasy i zielniki, pamiątki urojenia.
Moim filozofem został wtedy Schopenhauer,
Wędrowiec wpatrzony w rzekę istnień jednodniowych,
Które rodzą się i umierają bez świadomości.
Tylko on, człowiek, pojmuje, współczuje,
Poddany i niepoddany kamiennemu prawu.
Świadomość człowieka na przekór tobie, Naturo.
Odtąd miałem rozmyślać o tym przez całe życie.
I któż mi zarzuci antropocentryzm w krajach antropocentrycznej religii
Albo równie antropocentrycznej niewiary?
William Blake miał rację łącząc w jedno człowieczość i boskość.
Na nic wasze modlitwy do kota, do drzewa i do gwiazdozbioru Plejady
Albo do puszcz pierwotnych, jak w moim ekologicznym marzeniu.

~

Zyczenie

*

Towarzyszko serdeczna mojej wielkiej bitwy,
Ty, której wątłe ciało różowym promieniem
Przenika w moje oczy! Światłem przepasana
Ponad rozpaczą ziemską i nad ziemskim cieniem.

Towarzyszko serdeczna krwawego pochodu
Przez kraj ognia i wojny, powietrza i głodu,
Oby serc nam nie zmogły wołania niczyje!

Abyśmy, w młodym lecie brodząc po kolana,
Mówili, blask z niebiosów pijąc jak ze dzbana:
Posłuchaj, ludzkość żyje, nasza radość żyje.

(1944)

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