lunes, 7 de abril de 2025

salette tavares / cuatro poemas












Enigma Luna

*

Olvidaste
el toro y el grito
la pared blanca y fría
la cabeza decepada cóncava
viento sangre herido.

Olvidaste
la lámpara en el techo amarillo
río de sombra corrido
caballo erizado en la tabla
en la habitación.

Olvidaste
el hoyo donde Sangre y ojos
enterraste

Olvidaste y alienado en los salones
te quedaste oliendo orquídeas inodoras
zapatitos de papá huecos
réplicas estéticas a la metralla
de los aviones.

¿Cansado? ¿Inútil? ¿Delincuente? ¿Vacío?
¿Quién te podrá juzgar?

Yo sólo sé rasgar enigma
contra razones de la tierra

ojos que sorpresa me clava
en la luna de la tarde que yerra.

Presencia de transparencia
en la fuerza que así me arde
en la luna de noche blanca
me baño fantasma árbol.
Sombra en la sombra luna
enigma junto a la ventana.

Olvidaste
pero no conmigo
olvidaste la lámpara amarillenta abrigo
y las cuatro paredes frías.
Olvidaste
pero no conmigo.

~

Amor Silencio

*

Amor silencio amargo rozándome la muerte
grito partido de cristal sobre el pecho
isla desierta en mitad de las capitales del norte
grilletes ajustados en el río en que me acuesto.

Distancia colmada remanso de una espera
puente de aventura del dos a la unidad
amor brillo rayando la llave del deseo
minuto adormecido al lado de la eternidad.

Amor tiempo suspendido, oh lánguido recelo,
en el llanto de mi canto eres la presencia fuerte
estambre estremecido disimulado anhelo
amor milagro gesto incandescente porte.

Amor ojos perdidos rayando dibujos
en amplio movimiento el espacio circular
amor segundo breve, lanceta, tiempo eterno
en el rápido castigo de la luna a goteando.

~

Espejo Ciego

*

Yo leo mi destino en los periódicos.
Yo veo los Signos del Domingo en los cuernos del Carnero
y creo
en el regazo en el que me lleva algún planeta
a jugar en el firmamento.

Osiris, o sol de la noche, o estrella de la tierra
la vida es esa
que se esculpe en el alma del poeta,
en bulto redondo,
en cuerpo entero...
y las manos ciegas
son sólo para saber más despacio.
Mi cintura dolorida
adiós supremo sin beso
me hincha el pecho de hambre
gime silencio el deseo.
Me exprime frutas los brazos
se beben vino de marzo
largos bellos cabellos
con el viento en el regazo
alborear de un secreto
boca que la fruta pide
mar de oro generoso
donde mi barco se pierde.

~

Aquí Estoy

*

Aquí estoy, en el cruce de los caminos
en el sitio donde las miradas se doblan de terror...
Cuando mi voz dijo no y la voluntad y el espejo
había acuerdo y sueño y flores para abrir.
Cuando mis manos escurrían de ternura
había libertad y mis pies descalzos
recortaban en sombra la única lisura.

Qué bonito lo que yo soñé, qué paz y qué misterio
qué gran fuerza sin lágrimas en el mar...
Ahora estoy dolorida, se me han muerto los cabellos
En los dedos que pedían cayó una agonía,
las cuerdas ya cortadas volvieron a llamarme.
La noche que me seque yo quisiera sorber
toda la ausencia directa del poseer y del tener,
huida en el bosque escondida en la retama
morder aquella tierra fecunda en la que me sé.
Sin lucha, navegando, un barco blanco y mío
sin timonero ni ruta marcándome el destino
singlando bajo la luna, bebiendo el sol de los días
tan sólo y la gran mirada de Dios,
acostado junto a mí.

Así correr, ser libre, crear y tener placer
sólo aquel placer igual al que ya soy
una lira, un canto, una armonía al fin
serena, bella, dulce y sin violencia loca.
Edad de una rosa recogida por la mañana

vibrando en el calor los pétalos abriéndose
sorpresa vegetal de la vida que se inflama
con el tallo cortado y sin poder sonreír.

Quien libre me dejase dormir en mi planta
este acuerdo supremo de los miembros del amor,
sin traición, sin corte, y sólo aquel manso
sorber de la tierra la savia para poder florecer.
Ay, mar en que me baño y que libre me dejas
espejismo de mi ritmo, partida al más allá
mi dulce sólo saber brazos, piernas, senos, besos,
y toda la maravilla de ser sin nadie más.

***
Salette Tavares (Maputo, 1922-Lisboa, 1994)
Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

Enigma Lua

*

Esqueceste
o touro e o grito
a parede branca e fria
a cabeça decepada enfunada
vento sangue ferido.

Esqueceste
a lâmpada no teto amarelo
rio de sombra corrido
cavalo eriçado na tábua
no quarto.

Esqueceste
a cova onde Sangue e olhos
enterraste

Esqueceste e alienado nos salões
Ficaste cheirando orquídeas inodoras
sapatinhos de papa ocos
réplicas estéticas à metralha
dos aviões.

Cansado? Inútil? Delinquente? Vazio?
Quem te poderá julgar?

Eu só sei rasgar enigma
contra razões da terra

olhos que espanto me crava
na lua da tarde que erra.

Presença de transparência
na força que assim me arde
na lua de noite branca
me banho fantasma árvore.
Sombra na sombra lua
enigma junto à janela.

Esqueceste
mas não comigo
esqueceste a lâmpada amarelado abrigo
e as quatro paredes frias.
Esqueceste
mas não comigo.

~

Amor Silêncio

*

Amor silêncio amargo a roçar-me a morte
grito partido do vidro sobre o peito
ilha deserta no meio das capitais do norte
grilhetas ajustadas no rio em que me deito.

Distância cumulada remanso duma espera
ponte de aventura do dois à unidade
amor brilho raiando a chave do desejo
minuto adormecido ao pé da eternidade.

Amor tempo suspenso, ó lânguido receio,
no pranto do meu canto és a presença forte
estame estremecido dissimulado anseio
amor milagre gesto incandescente porte.

Amor olhos perdidos a riscar desenhos
em largo movimento o espaço circular
amor segundo breve, lanceta, tempo eterno
no rápido castigo da lua a gotejar.

~

Espelho Cego

*

Eu leio o meu destino nos jornais.
Eu vejo os Signos do Domingo nos chifres do Carneiro
e creio
no regaço em que me leva algum planeta
a jogar no firmamento.

Osíres, ou sol da noite, ou estrela da terra
a vida é essa
que se esculpe na alma do poeta,
em ronde bosse,
em corpo inteiro...
e as mãos cegas
são só para saber mais devagar.
Minha cintura dorida
adeus supremo sem beijo
enche-me o peito de fome
geme silêncio o desejo.
Espreme-me frutas os braços
bebem-se vinho de março
grandes belos cabelos
com o vento no regaço
Alvorecer de um segredo
boca que a fruta pede
mar de ouro generoso
onde o meu barco se perde.

~

Aqui Estou

*

Aqui estou, no encontro dos caminhos
no sítio onde os olhares se dobram de terror...
Quando a minha voz disse não e a vontade e o espelho
havia acordo e sonho e flores para abrir.
Quando as minhas mãos escorriam de ternura
havia liberdade e os meus pés descalços
recortavam em sombra a única lisura.

