Anuncio

El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

jueves, 27 de enero de 2022

denise levertov / dos poemas














Hablando al duelo

*
Ah, Duelo, no debería tratarte
como un perro callejero
que viene a la puerta trasera
por un pellejo, por un hueso sin carne.
Debería confiar en ti.

Debería colocarte cuidadosamente
en casa y darte 
tu propio rincón
una alfombra gastada para que te acuestes
y tu propio plato de agua. 

Crees que no sé por lo que has pasado
bajo mi pórtico.
Deseaste que tu verdadero lugar estuviese listo
antes del invierno. Necesitas
tu nombre
tu collar y etiqueta. Necesitas
el poder para espantar a los intrusos
para considerar
mi casa como la tuya
y a mi, tu persona
y a ti mismo
como mi propio perro.

~

Cargando la luz

*

Llueven diamantes esta mañana de invierno, adorna la maraña de ramas de perales aún sin podar; cada cual, solitaria, ubicada, parece, con un juicio reflexivo, que cargan la luz bajo las nubes desgarradas - lo indivisible repartido en una abundancia sin fin.

***
Denise Levertov (Essex, 1923-Seattle, 1997)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Talking to Grief

*

Ah, Grief, I should not treat you
like a homeless dog
who comes to the back door
for a crust, for a meatless bone.
I should trust you.

I should coax you
into the house and give you
your own corner,
a worn mat to lie on,
your own water dish.

You think I don't know you've been living
under my porch.
You long for your real place to be readied
before winter comes. You need
your name,
your collar and tag. You need
the right to warn off intruders,
to consider
my house your own
and me your person
and yourself
my own dog.

~

Bearing the Light

*

Rain-diamonds, this winter morning, embellish the tangle of unpruned pear-tree twigs; each solitaire, placed, it appearrs, with considered judgement, bears the light beneath the rifted clouds -- the indivisible shared out in endless abundance.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario