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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

jueves, 21 de diciembre de 2023

margaret atwood / poemas tardíos













Estos son los poemas tardíos.
La mayoría de los poemas son tardíos
por supuesto: demasiado tardíos,
como una carta enviada por un marinero
que llega después de haberse ahogado.

Demasiado tarde para ser de ayuda, esas cartas,
y los poemas tardíos son similares.
Llegan como a través del agua.

Sea lo que fuere, ya ha pasado:
la batalla, el día soleado, la luz de la luna
el deslizamiento hacia la lujuria, el beso de despedida. El poema
llega a la orilla como un flotador.

O tarde, como es tarde para cenar:
todas las palabras frías o comidas.
Sinvergüenza, apurado y vencido,
o quedarse, esperar, un rato,
abandonado, llorado, desamparado.
Amor y alegría, incluso: canciones tres veces roídas.
Hechizos oxidados. Estribillos gastados.

Es tarde, es muy tarde;
demasiado tarde para bailar
Aun así, canta lo que puedas.
Sube la luz: canta,
canta: Adelante.

***
Margaret Atwood (Ottawa, 1939)
Versión de Nicolás López-Pérez
Fotografía de Markian Lozowchuk

/

Late Poems

*

These are the late poems.
Most poems are late
of course: too late,
like a letter sent by a sailor
that arrives after he’s drowned.

Too late to be of help, such letters,
and late poems are similar.
They arrive as if through water.

Whatever it was has happened:
the battle, the sunny day, the moonlit
slipping into lust, the farewell kiss. The poem
washes ashore like a flotsam.

Or late, as in late for supper:
all the words cold or eaten.
Scoundrel, plight, and vanquished,
or linger, bide, awhile,
forsaken, wept, forlorn.
Love and joy, even: thrice-gnawed songs.
Rusted spells. Worn choruses.

It’s late, it’s very late;
too late for dancing
Still, sing what you can.
Turn up the light: sing on,
sing: On.

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