Desde hace días
Crece algo parecido a la nada
Que se inmensa
La blanda brújula del corazón
Toma un camino de agua y se compensa
Luego de ir de una galaxia a otra
No puedo hacer nada
Por ti o por mí
O por nadie
Por el silencio que el viento extiende y lleva lejos
Por la escala invertida y perenne de los días
Por el reloj que vaga
Ciego
Fugaz
Indiferente
El radar de la inconsciencia
Rastrea lugares
Voces
Bambúes
La lumbre de una cabaña en la montaña
Un silencio que amo
Y personas que te esperan
Todo comienza a desaparecerse
En la neblina de la mente
Menos la luz parpadeante de las luciérnagas
Y todo es posible
Es posible por ejemplo
Ser una tortuguita recién nacida
Pedaleando en la oscuridad del mar
Como si conociera todos los caminos
Es posible ser una tortuguita
Indefensa
Frágil
Sobreviviente
Sola
Que vuelve al océano
Sin saber nada de sus padres
Y aun así
Cumple invariable
El hexágono de sus ancestros
En el aro del mar y de la arena
Es probable que todo sea
Únicamente mar
Nidia Hernández (Caracas, 1957)
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