Que lindo o que eu sonhei, que paz e que mistério
que grande força sem lágrimas no mar. . .
Agora estou dorida, morreram-me os cabelos
nos dedos que pediam caiu uma agonia,
as cordas já cortadas tornaram a me ligar.
Na noite que me seque eu quisera sorver
toda a ausência direta do possuir e do ter,
fugida na floresta escondida na giesta
morder aquela terra fecunda em que me sei.
Sem luta, a navegar, um barco branco e meu
sem timoneiro nem rota marcando-me o destino
singrando sob a lua, bebendo o sol dos dias
tão só e o grande olhar de Deus,
deitado ao pé de mim.

Assim correr, ser livre, criar e ter prazer
aquele só prazer igual ao que já sou
uma lira, um canto, uma harmonia enfim
serena, bela, doce e sem violência louca.
Idade duma rosa colhida na manhã

vibrando no calor as pétalas a abrir
surpresa vegetal da vida que se inflama
com o caule cortado e sem poder sorrir.

Quem livre me deixasse dormir na minha planta
este acordo supremo dos membros do amor,
sem traição, sem corte, e só aquele manso
sorver da terra a seiva para poder florir.
Ai, mar em que me banho e que livre me deixas
miragem do meu ritmo, partida para além
meu doce só saber braços, pernas, seios, beijos,
e toda a maravilha de ser sem mais ninguém.

domingo, 6 de abril de 2025

dostena angelova-lavergne / notas sobre la poesía













1

Pueda la poesía caminar como si ella no supiera nada 
de caminar y menos todavía de “como si”
entonces ella no habrá de poder quejarse
de las suelas heridas
de los zapatos de cuero abiertos
que ella no sería capaz de pilotar 
para caer
cogiendo velocidad y rechinando el hierro en sus dientes
la aritmética de la infancia, dicen
que la vieron sobre la calle quejándose para sí misma
y llevando gafas oscuras
y luego se te antoja que la metáfora es un vestido
de tul, la cuelgas de esta forma, 
de aquella otra, chasqueas 
envuelves una cuerda roja en torno a tu dedo
pero ella no siente como si hablara a extraños
ella observa a través de ti y en sus ojos
una triste ciudad eclosiona
con puentes que alargan elipses.


2

Madre,
yo vi a los poetas caminando a través de los muros
ellos pagan a la salida y no preguntan el precio
yo no quiero ser como ellos
para vivir desgarrada en pedazos
un cuerpo entre paredes
ni siquiera una lengua para empeñar
yo los vi, ellos viven en una aldea 
tan real que te hace poner los pelos de punta
pero yo soy una niña y sueño con llegar a ser una poeta
cuando crezca
en una rima entre los muros
hay algo ateo su picazón 
algo vulgar su piel blanca
ensangrentada con grafito las huellas
de sus plumas acechan los muertos
secretamente de noche y pesan
palabra por palabra
como si la harina estuviera a punto de agotarse
si retuvieran su aliento penetrarían por entre
el muro finalmente no quiero
llegar a ser poeta, yo soy una niña
y sueño con llegar a ser poeta
cuando crezca con la escritura
es lo mismo que cuando dices “yo te amo”
para aliviar la emoción 
excesiva, en vano, para aferrar la pelota.


3

…la poesía es como esa canción eslovaca
acerca de la cruel Katerinka
que ahoga a su noveno hijo en el Danubio
acerca de la adorable Suzanka que fue comida por sus hermanos
un ciervo blanco en el bosque
un rostro perdido en la pradera
el encantamiento de tantas naciones
un mar abriendo sus hojas
sobre el rostro de la madre…


4

Al comienzo escribir brotó como savia por los conductos a lo largo de la cicatriz de la corteza, luego escribí
mientras tendía la cama en un cuarto solitario, pero a los treinta, ya no puedo respirar más
del modo que lo hacía, sonriendo o llorando frente al espejo, y me siento como golpeando la autopista,
como tomando a la pluma por los cuernos para escribir…
acerca de las naciones y sus raíces floreciendo, todas en sangre, para descolgar palabras que están a punto de extinguirse: cerúlea, bruja…
para escribir acerca del éxodo del alma desde Auschwitz, desde Belgrado y Kana, reaprendiendo
cómo comer, bailar, hacer el amor…y porque no soy suficientemente buena todavía,
y porque aun soy mal arquero, no me atrevo a creer, como para no traicionarlo a Él.


5

Ellos acostumbraban decirme que la poesía no es (una tarea fácil) (no es juego de niños)
pero no me contaron la historia completa
así que me enlisté
en el ejército sin sospechar
que me habían reclutado para la tercera guerra mundial.

***
Dostena Angelova- Lavergne (Plovdiv, 1972)
Versión de Rafael Patiño Góez

sábado, 5 de abril de 2025

carol ann duffy / una hora


El tiempo del amor es escaso, apenas una hora,
brillante como una moneda caída, enriquece el amor.
Pasamos una hora juntas, no la gastamos en flores
o vino, sino en la inmensidad del cielo estival junto a una acequia.

Durante miles de segundos nos besamos; tu cabello
como un tesoro en la tierra; la luz de Midas
convierte tus miembros en oro. El tiempo transcurre,
somos millonarias en la ironía de la noche.

Ninguna oscuridad acabará con nuestra hora reluciente,
ninguna joya puede compararse con el canto del cuco
colgado de la brizna de hierba de tu oreja,
ni un candelabro o un faro te iluminarían mejor

que ahora. El tiempo odia al amor, desea empobrecerlo,
pero el amor teje oro, oro, convierte la paja en oro.

***
Carol Ann Duffy (Glasgow, 1955)
Versión de Victoria Martínez Vega

/

Hour

*

Love’s time’s beggar, but even a single hour,
bright as a dropped coin, makes love rich.
We find an hour together, spend it not on flowers
or wine, but the whole of the summer sky and a grass ditch.

For thousands of seconds we kiss; your hair
like treasure on the ground; the Midas light
turning your limbs to gold. Time slows, for here
we are millonaires, backhanding the night

so nothing dark will end our shining hour,
no jewel hold a candle to the cuckoo spit
hung from the blade of grass at your ear,
no chandelier or spotlight see you better lit

than here. Now. Time hates love, wants love poor,
but love spins gold, gold, gold from straw.

viernes, 4 de abril de 2025

marco martos / cabellera de berenice









Todo el tiempo me pareces un sueño
que camina, sale de sus mares naturales
y entra en la vida causando asombro.
En tu sonrisa percibo el encanto que ejerces
y el desencanto tuyo, por ahí,
en una veta profunda.
Tú, tan concreta, tan evanescente,
(esas contradicciones)
es en el dolor donde mejor
te muestras. Te he visto sufrir,
Berenice ¡y de qué manera!,
pero has estado serena en esa oscuridad,
y es que tienes luz propia
y para ti no hay negro pozo.
He aquí mi utopía y mi trabajo:
llegar a tu centro.
Tengo el convencimiento de ser
quien más te conoce, pero ésta
es mi sabiduría verdadera:
permanezco en los umbrales
donde me encegueces, mas conservo
los otros sentidos muy atentos
a lo que acontece con tu figura,
gusto, tacto oído, aguzados;
¡cómo hueles, Berenice,
tu olor jamás lo equivoco!,
ni tu voz suavísima,
ni la piel que contiene
y es tu límite.
Este es mi gusto:
permanecer a tu lado,
definirme como un hombre
de tu bandería,
por eso llevo tu aura,
te tomo de la mano,
me añudo contigo,
viajo en tu cabellera
por los espacios siderales.

