estaba cerca
agarrado del oído por
sus ojos blancos
adentro
mi olor
a único testigo
fue el instante
lo que ahora es la imagen
de un cuarto cálido
y oscuro
cobija desnuda
pómulos
el ángulo obtenido
la garita en un poco de
suelo
morder
la punta líquida
sin miedo
en la nitidez
de la noche
interesan las nubes
como importan
de lejos
los hechos del oriente
o una hoja seca
movida por el viento
de la tarde
la sombra exacta
sobre las puertas abatibles
el reflejo en la luz
de las plantas al otro
día
el silencio cardenal
del último
racimo
después de la cena
~
(…)
desaparecer
del mapa
y aparecer
en una fotografía
distraído por la sierra
en el amor del olvido
pensar en la guerra
mareado
por los golpes
y la recia
certidumbre
de las muñecas
tatuadas
por la gracia
de los preciosos
la fianza del padre
sobre el hijo que hizo
lo que quiso
con sus manos
menos
lavárselas
menos
negras
manos
en la sombra
talón desnudo
fracturado
del sentido
en la tierra
levantada
~
(…)
quién vive
alumbrado por
mágica
linterna
con una mano
expresionista
sobre el muro
y otra
por detrás
tapando el rabo
del pródigo
hijo
de
la
mayordomía
algo nunca
vivido
sin fuentes ni
servicios sin
pagar ni
uno
mismo su
propia noche
en el pedernal
acampando
días sucedidos
en
otra época a
quien no
conocías
decir
es
la ampliación del placer
y el dolor de astillar
en pocos años
una cantidad inmanejable
de calles nuevas
incorporadas
al sistema del recuerdo
***
Rodrigo Landau (Santiago de Chile, 1976) Patio interior. 2020.
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