Piccolo
*
Colombo viene de paloma
decía papá
y su mano callada
acariciaba mi cabeza
reíamos juntos
en el gran comedor de la casa
recuerdo el anillo
de una voz
luminoso
en su eterno retorno:
Oh mío babino caro
~
Las escrituras me sujetan
al orden de mi hermano,
pero yo, Magdalena, la descalza,
en sueños soplo
y con mi llanto deshago
las hojas cinceladas
de la gran catedral
Ah, mi querido Pedro
cuánto darían por llorar
sobre tu nombre seco
los hacedores de este mundo
Mejor mi pelo
emocionado en su caída
que tu acabado monumento
hacia el cielo
Precario el que padece tu perduración
María del Carmen Colombo (Buenos Aires, 1950)
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