Tiempo al que no llegaré nunca
*
Vida,
te escribo desde Tumbes
y acaso
desde un tiempo
al que no llegaré nunca.
Del mundo,
alejado,
busco la puerta
de mi casa
y todos los peldaños
me son insuficientes.
Desde la memoria
escribo
con el único propósito
de olvidarme,
de pasar por alto
la escritura
que todavía desconozco,
porque uno no sabe
si el poema
se escribe solo,
en la impasibilidad
del que nada observa.
A nadie he reconocido
entre los rostros pálidos, resecos,
del invierno,
he sido mudo
ante sus gestos.
Si por aquí
pasara la primavera,
yo sería
una melodía inconfundible
y no
una gota
en el rocío
como lo soy ahora.
~
Caos
*
Hasta ahora me pregunto
si de verdad
me sostiene un esqueleto
o si estoy
hecho de espuma.
En otras partes del Perú
buscándome sigo,
y tal vez
en la sinuosa carretera
de Santiago de Chuco
o en el amanecer de Áncash,
hay otro ser
dictando sus palabras,
porque las mías están cubiertas de barro,
de huellas
que han ido sepultando países
en un solo devenir
de caos y transformaciones.
Más allá del recuerdo
entiendes
que la vida
es un continuo simulacro
y lo que hoy
te falta
para desnudar los huesos
es evaporarte
en el crepúsculo.
Gian Pierre Codarlupo (Piura, 1997)
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