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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

viernes, 17 de febrero de 2023

iván palacios ocaña / dos poemas



En general

*

Me gusta que algunos poetas aceptan lo inútil
que puede ser nuestro trabajo, lo inútil que es nuestra alegría
momentánea.
Pero a la gente nos gustan las cosas inútiles:
como oler cafeterías
o dibujar en la arena.

También sufrir es inútil
y nadie sabe para qué o quién soñamos
aunque eso no signifique nada.
Al poema tampoco le interesa significar
y su inutilidad lo asemeja
a las cosas de la vida.

~

Plagio después de leer un poema de Drummond de Andrade sobre ti

*

En esta ciudad con 10 millones de habitantes
estoy solo en mi cuarto.
Solo en el mundo.
Hace poco un ruido anunció la vida
a mi lado. No era vida humana,
pero esos insectos también son vida,
quizá tienen enfermedades en esta época del año
y es probable que se enamoren
sobre la estufa, cuando apago la luz.
Aun así no son suficiente,
yo precisaba de cierta mujer
que entrara en este minuto
a escuchar música en la oscuridad,
a salvar del aniquilamiento este minuto
y este cariño enormes.

***
Iván Palacios Ocaña (Oaxaca, 1992)

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