viernes, 14 de mayo de 2021

lyn hejinian / de "mi vida"













Y para nosotros
que “nos gusta
ser sorprendidos”

Cuando levantas la cuchara derramas el azúcar. Mi padre llenó un viejo recipiente de boticario con lo que él llamaba “vidrio de mar”, pedazos de viejas botellas redondeadas y pulidas por el mar, tan abundantes en las playas. No hay soledad. Se entierra a sí misma en la verdad. Es como salpicar en el agua perdidos en nuestras lágrimas. Mi madre se subió al bote para aplastar la basura acumulada, pero el bote perdió el equilibrio y cuando ella se cayó, se rompió el brazo. Sólo pudo alzar un poco los hombros. La familia tenía poco dinero pero mucha comida. En el circo, sólo los elefantes eran mejor que cualquier cosa que pude imaginar. El huevo de Colón, el paisaje y la gramática. Ella quería uno en donde el patio fuera de tierra, con pasto, con la sombra de un árbol, del cual colgaría una llanta de hule como columpio y al encontrarlo, me lo envió. Estas criaturas están entremezcladas y nada de lo que hagan debería sorprendernos. No me interesa o no me interesará, en donde el verbo “importar” puede multiplicarse. Al piloto del pequeño avión se le olvidó notificar al aeropuerto su descenso, así que cuando vieron las luces del avión en la noche, las sirenas se dispararon y la ciudad entera de esa costa quedó en penumbra. Él estaba tomando agua y la luz disminuía. Mi madre se paró junto a la ventana, mirando las únicas luces que eran visibles dando vueltas sobre la ciudad oscurecida en busca del aeropuerto escondido. Desafortunadamente, el tiempo parece más normativo que el lugar. Ya sea respirando o sosteniendo el aliento, era lo mismo, manejando a través del túnel de un sol al otro, bajo una colina caliente y café. Asoleó al bebé por 60 segundos, dejándolo desnudo excepto por un gorro azul de algodón. Por la noche, para cerrar las ventanas de la vista de la calle, mi abuela bajaba las persianas, sin desatar nunca las cortinas, una gasa almidonada demasiado rígida para que colgara adecuadamente. Yo me sentaba en el borde de la ventana cantando sunny lunny teena, ding-dang-dong. Allá afuera hay un mago viejo que necesita una charola de hielo para convertir su aliento excitado en vapor. Él rompió el silencio radial. Por qué alguien pensaría que la astrología es interesante cuando es posible aprender sobre astronomía. Lo que uno pasa en Plymouth. Es el viento azotando las puertas. Todo lo que es casi inexplicable para mis amigos. Velocidad y verosimilitud de la garganta. ¿Estábamos viendo un dibujo o casi una apariencia de pequeños veleros blancos en la bahía, flotando a tal distancia de la colina que parecen no avanzar? Y por una vez a un país que no hablaba otro idioma. Seguir el progreso de las ideas o esa línea particular de razonamiento, tan llena de sorpresas y correlaciones inesperadas, fue de alguna manera tomar unas vacaciones. Aún así, tenías que pensar a dónde se había ido, ya que podías hablar de reapariciones. Un cuarto azul siempre es oscuro. Todo en el malecón disparaba hacia el cielo. No era algo específico a un año, pero era muy viejo. Un orfebre alemán en el siglo XIV cubrió un pedazo de metal con tela y le dio a la humanidad su primer botón. Era difícil entender eso como política, porque parece el trabajo de una sola persona, pero nada está aislado en la historia –algunos humanos son situaciones. ¿Están tus dedos en el margen? Sus procedimientos azarosos hacen monumentos al destino. Aún hay algo sorprendente cuando el verde emerge. El zorro azul sumergió su cabeza. La rima inicial de inocente con increíble. ¿Hacia dónde corre mi miel? No puedes pasar la vida huyendo. No puedes determinar la naturaleza del progreso hasta que reúnas a todos los relativos.