***
Marco Martos (Piura, 1942)

jueves, 3 de abril de 2025

jorge teillier / cuando yo no era poeta










Cuando yo no era poeta
por broma dije que lo era.

Yo no había escrito ningun verso
pero admiraba el sombrero alón
del poeta del pueblo.

Una mañana me encontré en la calle con mi vecina.
Ella me preguntó si de verdad era poeta.
Ella tenía catorce años.

Esa vez llevaba un ramo de ilusiones.
Despues una anémona en el pelo.
La tercera vez un gladiolo entre los labios.
La cuarta vez no llevaba ninguna flor,
yo le pregunte el significado de eso a las flores de la plaza
que no supieron responderme.

Ella había traducido para mí poemas de Ferdinand von Saar.
Yo no le dí nada a cambio.
No quería desprenderme ni de una hoja de cuaderno.

Sus ojos disparaban balas de amor calibre 44.
Eso me daba insomnio.
Me encerré mucho tiempo en mi pieza.

Cuando salí la halle en la plaza y no me saludo.
Volví a mi casa y escribí mi primer poema.

***
Jorge Teillier (Lautaro, 1935-Santiago de Chile, 1996)

miércoles, 2 de abril de 2025

louis aragon / palabras de henri matisse








Mil manos entreabren todas las cabelleras,
de mis manos recoge sus colores el día;
un suspiro es la brisa de mis barcas veleras;
del sueño que perdura parte mi lejanía.

Toda flor por desnuda parece una cautiva
que hace temblar el tacto con su esplendor celeste;
escucho, miro y pienso, y el cielo a la deriva
es para mi sencillo como quitada veste.

Explico mis palabras al paso de la ronda;
aplico el pie desnudo por el viento borrado;
desvelo para el mundo lo que el instante ahonda,
y el sol que se levanta del hombro deseado.

Explico la silueta que enmarca la ventana;
doy la clave de árboles, pájaros y estaciones,
la del sellado júbilo de la planta lozana,
la del sigilo extraño que habita los rincones.

Explico en infinitos negrura y transparencia;
descifro el destellante roce de las mujeres,
y en la cósmica cifra la individual presencia,
y la razón que aúna las cosas y los seres.

Me entregan su perfume las formas pasajeras,
y la página en blanco su musical acento;
y explico lo que hace las hojas más ligeras,
y de la rama un brazo levemente más lento.

Innoble en la tormenta de la época gris;
avasalla mi norma la lumbre justiciera;
yo pinto la esperanza... Yo soy Henri Matisse
que le anticipa al mundo lo que del tiempo espera.

***
Louis Aragon (París, 1897-1982)
Versión de Carlos López Narváez

martes, 1 de abril de 2025

especial poesía metaliteraria

la comparecencia infinita este 1° de abril de 2025 suma ocho años de existencia con uno que otro sobresalto temporal, pero desde febrero de 2021 ofreciendo entregas diarias ininterrumpidamente. Cabe señalar que esta mediateca no tiene fines de lucro, no recibe financiación, solo publica poesía en lengua española (traducida o no) con fines de difusión y con el respeto que cada obra merece. Ese fue el espíritu inicial y todavía persiste en nuestra labor. Para celebrar este octavo aniversario hemos preparado una selección de poesía metaliteraria. A grandes rasgos, el poeta tiene como "materia de trabajo" a la condiciones materiales del oficio. El poema, entonces, es una continúa reflexión sobre los detalles del quehacer y la propia experiencia como ser humano y poeta. Sin más, un homenaje a quienes se sumergen en los pliegues de una actividad individual y colectiva.

***










Billy Collins
El problema con la poesía

**

El problema con la poesía, me di cuenta
al caminar por la playa, una noche --
fría arena de Florida bajo mis pies desnudos,
un espectáculo de estrellas en el cielo --

el problema con la poesía es
que nos incita a escribir más poesía,
más lebistes llenando el tanque de pesca,
más conejitos
brincando desde sus madres hacia el pasto húmedo.

¿Y cómo terminará?
a menos que el día finalmente llegue
en que hayamos comparado todo en el mundo
con todo lo demás
y que no quede nada por hacer
más que cerrar despacio nuestros cuadernos
y sentarnos con los brazos cruzados sobre los escritorios.

La poesía me llena con alegría
y me levanta como a una pluma en el viento
la poesía me llena de pena
y me hundo como una cadenita arrojada desde un puente

…mayormente la poesía me llena
con la urgencia de escribir poesía,
sentarme en la oscuridad y esperar una pequeña llama
que aparezca en la punta de mi lápiz.

Y con eso, el deseo de robar, de asaltar los poemas de otros,
con una linterna y una máscara de esquí.
Y qué triste banda de ladrones somos,
carteristas, rateros comunes,
pensé,
mientras una fría ola se arremolinaba a mis pies
y el faro movía su megáfono hacia el mar
que es una imagen que robé directamente
a Lawrence Ferlinghetti --
para ser perfectamente honesto, por un momento --

el poeta ciclista de San Francisco
cuyo libro, pequeño parque de diversiones,
llevé en el bolsillo de mi uniforme
por todos los pasillos peligrosos de la escuela secundaria.

(Versión de Marina Kohon)

/

The Trouble with Poetry

*

The trouble with poetry, I realized 
as I walked along a beach one night -- 
cold Florida sand under my bare feet, 
a show of stars in the sky --

the trouble with poetry is 
that it encourages the writing of more poetry, 
more guppies crowding the fish tank, 
more baby rabbits 
hopping out of their mothers into the dewy grass. 

And how will it ever end? 
unless the day finally arrives 
when we have compared everything in the world 
to everything else in the world, 
and there is nothing left to do 
but quietly close our notebooks 
and sit with our hands folded on our desks.

Poetry fills me with joy 
and I rise like a feather in the wind. 
Poetry fills me with sorrow 
and I sink like a chain flung from a bridge.

But mostly poetry fills me 
with the urge to write poetry, 
to sit in the dark and wait for a little flame 
to appear at the tip of my pencil.

And along with that, the longing to steal, 
to break into the poems of others 
with a flashlight and a ski mask.

And what an unmerry band of thieves we are, 
cut-purses, common shoplifters, 
I thought to myself 
as a cold wave swirled around my feet 
and the lighthouse moved its megaphone over the sea, 
which is an image I stole directly 
from Lawrence Ferlinghetti -- 
to be perfectly honest for a moment --

the bicycling poet of San Francisco 
whose little amusement park of a book 
I carried in a side pocket of my uniform 
up and down the treacherous halls of high school.

~


Nicanor Parra
Qué es la poesía

**

La fundación del ser x la palabra
Poesía eres tú
Todo lo que se mueve es poesía
Lo que no cambia de lugar es prosa

Pero qué es poesía
Todo lo que nos une es poesía
Sólo la prosa puede separarnos

Sí pero qué es poesía
Vida en palabras
Un enigma que se niega a ser descifrado x los profesores
Un poco de verdad y una aspirina
Antipoesía eres tú

~


León de Greiff
Sonetines

**

Nunca la Poesía cosa grave.
Jamás la Poesía baladí...
Varia la Poesía: a Ella me dí
como a la Dona viperina o suave.

Si la Dona te ama ¿quién lo sabe?
Si no te ama, ¿quién lo sabe? dí.
Fugada, aún es rosa de Engadí.
La Poesía es ave, es nube, es nave

de los vientos juguete: así la Dona.
¿Nunca la Poesía cosa seria?
¿Nunca la Dona, clara, fiel, segura?

