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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

sábado, 25 de octubre de 2025

isobel dixon / punto de asombro













Tú piensas que no me sorprendo. Espera…
Tengo una o dos cosas para compartir. Nunca
seré el río en pleno auge, el fuego furioso,
pero, mira, también tengo mis momentos:
un salto de pez, un destello de plata juguetona
apenas visto antes del chapuzón;
una sombra templada disparándose a través
del agua hacia algún lugar secreto;
el repentino kudu* en la maleza, 
sorprendido por tus faros, saltando a un lado.
y te detienes en el camino, alerta:
al principio sólo asombrado por la gracia musculosa,
pero después, el cristal destrozado del ojo de la mente,
el revelador pulso del corazón, el sabor del miedo.

* Kudu: antílope africano de gran cornamenta (nota de Jorge Aulicino)

***
Isobel Dixon (Umtata, Sudáfrica, 1969)
Versión de Emma Julieta Barreiro

/
Startling Point 

*
You think me unsurprising. Wait —
I have a thing or two to share. I'll never 
be the river in full spate, the raging fire, 
but, look, I have my moments too:
fish-leap, a flash of juggled silver
barely seen before the splash;
a scumbled shadow shooting through
the water to some secret place;
the sudden kudu in the underbrush,
etched by your headlights, leaping clear.
and you pause at the wheel, aware:
at first just awed by muscled grace,
but then, the mind’s eye shattered glass,
the heart's revealing race, the taste of fear.

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