~

Han pasado
tantas cosas desde
aquello que realmente
sentíamos

Si esto fuera escribir lo tendríamos que explicar. Lo digo tanto para consolarme como para establecer algo que pienso es cierto. Salir precipitadamente del sótano oscuro, perseguida por el miedo húmedo. De igual modo, debido a un sentimentalismo especial, la gente siempre quiere al más pequeño de la camada. Ella se sentaba todas las tardes en su silla esperando a su dolor de cabeza, exactamente como uno se sienta en una banca a esperar el autobús. En un libro leí la frase: “el agua es tan azul como la tinta”, lo que me hizo lamentar que tan poca gente use plumas fuente. Nunca le des dinero a un hombre ciego sin tomar uno de sus lápices. Cuando fui a la escuela Christian Science Sunday, el maestro me preguntó qué quería ser cuando fuera grande, y yo le contesté que quería ser escritora o doctora. Las palabras del último en hablar se quedaron en el aire, y eso fue vergonzoso. Un nombre adornado con listones de color. En el circo los hombres vendían camaleones vivos que llevaban pequeños collares y estaban atados a listones rojos y amarillos que uno podía colgarse en el vestido o en la camisa como una joya viviente. Y para nosotros que “nos gusta ser sorprendidos”, el amor maternal. El juego de solitario, de paciencia, decepciona cuando “sale” a la primera. Es imposible regresar al estado mental en el que se originan estas frases. Así que tomé prestada la máquina de escribir de mi padre. Había un jardín, un hoyo en la reja, un abuelo sin religión –uno puede correr a través de los hoyos de la memoria, usando un sombrero mojado, hacia la banqueta cubierta de charcos, y hay dedos en ellos. De igual modo, un hermoso concierto o un atardecer inusual de otoño me hacen sentir inquieta si estoy sola, queriendo a alguien con quien compartirlo. A medio día, bajo la luna nueva de nadie. No quería que los niños vinieran a jugar, desordenando mis cosas. Estábamos tosiendo después de un día en el mar. Esa era la brecha entre comportamiento y sentimiento. Este era un año en el momento crucial, volteándose, dada la rápida combinación. Ese verano cuando tenía nueve años me entrenaba para sostener mi respiración y nadar tercamente bajo el agua de ida y vuelta a lo largo de la alberca, hasta que el borde se hizo negro. En el cuarto del teléfono uno escuchaba la voz sin cuerpo en el recibidor mientras veíamos la hilera de abrigos y sombreros vacíos, y cuando jugábamos a las escondidas con los otros primos, en esas ocasiones cuando mis abuelos invitaban a toda la familia a cenar, sólo los más grandes se atrevían a esconderse entre ellos. Y un otro es una posibilidad, ¿no es así? Me echaron a perder con la privacidad, me permitieron el lujo de la soledad. Una pausa, una rosa, algo sobre papel. No quería una fiesta para mis diez años, quería a mi madre, que estaba ahí, por supuesto, en la fiesta, pero de quien estaba separada por mis amigos y porque ella estaba ocupada con el pastel y los globos. Ella tenía un diario pero nunca lo leía. Sin embargo, los que rechazan la amistad pueden, sin ilusión pero no sin algo de arrepentimiento, ser los mejores amigos en el mundo. Ahora resulta que la cortina de la regadera es sexy. La brecha indicaba que los objetos o eventos habían sido olvidados, que un lugar había sido guardado para ellos, ¿si de casualidad reaparecieran? El sonido del camión espantó a los pípilos. Como la gran, redonda “O” pensada por los maestros tradicionales de escritura (el método Palmer, así se llamaba), había una gran y redonda “A” y la teníamos que pronunciar, en lugar de la sucia, angosta “A” en palabras como gato y Ana. La cuneta alta daba vuelta en la curva. Las ventanas en el muro noroeste veían hacia el reloj en el así llamado Campanile en el que mi padre, hipermétrope, guardaba el tiempo. Cuál era el significado que cuelga de lo que depende. Las manzanas tienen panzas. Ella era una niñita muy flaca y su traje de baño le quedaba tan grande que cuando se sentaba a jugar en la playa la arena caía en su ingle y la llenaba como una pequeña bolsa. El puente de cobro te la cobra, el arco su niebla, su pintura. Sin embargo pulgas, y por lo tanto polvos. Tú no eres distinto a tu amigo, pero con él eres distinto de ti, y al reconocerlo, me retiré, queriendo proteger mi honestidad, porque había definido a la integridad en dos dimensiones. Empujé mi dedo gordo para hacer una palanca con la cuchara abollada, él tomó la espátula y de la nada aparecieron barcos, yo golpeé la barra espaciadora. De hecho no recuerdo si mi padre fue con Braque o sólo lo invitaron con él un día en las afueras de París a pintar un paisaje al aire libre. Y finalmente, en una visita al zoológico, cuando pasábamos por el recinto en donde estaban los zorros plateados, vi una bandada de gorriones picoteando el suelo del recinto, y uno de ellos, aventurándose demasiado cerca de un zorro agachado bajo la sombra de una piedra artificial, de repente fue capturado por el zorro, que se lo tragó en un instante.