Una u otra te hiere o galardona,
te enaltece, te sume en la miseria:
las dos son la razón de la locura,

~


Dino Campana
Oh poesía poesía poesía

**

Oh poesía poesía poesía
Surge, surge, surge
Por sobre la fiebre eléctrica del empedrado nocturno.
Suéltate de las elásticas silhouettes equívocas
Deslízate en el disparo, en el súbito alarido
Sobre la anónima fusilería monótona
De las voces incansables como olas
Chilla la ramera perversa en el cuadrivío
Porque el joven elegante le robó el perrito
Brinca una cocotte langosta
De una vereda a otra toda verde
Y desolla mi médula el rechinar ferroso del tranvía
Silencio - un gesto fulmíneo
Originó una lluvia de estrellas
De un costado que se doblega y roe bajo el golpe certero
En un manto de sangre aterciopelado y vigilante
Sigue el silencio. Comenta seco
Y sordo un revólver que anuncia
Y cierra otro destino.

(Versión de Antonio Aliberti)

/

O poesia poesia poesia

*

O poesia poesia poesia
Sorgi, sorgi, sorgi
Su dalla febbre elettrica del selciato notturno.
Sfrenati dalle elastiche silhouettes equivoche
Guizza nello scatto e nell'urlo improvviso
Sopra l'anonima fucileria monotona
Delle voci instancabili come i flutti
Stride la troia perversa al quadrivio
Poiché l'elegantone le rubò il cagnolino
Saltella una cocotte cavalletta
Da un marciapiedi a un altro tutta verde
E scortica la mie midolla il raschio ferrigno del tram
Silenzio - un gesto fulmineo
Ha generato una pioggia di stelle
Da un fianco che piega e rovina sotto il colpo prestigioso
In un mantello di sangue vellutato occhieggiante
Silenzio ancora. Commenta secco
E sordo un revolver che annuncia
E chiude un altro destino.

~


Denis Roché
La poesía es inadmisible

**

La poesía es inadmisible. Por otra parte no
existe, amablemente la espalda contra los opérculos
La abertura como reja, cascada, comida o incluso
El omóplato cuando yo lo veía por primera vez.
Memento, uncida, demasiado atraída por la perspectiva
De esta impotencia, entelada, con el aire bastante próximo.
3 líneas en el sueño y yo veía finalmente por enci-
ma de los confusos aparecer una lenta cuesta
De la landa de los Baskerville: el agua chapoteaba pero
Sin que la desmesura habitual del relato haya tomado
Al elector completamente de rodillas -es llamar al
Señor, deletreando la orden del día, de esta jornada fija
El agua chapoteando débilmente contra el borde del sen-
dero y el medio ambiente procurándose al mismo
Tiempo satisfacción y juego de palabra. Que
No entiendo. Y tú, viviseccionadora de
Talla. Y la poesía, palacio para bulímicos.
Habitáculo para no ser nada. ¡Y decir que la biolo-
gía podría resolver todo!

(Versión de Jorge Fondebrider)

~


Mark Strand
Se la vita è sventura...?

**

para Charles Wright

¿Dónde estaba escrito que hoy
me asomaría a la ventana y, por ser verano,
pensaría en aire tibio llenando altas salas flotantes de árboles
con los olores mal casados de hierba y alquitrán; que dos abejas alocadas
darían vueltas persiguiéndose a la sombra, que un muro
de nubes borrascosas se elevaría al este,
que hoy -precisamente hoy- un hombre, afuera, recobraría aliento.
donde pudo ser visto y, echando atrás la cabeza,
dejaría escurrirle dorada luz por la cara vuelta a lo alto
y que un desconocido que surgió quién sabe de dónde, de súbito
sacando una navaja lo rajaría, del vientre al esternón,
haciendo que aquel momento ante mi casa le fuera el último? ¿Dónde estaba escrito
que el mundo, apiadador a fin de cuentas, se abriría
para dejar pasar la forma borrosa del asesino
que huía de allí, en tanto la víctima, caída
de rodillas ya, sentiría el calor de su ser entero volverse
una nube breve, traslúcida, deshilachándose apenas formada?
¿Que dos ojos sin vista sustituirían su mirada de asombro;
que pese a su voluntad -me pareció- de sobrevivir, entrar
nuevamente en la inalcanzable esfera de la luz, continuaría
cayendo y los vecinos, empezando a llegar,
acecharían lo oscuro de su cuerpo, al mirarlo desplomarse
en su herida, como una mosca o mota, tornarse
parte infinitesimal de la noche, donde la deriva
de sueños y las ruinas de estrellas, con el mismo destino,
obedeciendo iguales reglas, al descender, se asemejan?
¿Dónde estaba escrito que aquella noche se extendería
inscribiéndose oscuramente por doquier o, puesta así la cosa, dónde
estaba escrito que nacería a mí mismo una y otra vez,
como ahora mismo, como todo en este instante,
y sentiría el caer de la carne en el tiempo, la sentiría girar
sin ruido, lenta, como enderezándose, hasta quedar como es debido?

(Versión de Gerardo Deniz)

~


Marianne Moore
Poesía

**

A mí también me digusta: hay cosas que son importantes
    más allá de todo este desatino.
Empero, leyéndola con perfecto desprecio, uno
    descubre en ella
después de todo, un lugar para lo auténtico.

   Manos que pueden agarrar
   ojos que pueden dilatarse, cabellos que puede erizarse
   si fuera necesario, estas cosas son importantes no porque

pueda dárseles una interpretación altisonante sino porque
   son
últiles. Cuando se vuelven tan secundarias que hasta
    llegan a ser ininteligibles,
puede decirse lo mismo de todos nosotros
    que no admiramos lo que
    no podemos entender: el murciélago
    sosteniéndose patas arriba o en busca de algo
    para

comer, elefantes que empujan, un caballo salvaje dando un rodeo, un incansable
    lobo debajo
de un árbol, el impasible crítico crispando su piel como un
     caballo que siente una pulga, el aficionado
al béisbol, el estadígrafo...
     tampoco es válido 
     tener prejuicios contra los "documentos comerciales
y los textos escolares": todos estos fenómenos son importantes.
      Sin embargo uno debe hacer una distinción:
cuando poetas a medias los arrastran para destacarlos
       el resultado no es poesía,
        ni la tendremos
hasta que nuestros poetas puedan ser
        "literalistas de
         la imaginación"... por encima
         de la insolencia y la trivialidad y puedan presentar,
para ser inspeccionados, jardines imaginarios con sapos reales.

Entretanto, si por una parte exiges
la materia prima de la poesía en
          toda su crudeza y
          por la otra lo que es auténtico,
          entonces estás interesado en la poesía.

(Versión de Alberto Girri)

/

Poetry

*

 I, too, dislike it: there are things that are important beyond
      all this fiddle.
   Reading it, however, with a perfect contempt for it, one
      discovers in
   it after all, a place for the genuine.
      Hands that can grasp, eyes
      that can dilate, hair that can rise
         if it must, these things are important not because a

high-sounding interpretation can be put upon them but because
      they are
   useful. When they become so derivative as to become
      unintelligible,
   the same thing may be said for all of us, that we
      do not admire what
      we cannot understand: the bat
         holding on upside down or in quest of something to

eat, elephants pushing, a wild horse taking a roll, a tireless
      wolf under
   a tree, the immovable critic twitching his skin like a horse
      that feels a flea, the base-
   ball fan, the statistician--
      nor is it valid
         to discriminate against "business documents and

school-books"; all these phenomena are important. One must make
      a distinction
   however: when dragged into prominence by half poets, the
      result is not poetry,
   nor till the poets among us can be
     "literalists of
      the imagination"--above
         insolence and triviality and can present

for inspection, imaginary gardens with real toads in them,
      shall we have
   it. In the meantime, if you demand on the one hand,
   the raw material of poetry in
      all its rawness and
      that which is on the other hand
         genuine, you are interested in poetry.

