El día que las montañas se mueven ha llegado.
Aunque lo diga, nadie me cree.
Las montañas, que en otro tiempo fueron activas
entre llamas, sólo duermen un rato.
Mas, aunque lo hayáis olvidado,
creedme, amigos, que todas las mujeres que dormían
ya se despiertan y se mueven.
~
De los innumerables escalones
que conducen a mi corazón
él subió tan sólo
quizás dos o tres.
Yosano Akiko (Sakai, 1878-Tokio, 1942)
Versiones de Alberto Girri

No hay comentarios.:
Publicar un comentario