~

Fue sólo una
coincidencia

Las hileras de árboles en los huertos pueden formar patrones. Qué fueron las batallas de Cesar sino la prosa de Cesar. Un nombre adornado con listones de color. “Tomamos” unas vacaciones como si fuéramos parte del equipaje que cargábamos. En otras palabras, nos “tomamos nuestro tiempo”. La experiencia de una gran pasión, de un gran amor, me sacaría, me elevaría, me permitiría por fin ser ambos especial e ignorante de las otras personas a mi alrededor, para poder ser libre al fin de la necesidad de atraerlos, de contestarles. Es decir, ser casi inútil pero tranquila. Había flores artificiales y ramos de cerámica, pero en esos días ellos no tenían ninguna planta de interior viva. Los viejos textos fragmentarios, escrituras tempranas egipcias y persas, por decir, o las obras de Sappho, eran intrigantes y encantadoras, un misterio adhiriéndose a las líneas perdidas. En ese entonces, el Latín perpetuo del amor mantuvo las cosas ocultas. No era su destino ser tan famoso como Segovia. Sin embargo, escribí mi nombre en cada uno de sus libros. El lenguaje es la historia que me dio forma e hipocondría. Y lo seguí con una fecha, como si con mi nombre tomara el libro y por la fecha, históricamente, contextualizara sus contenidos, les fijé una lectura. Y la memoria un muro. Mi abuela fue una gran belleza y siempre ganaba en las cartas. Y para nosotros que “nos gusta ser sorprendidos” el oído es menos activo que el ojo. La alcachofa hizo todo lo posible, blindada, con escamas, púas, y escondiendo en su interior los suaves vellos tan atinadamente llamados corazón. Supongo que siempre quise, a través de un acto de voluntad y del esfuerzo de la práctica, poder ser alguien más, poder alterar mi personalidad e incluso mi apariencia, poder de hecho crearme a mí misma, pero en vez me encontré atrapada en el carácter mismo que hizo tal pensamiento posible y tal deseo mío. Cualquier trabajo relacionado con cuestiones de posibilidad debe llevar hacia un nuevo trabajo. Entre las piezas, ellos arrastraban sus pies. Las piernas blancas de los perales, los protegían del sol. Imagina, por favor: miopía mórbida. El cachorro está perplejo por la lagartija que se mueve pero no tiene olor. Éramos como pájaros gordos a lo largo de la costa, incapaces de salir del agua. ¿Podría haber cisnes en el pantano? Por supuesto, uno sigue escribiendo, y de ahí a “ser un escritor”, porque uno no ha escrito todavía esa obra “suprema”. El ejercicio será suficiente. Inserto una descripción: de la frescura de la mañana primaveral agonizante, cuando a través de la ventana abierta un olor a polvo frío y a capullos del pasto roto prematuramente, a libros de texto y a manzanas podridas, persigue el sonido distante de un avión y de una bandada de cuervos. Pensé que la salud y la comodidad de la mujer deben venir después del amor. Cualquier fotógrafo te dirá lo mismo. Así que yo no usaría las botas en la nieve, ni calcetines en el frío. El que arrastra los pies. Ese sentido de responsabilidad era a penas el contexto de la búsqueda de un amante, o, más bien, de un amor. Deja que pase alguien del otro carril. Cada barco se inclinaba hacia nosotros al dar la vuelta, y nosotros pretendiendo saber más de lo que sabíamos, identificábamos cada tipo mientras el viento les soplaba. La política se ensancha mientras uno envejece. Yo estaba aprendiendo cierta geometría de formas únicamente decorativas. Uno puede encontrar la forma en un cristal o en los pulmones. Ella mostró el perfil izquierdo, el bueno. Lo que ella sintió, lo había escuchado de niña. El punto de las sirenas de niebla es que no las puedes ver, necesitas escucharlas. Más por acumulación que por memoria las matemáticas de manadas lo hacen evidente. Era mayo de 1958 y leer era anti-anónimo. Ella desaprobaba la música de fondo. 