~








Pier Paolo Pasolini
Pedido de trabajo

**

Poesía por encargo es artefacto.
El constructor de artefactos puede producir muchos
(sin procurarse más cansancio que el del trabajo manual).
El objeto puede resultar, a veces, irónico:
el artefacto siempre lo es.
Han pasado los tiempos en que, voraz ahorrista,
derrochaba todo, invirtiendo mi dinero (mucho,
porque era mi semen y yo siempre estaba en erección)
en la compra de áreas de bajísimo valor
que se valorizarían de aquí a dos o tres siglos.
Era tolemaico (era un muchacho)
y contaba la eternidad justamente en siglos.
Consideraba la tierra el centro del mundo;
la poesía, el centro de la tierra.
Todo era bello y lógico.
Por lo demás, ¿que razón tenía para no creer
que todos los hombres eran como yo?
Luego, en cambio, se revelaron todos mucho mejores;
y yo resulté ser, más bien, hombre de raza inferior.
Intercambié puntos de vista
y entendí que no quería escribir más poesía. Ahora, sin embargo,
ahora que está vacante la vocación
-pero no la vida, no la vida-
ahora que la inspiración, si viene, no produce versos-
por favor sepan que estoy aquí pronto
a proveer poesía por encargo: artefactos. (1)

(1) Incluso explosivos.

(Versión de Jorge Aulicino)

/

Richiesta di lavoro

*

Poesia su ordinazione è ordigno.
Il costruttore di ordigni può produrne molti
(nient'altro procurandosi che stanchezza per il lavoro manuale).
L'oggetto può essere, talvolta, ironico:
l'ordigno lo è sempre.
Sono passati i tempi in cui, vorace economizzatore,
spendevo tutto, investendo i miei soldi (molti,
perché erano il mio seme: e io era sempre in erezione)
nell'acquisto de aree di bassissimo valore
che sarebbero state valorizzate da lì a due o tre secoli.
Ero tolemaico (essendo un ragazzo)
e contavo l'eternità per l'appunto, in secoli.
Consideravo la terra il centro del mondo;
la poesia il centro della terra.
Tutto ciò era bello e logico.
Del resto, che ragioni avevo di non credere
che tutti gli uomini non fossero come me?
Poi, invece, si sono rivelati tutti di me molto migliori;
e io son risultato essere, piuttosto, uomo di razza inferiore.
Ricambiai l'apprezzamento
e capii che no volevo più scrivere poesie. Ora, però,
ora che la vocazione è vacante
-ma non la vita, non la vita-
ora che l'ispirazione, se viene, versi non ne produce -
vi prego, sappiate che son qui pronto
a fornire poesie su ordinazione: ordigni. (1)

(1) Anche esplosivi.

lunes, 31 de marzo de 2025

martha kornblith / dos poemas













Si hubiéramos celebrado
el cumpleaños del poema,
si mi vida hubiera sido
como el hilo de una metáfora
y mis pretendientes aficionados
a vicios más erráticos.
Si el inicio hubiera sido
como estas mis nuevas costumbres.
Si toda mi primera vida
no hubiera caído en desuso, como hoy.
Quizás no conocería la diferencia.
Porque desear y apostar es lo mismo.

~

Me enamoré en diciembre
en el mediodía del lejano oeste americano
cuando, sin sospecharlo,
hilaba sueños a lo Virginia Woolf.
Si no hubiera sido por su prisa
de precoz hombre de negocios
que quería gerenciar hoteles con casinos
hubiéramos recorrido el Gran Canyon
el silencio de Nevada
pero el tiempo se disipó
como una burbuja de champagne.
He vuelto
y la ciudad es un almirante que regresa a su navío
sílabas que se deshacen
en un poniente de luces.

***
Martha Kornblith (Lima, 1959-Caracas, 1997) 
Fotografía de Guillermo de Yavorsky

domingo, 30 de marzo de 2025

pedro lemebel / carta a la dulce juventud









A ti, mi querida polilla de farol, mi carreteada zapatilla cesante. A la verde juventud universitaria, que escribe su testimonio con la llamarada de una molotov que tisa de rabia el cemento. A los encapuchados del Arcis, de la Chile, de tantas aulas tomadas en la justa demanda de querer estudiar sin trabas económicas, sin la monserga odiosa del crédito, del recargo, de la deuda y el pago. Como si no bastara con quemarte las pestañas dándole al estudio los mejores años de tu vida, para después titularte de neurótico vagoneta. Como si no bastara tu dedicación, tu sincera dedicación, cuando te humea el mate toda la noche, hasta la madrugada leyendo, dejando de lado ese carrete bacán que chispearía de pasión tu noche de fiesta. Tu gran noche, pendejo, donde chorrearían las cervezas y un aire mariguano pintaría de azul el vaho de la música. Como si no bastara con todas las negaciones que te dio la vida, cuando postulaste a esa universidad privada y el «tanto tienes, tanto vales» del mercado académico te dijo: «Tú no eres de aquí, Conchalí, —No te alcanza, Barrancas, —A otro carrusel, Pudahuel, — A La U. del Estado, Lo Prado.»

Así no más, mi bella chica artesa que ya se las vivió todas de un trago, y en ese salud el futuro se derramó de golpe. Vino el embarazo y la bronca de tu viejo preguntándote de quién era el crío. Y qué te ibas a acordar si esa noche en la disco todos los locos tenían la misma cara de fiebre. La única que no te dijo nada fue tu vieja, quien te brindó su apoyo, valioso, pero inútil a la hora de pagar quinientas lucas por el aborto. Y ahí está el niño ahora, y tú lo amas como a nadie, y qué culpa tiene él, y qué culpa tienes tú también de abandonar tus sueños de progreso, de realización profesional a cambio de este papel de niña-madre. Adiós, mi chiquilla, a ese porvenir, que tan temprano canceló tus ilusiones gota a gota con la urgencia parturienta. Y, al final, como tantas chicas de la población, te ves hojeando el diario, buscando pega en un topless, en los cafés para varones, o en las casas de masajes que abundan en la oferta laboral de la prostituída demanda. Y eso fue todo, allí se acabó el cuento de la dulce princesita descarriada.

A tantos pendejuelos rockeros, raperos, metaleros, hip-hoperos, que despliegan su estéti ca bastarda coloreando esta urbe infame con su melenada tornasol. A ellos, por su espectáculo de vida impertinente. Por sus desvíos, por sus tocatas donde el minuto bullanguero de eléctrico rocanroll, también equivale a un minuto de silencio. Por ese silencio, cuando llegas a tu casa, pateando piedras», «puteando piedras», porque lo único que te espera es la tele prendida cacareando su mentira oficial. Para ti, mi Johny Caucamán, mi Matías Quilaleo, mi Rodrigo Lafquén; bellos ejemplares de la raza mapuche que en Santiago rapean su guillatún-tecno. Por esa fiereza de indio punky, pelo tieso. Por su indomable juventud, que desde acá, apoyan con el corazón encendido las movilizaciones de Ralco, el Biobío, y putean en mapudungun chicano por sus hermanos presos.

