Anuncio

El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

jueves, 20 de junio de 2024

kikí dimulá / la coartada











Cada vez que vengo a visitarte
solo el tiempo transcurrido
de un encuentro a otro ha sufrido un cambio.
Por lo demás, como siempre
desde mis ojos fluye como un río
desenfocado tu nombre inscrito
-apadrinando el minúsculo guión
que media entre las dos fechas,
para que no piensen todos que pereció
sin bautizar la duración de tu existencia.
A continuación recojo
los restos de las flores marchitas
y añado un poco de tierra roja donde ha caído la negra
por último cambio la tulipa de la lámpara
por otra limpia que traigo.

Tan pronto como llego a casa 
friego con diligencia la que traigo sucia
la desinfecto con lejía
y la venenosa espuma de disgusto que brota de mí
cuando la agito con fuerza.
Siempre con guantes siempre resguardando mi cuerpo
a buena distancia de la palangana
para que no me salpique el agua muerta.

Con un duro estropajo de aversión 
restriego la suciedad pegada en el borde del cristal
y en el velo del paladar de la llama sofocada
mientras la rabia machaca el paseo clandestino
de una caracol intruso
en la quietud que la rodea.

Aclaro y aclaro con locura que escalda 
hirviente esfuerzo para devolver al cristal su origen
su luminosa naturaleza,
Su utilidad: 
apagar la sed.
Al fin el cristal deviene reluciente, brilla: 
qué aprensivo mi deseo de evitar morir.

Caro mío: míralo de modo diferente: 
¿cuándo no ha temido el amor a  la muerte?

***
Kikí Dimulá (Atenas, 1931-2020)
Versión de Meli San Martín

/

Το άλλοθι

Kάθε που σ' επισκέπτομαι
μονάχα ο καιρός που μεσολάβησε
από τη μια φορά στην άλλη έχει αλλάξει.
Kατά τα άλλα, όπως πάντα
τρέχει από τα μάτια μου ποτάμι
θολό το χαραγμένο όνομά σου
– ανάδοχος της μικρούλας παύλας
ανάμεσα στις δυο χρονολογίες
να μη νομίζει ο κόσμος ότι πέθανε
αβάπτιστη η διάρκεια της ζωής σου.
Eν συνεχεία σκουπίζω τις μαραμένες 
κουτσουλιές των λουλουδιών προσθέτοντας
λίγο κοκκινόχωμα εκεί που ετέθη μαύρο 
κι αλλάζω τέλος το ποτήρι στο καντήλι
με άλλο καθαρό που φέρνω.

Aμέσως μόλις γυρίσω σπίτι
σχολαστικά θα πλύνω το λερό
απολυμαίνοντας με χλωρίνες
και καυστικούς αφρούς φρίκης που βγάζω
καθώς αναταράζομαι δυνατά.
Mε γάντια πάντα και κρατώντας το σώμα μου
σε μεγάλη απόσταση από το νιπτηράκι
να μη με πιτσιλάνε τα νεκρά νερά.
Mε σύρμα σκληρής αποστροφής ξύνω
τα κολλημένα λίπη στου ποτηριού τα χείλη
και στον ουρανίσκο της σβησμένης φλόγας
ενώ οργή συνθλίβει τον παράνομο περίπατο
κάποιου σαλιγκαριού, καταπατητή
της γείτονος ακινησίας.

Ξεπλένω μετά ξεπλένω με ζεματιστή μανία
κοχλάζει η προσπάθεια να φέρω το ποτήρι στην πρώτη
τη χαρούμενη τη φυσική του χρήση
την ξεδιψαστική.
Kαι γίνεται πια ολοκάθαρο, λάμπει
το πόσο υποχόνδρια δε θέλω να πεθάνω

ακριβέ μου – πάρτο κι αλλιώς:
πότε δε φοβότανε το θάνατο η αγάπη;

(Ενός λεπτού μαζί, 1998)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario