HECHO EN PIEDRA
La malú no existe, como la casuilística, sucede; pero es
sólo una proyección inanimada más en esta gran
pantalla indefinible y abstracto logos: VIDA, Donde
cada elemento y secuencia está fotografiada, a punto
de verbalizarla y transformarla así en movimiento, que
no es otra cosa que representar la palabra y ni siquiera
ya la palabra, sino el maldito enjambre del código
alfabético u otro aún más carajo: representar
gráficamente los sonidos de la palabra VIDA, la gran
interrogante sin esclarecer que es nacer para vivir y
¿qué diablos es vivir?, me contesto estar viva y
aquí lo peor, ¿qué puta abstracción es estar vivo? y otra vez el
verbo contesta adjetivando y littereando, entonces
¿cómo representar esta gran obra brechtiana, en
absoluto silencio oral e icónico?, ¿cómo también
tragarse esta necesidad de lenguaje anexo al habla
normal?, si todo cabe en este país hollywoodense,
entonces pienso que la palabrería individual no lo es
tanto como colectiva y vuelta a hacer en cada palabra
tanto como colectiva y vuelta a hacer en cada palabra
VIDA y sujeto que la enuncie y que al fin y al cabo no
es tan perfecta como la palabra MUERTE, puesto que
carece, en castellano por lo menos, de dos letras.
carece, en castellano por lo menos, de dos letras.
la que no
existe
I
Qué otra cosa
puedo pedirle a los pájaros
sino, que caiga
en la noche
una silueta de pájaro a pique
moviendo alitas y torso
moviendo ojos y cola
desplumándose
crotorando si fuese garza
patitas flacas, la flecha
de plumas chasconas
cayendo la noche en la garza
o en un murciélago en picada
repleto de perdigones
y cogerlo
y lamer la transpiración del susto
y de dejarlo herido de muerte
para contemplar la muerte
viniendo a buscar un pájaro extraviado
en la oscura noche que cae
arrastrando estrellas y lunas.
II
A magdalena labbé
Mi trabajo es perseguir lobos
quebrar garrafas de vino
mirarle los ojos idos a la noche
correr tras los gatos
desdibujar la tarde
quedarme sola
andar sola mirando moscas
con la boca abierta
esperar calor y frío
todos los años
recordarte
mencionarte en todas las cosas
y parezco sola
volviéndome sola
en la noche sola
buscando el sitio
donde va a morir la manada
extraviándome
en los ojos de Calamity Jane
en las ancas del potro negro
ebrio
dando vueltas en la pista del circo.
III
a mauricio manque
Extrañas los techos
apresados, corridos
viniéndosete encima
y los cadáveres de los gatos
secos, sobre los techos
cuando pucherea la tarde
y las rejas se ven lejanas.
Extrañas los cachureos de los techos
la música de Mick Jagger
sobre los techos
sobre la lluvia
sobre las gotas de la lluvia
cayendo de las casas
-muñecas antiguas, ahorcadas
meciéndose con la brisa de los techos-
y te quedabas mirando un cielito abierto
desnuda, malú, rasgándote los ojos
y los ojos de los gatos
que miran amarillo con una rayita negra
y caminaban como pisando un campo minado
mientras te clavaban los ojos en los ojos
y tú, morías cada noche, sobre el techo
bajo la lluvia despedazante
que pegaba sobre tu cabeza
hasta abrirla.
IV
Los gatos están esquivos
susurrándose cosas en las orejas
porque no quieren ser arrojados
en los techos
pero a mi se me ocurre
y ellos escapan de escaleras
y ojos.
Ella desnudándose sobre los techos
imagínense que ella
se desnuda sobre los techos
yo vestida, imaginándola a ella
que soy yo
desnuda sobre los techos
porque algo la sigue
y le oprime el cuello
y no sabe otro cosa, está confundida
extendiéndose en el texto
dejándose llevar en los gatos
que no la miran amarillo
con una rayita negra, que más da
ser loca y vivir en el placer
que da el error y la ignorancia
fulgurar
bla bla bla
entonces charlamos largo rato
y los ojos sin escaleras
se reniegan
y enceguecen.
V
Esos locos peludos, malú
están ebrios
sobre los techos cuando amanece
y un lloriqueo tinto
les cae por los ojos
en una noche amenazante de lluvia
pero nadie puede impedir que llueva
que carguen con una cola zigzagueante
por zinc y pizarreños
corriendo a cuatro patas
con los pelos pegados a las costillas
y los ojos solos de los gatos
las rayas de los ojos solas
en los ojos de los gatos
cuando el agua les diluye el amarillo
y no quedan ni ganas de bailarse un rock
o trasnocharse nuevamente
porque no tienes nada
porque un techo mojado
es como un campo de tiro
y ellos no pudieron evitar las minas
por más que caminaran lentito
-estúpidos sutiles-
o se quedaran mirando para arriba
esperando esa otra noche
que se suponía distinta
a las otras noches
pero luego del lluvión
nadie sabe nada
ni de la pigmentación en los ojos de los gatos
ni menos de los gatos
porque los arrojan a los techos
y luego arrojan la lluvia.
VI
La ventana abierta
provocando al frío
y las estrellitas en los zapatos
de Joe Cocker
miradas por estos gatos
ya tan trillados
es falso pretender que se han clavado
las uñas en los ojos
todo, todo el mundo
en la cuenta regresiva
archilocos, los maldicientes
que se revuelcan gruñendo
en la mierda que arrojaron
-perraje-
desbordándose, pero no en los ojos
las cosas no se desbordan en los ojos
en los siniestros cascabeles
del loco Isidoro
pero mira donde vamos
nadie sabe nada
estamos confundidos en el texto
desconstruyendo gestos y muecas
rascándonos
echando gente por la borda
del barco piñufla que comandamos
sin embargo me parece oír
el ridículo parásito del silencio
entre tanto dandy
porque no sabemos, todo, todo el mundo
en la cuenta regresiva
va afilando garras y flechas
capturando niebla y changos
y las estrellitas
en los zapatos de Joe Cocker.
VII
La cabrona vida
se te va por los codos, malú
con el humor avinagrado
de los viejos
y las palabras no son sino
piedras rodantes
en la mirada de una pendeja sola
en la cara fría del Dylan
cuando no tienes nada
ni gatos, ni la esquizofrénica
sonrisa del Lira. subiéndole las patillas
te vas con el rabo entre las piernas
engulléndote la rabia
cuando los gatos mean en silencio
sobre los techos
mientras al cielo todavía
le queda un poquito de azul
cuando comienza a caer la noche
la pesada noche
en los solos de batería
golpeándote el pecho
distraída
mirándole el trasero a los poetas
y que importan los murciélagos
cayendo en picada
y la saturación de gatos
a quién le importa nada
no me vengan con cuentos
ya las guitarras arden
en la carátula del negro Hendrix.
VIII
a nadia prado
¿Tú conoces mi locura?
que va, pendeja
ni siquiera los gatos
porque apenas cae un poco de sol
corren a enrollarse
a dormir la estupidez de la bestia
debiste arrancarte las costillas
a nadie le importa
el maldito lloriqueo
de una poeta de mierda
no hay que confundir las cosas
la gente, ni los gatos
porque los gatos no son sino
un atado de sinfundamentos
porque vives amarrada a tu home
piedra rodante
y ruedas del living a la cocina
de la cocina al techo
bailándote un rock
hasta que te salten las nalgas
estás sola pendeja
porque te agarró el hastío
que más quieren que les escriba
ni siquiera lo leen a fin de cuentas
los poetas sólo existen en la mente de los poetas
se fueron los días, malú
se fueron relejos
se fueron del barrio
VIVA VENECIA LIBRE
y la marihuana acabándose en las chimeneas
lo mío era mío, ya no hay que hacerle
y me engaño pensando en los gatos
volverán algún día
a poblar los techos.
IX
Que se suicide la poetita de mierda
cuando los gatos se agarren en los techos
lanzando gritos alucinantes
llantos de guaguas en celo
o se arrojen de cabeza
desde los árboles en otoño
que se mate de una vez
la loca chascona y borracha
apenas se termine el pisquito
(traguito chilensis)
que se pegue un tiro, entonces
la pendeja
cuando la brisa de papitas fritas
venga desde el oscuro carrito de la esquina
que cargue la pipa, el vaso
y se tire un gatillazo de fondo
bailándote un rock
porque a veces estás tan down
muchacha traviesa.
X
Hey, malú asume la vida de gato
que te toca saltar de techo en techo
porque ni siquiera un poco de sol
los hará volver
porque no nacimos para dar
pero tampoco para recibir
hay que asumir el costo
te estás chalando
nada te llena
y el hastío te agarra de espaldas
por eso le seguimos el juego
a los imbéciles
y corremos en esta carrera de equinos
de mala sangre
cuando el poeta canta su bar cécil
y Dios le guiña un ojo
y por el otro le cae un goterón de tinto
de aburrido tinto.
Hey, malú, nace una estrella
nadie quiere el nobel
pero se mueren de sólo pensarlo
los poetas se odian
toman juntos pero se odian
a quien le importa
que se maten
que se tengan pica hasta la muerte
total, de todas maneras
no tenemos quien nos abrace
porque los gatos se retiran de noche
quien sabe donde.
Hay que asumir, pendeja
que estás sola
que te bailas un rock
para quitarte las ganas -tú sabes de que-
porque de tanto perraje patriarcal trompeteado
estás hasta la tusa
y ellos siguen tirándose a partir
prejuiciados
amablemente discrepantes
hey, malú, una raja, que te importa
si ni siquiera encuentras algo que te importe
por eso callas y luego ríes
porque nadie te llena el hoyo;
ni el vino
ni los machitos
ni mirar sus traseros sin forma
no te queda más que caminar borracha
y llegar borracha a tu home
piedrita mendiga.
XI
Lo estropearon todo, baby
y te bailas un rock de malas ganas
porque ellos quieren verte
reventar de noche
ebria
sin hablar con nadie
y de día se lo pasarán pateando gatos
es entretenido verlos pavonearse
con sus chascas y ropitas excéntricas
pretendiendo volver al divino tesoro
que va, si son iguales a los demás
las grandes lumbreras del mundo
devorando ratas en las bibliotecas
bebiendo de noche en algún bar snob
de algún barrio snob
y salir snobmente borrachos
trágate esa vaga sensación de techos
despoblados, pendeja
y ve a emborracharte hasta que revientes
con tus amigos oligofrénicos
a quien le importa
que el último gato gris se aleje
en medio de los cachureos del techo
y que a lo lejos Bob Dylan gima
"like a rolling stone".
XII
a angélica saldaña
Hace tanto tiempo, querida amiga
acá los poetas mienten
y tus ojos son ya
un par de gorriones que se fornican
no sé donde
reniego de la poesía
y todas esas banalidades
la mistral ha muerto
neruda ha muerto
lihn ha muerto
sólo quedamos los necios.
Recuerdas cuando nos emborrachamos
amparadas por una chimenea medio loca
tú, estás allá ahora, recordándolo todo
con un suave dejo de melancolía
la puta melancolía que has guardado
largo tiempo en el anonimato
y un sol turístico cae
sobre tu rimbombante isla en el Mediterráneo
mientras acá el sol pega
sobre cientos de cabezas hastiadas.
Ah, querida mía
los seres somos tan maleables
de ahí la distorsión a la que Hugo
intentó someter el alejandrino.
XIII
Stop in name of the humanity
PRODUCTOS ACME........
(letrero que muestra el coyote
antes de ser atropellado
por un ferrocarril).
Déjame terminar el cielo, nene querido
qué carajo hacer con tus ojos
nadie escucha ya el gran blablá del siglo
la cuestión del arte cansa
mejor es decir
la gente del arte aburre
quién puede saber lo que escribo
apenas soy un ápice de lo que escribo
hey, malú, que cielo ni que nada
o todo o nada, que al fin
viene siendo el mismo cuento
este cansancio espantoso
no queda sino agarrarte del pelo
cerrar los ojos
abstracta palabra: vida.
Qué domina ahora en rededor?
dos pendejos se besan en la plaza
asexuados
ellos son el cielo
sólo un par de estrellas,
Yo me acuerdo que en un tiempo
los recuerdos y las voliciones
eran cosas de gatos
pero aquí estoy dándole duro al oficio
que al fin y al cabo
no es más que oficio
y tus ojazos, nene, tus ojazos risueños
y la noche llenando de sombras
la gran ciudad capital
algo pensé decir que ahora olvido
tal vez prender el tape y escuchar un blue.
Puedes verme?
acaso, puedes verme
sentada aquí en mi silla
escribiendo cuanta sarta de tonteras
puedas imaginar.
***
Malú Urriola (Santiago de Chile, 1967) Piedras rodantes. Santiago de Chile: Surada Ediciones, 2001.
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