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El 11 de diciembre de 2025, la comparecencia infinita terminó su fase de actualizaciones diarias. Agradecemos a todxs lxs lectorxs e colaboradorxs. Sin su apoyo no habría seguido adelante este proyecto que nació en abril de 2017 y que vivió un período de inactividad desde el 12 de diciembre de 2018 hasta el 10 de febrero de 2020. Este año homenajeamos también a Jorge Aulicino, escritor y poeta argentino que nos ha dejado el pasado julio, sin el cual no habríamos llegado al formato de actualizaciones diarias. La siguiente fase de la comparecencia infinita será de actualizaciones inusitadas, destellos e intermitencias en la bandeja de correo de cientos de suscriptorxs y de miles de lectorxs. A lxs colaboradorxs pedimos que sigan enviando material, será, como siempre, bien recibido. Volveremos, pero a pequeñas dosis esporádicas. Hasta cuando sea, gracias totales.

sábado, 17 de mayo de 2025

nicolás lópez-pérez / la casa de la poesía no tiene tamaño


                        In memoriam Carmen Berenguer

Exacto, eran voces edulcoradas
y roncas de tanto fumar puchos:
cantos versallescos de novelas tristes.
Así, mirar atrás es ver esas vidas
ya escombros, deslizándose como aluviones
hacia otras vidas dentro de otras vidas
Solo tenemos una vida que se fragmenta
y se compone de episodios variopinto:
llantos, glorias, fluidos, errores y personas.
Ante todo, encuentros futuros sobre el gusto
y el disgusto, el mejor material para tejer
amistades a prueba de acero e invierno
a prueba de coral y julepe o quizás
de mutualismos mal entendidos, a prueba
de noche. Encuentros hechos de neón
y otras yerbas que la crónica roja se lleva.
Nadie dice Santiago otra vez
ni Prosit ni Venezia ni Plaza Baquedano.
La palabra queda en la punta de la lengua
en flor: sale, se abre, se marchita y muere.
Santiago Punk, de vieja salud y lejano.
La noche es de los maniquíes, sonríen 
cuando nos ven pasar, exhaustos, furtivos
una alegoría de alguien que se apaga
después de arder, impregnado de bencina.
No nos quedan formas, viene el amanecer
y hemos llegado tarde, demasiado temprano
cuando el sol explotó en mil esquirlas
el día en que escapamos a la pálida
En el fin del mundo elevamos volantín con hilo curado

***
Nicolás López-Pérez (Rancagua, 1990)
Fotografía por Fer Olivares

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