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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

sábado, 1 de enero de 2022

carina sedevich / tres poemas













El olvido es un fruto que requiere trabajo.

Casi siempre tardío, pero rara vez dulce.
No es uva ni es la parra donde pende el racimo.

No es como la sombra que daría la parra
ni como sus raíces contraídas y bruscas.

Se parece a la piedra del cantero y la fuente
que apisona la parra, que la ordena y la ciñe.

~

Hay que hacer saltar el olvido de un golpe
como a una piedra caliza en la cantera.

Que se entibie en la mano que quiera tallarla.
Sea opaca a los ojos. Sea venérea y ajena.

~

Una piedra tan blanca es casi como un niño.
Casi un sacramento para mí.

Inclino mis huesos como panes ácimos
sobre cunas que guardan el amor ajeno.

Qué fue de la ternura que pude sentir.
La siento en la garganta bajar como una hostia.

***
Carina Sedevich (Santa Fe, 1972)

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