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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

jueves, 12 de enero de 2023

simone brantes / dos poemas









Si no viajaste en las vacaciones
y te quedaste escribiendo en casa
después sentirás que es como si hubieses viajado
si escribiste y te gustó escribir
aunque te haya pesado
la casa vacía (pues todos a diferencia tuya
viajaron), el calor, el barullo de la calle,
del bar donde todos los caminos del barrio
confluyen, el miedo a no dar abasto con la tarea
Si escribiste, si te
gustó escribir, si temiste
si gozaste, si el punto final
llegó sólo cuando era necesario
ahora mirás y sentís
que hiciste el viaje, el texto es aquel paisaje
distante que atravesaste
sin poder siquiera sacar un retrato

                   para Flávia Trocoli y Alberto Pucheu

~

Brote

*

Yo estaba en un brote. Y el brote se manifestaba así: la lengua 
había crecido dentro de la boca y no tenía control sobre ella. 
Tanto se podía doblar hacia la garganta causando la horrorosa 
sensación de asfixia cuanto avanzar y salir por la boca. El hecho 
es que no conseguía usarla para expresarme y eso repercutía 
no sólo en las palabras, también en los gestos (como si fuesen 
concebidos y ejecutados dentro de la boca) atropellados, 
emperrados. La sensación era horrible y no entendí como no 
me desperté gritando, como sólo fui recordando el sueño a lo 
largo de la mañana. Ya estaba en camino al mercado cuando, 
acompañada de algunos fragmentos de ese sueño, me crucé 
con una moto vieja y desplumada que ostentaba en el motor 
un adhesivo brillante con el siguiente dicho: “Dé vacaciones 
a su lengua. Use la cabeza”. 

***
Simone Brantes (Nova Friburgo, 1963)
Versiones de Agustina Roca

/

Se você não viajou nas férias
mas ficou escrevendo em casa
depois você vai ver é como se tivesse viajado
se você escreveu e gostou de escrever
mesmo que sobre você tenha pesado
a casa vazia (pois todos ao contrário de você
viajaram), o calor, o barulho da rua,
do bar aonde todos os caminhos do bairro
vêm dar, o medo de não dar conta do recado
Se você escreveu, se você
gostou de escrever, se você temeu
se você gozou, se o ponto final
veio só quando era necessário
você agora olha e sente
que fez a viagem, o texto é aquela paisagem
distante que você atravessou
sem poder sequer tirar um retrato

                        para Flávia Trocoli y Alberto Pucheu

~

Surto

*

Eu estava em surto. E o surto se manifestava assim: dentro 
da boca a língua havia crescido e eu não tinha mais controle 
sobre ela. Tanto podia recuar na direção da garganta causando 
a horrorosa sensação de sufocamento quanto podia avançar 
e sair da boca. O fato é que não conseguia usá-la para me 
expressar e isso tornava não apenas as palavras, mas também 
os gestos (como se fossem concebidos e executados dentro 
da boca) engrolados, perros. A sensação era horrível e não 
entendi como não acordei gritando, como só ao longo da 
manhã fui me lembrando do sonho. Já estava a caminho do 
mercado quando, acompanhada de alguns fragmentos desse 
sonho, passei por uma moto velha e depenada que ostentava 
no motor um adesivo brilhante com o seguinte dizer: “Dê 
férias à sua língua. Use a cabeça”.

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