Para usted, joven barrista, que escucha desconfiado el palabreo de esta prédica. Tal vez para reforzar la sospecha de su espíritu futbolero que se expresa clandestino en los códigos del graffiti, del espray en mano, de la letra puntuda narrando en las paredes la flecha anarca de su descontento. Quisiera prometerle que la ciudad sería una pizarra para usted solo, y que en sus paredes, usted podría expresar libre esa gramática lunfarda que lo apasiona. Quisiera decirle que nunca más la bota policial limpiará su mierda de «orden y patria» en sus nalgas rebeldes. Podría ofrecerle tantas cosas, tantas esperanzas que muchos guardamos con impotencia en el lado zurdo del amor. Pero usted sabe más que yo de las promesas incumplidas, del apaleo de la repre, y del canto frustrado de su esquina pastabasera, de su cancha de fútbol y las tardes tristes, ociosas, peloteando. Usted lo vivió, lo supo o le contaron lo que ocurrió en su paisito. Por eso, usted sabe mejor que nadie que el sermón monaguillo de la derecha fue y será para el Chile pobre un epitafio de tumba.

No le ofrezco el cielo, porque sé que los ángeles le aburren. Tampoco un carrete interminable, porque el bolsillo roto de la izquierda no da para tanto. Tal vez, en esta carta, podamos imaginar un sitio digno donde respirar libertad, justicia y oportunidades sin besarle el culo a nadie. Quizás, soñar otro país, donde el reclutamiento sea voluntario, y usted no se sienta menos patriota por negarse a empuñar la criminalidad de esas armas. Sería un bello país, ¿no cree? Un largo país, como un gran pañuelo de alba cordillera para enjugarle al ayer la impunidad de sus lágrimas. Un hermoso país, como una inmensa sábana de sexo tierno que también sirva para secarle a usted su sudor de mochilero patiperro. ¿Qué me dice? Nos embarcamos en el sueño.

***
Pedro Lemebel (Santiago de Chile, 1952-2015)

sábado, 29 de marzo de 2025

diego ramírez gajardo / 29 de marzo













No es que estemos felices
Es solo el estar conscientes
Que nos esperamos por tanto tiempo.
Sin embargo, cuando te cuento
Porque en marzo a unas calles del liceo
Te arrancan la furia con lágrimas en los ojos,
Cuando te cuento
Porque se paraliza la Universidad
El silencio
El trafico de mi vida
El trafico a tu zona sur,
Cuando te cuento
Que el Día del Joven Combatiente
Se Ilumina la historia de mi país en el amanecer
de los territorios bélicos a cuadras de tu casa
A media cuadra de tu cama
A un par de casas de tu evidencia de leche en las manos
Porque en marzo,
Cuando tú estabas recién ingresando cariños ilegales
En la ropa y las zapatillas nuevas
De ese señor adinerado que te cuidaba meses antes
De tenerte aquí adentro, conmigo,
En tus calles estaban contando otra historia.
Es cierto, que te asustabas
Que tiritabas de miedo por la llamarada y mi nombre
Te cuento del '85
De los hermanos Vergara Toledo
De la muerte
Del crimen
De la represión
Y la cruzada con sangre.
Te cuento de la lucha de ahora
De las nuevas luces de guerra
De todas las veces que es necesario,
Brian,
Que es absolutamente necesario
El símbolo
El fuego entre nosotros
Las noches del 29 de marzo
las formas curvadas de la cordillera
Reflejada en tus ojos
La estrella del MIR
El pedagógico
Las calles cercadas
Lo adherido
Los perdigones
La panadería de Las Rejas con 5 de abril.
El fusil SIG
La subametralladora UZI
El block 972-C.
El balazo
Los 18 años
Los cuerpos de ambos abandonados en la vía pública.
La iglesia de Jesús Obrero
La Villa Francia
Las barricadas
Tu cuerpo en llamas
Y el horror de encerrarnos por horas
Donde nadie pueda adivinar la furia de nuestros cuerpos

***
Diego Ramírez Gajardo (Antofagasta, 1982)

viernes, 28 de marzo de 2025

selva almada / principios de febrero










No.
El hermoso verano
no ha terminado aún.
Nos queda un mes para estarse en los patios
y descalzarnos
mientras charlamos
de esto y aquello
sin ton ni son.
Todavía habrá hombres de brazos tostados
en las calles
de la ciudad envuelta por la noche
brotada toda
como un lazo de amor.

No.
No me sostengas que no voy a caerme.
Sólo se caen las estrellas fugaces
y yo —te dije—
quiero permanecer.

Un hombre es bueno para una noche.
Cuando amanece es un reflejo dorado
sobre la cama donde se toma café.
Y es agradable el olor que deja.
Dura todo un día.
Pero no toda la vida.

Luego hay que descansar.
El libro de Kavafis y el de Pavese
sobre la mesa de luz.
Hay que aminorar la marcha.
Sentarse un rato a solas
en el sillón del patio.
Mujeres: tendríamos
que aprender de los gatos.
¡Cómo agradecen el tazón
que rebosa de leche!

Falta para el otoño.
Que nos encuentre intactas.
Sin habernos negado
a estas pasiones
que cada tanto
asaltan.

***
Selva Almada (Villa Elisa, 1973)

jueves, 27 de marzo de 2025

giovanna pollarolo / tres poemas









El primer viaje que hice contigo

*

fue de Tacna a la Boca del Río
un sábado de invierno por la mañana.
Compraste dos Inca Kolas y dos mixtos en el Italia
y yo saqué a escondidas dos toallas de mi casa.
Había apenas una tenue resolana
zurumbe,
acá llaman zurumbe a la neblina de mediodía que refresca y alivia
los calores del verano, te expliqué;
no era verdad, pero la palabra te gustó y me creíste
a pesar del invierno.
Te hablé de una playa llamada Pozo Redondo
que parecía de postal:
algún día levantaré ahí una casa para mi vejez, dije
y te fui indicando el camino.
Cuando llegamos empezó a brillar el sol
la playa también te pareció hermosa
como el sueño de la casa mirando al mar, en lo alto.
Ahí mismo, en la arena
junto a la inmensa roca que nos protegía del viento
hicimos el amor por primera vez.
El sol cegaba mis ojos, pero creo que fui feliz.
Anochecía cuando regresamos
y yo me senté muy cerca de ti, juntas nuestras manos.
Mirando la carretera, mirándonos
nos detuvimos varias veces
te gustaba el olor limpio del desierto
y el silencio y las estrellas y el cielo despejado.
Juramos que nos amaríamos siempre.

Tuve que detener el auto al costado de la carretera
lloré hasta cuando el sol me hizo saber que era mediodía
y el calor me agobiaba.
Entonces me soné la nariz
y el pañuelo se llenó de sangre.
Se me ha roto el corazón, pensé.

~

Todas piensan

*

que tengo suerte
les he contado que por las mañanas
despido a mi marido
desde la ventana, una sonrisa
nuestro hijo en mis brazos
voy todos los días al mercado
me adorno a media tarde 
mientras estreno en la puerta
la sonrisa de bienvenida.
Nunca espero en vano
nunca un suspiro, un miedo
pero a veces, de madrugada espío
el ir y venir de la gente, la calle
y él me llama
quiere que vuelva a la cama
¿no tienes frío?, susurra. Me besa.
Tengo suerte, yo sé,
pero estoy aburrida.

~

El principio

*

Esa navidad le regalé una almohada.
Una almohada no es más que eso: un regalo.
Pudo haber sido un libro
una corbata, un perfume, un reloj. Pero le regalé una almohada.
Esa navidad él me contó
que yo ya no estaba en sus sueños:
había visto muchas puertas y oscuros callejones.
También me advirtió de la inmensa pena
que le daba tener que decirme
sus infinitos deseos
de acariciar otro cuerpo
mirar otros ojos
la ilusión de esperar a alguien
y la ansiedad de no saber
las ganas
de besar, abrazar, tocar, cantar, lamer, sonreír, reír, silbar, bailar.
Y yo le regalé una almohada.

***
Giovanna Pollarolo (Tacna, 1952)

miércoles, 26 de marzo de 2025

derek walcott / dos poemas









Un pensamiento que tiembla...

*

Un pensamiento que tiembla, no mayor que un reyezuelo
herido, se hincha al pulso de mi alma redondeada,
punza mientras su arañazo señala semejante a un montón de porquería,
alas ovales sonando monótonamente como un corazón apanelado.
Me das pena, reyezuelo; más de la que tú das al gusano
He visto ese pico sin piedad golpeando suave al gusano
como una aguja de calcetar a la lana, el temblor que das
tragando ese flácido fideo, su meneo de consumación
semejante al de una semilla tragada por la raja de una tumba,
después tu guiño de rectitud ante la religión de un reyezuelo;
pero si murieses en mi mano, ese pico sería la aguja
en la que el mundo negro siguió girando en silencio,
tu música tan medida en surcos como lo era la de mi pluma.
Sigue picando en esta vena y verás lo que pasa:
las madejas rojas se partirán en dos como lo hace la calceta.
Se acanala en mi palma, como el latido, baqueteando para irse,
como si compartiera el conocimiento de un reyezuelo en otra parte,
más allá del mundo anillado en su ojo, estación y zona,
en el iris radial, la mirada fija, apuntada, apuntando.

~

El mar del verano, la carretera de asfalto caliente en declive...

*

El mar del verano, la carretera de asfalto caliente en declive, esta
                                                                        hierba, estas chozas que me hicieron,
jungla y cuchilla siembran hierba brillando tenuemente junto a la cuneta,
el filo del arte;
las cochinillas bullen en el bosque sagrado,
nada puede hacerlas salir con fuego, están en la sangre;
sus bocas rosas, como querubes, cantan de la lenta ciencia
del morir -todo cabezas, con, en cada oreja, un ala diáfana.
Arriba, en la Reserva Forestal, antes de que las ramas irrumpan en el mar,
miré por la ventana móvil y herbosa y pensé «pinos»
o coníferas de algún tipo. Pensé, deben de sufrir
en este calor tropical con su idea infantil de Rusia.
Entonces, de pronto, de sus troncos pudriéndose, signos perturbadores
de la fe que traicioné, o la fe que me traicionó-
mariposas amarillas alzándose en la carretera a Valencia
balbuciendo «sí« ante la resurrección: «sí, sí es nuestra respuesta»,
El Nunc Dimittis de su coro verdadero.
¿Dónde está mi libro de himnos de niño, los poemas ribeteados
con hoja de oro, el cielo que adoro sin fe en el cielo,
mientras el Verbo, apenado, se volvió hacia la poesía?
¡Ah, pan de vida que sólo el amor sabe leudar!
Ah, Joseph, aunque ningún hombre muera jamás en su propio país,
la hierba agradecida brotará espesa de su corazón.

***
Derek Walcott (Castries, 1930-Cap Estate, 2017)
Versiones de Vicente Araguas

martes, 25 de marzo de 2025

julio cortázar / dos poemas








Bolero

*

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

~

Poema

*

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

***
Julio Cortázar (Ixelles, 1914-París, 1984)

lunes, 24 de marzo de 2025

alexis romero / con respecto a anne carson










También es indispensable liberarse
De la rutina oculta en cada afecto
en tal caso mirarnos sin contiendas
 
no le temas a los huecos que ni la ciencia explica
sino al tiempo que perdimos y los creó

Rompiste las tazas y suspendieron el brindis
Obviedades sociales dicen los manuales

Debemos ser agradecidos
Ya nada estallará como un brote pandémico
Donde aún quede el filo de la inocencia

***
Alexis Romero (San Félix, 1966)

domingo, 23 de marzo de 2025

anise koltz / dos poemas








Escribir
es arrancar su secreto a las palabras
Tornarlas vulnerables
hasta el tormento supremo:
su abdicación

~

¿Quién soy yo?
Yo no soy yo
desciendo de millones de ancestros
que vegetan en mi sangre

Me instruyen
me entrenan a morir
respiro su aliento

Extraña a mis padres
mi sangre se ha cargado
de fantasmas
que dirigen mi destino
esperando
y desesperando de mí

***
Anise Koltz (Ciudad de Luxemburgo, 1928-2023)
Versiones de Evelio Miñano y José Holguera respectivamente

sábado, 22 de marzo de 2025

josé asunción silva / dos poemas












Realidad

*

Para M

En el dulce reposo de la tarde
Cuando al ponerse el sol en occidente
Su luz dorada, de la vida fuente,
Como una hoguera en los espacios arde,
O de la noche en el silencio umbrío
Cuando la luna con fulgor de plata
Alumbra a trechos el sonante río
Y en sus límpidas ondas se retrata,
Entre las sombras de la vida hay horas
En que la realidad que nos circuye
A detener el ímpetu no alcanza
De nuestra alma que a lo lejos huye
Y a la región de lo ideal se lanza…

Y entonces cuando pienso en tus amores
Nuestras dos vidas deslizarse veo
No cual la realidad que aja sus flores
Sino cual la ilusión de tu deseo.
No por las conveniencias separados,
Soñando tú conmigo, yo en tus sueños,
Sino juntos los dos en los collados
De la Arcadia risueños;
Asidos por las manos a lo lejos
Buscando el fin de la campiña amena
A los pálidos rayos de la luna.
O del ardiente sol a los reflejos,
Dejando transcurrir una por una
Las no contadas horas venturosas
Que no mancha la sombra de una pena
Libando amor y deshojando rosas
Del verdor y del musgo en lo sombrío
Ocultos en lo ignoto del boscaje
Radiante aún de gotas de rocío
De virgen fuerza y de vigor salvaje;
Sentados a la orilla del torrente
Tú escuchando los ecos del follaje
Yo acariciando -trémula la mano-
Tus rizos al caer sobre tu frente…

Otras veces trayendo a la memoria
Los fantasmas de un tiempo ya pasado
Junto con ellos cual sencilla historia
Los ideales de tu amor soñado.
Y es entonces un gótico castillo
De altivas torres de musgosas piedras
En cuyo muro gris crecen las hiedras
Teatro de nuestro amor santificado.

Y en reducida y perfumada estancia
Cuyos tapices abrillanta y dora
El fuego de la antigua chimenea,
Juntos los dos oímos a distancia
Diciéndonos protestas de ternura
La voz del agua que al perderse llora
Y el viento que en los árboles cimbrea
Entre el silencio de la noche oscura.

O en frágil barca en plácida mañana
De lago azul flotando en los cristales
Con la mirada errantes contemplamos
El cielo, la ribera, los juncales,
Y las nieblas que inciertas, vaporosas,
Van a perderse en la región lejana
Como se pierde la esperanza humana
O el postrimer aroma de las rosas.

Mas cuando el alma en sus ensueños flota,
La realidad asoma de improviso
No más resuena la encanta nota
Brotan espinas do la rosa brota,
Y en crüel se torna el paraíso.

Vuelvo a mirar… y pienso que nacimos
Para vivir por siempre separados,
Que no es una la senda que seguimos
Y que la lumbre que cercana vimos
Fue visión de tu amor y tus cuidados.

Y al comparar la realidad penosa
Con los paisajes de ideal que miro
En el fondo del alma lastimosa
Para tu dulce amor -niña piadosa-
Para tu dulce amor surge un suspiro.

~

¿Recuerdas?

*

¿Recuerdas? Tú no recuerdas
Aquellas tardes tranquilas
En que en la vereda angosta
Que conduce a tu casita
Plegaban a tu contacto
Sus hojas las sensitivas
Como al poder misterioso
Del amor tu alma de niña
En la oscuridad pasaban
Las luciérnagas cual chispas
Que bajo la yerba espesa
Nuestros dedos perseguían
¡Así también en las horas
De mis años de desdicha
Cruzaban por entre sombras
Mis esperanzas perdidas!…

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
La cruz de mayo que hicimos
Con violetas silvestres
Y con sonrosados lirios
Bajo el frondoso ramaje
De tu árbol favorito.
Como una lluvia de perlas
Sobre blanco raso níveo
Brillaba por los […]
En las hojas del rocío!
Y los pájaros cantores
Hicieron cerca sus nidos…
Después pasé una mañana
Y vi tu ramo marchito
Como mi pasión ardiente
Por tu infamia y tus desvíos.

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
Más de esa noche amorosa,
La lumbre de tus pupilas,
El aliento de tu boca
Entreabierta y perfumada
Como un botón de magnolia,
Los murmullos argentinos
Del agua bajo las frondas,
El brillo de las estrellas
Y las esencias ignotas
Que derramaron los genios
En las brisas cariñosas,
Quedaron como una huella
Que el tiempo aleve no borra
¡Ay! para toda la vida
¡Escritas en la memoria!

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
Pero yo, cuando levanta
El crepúsculo sombrío
Del fondo de las cañadas
Y las tristezas inmensas
De lo profundo del alma
Al pasado fugitivo
Tiendo la vista cansada
Y nuestra historia de amores
Hacia mí tiende las alas.
¡Cuando en las horas nocturnas
Cabe el esposo que te ama
Tu agitado pensamiento
Tenga segundos de calma
De aquella pasión extinta
¡Jamás te acuerdes, ingrata!

¿Recuerdas?… Tú no recuerdas
La tarde aquella en que juntos
Bajamos de la colina,
Tus grandes ojos oscuros
Se anegaban en los rayos
Sonrosados del crepúsculo
Y tu voz trémula y triste
Como un lejano murmullo
Me hablaba de los temores
De tu cuerpo moribundo!
Si hubieras entonces muerto
Cómo amara tu sepulcro
Ahora, cuando te veo
Feliz gozar de tus triunfos
Tan sólo asoma a mis labios
Una sonrisa de orgullo!

***
José Asunción Silva (Bogotá, 1865-1896)

viernes, 21 de marzo de 2025

maria-mercè marçal / dos poemas









Turbiamente te amo. Todo el poso
se removió. La copa como un mar
encrespado me arroja, a contrasangre,
restos de otros naufragios, maderos, altivez
de olvidados suicidios, alquitrán
enquistado en la ola, muerte y algas.
Yo no puedo romperla. Ni, sedienta,
vaciar de un trago todos sus embates
sin salpicar ni herirte, sin arrastrarte
conmigo a la escollera.

~

Yo soy la otra. Tú eres yo misma:
esa parte de mí que se me rebela,
que expulso lejos y que vuelve a mí
hecha deseo, canto y palabra.
Hecha deseo, canto y palabra
te miro. Yo soy tú misma.
No me reconozco: soy la otra.

***
Maria-Mercè Marçal (Ibars de Urgel, 1952-Barcelona, 1998)
Versiones de la autora

/

Tèrbolament t´estimo. Tot el pòsit
s´ha remogut. La copa com un mar
tempestejat m´aboca, a contrasang,
restes de vells naufragis, fustes, urc
de suicidis oblidats, quitrà
enquistat dins l´onada, algues, mort.
No sé trencar-la. Ni, assedegada,
buidar-ne tot l´embat en un sol glop
sense esquitxar-te ni ferir-te, sense
arrossegar-te a l´escullera amb mi.

~

 Jo soc l'altra. Tu ets jo mateixa:
aquella part de mi que se’m revolta,
que expulso lluny i em torna
feta desig, cant i paraula.
 Feta desig, cant i paraula
 et miro. Jo soc tu mateixa.
No em reconec: soc l’altra.

jueves, 20 de marzo de 2025

mario levrero / dos poemas









Naturaleza muerta

*

Acorralaron al rengo.

        Relucían

sobre paisajes otoñales
de parques y praderas
los fuegos de artificio
como artilugios refulgentes

        y soñaban

                    en su cueva el topo
                    en su relincho el caballo
                    en su sueño el pez
 
Era el día de la primavera.

                    Todos

 

Empujaban algo tesoneramente

                    cuesta arriba
                    cuesta abajo
y un rincón bajo el portal
a la izquierda del templo
más allá de las dunas
más acá de los rábanos
 
        y entre los limoneros,
sin piedad ni maldad ni caridad,
por esa pobre torpeza de los simples,
con esa simple torpeza de los pobres,
con esa torpe pobreza de los simples,

                    acorralaron al rengo
                    acorralaron al rengo
                    acorralaron al rengo

No intentó la más mínima defensa
no arguyó la más mínima disculpa
no le tembló
ni un músculo del alma
no dijo nada
quedó callado
como un horizonte
mirando la laguna
donde los patos
 
           danzaban y brincaban

como un coro de ángeles
desnudos desplumados
y la gaita
sonaba su lamento lejano
lamento de otras tierras
lamento de ciervo moribundo
 
            de niñez torcida
            de laberintos afilados por el tiempo
(Ah, las gaitas; aún hoy
Resuenan en mis oídos
con la insistencia de los nomeolvides
y de ciertos lagartos portuarios).
No dijo nada, el rengo.

            Dejó caer la noche

y entre los fuegos de artificio
declinantes por puro aburrimiento
se alejó rengueando
 
            como siempre el rengo

se alejó cojeando

            hasta casi contento

de que lo hubieran acorralado entre los limoneros:
eran treinta pelucas

            nada menos

las que llevaba en el bolsillo.

                        Y hasta me quedo corto.

~

Análisis del poema del rengo

*

el rengo simboliza la libido
los limoneros el vientre materno
las gaitas escocesas son la clara expresión
de la organización anal de la libido
las pelucas,
 
                    simple símbolos fálicos

el camello

                    viene a simbolizar los hospitales

 y el tesonero afán de las tortugas,

                                la no expresada angustia del tomillo.

Cuando el autor escribe “lunes”

                    quiere decir “socorro”

y cuando habla del tiempo

                    hace alusión a la lucha de clases.

Cuando coloca un punto final

                    quiere decir que terminó el poema.

***
Mario Levrero (Montevideo, 1940-2004)