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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

martes, 8 de marzo de 2022

natalie clifford barney / cómo escribir el latido del amor













¿Cómo escribir el latido del amor, el propio latido
El ritmo de nuestras venas, tan profunda elocuencia?
¿Cómo reparar ese último sollozo que desgarra la oscuridad
Ese perfecto desvanecimiento de cada sentido en comunión?

El ascenso a toda vela del recorrido de tu cuerpo
-a la deriva y a salvo en la última marea de la alegría-
Te arrojará a las arenas plateadas del sueño,
Olvidando el éxtasis que has dado.

Tu respiración fluye tranquila como la marea que baja:
¡Un mar en calma!... Tiéndeme en la parte del valle
De los senos cuyas crestas ondulantes se desploman-
¡Ah, cómo se acentuaron los fuertes latidos de tu corazón!

***
Natalie Clifford Barney (Dayton, 1876-París, 1972)
Versión de Nicolás López-Pérez

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How write the beat of love

*

How write the beat of love, the very throb,
The rhythm of our veins’ deep eloquence?
How fix that darkness-rending final sob,
That perfect swoon of each united sense.

The full-sailed rising of your body’s sweep
—Adrift and safe on joy’s last tidal wave—
Will toss you on the silver sands of sleep,
Forgetful of the ecstacy you gave.

Your breath ebbs restful as the falling tide:
A sea becalmed!… Lay me in valleyed part
Of breasts whose undulating crests subside—
Ah how they marked the high beats of your heart!

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