***
Lyn Hejinian (San Francisco, 1941) Mi vida. Ciudad de México: Mangos de Hacha, 2012.
Versiones de Tatiana Lipkes

/

As for we
who "love to be
astonished"

You spill the sugar when you lift the spoon. My father had filled an old apothecary jar with what he called "sea glass" bits of old bottles rounded and textured by the sea, so abundant on beaches. There is no solitude. It buries itself in veracity. It is as if one splashed in the water lost by one's tears. My mother had climbed into the garbage can in order to stamp down the accumulated trash, but the can was knocked off balance, and when she fell she broke her arm. She could only give a little shrug. The family had little money but plenty of food. At the circus only the elephants were greater than anything I could have imagined. The egg of Columbus, landscape and grammar. She wanted one where the playground was dirt, with grass, shaded by a tree, from which would hang a rubber tire as a swing, and when she found it she sent me. These creatures are compound and nothing they do should surprise us. I don't mind, or I won't mind, where the verb "to care" might multiply. The pilot of the little airplane had forgotten to notify the airport of his approach, so that when the lights of the plane in the night were first spotted, the air raid sirens went off, and the entire city on that coast went dark. He was taking a drink of water and the light was growing dim. My mother stood at the window watching the only lights that were visible, circling over the darkened city in search of the hidden airport. Unhappily, time seems more normative than place. Whether breathing or holding the breath, it was the same thing, driving through the tunnel from one sun to the next under a hot brown hill. She sunned the baby for sixty seconds, leaving him naked except for a blue cotton sunbonnet. At night, to close off the windows from view of the street, my grandmother pulled down the window shades, never loosening the curtains, a gauze starched too stiff to hang properly down. I sat on the windowsill singing sunny lunny teena, ding-dang-dong. Out there is an aging magician who needs a tray of ice in order to turn his bristling breath into steam. He broke the radio silence. Why would anyone find astrology interesting when it is possible to learn about astronomy. What one passes in the Plymouth. It is the wind slamming the doors. All that is nearly incommunicable to my friends. Velocity and throat verisimilitude. Were we seeing a pattern or merely an appearance of small white sailboats on the bay, floating at such a distance from the hill that they appeared to be making no progress. And for once to a country that did not speak another language. To follow the progress of ideas, or that particular line of reasoning, so full of surprises and unexpected correlations, was somehow to take a vacation. Still, you had to wonder where they had gone, since you could speak of reappearance. A blue room is always dark. Everything on the boardwalk was shooting toward the sky. It was not specific to any year, but very early. A German goldsmith covered a bit of metal with cloth in the 14th century and gave mankind its first button. It was hard to know this as politics, because it plays like the work of one person, but nothing is isolated in history--certain humans are situations. Are your fingers in the margin. Their random procedures make monuments to fate. There is something still surprising when the green emerges. The blue fox has ducked its head. The front rhyme of harmless with harmony. Where is my honey running. You cannot linger "on the lamb." You cannot determine the nature of progress until you assemble all of the relatives.

~

We have come
a long way from
what we actually
felt

If it were writing we would have to explain. I say that as much to comfort myself as to state something I think to be true. Dashing up out of the dark basement, pursued by the humid fear. Similarly, due to some peculiar sentimentality, people always want the runt of the litter. She sat every afternoon in her chair waiting for her headache, exactly as one might sit on a bench awaiting a bus. In a book I read the sentence, "the water is as blue as ink," which made me regret that so few people use fountain pens. Never give the blindman money without taking one of his pencils. When I went to Christian Science Sunday school, the teacher asked me what I wanted to be when I grew up, and I answered that I wanted to be a writer or a doctor. The words of the last one to speak continued to hover in the air, and that was embarrassing. A name trimmed with colored ribbons. At the circus men were selling live chameleons which wore tiny collars and were attached to red and yellow ribbons that one could pin to one's dress or shirt as a living jewel. As for we who "love to be astonished," mother love. The game of solitaire, of patience, is disappointing when it "comes out" the first time. It is impossible to return to the state of mind in which these sentences originated. So I borrowed my father's typewriter. There was a garden, a hole in the fence, a grandfather who had no religion-one can run through the holes in memory wearing a wet hat, onto the sidewalk covered with puddles, and there are fingers in them. Similarly, a beautiful concert or an unusual autumn sunset makes me feel restless if I'm by myself, wanting someone with whom to share it. At noon, under no one's new moon. I didn't want the kids over to play, messing with my stuff. We were coughing after a day by the sea. That was the gap between behavior and feeling. This was a year at the breaking point, turning over, given the swift combination. That summer when I was nine I trained myself to hold my breath and stubbornly swim the full iength of the pool under water and back, until the returning end of the pool went black. In the telephone room one heard the disembodied voice over the receiver while staring into the row of empty coats and hats, and when we played hide and seek with the other cousins, on those occasions when my grandparents had all the family to dinner, only the oldest cousins dared hide among them. An other is a possibility isn't it. I have been spoiled with privacy, permitted the luxury of solitude. A pause, a rose, something on paper. I didn't want aparty for my tenth birthday, I wanted my mother, who was there, of course, at the party, but from whom I was separated by my friends and because she was busy with the cake and the balloons. She kept a diary but she never read it. Yet those who scorn friendship can, without illusion but not without some remorse, be the finest friends in the world. Now the shower curtain is sexy. The gap indicated that objects or events had been forgotten, that a place was being held for them, should they chance to reappear. The sound of the truck had frightened the towhees away. Like the "big, round O" taught by the traditional penmanship teachers (the Palmer method, it was called), there was a big round '.A' and we were to pronounce it, in place of the nasty, narrow '.A' in words iike cat and Ann. The high curb turned on the curve. The windows on the northwestern wall looked out toward the clock on the so-called Campanile by which my father, far-sighted, kept time. What was the meaning hung from that depend. Apples have bellies. She was a skinny little girl and her bathing suit fit her so loosely that when she sat to play on the beach the sand fell into the crotch and filled it like a little pouch. The toll bridge takes its toll, the span its fog, its paint. Nevertheless fleas, and therefore powders. You are not different from your friend, but with your friend you are different from yourself,, and recognizingthat, I withdrew wanting to protect my honesty, because I had defined integrity on two dimensions. I pushed my thumb to make a lever of the blunt spoon, he took up the palette knife and ships came out of the blue, I hit the space bar. Actually I don't remember whether my father went with Braque or was only invited to do so one fine day outside of Paris to paint a landscape in plain air. And finally, on a visit to the zoo, as we were passing by the enclosure where the silver foxes were kept, I saw a flock of sparrows pecking at the ground of the enclosure, and one of them, venturing too close to a fox which was crouching in the shadow of an artificial rock, was suddenly seized by the fox, who swallowed it in a moment.

~

It was only a
coincidence

The tree rows in orchards are capable of patterns. What were Caesar's battles but Caesar's prose. A name trimmed with colored ribbons. We "took" a trip as if that were Part of the baggage we carried. In other words, we "took our time." The experience of a great passion, a great 1ove, would remove me, elevate me, enable me at last to be both special and ignorant of the other people around me, so that I would be free at last from the necessity of appealing to them, responding to them. That is, to be nearly useless but at rest. There were cut flowers in vases and some arrangements of artificial flowers and ceramic bouquets, but in those days they did not keep any living houseplants. The old fragmentary texts, early Egyptian and Persian writings, say, or the works of Sappho, were intriguing and lovely, a mystery adhering to the lost lines. At the time, the perpetual Latin of love kept things hidden. It was not his fate to be as famous as Segovia. Nonetheless, I wrote my name in every one ofhis books. Language is the history that gave me shape and hypochondria. And followed it with a date, as if by my name I took the book and by the date, historically, contextualized its contents, affixed to them a reading. And mem ory awall. My grandmother had been a great beauty and she always won at cards. As for we who "love to be astonished," the ear is less active than the eye. The artichoke has done its best, armored, with scales, barbed, and hiding in its interior the soft hairs so aptly called the choke. I suppose I had always hoped that, through an act of will and the effort of practice, I might be someone else, might alter my personality and even my appearance, that I might in fact create myself, but instead I found myself trapped in the very character which made such a thought possible and such a wish mine. Any work dealing with questions of possibility must lead to new work. In between pieces, they shuffied their feet. The white legs of the pear trees, protected from the sun. Imagine, please: morbid myopia. The puppy is perplexed by the lizard which moves but has no smell. We were like plump birds along the shore, unable to run from the water. Could there be swans in the swamp. Of course, one continues to write, and thus to "be a writer," because one has not yet written that "ultimate" work. Exercise will do it. I insert a description: of agontzingspring morning freshness, when through the open window a smell of cold dust and buds of broken early grass, of schoolbooks and rotting apples, trails the distant sound of an airplane and a flock of crows. I thought that for a woman health and comfort must come after love. Any photographer will tell you the same. So I wouldn't wear boots in the snow, nor socks in the cold. Shuffiers scuff. That sense of responsibility was merely the context ofthe search for a lover, or, rather, for a love. Let someone from the other lane in. Each boat leaned toward us as it turned and we, pretending to know more than we did, identified each class as it was blown by. Politics get wider as one gets older. I was learning a certain geometry of purely decorative shapes. One could base a model for form on a crystal or the lungs. She showed the left profile, the good one. 'What she felt, she had heard as a girl. The point of the foghorns is thatyou can't see them, need to hear them. More by hive than by heart the mathematics of droves makes it noticeable. It was May, 1958 and reading was anti-anonymous. She disapproved of background music.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario